LECTURA: PRIMEROS SANTOS MÁRTIRES DE LA IGLESIA ROMANA

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
30 DE JUNIO DE 2008

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 30 de Junio de 2008 A.D.
Día de los primeros Santos Mártires de la Iglesia de Roma

Los Primeros Santos Martires de la Iglesia Romana

"¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿La tribulación? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿Los peligros? ¿La espada?"

(Vid. Romanos 8, 35)

Infinidad de cristianos desde el inicio han experimentado persecuciones durante toda la historia del cristianismo. La persecución a la cual refiero se materializaba con arrestos sin garantías, encarcelamiento, azotamiento, tortura y ejecución. También refiere a la confiscación o destrucción de la propiedad, o a la incitación a odiar a los cristianos.

En el Nuevo Testamento leemos que los primeros cristianos, comenzando por el propio Jesús, sufrieron persecución a manos de los jefes judíos de esa época. Pedro y Juan fueron encarcelados por estas autoridades, incluido el sumo sacerdote Ananías, siendo más tarde liberados. (Hechos 4, 1-21).

También nos relata el Nuevo Testamento la lapidación del primer mártir, San Esteban, por miembros del Sanedrín. Su ejecución fue seguida de una gran persecución.

En el siglo I se contaban por centenares a los convertidos a la fe cristiana que fueron martirizados por no negar a Cristo, único Dios verdadero.

En esta fecha la Iglesia honra la memoria y valentía de los miles de cristianos de Roma, que sufrieron el martirio. Las persecuciones comenzaron formalmente basada en una gran mentira, ya que el pagano emperador Nerón acusó a los cristianos de haber incendiado dicha ciudad en julio del año sesenta y cuatro.

La estrategia romana se constituyó en una serie de medidadas con un solo fin, limitar el desarrollo del cristianismo para una ves acotado extirparlo radicalmente del imperio.

No fue un solo demente, corrupto y desvastador asesino el que intentó con todos sus medios eliminar a Dios a travéz de su máxima expresión en éste plano, hombres y mujeres de fe.

Hasta la época de Constantino muchos fueron los déspotas y desquisiados que intentaron tapar el sol con la mano. La mayor persecución y asesinatos masivos que remiten a esa época, fundamentalmente, se dieron bajo los emperadores Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximino Tracio, Decio, Valeriano, Aurelio y Diocleciano.

Los protomártires, la inmensa mayoría han permanecido en el anonimato, muriendo en aras de la fe, así como el compromiso de todo cristiano que debe permanecer a la escucha y cumplimiento de la Palabra y estar dispuesto hasta al sacrificio antes de negar a su Creador.

Como irrefutable dato histórico la humanidad posee "Las Actas de los Mártires", las cuales son la transcripción de los procesos verbales redactados por las autoridades romanas y conservados en los archivos oficiales, que los cristianos conseguían por diversos medios.

En ningún tribunal faltaban los notarii porque recogían taquígraficamente todos los actos del proceso, señaladamente en el interrogatorio, por medio de notae o signos de abreviación. Luego se traducía a escritura vulgar, y así pasaban las piezas a los archivos judiciales.

Toda la labor de redacción de los "Testimonios de los Mártires" devenidos en Actas y la conservación de estos archivos oficiales era obra de los magistrados romanos.

Muchas actas testimoniales fueron destruidas por Diocleciano en el Siglo III ya que había notado que estos relatos heroicos incentivaban con inigualable valentía el alma de los cristianos prosiguiendo la lucha a pesar de saber que lo que exponían era la vida misma; de ahí que el Emperador los colocara en los libros de la doctrina proscripta, que ordenó recoger y quemar en la plaza pública.

Su lectura ha hecho mucho bien a los cristianos de todos los tiempos.

Oración a los Mártires de la Causa Justa

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Te damos gracias, oh Dios Padre omnipotente, por habernos dado hermanos, que han testimoniado su amor hacia Ti con una vida santa, y muchos hasta el derramamiento de su sangre. Que su ejemplo ilumine y sostenga nuestro camino hasta el día en que lleguemos a la Jerusalén celestial.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

Santa María, Madre de Dios y Reina de los Mártires,..... reza por nosotros
San José, "varón justo", esposo de la Madre de Dios y custodio de Jesús
Santos Pedro y Pablo, mártires de Cristo, columnas y fundamento de la Iglesia de Roma.

Amén.

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Que el deseo de construir el Reino de Dios esté siempre con todos ustedes.

FIRMA POR LA PRIEURÈ DE SION: