La Sociedad del Cristal Fractado

  Carlos Alberto V�zquez Delgado
Dr. en Sociolog�a de L�HESS de Par�s
Profesor Titular jubilado de la UPEL-IPB
Barquisimeto, Venezuela.
e-mail: [email protected]

 

 

           La sociedad actual presenta caracter�sticas muy especiales, tal vez s�ntomas de fin de milenio: " cuando las cosas, los signos y las acciones est�n liberadas de su idea, de su concepto, de su esencia, de su valor, de su referencia, de su origen y de su final, entran en una auto-reproducci�n al infinito. Las cosas siguen funcionando cuando su idea lleva mucho tiempo desaparecida. Siguen funcionando con una indiferencia total hacia su propio contenido. Y la paradoja consiste en que funcionan mucho mejor". Baudrillard, 1.995. (p.12).

Distinguimos pero la mayor�a de las veces no sabemos explicar el asunto. Para ello debemos recordar que como sociedades �dependientes�, otros pa�ses, otros continentes, proyectan necesidades que resultan, a trav�s de un excelente uso de su proporci�n (mass media), parad�jicamente "muy nuestras". Algunas de esas necesidades que no tienen que ver con nuestra cultura...con nosotros mismos, con nuestra americanidad o venezolanidad, pueden declararse como necesidades naturales y necesidades superfluas.

" Las necesidades naturales son las que el hombre requiere como tal. Las (superfluas), el hombre las imagina necesitar pero con necesidad fingida(a veces simulada), lo que permite que en la mayor�a de los casos no exista una distinci�n proporcionada sino una desproporci�n del mundo a trav�s de una imagen hiperreal". Llano 1.996.

El mismo autor anteriormente citado, se�ala que uno de los elementos esenciales y que ha convertido "la realidad de nuestro tiempo en borrosa: (pues) no se discierne en ella el hilo conductor que relaciona la realidad del hombre y la realidad social" es un fantasma impalpable que maneja la electr�nica y que ata�e a la imagen borrosa, superpuesta, sobre cualquier imagen real, ocasionando distorsi�n, esperpento...( �Por qu� ocurre eso,.. de esa manera?.

Otro autor, Chopra, se�ala que en nuestras sociedades actuales, el individuo no ha asumido a�n una manera de vida en constante "acuerdo con su yo". Eso es autorreferencia, eso significa que "nuestro punto interno de referencia, es nuestro propio esp�ritu, y no los objetos de nuestra experiencia". El hombre de hoy vive en el bando contrario de la autorreferencia, vive en la referencia al objeto buscando de manera incesante, la aprobaci�n de los dem�s, por lo tanto dice Chopra, "la vida de ese sujeto se basa en el temor..."

"La necesidad de aprobaci�n, la necesidad de controlar las cosas y de tener poder externo se basan en el temor".

Pensando en la sociedad que planeamos al comienzo, nos vemos precisados en decir que otro problema, pero esta vez a nivel del colectivo pol�tico, ha sido el de que el pa�s se ha integrado de manera complaciente en el "nuevo" escenario de apertura y globalizaci�n de mercados pero renunciando a "su propio perfil" y extraviando su historia.

"Nos hemos salido de la esfera referencial de lo real y de la historia �seg�n Baudrillard. (...) Esta materia inerte de lo social no resulta de una falta de intercambios, de informaci�n o de comunicaci�n, sino que resulta por el contrario de la proliferaci�n y de la saturaci�n de los intercambios. Nace de la hiperrealidad de las ciudades, de las mercanc�as, de los mensajes, de los circuitos"...

Volviendo al "schema" de nuestro trabajo; �Qu� otra cosa est� sucediendo? �Por qu� la compra venta de los fetiches?. Sin querer hacer an�lisis exhaustivo(�?), nos concretaremos en tratar de responder de la siguiente manera: la sociedad en la cual pasamos el d�a posee una estructura con dos columnas centrales: el Mercado y el Estado, perpetuados a trav�s de los medios de comunicaci�n que, son los encargados d elaborar (consciente o inconscientemente) todo un proceso de "reificaci�n" de algunos elementos caracterizadores de la sociedad actual de la que hablamos a comienzo. Entre esos �elementos� se encuentran el feminismo, el ecologismo, el pacifismo y el nacionalismo, que tambi�n son marcadores-indicadores de la llamada posmodernidad o neomodernidad.

Esta sociedad est� produciendo "acontecimientos inseguros, cuya elucidaci�n es improbable. Antes un acontecimiento estaba hecho para producirse, hoy est� hecho para ser producido. As� pues, se produce siempre como artefacto virtual, como un transvertido de las formas medi�ticas".

Ahora bien, todo esto, todo este exceso que convierte en especial nuestra sociedad. Todo este exceso que ha imposibilitado la revoluci�n, la luz, la utop�a, "es un poco como el hombre que ha perdido su sombra: o se ha vuelto transparente a la luz que lo atraviesa, o es iluminado por todas partes, sobre expuesto, sin defensas a todas las fuentes de luz. As� que nos hallamos iluminados por todas partes por las t�cnicas, por las im�genes, por la informaci�n, sin poder refractar la luz"...Todo debe sacrificarse al culto por lo objetual donde lo m�s importante es "hacer"...(...)"La producci�n ya no es la tierra que produce, el trabajo que crea la riqueza; el capital es lo que hace producir a la tierra y al trabajo. El trabajo ya no es una acci�n, es una operaci�n. El consumo no es ya un goce puro y simple de los bienes, es un hacer disfrutar una operaci�n modelada y valorada sobre la gama diferencial de los objetos signos. 

Nuestra sociedad presenta caracter�sticas "sui G�neris" :

Va del orden-desorden al desorden-orden pero con tal vertiginosidad que pudi�ramos compararlo con el efecto Larsen ( efecto que se produce en ac�stica cuando existe una proximidad excesiva entre la fuente y el receptor), imagine el lector ese efecto llevado a la sociedad.

Presenta varios estadios: Ier. Estadio (realidad) al cual se le compara con el mundo de los objetos y por definici�n es un objeto observado por un sujeto, donde este �ltimo se mueve adequatio intellectus ad rem;  IIdo. Estadio (representaci�n) que est� conformado por la televisi�n (telenovelas por ejemplo) y todo aquel mundo donde el sujeto realmente se ve representado dentro de una realidad cualquiera que tiene pero que no tiene que ver con el mundo objetual; IIIer. Estadio , es el de la imagen aut�noma, " un modelo perfecto de todos los �rdenes de simulacros entremezclados...que atrae a las multitudes por su microcosmos social,...de la Am�rica real, la perfecta escenificaci�n de los propios placeres y contrariedades"; el  IVto. Estadio (la simulaci�n), "parte del principio de equivalencia, de la negaci�n radical del signo como valor"...Es fingir tener lo que verdaderamente no se tiene, no se trata de fingir; el Vto. Estadio (la hiperrealidad) es donde sucesivamente la simulaci�n se transforma en un culto a lo objetual porque el objeto, reina a partir de este momento seg�n el conocimiento se adecua al objeto.

 

 

2.001 Carlos V�squez Delgado. Este material puede ser utilizado, citando a su autor, con prop�sitos heur�sticos y de discusi�n acad�mica, exclusivamente.

          

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