EL IMPERIO MUESTRA SUS
UÑAS EN SURAMÉRICA
¿Colombia es convertida en
fortaleza para el total control de Suramérica y sus
fuentes de riquezas
naturales?
05/VIII/09
Por Enrique Oliva
Colombia, en la actualidad es el país del Cono Sur de
mayor importancia estratégica para los fines imperialistas. Tiene
fuerzas aéreas, navales y terrestres en el Caribe (Cartagena) y
en el Pacífico (Málaga). Posee también 3 bases aéreas en el centro
Este del país que acaba de ceder a Estados Unidos y “tramita” 2
terrestres en Tolenaida y Lorandia. En realidad, el
Pentágono ha venido controlando y proveyendo armamentos de
última generación a todas las guarniciones mencionadas. Los
convenios ya firmados y a concretar, tendrán una duración de 10
años. Además, para “combatir” al narcotráfico y a las FARC
(Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas) ha usado por 8 años la
base aérea de Manta instalada en Ecuador, país al que
espera pronto deberá devolverla. Lo cierto es que hasta ahora tanto
despliegue militar no ha generado progresos en ambas luchas,
mientras las FARC siguen controlando un tercio del territorio.
La estratégica Colombia limita con 4 países
suramericanos (Ecuador, Perú, Venezuela y Brasil), más el
centroamericano Panamá, manteniendo conflictos fronterizos y
políticos con algunos de sus vecinos. A los reclamos de Lula,
Bachelet, Correa y Chávez se han unido otros países repitiéndose
los anuncios de reforzar fronteras. Nadie piensa que la movilización
de fuerzas norteamericanas a tal alto nivel, se limitará solo a una
nueva ofensiva contra el tráfico de drogas y la insurrección interna
colombiana.
Brasil patea el tablero
El anuncio de la cesión de bases por parte de Colombia a
Estados Unidos ha provocado reacciones muy duras en Brasilia, cuando
se suponía que las relaciones con Barack Obama eran “inmejorables”.
A pocos mandatarios la Casa Blanca había dispensado hasta ahora
tantas distinciones y elogios. Aun antes de conocer personalmente a
Lula de Silva, el presidente yanqui lo consideraba el “hombre más
importante del G-20” y menudearon desde entonces los encuentros
y llamados telefónicos, con exageradas muestras de amistad y promesas de
respeto al presidente suramericano.
El claro disgusto de Lula reprodujo la energía con que en las
postrimerías de la era Bush (h), reaccionó contra el anuncio
(anuncio que sigue en pié) de activar la IV flota en las
costas del Atlántico Sur. En esa oportunidad hizo una breve gira por
Suramérica Thomas Shanon, entonces Secretario Adjunto para el
Hemisferio Sur, para tranquilizar las asperezas creadas por la
medida, unánimemente considerada intimidante y sin sentido. Ayer
martes 4 inició otro viaje con más explicaciones Jim Jones,
Consejero Nacional de Obama, quien no tendrá mejor suerte.
Para calmar a Argentina, mañana jueves 6 llegará a Buenos
Aires Albaro Uribe, presidente de Colombia, quien
tampoco puede esperar una aprobación al tema bases, coherente con el
anterior enérgico rechazo de nuestro país a la presencia de la IV
Flota en aguas del Atlántico Sur.
Carlos Amorín, canciller brasileño, adelantó el domingo
pasado el pensamiento del gobierno de su país, “preocupado ante una
presencia militar fuerte, cuyo objetivo y capacidad parece ir mucho
más allá de lo que pueda ser la necesidad interna de
Colombia”.
Lula ha ratificado lo dicho por Amorín y agregado otras
quejas contra los procederes de Washington. Dijo que, pese a
promesas reiteradas, la política de tasas de importación de materias
primas para biocombustibles, no dejan de subir en Estados Unidos,
para desconcierto de los productores brasileños. Con los impuestos
en alza, se rebajan los beneficios de los agricultores que esperaban
más retributivos.
Justificada preocupación
del Mercosur
No es un secreto para nadie la vieja estrategia Norteamérica de
dominar militarmente su patio de atrás. Docenas y docenas de
intervenciones así lo prueban. La técnica de las dictaduras
obedientes fracasó y brotaron las democracias con ideales
nacionalistas reivindicatorios.
