No
pretenda que cante, divino.
De
un impulso instintivo me valgo
solo
canto por ley del destino.
De
esa huella, señor, no me salgo
solo
soy un cantor de mi pueblo,
de
esa huella señor, no me salgo.
No
pretenda de mi, un poeta,
sólo
el verbo sencillo le ofrezco.
Mensajero
soy de mi alma inquieta
ella
manda señor, yo obedezco.
Sólo
soy un cantor de mi pueblo.
Ella
manda señor, yo obedezco.
Estribillo
Siempre
hay un momento sobre mi almohada
para
no pasarla, pensando en nada.
Soy
de mi pago un mensaje,
con
mi cantar y el cordaje.
No
pretendo ser, mejor... Jamás,
tan
solo soy un cantor.
II
No
pretenda que cambie motivos,
y
le cante extrañas melodías.
Soy
acervo y acento nativo
tras
la estrella señor, que me guía.
Sólo
soy un cantor de mi pueblo,
tras
la estrella señor, que me guía.
No
pretenda de mi, el regreso,
porque
llevo un cantar que perdura.
El
correr de mis años, no es peso
y
la vida señor, no me apura.
Sólo
soy un cantor de mi pueblo,
y
la vida señor, no me apura.