María del Carmen Chales


 


APUNTES SOBRE UN VIAJE A LESBOS

”... de verdad que morir yo quiero/ pues aquella llorando se fue de mí.//
Al marchar me decía: Ay, Safo,/ qué terrible dolor el nuestro/
que sin yo desearlo me voy de tí... “
SAPHO

Noches encantadas noches de Lesbos
                                      Lesbos rumorosa a brisa de velas y mástiles. Fragante a almizcle nardo miel jacinto...

I
Bogan lentas barcas deltas de azulada proa
a la entrada de una gruta
sirenas pitonisas menguan a la luna
de esclavas caravanas velos.
Del mar en lejanía -secreta- emerge Selene 
blanquísima entre pinos y surtidores
de mármol.
Con ojos de dulce mirar ve a la bella
                                                Penélope
hilar dormida cerca del agua.

II 
Caminan las arenas monaguillos encendiendo
luciérnagas
viaja la ola en cópula con alar de sal 
esa estrella fugaz baja hacia la soltura
de abismales surcos. Sangra bajo una
                                               estrella de mar
que la socava con fervor de himeneo.
Temerario aquel que llega a esta Corte
de cineraria y ágave sin haber sacralizado
su instinto en altares del alba.

III
Ansiosa aguarda la mujer estéril
el navío donde la Diosa de las Gracias
arribará a esa isla con perfil de beso. 
A medianoche en el fondo del océano
ha de rasgar la Diosa pudores que cubren
a la mujer estéril. Con la divinizada perla
de su boca fecundará el seno de la mujer estéril.

IV
Un grillo en el fanal quizá de siglos.
Arremeten las olas contra Lesbos
contra su orilla azogada por un vaho 
                                    de incienso
y cenizas del pinar quemado.
Entre las rocas la muchacha calma con
frescor de algas su cáliz lastimado
de nombres de sirenas muertas.

V
Solas las dos navegamos alto en oscuro cielo.
Sola en la orilla estoy con tu sandalia rota.
Sola de tí Kleis.

VI
Con el pecho abierto en lirio se recuesta
sobre el sueño de mi sueño
                         la que al alba ha de partir.

VII
Sobre las rojas olas del atardecer
un niño marinero ve bogar íntimas
a dos hadas de anchas caderas.

VIII
El amor y sus liturgias. Alta lumbre
en mi viaje a Lesbos. Con ungüento de polen
ungiré la yema de mis labios.
Cuando crezcan las aguas mi boca ha de fecundar
el cáliz de otro pecho. Pródiga
vía láctea siempre será esa savia
                               alimento para diosas vírgenes.


IX
Ella es en mí lo tan deseado
cuando de cuerpo abierto
cruza la recova.


X
Corre a mis brazos cuando ve brillar
en la mano de un ángel los ojos de una paloma.
Con aroma a manzano en sazón
Ella perfuma todo mi cuerpo.

*
La luz del primer sol me revela el nombre
de tu barca. Don. Divina Dádiva.
Sé ahora que estoy en tu álbida isla
                                              SAPHO

donde se aparean las Iniciadas en 
lechos de espejo.


*


María del Carmen Chales nació en Buenos Aires.. Publicó: Rosa de virdrio azul, Ed. Nueva Generación, 1998 : participó en numerosas antologías.Entre otras distinciones, obtuvo Primer Premio en el II Concurso de Poesía “Redes de Papel” (2000) y Diploma de Honor en el Concurso “Aldo Alessandri Nº 34” del Círculo Literario Bartolomé Mitre, auspiciado por la Munciipalidad de Azul (2001).

Hosted by www.Geocities.ws

1