GATOS




A media tarde
dejamos de interesarles,
enmudecen,
y con envidiable solidaridad
corren hacia sus iguales,
la abeja que revolotea en el jardín,
la hoja cayendo en espiral
sin sentido aparente,
vellos rojizos
y dorados lustres vegetales
colgando de sus zarpas.

Estirados en el sillón
mirando esos enigmáticos juegos
nuestras sensaciones se aclaran,
se hacen más claras
que los dictados del cerebro.
No, no los llamaremos.
La interrupción les disgustaría.


ALBERTO GIRRI (1919 - 1991)

Hosted by www.Geocities.ws

1