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Última llamada, con ayuda de los arrepentidos
Es inevitable que, pasadas las elecciones intermedias, el rayito de la 4T se radicalizará políticamente, gane o pierda la mayoría en la Cámara de Diputados. Pero su discurso perderá peligrosa pólvora si se le logra arrebatar la hegemonía que le resultará indispensable para, ahora sí, terminar de hundir más a este país. Quienes en otro momento fueron porristas de López Obrador lo saben mejor que nadie
MAYO, 2021. Durante una reciente emisión acerca de
los "arrepentidos" de haber votado por López Obrador y donde el
anfitrión fue el conocido publicista Carlos Alazraki, los participantes
se enfocaron en un solo objetivo a lograr en las elecciones del próximo
6 de junio: evitar que el presidente retenga la mayoría en el Congreso
para de ahí, casi un hecho, destruir económicamente al país.
Entre los participantes se encontraba Guadalupe Loaeza, colaboradora del
diario Reforma y por varios años porrista acérrima del señor López,
incluso cuando éste bloqueó el Paseo de la Reforma durante cinco semanas
en el 2006. "Los comerciantes y los restauranteros de esa zona tendrán
considerables pérdidas pero podrán recuperarlas rápidamente cuando se
levante el plantón", escribió Loaeza en ese tiempo, "pero permitir que
no se respete la decisión ciudadana y dejar que Calderón llegue a la
presidencia en forma ilegítima tendrá un costo para todos los mexicanos
que no podrá ser reparado en muchas décadas".
Otro de los citados en la emisión, aunque no estuvo presente, fue
Ricardo Rocha, quien durante varios años fue porrista del tabasqueño
hasta que alguien dentro de Morena "soltó" una nota a los medios donde
se le mencionaba como "el segundo periodista" que más dinero había
recibido "a la sorda" durante el gobierno de Peña Nieto. La
emisión muestra un segmento de una entrevista que Alazraki le hizo a
Rocha, y cuando en la sesión final de preguntas y repuestas alguien le
pregunta "cómo es que no se había dado cuenta", cómo era realmente López
Obrador, el ex conductor de Para Gente Grande contestó: "por güey,
señora... qué otra cosa quiere que le diga..."
Igualmente se citó a otros "arrepentidos" entre ellos la actriz Susana
Zabaleta, quien declaró poco después del triunfo del pejerayito en el
2018 "ahora sí lloverán recursos para apoyar a la cultura", cuando una
de las primeras cosas que hizo el actual gobierno fue recortar el
presupuesto a ese rubro del cual, por cierto, el 99 por ciento de sus
empleados y promotores lo hicieron a favor de López, con lo que se
cumplió la máxima del columnista cubano-americano Silvio Cantó: los
promotores de la cultura siempre acaparan la primera fila entre los
idiotas útiles.
Otros "arrepentidos" mencionados fueron los también actores Gael García
y Diego Luna, quienes han afirmado estar "decepcionados" del rayito
tabasqueño aunque se han deslindado de toda culpa. "Votamos por él, pero
no somos responsables de sus acciones", dijo el jalisciense García, lo
cual refleja inmadurez cívica: toda persona es copartícipe de todo lo
bueno, y lo malo, que haga un político; no es ocioso recordar que por
algo se les llama "puestos de elección popular".
Por un lado, es bueno que todas estas personalidades finalmente se hayan
desencantado de un sujeto al cual muchos de nosotros desde el principio
jamás nos encantó. Después de todo, los críticos más severos y tenaces
suelen ser aquellos que alguna vez fueron simpatizantes pues ahora
pueden rebelar abiertamente los defectos que antes, por cobardía o por
complicidad, habían detectado pero se abstuvieron de decir.
Baeza dijo en ese programa que, días antes de la votación del 2018, sus
"amigas" --referidas ampliamente en su libro Las Niñas Bien-- le
advirtieron que López Obrador solo se estaba valiendo de las mujeres
periodistas y que lo luego que ya no le sirvieran las haría a un lado.
"Me reí en cara de todas ellas y les decía que el hoy presidente sería
incapaz de hacer algo así", se lamenta hoy la escritora.
Sin embargo la respuesta de que "por güey" de Rocha, aunque suene
sincera, también resulta insatisfactoria: ¿No fue capaz el señor Rocha,
sin duda un hombre brillante y de aguda visión política, darse cuenta
desde entonces quién es en realidad López Obrador? Sería bueno que
Rocha nos aderezara hoy su comentario añadiéndole que "por güey", se
burló abiertamente de todos aquellos que en el 2006 advertían que López
era un peligro para México.
Es aquí donde salta un punto interesante: si se supone que todos estos
personajes son lumbreras de la política, profundos analistas y gente que
respira política desde que se levanta hasta que se va a dormir ¿cómo es
que no percibieron algo que millones de mexicanos ordinarios percibimos
casi de inmediato? ¿Cómo fue que personas millones de personas que no
poseen maestrías, ni columnas periodísticas y en ocasiones no saben ni
el nombre de sus diputados locales y federales, concluyeron que López
Obrador es un obseso por el poder, se trata de un mitómano consumado y
no es leal a nadie más que a sí mismo?
Nunca es tarde para arrepentirse, y qué bien que Guadalupe Loaeza,
Ricardo Rocha, Zavaleta, Gael García, Diego Luna y varios más hayan
visto al farsante detrás de su vestimenta de Mesías. Solo falta que ese
desencanto termine de demostrarse el próximo domingo cuando tendremos la
oportunidad. quizá la última, de detener los afanes del rayito de
esperanza y que la 4T nos lleve a la ruina económica.
Porque algo se seguro: transcurridas las elecciones intermedias y gane o
pierda, López Obrador se va a radicalizar. Y esta radicalización seré
peligrosa, e inevitable, en caso que el señor retenga la mayoría en la
Cámara de Diputados. Esperemos que Morena pierda su hegemonía en el
recinto o de lo contrario nos estaremos lamentando, como Rocha, que "por
güeyes", dejamos que se México se jodiera más.
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