En los objetivos del Pentágono es inocultable la
“necesidad” de tener en sus manos el control del Brasil. Con
ese propósito, como lo sugiere el canciller carioca, se fortifica a
Colombia desmesuradamente para manejar el interior y a la IV
Flota para presionar sobre sus costas, donde se han descubierto
enormes yacimientos de petróleo y gas. También se veía amenaza la
desembocadura del Amazonas, puerta de salida al Océano
Atlántico a fabulosas riquezas naturales. Desde hace años, en
escuelas primarias y secundarias yanquis se divulgan mapas donde la
bandera de las barras y las estrellas cubren la región de la
Amazonía para su protección.
El peligro que corre Brasil, a cuya suerte está tan
ligado el resto de Suramérica, requiere reforzar el
Mercosur con el urgente ingreso con plenos derechos de
Venezuela y poner en marcha la moneda propia, el Bando del
Sur y algún tipo de fuerzas armadas de defensa.
Ante los avances de las
operaciones para desequilibrar a gobiernos democráticos de nuestro
subcontinente, que irán aceleradamente en aumento, la unidad y
solidaridad debe ser amplia y sin reservas, requiriendo asimismo una
acción diplomática a nivel internacional.
Como lo afirma Rafael Ortega, ahora acusado como Hugo
Chávez de complicidades con la guerrilla colombiana y el
narcotráfico, “Colombia se estima una base de
desestabilización en la región”. Además Ecuador ha prometido que no
permitirá nuevos bombardeos de su territorio por parte del gobierno
de Bogotá, manifestándose dispuesto a defenderse. La
posibilidad de una guerra en Suramérica, desgraciadamente está
lanzada en países hermanos y pobres.
OTAN ANTE LA CIÉNAGA AFGANA
19/VIII/09
Por Enrique Oliva
Mañana jueves 20 de agosto, 17 millones de afganos están
llamados a las urnas para designar un presidente (entre 36
candidatos a ese puesto) y 420 consejeros. Una fuerza armada
extranjera de 101.000 soldados cuida el orden electoral. Pero el
clima de violencia reinante no presagia nada bueno, pues esos
comicios se convocan sin prometer ni siquiera una fecha probable de
retiro del territorio de las fuerzas internacionales encabezadas
por Estados Unidos a través de la OTAN (Organización
del Tratado del Atlántico Norte). ¿Se pensará que habrá alguna
oportunidad de paz y democracia bajo una ocupación militar por
tiempo indeterminado, cuando ya cumplió ocho años de acciones
bélicas incesantes y se habla oficialmente de 5 a 10 años más?
Las hostilidades contra Afganistán se “justificaron” a
raíz de los sangrientos actos terroristas contra las Torres
Gemelas de aquel trágico 11 de setiembre del 2001. Se inició así
una guerra cruenta de tierra arrasada en busca de un fantasmal
Bin Laden, de origen saudita, pero sin encontrarlo jamás. Ni
allí ni en el vecino país, el “aliado” Pakistán. Esta última
república islámica ha sido también desestabilizada por la violencia
interna y la venida del exterior provocando incesantes ataques a
poblaciones y provocando un elevado número indeterminado de muertos
y dos millones de desplazados. Sin embargo, el “villano” no aparece
a pesar de las múltiples recompensas ofrecidas por una información
de su paradero; una sola de ellas alcanza a 25 millones de dólares.
La OTAN acaba de estrenar un nuevo Secretario General,
el dinamarqués Anders Fogh Rasmussen, que ha sido por
bastante tiempo primer ministro de su país. Sus más recientes
declaraciones a la prensa puntualizan sus planes: “En primer lugar
hemos de tener éxito en Afganistán. La misión en ese país es
la más importante. Hay mucho en juego, tanto para el pueblo afgano,
como para la comunidad internacional y para la OTAN. No podemos
bajar la guardia y dejar que Afganistán vuelva a convertirse
en un refugio para terroristas. Esa es nuestra tarea principal.
Además, me gustaría mejorar las relaciones con Rusia y
continuar con las reformas en nuestra Alianza para que pueda
enfrentar los nuevos desafíos de nuestro tiempo”.
Pero el jefe máximo de la OTAN se ha encontrado con un
incremento fuerte de las actividades terroristas en Afganistán.
