LECTURA: NUESTRA SEÑORA DE MEDJUGORJE

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
25 DE JUNIO DE 2008

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 25 de Junio de 2008 A.D.
Día de la Advocación de Nuestra Señora de Medjugorje


Nuestra Señora de Medjugorje



LA REINA DE LA PAZ




Primer mensaje, 25 de Junio de 1981:
"Soy la Beata (la Dichosa) Virgen María"

Cuando le preguntan bajo cuál advocación viene, dirá: "Soy la Reina de la Paz".

Medjugorje es una muy pequeña localidad de lengua y mayoría croata, situada en territorio de Bosnia-Herzegovina. En la época en que se inician los acontecimientos los comunistas gobernaban Yugoslavia. La localidad cuenta con pocos recursos. Psee ganado ovino, algunos viñedos y plantaciones de tabaco. El terreno es sumamente pedregoso. Su nombre (se pronuncia Medjugorje) significa "entre las montañas", y, efectivamente, está ubicada entre algunos cerros que la rodean. Existe una única parroquia, dedicada a Santiago Apóstol, es franciscana.

Desde 1981 han acudido a Medjugorj más de 20 millones de peregrinos. Los hechos que han provocado que ésta, de otro modo ignota aldea, creciese como el grano de mostaza de la parábola hasta que, junto con Fátima y Lourdes, se convirtiese en un mayor santuario mariano.

El 24 de junio del año 1981, promediando las 18 hs se encuentran Ivanka y su amiga Mirjana cerca de la colina del Podbrdo en las afueras de Medjugorje, cuando Ivanka ve que una figura luminosa, con un niño en sus brazos, hace gestos de estar llamándolas. Se encuentra a relativamente pocos metros, donde inicia el declive de la colina.

Ivanka, excitada, le dice a Mirjana la cual se encuentra de espalda a la visión: "¡Míra, la Gospa... la Gospa!". Mirjana no le cree "¿Qué se nos va a aparecer, tan luego a nosotras, la Gospa?"

Más tarde vuelven por el mismo camino con una amiga, con quien van a buscar un rebaño de corderos, cuando esta vez las tres ven a la Virgen. Se arrodillan y rezan. El rebaño vuelve solo a la casa. Las chicas en cambio terminan huyendo.

Mientras tanto Vicka, amiga de Ivanka y Mirjana, quien regresaba del colegio, se dirige hacia aquel lugar para encontrarse con éstas. Al llegar ve a sus amigas que le hacen señas, porque algo está ocurriendo. Mirjana es quien le dice: "¡Míra, míra! ¡Allá está la Virgen!" Su primera reacción es la de pensar que le están haciendo una broma, cosa que le indigna porque están sus amigas tomando el santísimo nombre de la Virgen como excusa para reírse de ella. Después sale corriendo, descalza, hacia el lugar. También Vicka llega, ve y escapa.

Entonces se encuentran con Ivan y un amigo, que vienen por el camino de recoger manzanas y les propone ir, los tres, hasta el lugar de la aparición. Yendo hacia allá se cruzan con las otras muchachas que vuelven, agitadas y llorosas.

Sigue estando aún la Virgen en la colina, que tapando y destapando al Niño, les hace señas para que se acerquen. Ivan, quien le decía a Vicka que no tenían nada que temer, cuando ve la aparición echa, él también, a correr.

Nadie se atreve a ir. Son ya las seis y media de la tarde.

Todos habían visto que se trataba de la Virgen pero un impulso, provocado quizás por el temor a lo divino, los lanzaba a la huida. Se preguntan si en realidad se trataba de una aparición. No habían escuchado voz alguna ni sabían el porqué de la visita.

Lo que le ocurrió a Ivan esa noche, según él mismo lo relata, seguramente le pasó a todos los demás chicos, el de no poder conciliar el sueño recordando y pensando sobre lo que habían visto.

Ese día, por ser 24 de junio, se conmemora el nacimiento de San Juan el Bautista, el Precursor, el Profeta - la Voz del que clama en el desierto- que debía prepararle el camino al Mesías que estaba por llegar. Resulta, ahora, casi obligatorio deducir que al venir la Virgen en esa fecha está también indicando que viene a prepararle el camino a su Hijo, a preparar los corazones de sus otros hijos para el encuentro.

Al día siguiente, previo común acuerdo, cuatro de los chicos del día anterior y otros dos nuevos deciden ir a la misma hora y mismo lugar donde había aparecido la Señora, con la esperanza de volverla aún a ver. Desde entonces, éstos han de ser los seis videntes de Medjugorje: Ivanka Ivankovich, Mirjana Dragicevich, Vicka Ivankovich, Ivan Dragicevich, Marja Pavlovich y Jakov Colo. Cada uno de ellos pronedia los 16 años, con la sola excepción de Jakov quien cuenta con sólo 10 años. Vicka, de 17 años, es la mayor del grupo. Pese a que algunos de ellos tienen en común el mismo apellido no guardan, sin embargo, vínculo directo de parentezco.

Ese día 25 es nuevamente Ivanka la primera en ver a la Virgen, quien ya no está con el Niño en sus brazos.

