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¿Chateamos? | Una historia de Betty Castillo.
En
estos tiempos modernos, sin duda las computadoras
se han convertido en aliadas indispensables para diversas
actividades, pero no sólo en el trabajo son
útiles, como ya se sabe, también pueden
ser accesorios para el entretenimiento y hasta para
conocer personas, esto último sigue siendo
algo que cautiva a la gente, pues parece que para
algunos es muy seductor el curioso encanto de poder
hablar con alguien que no está realmente ahí
pero que sabemos que existe.
El
chat permite a muchos ser lo que en su vida diaria
no son, sin embargo, sorpresas pueden ocurrir cuando
se nos ocurre averiguar quien está realmente
detrás del otro monitor
Luisa trabajaba como recepcionista en una clínica,
su trabajo era tranquilo pero rutinario hasta el día
en que el médico encargado le pidió
que se ocupara de las compras de material que diariamente
utilizaban, también se sustituyó la
agenda por un documento electrónico en el que
Luisa registraba los diagnósticos y avances
de los pacientes frecuentes.
Un
día se le ocurrió entrar a una sala
de chat, era la primera vez que entraba y se pasó
el día muy entretenida conversando con gente
de todas partes. Como a eso de las 4 PM recibió
la invitación a conversar en privado de una
persona que aparecía como "gothicn'dark",
Luisa, que se firmaba como "euridice" debido
a su gusto por las lecturas románticas, se
intrigó un poco porque el seudónimo
no le sugería si era hombre, mujer u otra cosa,
sin embargo aceptó la invitación y la
conversación comenzó:
gothicn'dark:
hola, chateamos?
euridice: hola como estás?
gothicn'dark: bien y tu?
euridice: bien gracias y que haces?
gothicn'dark: pues buscando amistades para
cotorrear
euridice: que bien, igual yo, me llamo Luisa
gothicn'dark: mucho gusto, yo soy Lucía,
y que cuentas?
euridice: pues trabajo en una clínica,
tengo 22 años, soy soltera y me encantan las
novelas de amor, películas románticas,
las flores, la música de baladas y los muñecos
de peluche
gothicn'dark: ah que bien, yo también
tengo 22 años, pero prefiero las ondas así
tipo dark, me entiendes? el rock, y todo eso, me visto
casi siempre de negro y estoy considerando ponerme
un tatuaje como ves?
euridice: ah ok, bueno es algo emocionante
no? Tu familia esta de acuerdo?
gothicn'dark: vivo sola, bueno a veces mi novio
pasa unos días conmigo, tu vives con alguien?
euridice: con mi familia
Y
así continuaron conversando de temas comunes,
era notorio que las dos eran muy distintas, pero había
cierta química entre ellas, los días
pasaban y ellas se volvían cada vez más
cercanas, uno de esos días, Luisa propuso intercambiar
fotografías, ya que, aunque vivían en
la misma ciudad nunca se habían visto en persona
y le envió su foto a Lucía, quien correspondió
con la suya, cuando vieron las fotografías
ninguna de las dos lo podía creer, eran asombrosamente
parecidas, salvo por el look que tenían, que
era tan diferente como sus personalidades, Luisa estaba
retratada con un vestido en colores pastel que eran
sus favoritos, maquillada discretamente y sonriendo,
mientras que Lucía aparecía en la foto
vestida de negro, con el cabello pintado en mechones
azules, un maquillaje cargado y en su ceja izquierda
lucía un pequeño arete con un piedra
color roja. Ninguna de las dos se explicaba el parecido
físico que tenían y pensaron que era
una simple casualidad.
Luisa
y Lucía tenían ya algunos meses hablando
y su amistad parecía sólida e inquebrantable,
una era la confidente de la otra y viceversa, cada
quien sabía los problemas y alegrías
de la otra, así Luisa se enteró de que
Lucía era hija única de un matrimonio
de poco carácter que nunca supo guiarla ni
canalizar su impetuosa personalidad, por lo que terminó
viviendo sola, dejó la escuela y pocas veces
duraba más de un mes en algún trabajo,
llegó a robar y se drogaba ocasionalmente,
cosa que Luisa siempre reprobaba, pero Lucía
seguía haciéndolo y se lo contaba, ya
que para ella más que un reproche le parecía
un momento en que alguien se preocupaba por ella
su
novio iba a quedarse algunas temporadas con ella,
mismas que no siempre eran buenas, ya que, él
andaba por un camino más torcido que el suyo,
no tenían una relación de amor, sino
que ambos trataban de encontrar uno en el otro algo
de lo que la vida no les había dado.
