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Cristina Berbari
“Las Piñas- Prosperidad”, 13 x 8
xilografía de Armando Sica
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El poema como una forma de meditación
Hilar sílabas./ Enlazar palabra a sintagma.
Circunvoluciones./ Camino aleatorio de un fractal
(iterar (iterar (iterar...)))
desgranar en letanías sarta de cuentas del Rosario
monótona voz de un mantra
las ciento noventa y una variaciones del “Molino
de viento” de Altazor
tratar de retener la inasible sentencia del Tao
murmullo de fórmula sagrada orante en el desierto
el canto gregoriano
arrojar tres monedas -chinas antiguas de bronce-
con perforación central por donde desliza sus
espíritus el Libro de las Mutaciones
recitar los Trece principios de la fe
la voz “om” sosteniendo largamente lo inefable
encender lámparas de oración y colgar tablillas votivas
en portales del templo
contar ovejas
o inhalar incienso escuchando el sonido del aplauso
de una sola mano
no pensar no pensar no pensar...
hasta alcanzar la vacuidad
y rozar el poema
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Cristina Berbari
(Buenos Aires, 18-10-43). Publicó: Penúltimo Portal (Ediciones Carrá, Buenos Aires, 1983) ; Los lagos y la tortura (cuaderno de poesía, 1999, Generación 2000) El poema transcripto pertenece a ¡Oh, la Omega! (en prensa). |
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fijando vértigos
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