Cincuenta y tres trillones de pies c�bicos de gas natural se encuentran almacenados en el subsuelo de la regi�n sur del territorio nacional, la cuantificaci�n de esta inmensa reserva gas�fera ha sido recientemente determinada, un consorcio de importantes empresas del rubro ha organizado la Pac�fic LNG, favorecida con la concesi�n de explotaci�n de las citadas reservas (tambi�n obtuvieron concesiones otras transnacionales), se ha tendido un gasoducto desde los campos gas�feros al Brasil, pero el mercado m�s importante para la comercializaci�n del gas natural se encuentra en California y subsidiariamente en M�xico. Se estiman que ser�n necesarios 5.000 millones de d�lares americanos para habilitar un puerto en el oc�ano Pac�fico, que podr� ubicarse en territorio del Per� o de Chile, y construir un gasoducto hasta dicho puerto.

Ambas regiones, el sur del Per� y el norte actual de Chile, son pobres, viven en el subdesarrollo y Arica, Antofagasta e Iquique vinculados estrechamente al comercio con Bolivia, actividad preponderante de su econom�a y de sus expectativas de desarrollo.

Tanto el Per� como Chile, movidos por el inter�s de captar esta providencial fuente de capitalizaci�n, han desplegado todos los recursos a su alcance para verse favorecidos con el privilegio de la elecci�n del puerto de exportaci�n del gas boliviano.

El pueblo de Bolivia ha comenzado a hacer conciencia de la compleja problem�tica del gas natural, relacionando a la misma con aspectos de importancia vital en la esfera del inter�s nacional, tal la perspectiva de su retorno soberano al mar, el aprovechamiento energ�tico de gas y de los productos industriales que derivan de �l.

Es indudable que se ha abierto un canal en el que la voz popular toma vuelo y se expresa abiertamente, se ha recuperado para el pa�s la potestad de elegir el puerto de exportaci�n del gas natural, se han ampliado plazos supuestamente perentorios para que el Gobierno boliviano, sometido a presi�n internacional, se viera obligado a tomar decisiones, contemplando fundamentalmente objetivos comerciales y no precisamente nacionales.

Tambi�n se ha dejado establecido, como reza en la Constituci�n Pol�tica del Estado, que el petr�leo y sus diferentes formas de presentaci�n son propiedad inalienable e imprescriptible del estado boliviano.

Se pide al actual gobierno, que sea el pueblo boliviano el que tome la decisi�n final, sobre los distintos aspectos de la exportaci�n o la conveniencia de no exportar el gas natural y esta opini�n podr�a ser obtenida por medio de un refer�ndum nacional. El anuncio del presidente S�nchez de Lozada, que afirm� que s�lo dar� informaci�n y no consultar� a la opini�n p�blica las decisiones de su gobierno, puede considerarse desde ya un grave error pol�tico, pues no se trata de decidir sobre intereses personales o sectoriales, se trata nada menos que de una toma de posici�n que tiene incidencia determinante en el porvenir del pa�s, el Presidente con un gesto de autoritarismo s�lo llama al radicalizar las actitudes populares.

Existe ya consenso en considerar a nuestro gas, el instrumento eficaz que puede conducir a recuperar nuestra presencia soberana en el mar. El planteamiento boliviano debe ser expl�cito y categ�rico. El Pa�s necesitar� no s�lo un puerto para la exportaci�n del gas que posee, sino, requerir� de un amplio acceso al mar territorial, es decir verdadera cualidad mar�tima, una franja costera de Mejillones a Tocopilla, para compartir con la humanidad la esperanza futura que el mar encierra para el hombre, como medio esencial de subsistencia. No olvidemos que con una guerra se arrebat� a Bolivia 4 grados geogr�ficos de gran riqueza. Que el litoral es rico y que vale muchos millones, eso ya lo sab�amos escribi� el embajador Koning de Chile. Lo guardamos porque vale, que si nada valiera, no habr�a inter�s en su conservaci�n. En realidad nuestro litoral perdido, revitaliz� Chile hasta hoy mismo. Sin embargo, Chile no ha tenido capacidad para sacar del subdesarrollo el territorio conquistado, hoy llega su oportunidad con la exportaci�n del gas boliviano a trav�s de su territorio y uno de sus puertos, pero no tenemos que seguir con el papel de pa�s derrotado hace m�s de 100 a�os, tenemos la opci�n que nos ofrece el Per�, y darle tiempo al tiempo, mientras Chile se entienda con un norte frustrado y descontento. Asumamos nuestro rol con dignidad, si es necesario con sacrificio, primero est� nuestra identidad como naci�n y como pueblo de muy, muy antigua tradici�n.

Fern�ndez Saavedra, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto del gobierno saliente, cit� en un art�culo escrito cuando estaba en el llano, (Presencia, diciembre 1993), como un ejemplo dram�tico de negociaciones entre Bosnia y Croacia, la actitud de la Rep�blica de Bosnia, que prefiri� el martirio de una guerra sin esperanza, antes que aceptar las condiciones que le impon�an Croac�a y Serbia, para limitar su acceso al Adri�tico.

Son objeciones a la libre elecci�n del puerto, en primer lugar el precio de oferta del gas natural boliviano en el mercado de California, que se considera el mercado adecuado para nuestras ingentes reservas de gas natural. Dado el concurso de otros pa�ses, el precio de venta se reduce a montos muy peque�os, dejando en el caso nuestro ganancias exiguas, que s�lo adquieren significaci�n por los grandes vol�menes de las transacciones. De aqu� el af�n inusitado de la Pac�fic LNG de bregar por la construcci�n del gasoducto de menor extensi�n, que reducir�a los costos del transporte, mejorando en la lucha del centavo las utilidades, pero olvidando completamente el inter�s por otros objetivos de mayor importancia y trascendencia para el pa�s.

Si la estrategia nacional nos conduce a exportar el gas por un puerto peruano, por all� y sin lugar a objeci�n, deber� ser exportado. Si no hay un margen de utilidad en esta opci�n, se pensar� sin dubitar, en mejorar las condiciones de vida, primero de los m�s necesitados y por ende de todo el pueblo boliviano, utilizando la alta calidad energ�tica y luego los m�ltiples usos industriales a que puede ser destinado nuestro gas. Finalmente, no tenemos por qu� regalar nuestra riqueza gas�fera, ya lo hicimos con la plata y el esta�o, y si es necesario debemos aceptar pasar por una etapa de sacrificio, continuando siendo pobres, pero, ya no m�s tontos �tiles y despu�s igualmente pobres.

Se impone una conclusi�n indiscutible a este breve comentario, pues es incontrovertible afirmar que el inter�s nacional prevalece ante cualquier alternativa y ninguna puede siquiera competir al mismo nivel, en una escala de valores morales, c�vicos o pol�ticos. El pueblo Boliviano ha alcanzado una conciencia clara al respecto y los gobernantes del momento se sentir�n forzados a asumir su responsabilidad hist�rica, respetando la dignidad nacional. No existe pueblo, no existe naci�n que deje las huellas de su desarrollo sin estar munido de dignidad, estamos llamados a cumplir este requisito.

(*), Miembro Titular del Grupo de Estudio del Desarrollo Nacional Boliviano. GEDENABOL.