El viernes pasado, a menos de una semana de los comicios, en la
llamada “calle más segura” de Kabul, la capital afgana, en el
barrio Wazir Akbar Khan, frente mismo a la ultra vigilada
comandancia de la OTAN, a cargo del general Stanley
McChrystal, un vehículo con 500 kilos de explosivos, conducido
por un suicida, dejó 8 muertos y 91 heridos. Y ayer martes se
registraron otros diversos atentados. Dos misiles fueron disparados
contra el Palacio Presidencial, granadas se lanzaron a un
cuartel policial. Un suicida en un camino mató a 2 trabajadores de
las Naciones Unidas. Otro suicida con un vehículo bomba se
arrojó sobre un convoy de la OTAN, casi a las puertas de
Kabul, provocando 8 muertos y 59 heridos. Las amenazas para
sabotear los comicios son múltiples; hasta prometen los rebeldes
talibanes cortar un dedo a quienes concurran a votar. Estos serían
fácilmente identificables porque en las boletas se requiere dejar
una huella digital impregnada de tinta. Paralelamente se descuentas
fraudes y la multitud de periodistas evidencian en las calles la
compra de votos.
Las encuestas dan como ganador al actual presidente Hamid
Karzai y en segundo término a su ex ministro de asuntos
exteriores Abdula Abdula. Para no amedrentar a los votantes
el gobierno ha prohibido a los medios de difusión informar sobre
atentados durante las horas del comicio.
La situación en medios
europeos
El diario de centro-derecha Le Figaro de París,
comentando el atentado del viernes dijo: “Sin lugar a dudas,
Washington y la OTAN han cometido errores tácticos en
Afganistán. Sus aviones han lanzado bombas, sin tomar en cuenta
el sentir de la población, el equilibrio entre los grupos étnicos y
las realidades económicas…”.
El diario holandés Trow escribió: “Las tropas de
la ISAF (nombre del operativo de la OTAN en Afganistán)
han vuelto a colocar bloques de cemento en la calle que conduce a su
cuartel, otra vía de acceso fue completamente bloqueada. Eso
corresponde ya casi a la rutina tras cada atentado explosivo. Pero
cada vez más bloques de cemento y bloqueos de calles asfixian a
Kabul. Entre tanto se plantea la pregunta de porqué no se
trasladan las sedes de ISAF y otras instituciones que figuran
en la lista de blancos de los talibanes a las afueras, donde el
peligro de que se vean afectados civiles resulta considerablemente
menor”.
El diario romano La República considera a los
Talibanes como “todopoderosos e invencibles o por lo
menos eso es lo que parece”. Y, haciéndose eco de un sentir cada
vez más claro de los europeos, se pregunta “¿porqué tienen que
morir nuestros soldados en Kabul? Y esto tanto más porque nos
da la impresión de que esos guerreros nos sorprenden con sus ataques
espectaculares y nos da la impresión de que nuestra presencia allí
no tiene sentido…”.
Ayer martes, la germana
agencia Deutsche Welle, mientras se discutía en el
parlamento de Berlín el tema de las tropas en Afganistán,
la Canciller (cargo equivalente a Jefa del gobierno) Angela
Merkel declaró: “Alemania no pondrá en riesgo los
esfuerzos realizados por la misión internacional en Afganistán
con una salida anticipada de sus tropas”.Con tales palabras apoyó lo
manifestado por su ministro de defensa Franz-Josef Jung
opinando que la normalización de la situación en el país de los
talibanes, “tomará seguramente de 5 a 10 años más”.
Ulrico Weisser, antiguo oficial de la Bundeswehr
en materia de planeación, pidió en el periódico Frankfurter
Rundschaua a los políticos alemanes “una alternativa digna de
credibilidad, y no la perspectiva de continuar por 10 años más
una guerra que no puede ser ganada, en un país carcomido por la
corrupción”. Por su parte, el presidente de la comisión de asuntos
exteriores del Bundestag (Parlamento) Ruprecht Polenz
advirtió: “Si los talibanes se percatan que en Alemania hay
enorme debate al respecto, perpetrarán más atentados contra nuestros
soldados”.
En España El Periódico de Barcelona trae un
título inquietante: “La violencia arrecia en la zona española de
Afganistán”.
“Dos franceses de cada tres se oponen a la intervención en
Afganistán” refiriéndose a una encuesta encargada por Le Figaro
se lee con comentarios en el blog en internet del diario
Liberation de París, un título que muestra un
estado de ánimo de los franceses en extensión en los europeos.
Le Monde titula con una advertencia muy
difundida en la prensa internacional donde dice que “los talibanes
afirman disponer, en el corazón de Kabul, de 20 kamikazes
listos a morir” y que los mismos ya están “dispersos por la capital
esperando órdenes”.
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