Todos los chicos la ven y parten a gran carrera en dirección directa hacia donde Ella se encuentra. No les importa ni lo escarpado y pedregoso del lugar, ni tampoco las grandes plantas con espinas. Los videntes relatarán más tarde, y confirmarán los testigos allí presentes, como si ellos fueran transportados. En pocos minutos llegan hasta la Aparición. Otra de las videntes Vicka, a pesar de correr descalza no sufre ninguna lastimadura. Al encontrarse a unos dos metros, sienten todos una gran fuerza que los hace caer, por igual poniéndolos de rodillas, sobre el terreno lleno de piedras y de espinillos. Jakov cae sobre un matorral de espinas pero sin hacerse daño alguno.

Ivanka, la primera en hablar, le pregunta por su mamá recientemente fallecida. La respuesta de la Virgen es: "Está bien. Está conmigo".

Mirjana le pide una señal para que la gente crea que ellos dicen la verdad y que no es producto de una alucinación.

Los videntes, en medio de una gran emoción que los hace por momentos llorar, oran con la Virgen el Credo, siete Padre Nuestros, siete Ave Marías (esta plegaria sólo la rezan los videntes), y siete Glorias.

Los videntes relatarían que mientras rezaban con la Virgen, Ella, lucía resplandeciente, bellísima y sonriente.

Finalmente la Virgen se despide diciéndoles "¡Adiós, ángeles míos!". "Id en la paz de Dios". Los chicos tienen la mirada fija hacia donde la han visto partir. La gente que está allí no ve nada pero están como asustados.

Desde ese entonces nace en Medjugorje la práctica de la oración del Credo, los 7 Padre Nuestro, 7Ave María y 7Gloria. Cinco en honor de las llagas de Jesús, uno por el Santo Padre y uno para pedir el Don del Espíritu Santo.

En la tarde de aquel 25 de junio de 1981, después que los jóvenes regresan a sus casas, desciende sobre Medjugorje una gran luz desde el cielo. El fenómeno es visto por todos.
Los chicos habían concurrido a la cita munidos, por consejo de algunas mujeres ancianas, de agua bendita.

Cuando se encuentran delante de la Virgen, Vicka luego de decirle, "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", la rocía con el agua agregando: "Si eres la Virgen quédate con nosotros, sino vete de aquí".

La respuesta de la Virgen es sonreír y quedarse con ellos. Ante la pregunta de Mirjana acerca de cuál es su nombre, Ella responde: "Soy la Beata (la Dichosa) Virgen María". Más adelante, cuando le preguntan bajo cuál advocación viene, dirá: "Soy la Reina de la Paz". Ivanka le pregunta a qué ha venido y qué quiere de ellos. "He venido porque aquí hay verdaderos creyentes. Deseo estar con vosotros para convertir y reconciliar al mundo entero."

Después del encuentro verán la misma luz que lo había precedido y, pese a ser pleno día, relatarán haber visto las estrellas.

Más tarde, cuando los chicos bajan del Podbrdo, la Virgen vuelve a aparecer, pero sólo a Marja. Esta vez la Gospa llora. Junto a Ella hay una cruz como iridiscente, y dice: "¡Paz, paz, paz y sólo paz! Debe reinar la paz entre el hombre y Dios y entre los hombres." La primera palabra que la Virgen le dice al mundo es "¡Convertíos!".

Aquella tarde, por vez primera, los jóvenes se quedan orando, con la multitud, el Santo Rosario; agregando luego el Credo, y los siete Padre nuestros, Ave Marías y Glorias.

A partir de entonces comienzan las pruebas para los jovenes videntes. Fueron señalados por mentirosos, como así también de adictos Las autoridades del gobierno local los interroga largamente y los examina individualmente. Los médicos no encuentran psicopatías ni otras enfermedades. La Virgen, en tanto, los alienta: "No temáis a nada".

El Padre Jozo Zovko, no se encontraba en Medjugorje, al conocer los hechos se debate entre grandes dudas. Él piensa que todo pueda ser producto de maquinaciones del régimen comunista para desacreditar a la Iglesia. Como así también, que todo esto haya sido alucinaciones producida por el consumo de algún estupefaciente, puesto que una de las chicas era de la ciudad, Sarajevo, donde, se decía, circulaba droga.

Según lo relatan los propios videntes, sus interrogatorios son "peores que los de la policía." Padre Jozo les hace preguntas por separado y graba todo lo expuesto. Después escucha una y otra vez para ver dónde puede haber contradicciones. Las cuales jamás encontró.

En definitiva, como el mismo Padre lo declara en aquellos primeros días, no cree en las apariciones.

Mientras lo inevitable sucedía, dudas, inventos, interrogatorios, la Virgen de la Paz continúa hablándole a la gente por intermedio de sus mensajeros.
"Que la gente ore y crea firmemente y no tenga ningún temor a nada".
También se dirigió a los sacerdotes. "Que ellos crean y ayuden a la gente a creer".


Último mensaje, 25 de Mayo de 2008:


“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, en que Dios me ha permitido estar con ustedes, nuevamente los invito, hijitos, a la conversión. Trabajen de una manera especial por la salvación del mundo mientras estoy con ustedes. Dios es misericordioso y concede gracias especiales, y por eso, pídanlas por medio de la oración. Yo estoy con ustedes y no los dejo solos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!


Que la Reina de la Paz, esté siempre con todos ustedes.


FIRMA POR LA PRIEURÈ DE SION:




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