La
vida de Luisa tampoco era una novela rosa, como las
que a ella le gustaban, su familia no era perfecta
y a veces los sentía a todos tan ausentes que
parecía que la ignoraban y en ocasiones querían
intervenir en todo lo de su vida, no tenía
novio pero había sufrido varias decepciones
amorosas, le gustaba alguien a quien no se atrevía
a hablarle de sus sentimientos por temor a sufrir
otro rechazo, a veces se sentía completamente
vacía por dentro, su refugio eran las historias
y películas de amor en las que visualizaba
el anhelo de que su historia, al igual que en la ficción
de los libros y el cine, tuviera también un
final feliz, era sensible pero a veces temerosa, y
admiraba a Lucía porque enfrentaba sola las
dificultades de su vida.
A
Lucía le gustaba leer sobre las ciencias ocultas,
lo oscuro y misterioso eran su pasatiempo favorito,
y aunque a su amiga no le parecía tan interesante,
sino más bien la asustaban esas cosas, siempre
leía con atención lo que Lucía
le contaba sobre esos temas. Lucía empezó
a pasar por época difícil, y perdió
contacto con su amiga por unos días, para luego
reaparecer con una actitud meditabunda y pensativa,
al preguntarle Luisa lo que pasaba le envió
el siguiente mail:
"Doppelgänger
Palabra alemana que significa "doble caminante",
esto es la contraparte viviente de una persona. Se
dice que todos en alguna parte del mundo tenemos un
doble, que puede ser una persona de carácter
totalmente opuesto al del otro, la leyenda dice que
si los dos se encuentran morirían."
Luisa no encontró explicación al correo
de su amiga pero ésta no quiso entrar en detalles
y se desconectó, prometiendo hablar con detenimiento
al día siguiente. Luisa esperó ansiosa
e intrigada el momento de reunirse con su amiga y
cuando Lucía llegó de inmediato comenzó
a preguntarle que era lo que pasaba a lo que esta
respondió:
gothicn'dark: bueno antes que nada quiero decirte
que estos días he estado muy deprimida, tú
sabes que mi vida no es un cuento de hadas pero últimamente
se ha puesto peor, y la verdad ya no aguanto más
euridice: entiendo y créeme que lo siento
mucho, ya sabes que si en algo puedo ayudarte lo haré,
pero dime que tiene esto que ver con el correo que
me enviaste?
gothicn'dark: ah pues, es que mira he estado
leyendo, dime no te parece que es extraño que
nos parezcamos tanto físicamente? Tenemos además
la misma edad, y nuestros nombres, si te fijas tienen
las mismas letras, sólo que en otro orden
euridice: sí tienes razón pero
a qué viene todo esto?
gothicn'dark: pues a que creo que tú
y yo somos dobles, por eso te envié ese mail
euridice: Lucía por favor, esas son
supersticiones, tú no las creerás o
sí?
gothicn'dark: eso es lo malo de la gente, piensa
que las ciencias ocultas son supersticiones y nunca
les ponen atención, ya imaginaba que dirías
eso, pero no importa
euridice: bueno pero suponiendo que lo que
dices sea cierto, cual es el punto de todo esto?
gothicn'dark: quiero proponerte un trato
euridice: un trato?
gothicn'dark: sí mira, las dos tenemos
problemas, nuestras vidas no son perfectas, yo sé
que tú también sufres por cosas que
te pasan y que hay días en que no quisieras
ver a nadie, por más que tratamos las cosas
no cambian, yo ya no aguanto más y creo que
tú también estás desesperada
aunque no me lo digas te conozco como para saber lo
que sientes, y sé que igual que yo has perdido
o estás perdiendo la esperanza en la vida
euridice: bueno sí últimamente
me ha ido mal, y sí me he deprimido bastante
gothicn'dark: entonces pongamos fin a todo
este sufrimiento, ya que esta vida no nos ofrece nada
dejémosla, dejemos este mundo que no sabe apreciarnos,
acabemos con toda nuestra tristeza
euridice: Lucía, no estarás pensando
?
gothicn'dark: sí Luisa, tú y
yo somos dobles y si nos encontramos físicamente
moriremos, así dejaremos de sufrir las cosas
de esta vida
euridice: que cosas se te ocurren! Claro que
no, como puedes pensar en algo así? Para empezar
no creo en esas cosas que me dices de los dobles y
si así fuera por qué morir?
gothicn'dark: y por qué vivir? Acaso
te gusta que tu familia te ahogue con su presencia?
Que ningún hombre se te acerque con buena intención?
