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VOCES

LAS BRISAS

Tendré que ser más leve para que comprendas
F. L. M.


1
Quiero regalarte un alba. Figúrate: el antiguo sol guarnido de flores blancas, inocentes, y una brisa de fundación sopla desde el horizonte fugitivo.
El mundo nuevo es creado por tu causa.

2
Voy a suscitar una brisa tan delicada que no osará despertarte, pero que acariciará tus cabellos y hará volar a tu sueño, unos ángeles primordiales.
Y esa brisa es del linaje de un viento dulce y secreto, que de noche señorea las llanuras, y que susurra al oído: mi cuerpo alado, mi cuerpo de aire, morirá en el alba y renacerá en las sombras, pero mi alma es perenne y palpita, al abrigo de todo mal, en un mundo inaccesible.
Digo que mereces tanto misterio.

3
En la isla salvaje el espinillo lacera la piel, y una serpiente, oculta como una falsía, aguarda con paciencia de siglos inocular un veneno rojo y negro.
Pero corre una brisa, nacida en tierras de promisión, que cruza con gesto de victoria los mares terribles, para traer un aroma germinal.
Ah, y en lo alto de la colina, cerca del cielo, una flor, una sola flor, tú.
Tres brisas y dos corazones.

Rubén A. Luna

 

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Rubén A. Luna: nació en 1948 en San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires. Reside en Vicente López. Ha escrito cuentos, ensayos y poesías y se caracteriza por ser un atento lector.
 
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