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México. Diciembre 2005-Enero 2006.
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• | ¿Chateamos? | Una historia de Betty Castillo.

En estos tiempos modernos, sin duda las computadoras se han convertido en aliadas indispensables para diversas actividades, pero no sólo en el trabajo son útiles, como ya se sabe, también pueden ser accesorios para el entretenimiento y hasta para conocer personas, esto último sigue siendo algo que cautiva a la gente, pues parece que para algunos es muy seductor el curioso encanto de poder hablar con alguien que no está realmente ahí pero que sabemos que existe.

El chat permite a muchos ser lo que en su vida diaria no son, sin embargo, sorpresas pueden ocurrir cuando se nos ocurre averiguar quien está realmente detrás del otro monitor…


Luisa trabajaba como recepcionista en una clínica, su trabajo era tranquilo pero rutinario hasta el día en que el médico encargado le pidió que se ocupara de las compras de material que diariamente utilizaban, también se sustituyó la agenda por un documento electrónico en el que Luisa registraba los diagnósticos y avances de los pacientes frecuentes.

Un día se le ocurrió entrar a una sala de chat, era la primera vez que entraba y se pasó el día muy entretenida conversando con gente de todas partes. Como a eso de las 4 PM recibió la invitación a conversar en privado de una persona que aparecía como "gothicn'dark", Luisa, que se firmaba como "euridice" debido a su gusto por las lecturas románticas, se intrigó un poco porque el seudónimo no le sugería si era hombre, mujer u otra cosa, sin embargo aceptó la invitación y la conversación comenzó:

gothicn'dark: hola, chateamos?
euridice: hola como estás?
gothicn'dark: bien y tu?
euridice: bien gracias y que haces?
gothicn'dark: pues buscando amistades para cotorrear
euridice: que bien, igual yo, me llamo Luisa
gothicn'dark: mucho gusto, yo soy Lucía, y que cuentas?
euridice: pues trabajo en una clínica, tengo 22 años, soy soltera y me encantan las novelas de amor, películas románticas, las flores, la música de baladas y los muñecos de peluche
gothicn'dark: ah que bien, yo también tengo 22 años, pero prefiero las ondas así tipo dark, me entiendes? el rock, y todo eso, me visto casi siempre de negro y estoy considerando ponerme un tatuaje como ves?
euridice: ah ok, bueno es algo emocionante no? Tu familia esta de acuerdo?
gothicn'dark: vivo sola, bueno a veces mi novio pasa unos días conmigo, tu vives con alguien?
euridice: con mi familia…

Y así continuaron conversando de temas comunes, era notorio que las dos eran muy distintas, pero había cierta química entre ellas, los días pasaban y ellas se volvían cada vez más cercanas, uno de esos días, Luisa propuso intercambiar fotografías, ya que, aunque vivían en la misma ciudad nunca se habían visto en persona y le envió su foto a Lucía, quien correspondió con la suya, cuando vieron las fotografías ninguna de las dos lo podía creer, eran asombrosamente parecidas, salvo por el look que tenían, que era tan diferente como sus personalidades, Luisa estaba retratada con un vestido en colores pastel que eran sus favoritos, maquillada discretamente y sonriendo, mientras que Lucía aparecía en la foto vestida de negro, con el cabello pintado en mechones azules, un maquillaje cargado y en su ceja izquierda lucía un pequeño arete con un piedra color roja. Ninguna de las dos se explicaba el parecido físico que tenían y pensaron que era una simple casualidad.

Luisa y Lucía tenían ya algunos meses hablando y su amistad parecía sólida e inquebrantable, una era la confidente de la otra y viceversa, cada quien sabía los problemas y alegrías de la otra, así Luisa se enteró de que Lucía era hija única de un matrimonio de poco carácter que nunca supo guiarla ni canalizar su impetuosa personalidad, por lo que terminó viviendo sola, dejó la escuela y pocas veces duraba más de un mes en algún trabajo, llegó a robar y se drogaba ocasionalmente, cosa que Luisa siempre reprobaba, pero Lucía seguía haciéndolo y se lo contaba, ya que para ella más que un reproche le parecía un momento en que alguien se preocupaba por ella…

su novio iba a quedarse algunas temporadas con ella, mismas que no siempre eran buenas, ya que, él andaba por un camino más torcido que el suyo, no tenían una relación de amor, sino que ambos trataban de encontrar uno en el otro algo de lo que la vida no les había dado.

