María del Carmen Chales


 


CAZADOR soñando en cautiverio

.”... la majestad como la más
implacable de las formas.”
Alberto Girri 


‘Hastío del ojo’
continuo acecho de desgastados ojos
rotando sin rotar
el tigre en cautiverio
tras de la reja que rige su razón
eje
de su pesado paso en ronda
pisando encandilado iguales días
fijo el flanco a miradas que instante a instante
esperan réplica a sus voces imitando rugido;
ser feroz presionado a serlo
tigre adormilada bestia sin reflejos
entre la quintaesente crueldad de civiles conciencias
Sólo la nostalgia lo emancipa
de ese estrecho aire del encierro
y lo remonta a lo igual de un ayer
donde al reseco raso o en la húmeda selva
olfatea olor animal
y tras caliente huella halla hembra
                                    enarca el lomo
y en feroz cópula se ahoga en áspero rugido
un pacto con la vida esa llaga virginal
                                    abierta bajo roja mata
Urgida víctima el cazador
agudo orificio mana de su ojo ciega linfa
que corre por sus flancos y es entonces tigre
como tigre es el que a contraluz
lo oye bramar entre las barras.
Visión de rojo vacío
crepusculares gacelas cebras y jirafas
se hacinan en limoso miedo
fulge listada piel de tigre en agua lunar
conjura el cazador maleficios de ser tal:
                             esparce incienso sobre pólvora. 


María del Carmen Chales nació en .Buenos Aires. A los trece años, Javier Villafañe, Gran Maestre titiritero, la nombró directora de un teatro de títeres creado por él. .Se dedicó a la pintura. Fray Guillermo Butler, franciscano y excelente pintor, fu su maestro. En su carrera literaria, recibió el apoyo de Ulises Petit de Murat, quien la alentó a seguir escribiendo. Asistió a los talleres de escritura de Isidoro Blaisten, Martini Real, Roberto Juarroz y Jorge García Sabal. Publicó: Rosa de virdrio azul, Ed. Nueva Generación, 1998 y participó en numerosas antologías. El presente poema era inédito.

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