CANCIÓN | |||||||||||||||||||||
Ve y atrapa una estrella fugaz; Engendra un hijo en una raíz de mandrágora; Dime dónde están los años que pasaron, O quién hendió la pata del diablo; Enséñame a oír el canto de las sirenas, O a eludir el aguijón de la envidia; Y descubre Qué vientos Pueden mejorar una mente honesta. Si has nacido para ver extrañas visiones, Y cosas invisibles, Cabalga diez mil días y sus noches, Hasta que la edad nieve canas sobre ti; Cuando vuelvas, me contarás Las maravillas que te acaecieron, Y jurarás Que en ninguna parte Vive una mujer fiel, y hermosa. Si encuentras una, házmelo saber: Dulce sería semejante peregrinaje. Pero no: yo no iría Aunque debiéramos encontrarnos en la casa De al lado; Porque aun si ella era fiel cuando la viste, Y lo fue hasta que escribiste tu carta, Sabrá ser infiel A otros dos o tres, antes de que yo acuda. (Traducción de J. R. Wilcock) |
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