La vida de Luisa tampoco era una novela rosa, como las que a ella le gustaban, su familia no era perfecta y a veces los sentía a todos tan ausentes que parecía que la ignoraban y en ocasiones querían intervenir en todo lo de su vida, no tenía novio pero había sufrido varias decepciones amorosas, le gustaba alguien a quien no se atrevía a hablarle de sus sentimientos por temor a sufrir otro rechazo, a veces se sentía completamente vacía por dentro, su refugio eran las historias y películas de amor en las que visualizaba el anhelo de que su historia, al igual que en la ficción de los libros y el cine, tuviera también un final feliz, era sensible pero a veces temerosa, y admiraba a Lucía porque enfrentaba sola las dificultades de su vida.

A Lucía le gustaba leer sobre las ciencias ocultas, lo oscuro y misterioso eran su pasatiempo favorito, y aunque a su amiga no le parecía tan interesante, sino más bien la asustaban esas cosas, siempre leía con atención lo que Lucía le contaba sobre esos temas. Lucía empezó a pasar por época difícil, y perdió contacto con su amiga por unos días, para luego reaparecer con una actitud meditabunda y pensativa, al preguntarle Luisa lo que pasaba le envió el siguiente mail:

"Doppelgänger
Palabra alemana que significa "doble caminante", esto es la contraparte viviente de una persona. Se dice que todos en alguna parte del mundo tenemos un doble, que puede ser una persona de carácter totalmente opuesto al del otro, la leyenda dice que si los dos se encuentran morirían."


Luisa no encontró explicación al correo de su amiga pero ésta no quiso entrar en detalles y se desconectó, prometiendo hablar con detenimiento al día siguiente. Luisa esperó ansiosa e intrigada el momento de reunirse con su amiga y cuando Lucía llegó de inmediato comenzó a preguntarle que era lo que pasaba a lo que esta respondió:


gothicn'dark: bueno antes que nada quiero decirte que estos días he estado muy deprimida, tú sabes que mi vida no es un cuento de hadas pero últimamente se ha puesto peor, y la verdad ya no aguanto más
euridice: entiendo y créeme que lo siento mucho, ya sabes que si en algo puedo ayudarte lo haré, pero dime que tiene esto que ver con el correo que me enviaste?
gothicn'dark: ah pues, es que mira he estado leyendo, dime no te parece que es extraño que nos parezcamos tanto físicamente? Tenemos además la misma edad, y nuestros nombres, si te fijas tienen las mismas letras, sólo que en otro orden
euridice: sí tienes razón pero a qué viene todo esto?
gothicn'dark: pues a que creo que tú y yo somos dobles, por eso te envié ese mail
euridice: Lucía por favor, esas son supersticiones, tú no las creerás o sí?
gothicn'dark: eso es lo malo de la gente, piensa que las ciencias ocultas son supersticiones y nunca les ponen atención, ya imaginaba que dirías eso, pero no importa
euridice: bueno pero suponiendo que lo que dices sea cierto, cual es el punto de todo esto?
gothicn'dark: quiero proponerte un trato
euridice: un trato?
gothicn'dark: sí mira, las dos tenemos problemas, nuestras vidas no son perfectas, yo sé que tú también sufres por cosas que te pasan y que hay días en que no quisieras ver a nadie, por más que tratamos las cosas no cambian, yo ya no aguanto más y creo que tú también estás desesperada aunque no me lo digas te conozco como para saber lo que sientes, y sé que igual que yo has perdido o estás perdiendo la esperanza en la vida
euridice: bueno sí últimamente me ha ido mal, y sí me he deprimido bastante
gothicn'dark: entonces pongamos fin a todo este sufrimiento, ya que esta vida no nos ofrece nada dejémosla, dejemos este mundo que no sabe apreciarnos, acabemos con toda nuestra tristeza
euridice: Lucía, no estarás pensando…?
gothicn'dark: sí Luisa, tú y yo somos dobles y si nos encontramos físicamente moriremos, así dejaremos de sufrir las cosas de esta vida
euridice: que cosas se te ocurren! Claro que no, como puedes pensar en algo así? Para empezar no creo en esas cosas que me dices de los dobles y si así fuera por qué morir?
gothicn'dark: y por qué vivir? Acaso te gusta que tu familia te ahogue con su presencia? Que ningún hombre se te acerque con buena intención? Que tu trabajo sea lo mismo siempre? Conmigo te has quejado de esto y más, y has dicho que harías cualquier cosa por cambiar el presente no sé por qué ahora no aceptas la solución que te propongo
euridice: no Lucía, esto simplemente no es posible, por favor tienes que tranquilizarte y olvidar esas cosas
gothicn'dark: no, ya estoy determinada, no cambiaré de opinión