Que tu trabajo sea lo mismo siempre? Conmigo te has
quejado de esto y más, y has dicho que harías
cualquier cosa por cambiar el presente no sé
por qué ahora no aceptas la solución
que te propongo
euridice: no Lucía, esto simplemente
no es posible, por favor tienes que tranquilizarte
y olvidar esas cosas
gothicn'dark: no, ya estoy determinada, no
cambiaré de opinión
y dicho esto, Lucía se desconectó, Luisa
estaba entre asustada y preocupada, pues temía
que si su amiga estaba tan determinada a morir podría
intentar un suicidio por su cuenta. Llamó por
teléfono a Mauro, un amigo que tenía
desde niña y la única persona después
de Lucía que le inspiraba algo de confianza,
Mauro trató de tranquilizarla explicándole
que esas cosas eran sólo leyendas, creencias
de gente muy antigua y que no debía preocuparse.
Pasaron
varios días y Luisa no tenía noticias
de su amiga, le preocupaba su bienestar porque sabía
de los períodos de inestabilidad emocional
de Lucía, y temía que su afición
por drogarse se convirtiera en una verdadera adicción
o peor aún, que siguiera con la idea de acabar
con su vida. Pasó un mes desde aquel incidente
y Luisa comenzó a olvidarse del asunto, parecía
haber recuperado la calma y ya casi no pensaba en
Lucía.
Un
sábado por la tarde Luisa se arreglaba para
asistir a un concierto de música clásica
en un teatro, como siempre, iría sola, pues
aún no tenía novio y no hubo nadie que
quisiera acompañarla.
El
evento transcurrió tranquilo y cuando salió
era aún temprano, por lo que pensó ir
a cenar a algún restaurante, iba caminando
cuando sintió un golpecillo en la espalda,
nunca escuchó que alguien fuera caminando tras
ella, pero al volverse no podía creer lo que
veía, frente a ella estaba Lucía, vestida
de negro como siempre, sólo que esta vez sin
su acostumbrado maquillaje dark, sonriéndole
con una mezcla de triunfo e ironía.
Las
dos se quedaron por un momento mirándose aún
con asombro al ver que físicamente eran iguales,
y antes de que Luisa pudiera decir algo, Lucía
se dio la vuelta y se alejó caminando aprisa,
casi corriendo, Luisa avanzó tras ella pidiéndole
que regresara, porque había mucho de que hablar
pero la otra no la escuchaba, iba tan rápido
que parecía que huía de ella, pero en
su ansiedad por escapar cruzó una calle sin
la menor precaución y fue embestida por un
camión que la arrojó a varios metros
de distancia.
Lucía
fue hospitalizada, aparentemente sólo tenía
golpes y ningún hueso roto, por eso fue inexplicable
para los médicos que falleciera al cumplir
una semana en el hospital, cuando parecía estar
restableciéndose.
Luisa
por su parte, quedó muy impresionada cuando
al ir al hospital a ver a su amiga los médicos
le informaron que acababa de fallecer, regresó
a su casa sintiendo una sensación mezcla de
miedo y desesperación, sumada a la extraña
actitud de su familia hacia ella, pues 1 día
antes de que Lucía falleciera todos parecían
ignorarla, pero no le dio importancia, ya que a veces
ellos eran así, se preocupaban tanto por sus
problemas que no atendían a nadie más.
Luisa
se encerró en su cuarto, no quería seguir
oyendo a su madre llorar por algo que no se explicaba,
se estaba quedando dormida cuando escuchó una
voz femenina pronunciando su nombre, se levantó
y fue a la ventana, corrió la cortina y vio
a Lucía, que la miraba con cierto anhelo, Luisa
se asustó por un momento, al recordar que su
amiga había muerto esa mañana, pero
ésta le sonrió, la tomó de la
mano y la hizo salir de la habitación del mimo
modo que ella entró
traspasando la pared
del cuarto.
"No
tengas miedo Luisa, ya todo pasó, sí
es verdad, hace unas horas que dejé este mundo
para siempre, pero creo que no te has dado cuenta
de que tú te me adelantaste", Luisa la
miró desconcertada y ella continuó hablando,
"sí Luisa, tú partiste de esta
vida anoche, sólo que creo que no te has dado
cuenta, tú corazón simplemente dejó
de latir, desde el día que nos vimos las dos
quedamos marcadas, era nuestro destino encontrarnos
y morir, por eso tu familia no te habla, por eso tu
madre llora mucho, porque ya no estás aquí,
en un rato más van a sepultarte, y a mi mañana,
que cosas verdad, yo era la que quería morir
y tú me ganaste".
Luisa
no contestó nada, miró a Lucía
con resignación y decidió seguirla al
más allá, al sitio de donde nunca nadie
regresa, lentamente, se alejaron perdiéndose
en la oscuridad de la noche. ¿Coincidencia
o destino?
F
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