Un
pueblo pequeño me llama de lejos,
desde
el horizonte me tiende los brazos,
pero
cuando quiero salir a su encuentro
siempre
se hace tarde y me voy quedando.
Es
aquel pueblito del amor primero,
la
noche y el beso jamás olvidado,
esa
mariposa perdida en el viento
y
el dolor creciendo al pasar los años.
Estribillo
Allá
está la dicha, allá la esperanza,
allá
está la vida pero la ciudad
(me
toma del brazo y me dice no vayas,
se
ha hecho muy tarde para regresar.)
Calles
que de pronto en el campo se pierden,
donde
cuando pasa tardío automóvil
entornan
los ojos los viejos y sienten
temores
extraños en sus corazones.
Es
aquel pueblito querido y lejano
donde
anda la luna buscándome siempre
y
está una muchacha con el brazo en alto
en
la despedida del que nunca vuelve.
(Al
estribillo)