y dicho esto, Lucía se desconectó, Luisa estaba entre asustada y preocupada, pues temía que si su amiga estaba tan determinada a morir podría intentar un suicidio por su cuenta. Llamó por teléfono a Mauro, un amigo que tenía desde niña y la única persona después de Lucía que le inspiraba algo de confianza, Mauro trató de tranquilizarla explicándole que esas cosas eran sólo leyendas, creencias de gente muy antigua y que no debía preocuparse.

Pasaron varios días y Luisa no tenía noticias de su amiga, le preocupaba su bienestar porque sabía de los períodos de inestabilidad emocional de Lucía, y temía que su afición por drogarse se convirtiera en una verdadera adicción o peor aún, que siguiera con la idea de acabar con su vida. Pasó un mes desde aquel incidente y Luisa comenzó a olvidarse del asunto, parecía haber recuperado la calma y ya casi no pensaba en Lucía.

Un sábado por la tarde Luisa se arreglaba para asistir a un concierto de música clásica en un teatro, como siempre, iría sola, pues aún no tenía novio y no hubo nadie que quisiera acompañarla.

El evento transcurrió tranquilo y cuando salió era aún temprano, por lo que pensó ir a cenar a algún restaurante, iba caminando cuando sintió un golpecillo en la espalda, nunca escuchó que alguien fuera caminando tras ella, pero al volverse no podía creer lo que veía, frente a ella estaba Lucía, vestida de negro como siempre, sólo que esta vez sin su acostumbrado maquillaje dark, sonriéndole con una mezcla de triunfo e ironía.

Las dos se quedaron por un momento mirándose aún con asombro al ver que físicamente eran iguales, y antes de que Luisa pudiera decir algo, Lucía se dio la vuelta y se alejó caminando aprisa, casi corriendo, Luisa avanzó tras ella pidiéndole que regresara, porque había mucho de que hablar pero la otra no la escuchaba, iba tan rápido que parecía que huía de ella, pero en su ansiedad por escapar cruzó una calle sin la menor precaución y fue embestida por un camión que la arrojó a varios metros de distancia.

Lucía fue hospitalizada, aparentemente sólo tenía golpes y ningún hueso roto, por eso fue inexplicable para los médicos que falleciera al cumplir una semana en el hospital, cuando parecía estar restableciéndose.

Luisa por su parte, quedó muy impresionada cuando al ir al hospital a ver a su amiga los médicos le informaron que acababa de fallecer, regresó a su casa sintiendo una sensación mezcla de miedo y desesperación, sumada a la extraña actitud de su familia hacia ella, pues 1 día antes de que Lucía falleciera todos parecían ignorarla, pero no le dio importancia, ya que a veces ellos eran así, se preocupaban tanto por sus problemas que no atendían a nadie más.

Luisa se encerró en su cuarto, no quería seguir oyendo a su madre llorar por algo que no se explicaba, se estaba quedando dormida cuando escuchó una voz femenina pronunciando su nombre, se levantó y fue a la ventana, corrió la cortina y vio a Lucía, que la miraba con cierto anhelo, Luisa se asustó por un momento, al recordar que su amiga había muerto esa mañana, pero ésta le sonrió, la tomó de la mano y la hizo salir de la habitación del mimo modo que ella entró… traspasando la pared del cuarto.

"No tengas miedo Luisa, ya todo pasó, sí es verdad, hace unas horas que dejé este mundo para siempre, pero creo que no te has dado cuenta de que tú te me adelantaste", Luisa la miró desconcertada y ella continuó hablando, "sí Luisa, tú partiste de esta vida anoche, sólo que creo que no te has dado cuenta, tú corazón simplemente dejó de latir, desde el día que nos vimos las dos quedamos marcadas, era nuestro destino encontrarnos y morir, por eso tu familia no te habla, por eso tu madre llora mucho, porque ya no estás aquí, en un rato más van a sepultarte, y a mi mañana, que cosas verdad, yo era la que quería morir y tú me ganaste".

Luisa no contestó nada, miró a Lucía con resignación y decidió seguirla al más allá, al sitio de donde nunca nadie regresa, lentamente, se alejaron perdiéndose en la oscuridad de la noche. ¿Coincidencia o destino?

F I N


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