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MENSAJE PASCUAL I - "BÚSQUENLO Y LO ENCONTRARÁN"

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
17 DE MARZO DE 2008

LEMA PRIORAL: "SI DEUS NOBISCUM QUIS CONTRA NOS"

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17 de Marzo de 2008
Lunes Santo


BÚSQUENLO Y LO ENCONTRARÁN



En los cuatro Evangelios es concordante la presencia de Magdalena en el sepulcro. Más allá de algunos matices literarios, al leerlos, se desprende que Magdalena no fue sola y que fue en compañía de otras mujeres, a saber: María, la madre de Santiago y Salomé, y María, la madre de Juan y de Santiago el Mayor.

El relato de San Juan: "María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra estaba removida".
Observando esto, Magdalena se dirigió presurosa al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, el cual todo hace pensar que era Juan.
Comunicándoles: "Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto".

Al irse Pedro y Juan, María Magdalena se asomó a la tumba y vio a dos ángeles, sentados uno a la cabecera y el otro a los pies del depositario vacío utilizado para el cuerpo de Jesús.
Los ángeles que estaban en el sepulcro le dijeron: "Mujer, por qué lloras?
María Magdalena responde: "Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto".

Magdalena se vuelve y ve a Jesús, que estaba justo allí como una persona más.

Aunque el Maestro no se le muestra en forma de hortelano, ella pensó que era el encargado del huerto.
Este es el maravilloso momento de la aparición de Jesús a Magdalena.

Jesús mirándola sólo pronuncia su nombre: ¡María!

Al reconocer su voz se postra en tierra y abraza los pies de Cristo.
Fue así que el Maestro le dijo: "No me retengas, porque todavía no he subido al Padre".

Al comparar otros evangelios se confirma la presencia de otras mujeres, pero en el evangelio de Juan es la única que se acerca a la tumba.

A esta infatigable seguidora la llamaban "Magdalena" ya que era de un pueblo pequeño de Galilea denominado Magdala.

Es en el evangelio de Lucas que se identifica a Magdalena como una mujer pecadora, como así también en el mismo evangelio se relata que Jesús le perdona todos sus pecados.

Magdalena acompaña a Jesús, no sólo como un apóstol irrenunciable, sino que fue testigo en la crucifixión, y según el evangelio, la única mujer que se acerca a la tumba.
Más tarde ella fue la primera en verlo resucitado recibiendo del mismo Maestro el mandato de anunciar a los apóstoles la nueva buena.

Es Jesús quien le pregunta; ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?

Magdalena creyendo que estaba frente al hortelano, responde: "Si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo iré a buscar".

Magdalena demuestra el gran amor por Jesús, no estando dispuesta a perderlo y convencida de ir a donde sea para hallarlo.

Si María Magdalena fue pecadora, al arrepentirse sinceramente recibió el perdón de Jesús. Y así nosotros, de arrepentirnos con sinceridad, recuperaremos la gracia.

Y si creemos que hemos perdido a Jesús lo buscaremos incansablemente como ella, quizás, encontrándolo oculto en una persona humilde, tal como lo imaginó Magdalena.

El mismo Jesús le pide que anuncie que ha visto al Señor, y que trasmita las siguientes palabras: "Subo a mi Padre y Padre de Ustedes; a mi Dios y Dios de Ustedes".

María Magdalena anunció a los discípulos que vio al señor y que le había dicho esas palabras.

De este modo recibimos el mensaje de Jesús por intercesión de María Magdalena, convirtiéndonos en mensajeros de su absoluta Victoria sobre la muerte y el pecado.

La verdad y la victoria sean con ustedes por interpretar esto.


FIRMA POR LA PRIEURÈ DE SION:




+ S.M.R. Virrey Imperial
S.E.R. Gran Profeta General de Sion
Gran Maestre General Ejecutivo
D. NICOLÁS GUARAGNO


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