LECTURA: ¿SABEMOS ORAR?

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
12 DE JUNIO DE 2008

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 12 de Junio de 2008 A.D.
Día de San Onofre, anacoreta

¿Sabemos Orar?

Es difícil orar si no sabemos cómo hacerlo.
Pero es necesario que nos ayudemos en la oración.
Lo más importante es el silencio.

Las almas de oración son almas de profundo silencio.
No podemos ponernos directamente en presencia de Dios
sin obligarnos a un silencio interior y exterior.

Por eso tenemos que acostumbrarnos
al silencio del espíritu, de los ojos y de la lengua.

Dios es amigo del silencio.
Tenemos que encontrar a Dios,
pero a Dios no podemos encontrarlo
ni en el ruido, ni en la agitación.

La naturaleza -árboles, flores, hierbas-
crecen en medio de un silencio profundo.
Las estrellas, la luna y el sol se mueven en silencio.

Cuanto más recibamos en nuestra oración silenciosa,
más podremos dar en nuestra vida activa.

Beata Madre Teresa de Calcuta.

El Poder de Oración

"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá". (Mt. 7)

El hombre más poderoso que haya existido sobre la tierra es Nuestro Señor Jesucristo, aun los mares y los vientos le obedecían.
Y aun él necesitaba hacer algo básico y fundamental, Orar.

La oración comienza en un sentir que nace de nuestro interior provocado por una necesidad que nadie más puede satisfacer.

Pedid Y Se Os Dará.
Orar es hablar en silencio con Dios.
Es compartir con Él,

nuestros problemas, nuestras necesidades, nuestros proyectos, nuestros objetivos, nuestros logros y nuestros fracasos.

Tambien es oirlo a Él,

como nos consuela, como nos enseña, como nos guia, como nos da su bendición.

Orar también es pedirle a Dios por el prójimo.

Interceder de corazón, como si la causa del otro fuera tú causa, el dolor del otro fuera tú dolor, la necesidad del otro fuera tú necesidad.

Nuestro Señor nos deja saber, que la oración esta bajo leyes espirituales, regida por Su Voluntad.

A Él, le complace manifestar SuPoder por medio la oración y de tu actuar.

La oración es el medio, es la intercesión y conjuntamente con nuestra acción acorde, el Espiritu viene a consecuencia de nuestras peticiones y acciones. Muchas veces nuestra forma de pedir es erronea, no obstante ÉL ve nuestra verdadera intención, y eleva esa intención delante del Padre para que así podamos ser bendecidos.

“Acercate, y me acercaré”.
Sin hablar con Dios, dejamos de provocar la acción de su poder en nuestras vidas. La oración es el medio, es la intercesion y conjuntamente con nuestra acción acorde, el Padre te enriquece.

Aquel que ora con fe y agradecimiento, no está exento de vivir sucesos de tragedia y dolor. Es en esos momentos de angustia cuando la oración silenciosa y de corazón humilde llama y recibe la fortaleza del Espíritu Santo.

Para ser hombre o mujer de oración, solo necesitas orar de corazón por vos, como así también, intercediendo por otros como si fuera para vos Sólo esperando a cambio el mayor bienestar que se pueda esperar, naciendo esta súplica desde el fondo de tú alma.

Y el Señor te da una promesa: “Esta oración en secreto, será recompensada en público”.

Lo que pedistes por otro, sera multiplicado para ti. Pero la intención de tu oración no puede ser esa. La intención tiene que ser la bendición de la vida en necesidad, ya que Dios se ocupará grandemente de tu necesidad.

“La oración comienza en lo personal y luego se extiende”.

Tiempo de oración es tiempo de crecimiento espiritual. No puede ni debe el ser humano estar tan ocupado, que haga que se olvide de pasar tiempo diarioen presencia del Padre por medio de la oración para sí y para los demás.

Orar no es hablar yo solamente, es también aprender a oirle a Él, a mi Maestro, a mi Consolador, a mi Padre.

Oración al Sacratísimo Corazón de Jesús

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Amado Maestro

Que tú Paz y tú Consolación llege a nuestro corazón convirtiéndolo en refugio y morada de tús bendiciones fervorosas.

Que tú Misericordia, tú Fervor y Perfección sea el camino de mi corazón para poder construir el Reino de Dios, sellando por Siempre y para Siempre las puertas del mal.

Que la devoción a tú Bendito Nombre esté en mi corazón, en mi conciencia, en mi actuar y en el latír de toda la humanidad por su Salvación.

Amén.

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Que la Paz y el Poder de la Oración esté con todos ustedes.

FIRMA POR LA PRIEURÈ DE SION: