|
|
Eduardo Dalter
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Dios por acá
anda borracho
no puede tolerar
tanta bolsa sucia
al viento.
Con caña encima, barba,
pantalón colgando
de su diosidad
raída.
No puede tolerar
verse
en el fondo
de los ojos
de las gentes
que bajan del tren
con bultos
y changos torcidos
del mercado.
Anda suelto por acá,
pirado
de tristeza elemental,
platónica.
El universo
es infinito,
el tiempo eterno,
parece decir Dios
queriendo
convencerse
en vano,
entre las bocas
baldías
y las miradas
de tormenta.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Baba del diablo
al viento,
que viene combada,
alta, altísima,
por sobre el riachuelo
y el zinc
de los techos.
Baba que cruza
y se va
o que cae
lentamente
y se desbarata
entre los cardos
y las calles
de tierra
y pedrusco.
Blanca, finísima
baba
que hace mirar
otra vez
hacia arriba,
hacia el horizonte,
hacia algún lado.
De “Bocas baldías”
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Eduardo Dalter nació en Buenos Aires en 1947. Poeta e investigador cultural. Autor, entre otros poemarios de Silbos (1986), Aguas vivas (1993), Mareas (1997)
N.Y. Postales para enviar a los amigos (1999),Bocas Baldías (2001). Parte de su obra fue incluida en antologías y en destacadas publicaciones del continente. Desde 1994 dirige Cuaderno Carmín.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|