Serena Williams: tras su berrinche, mejor vaya pensando en el retiro

En lo que debió ser un momento de glorioso triunfo para una tenista que vio consumado su sueño se convirtió en un show de cuarta categoría debido a los desplantes y rabietas de Serena Williams, quien ya mejor debería empezar a considerar seriamente su retiro de ante la sangre de nuevo talento que viene detrás de ella

SEPTIEMBRE, 2018. Dado que en los 13 años que fasenlinea tiene de existencia es la primera vez que publicamos un texto sobre tenis, sonará extraño afirmar que aquí somos amantes de ese deporte, uno de los más bellos, artísticos y estéticos que se hayan inventado. Nombres como Jimmy Connors, Bjorn Borg y Boris Becker por ellos, y Martina Navratilova, Steffi Graff, Chris Evert --nuestra favorita desde que estaba activa-- Gabriela Sabatini, por ellas, son leyendas que hemos seguido junto con otras más recientes como Djokovic, Nadal y, por supuesto, las hermanas Williams, Venus y Serena.

Parece increíble que durante mucho tiempo el tenis fuera considerado deporte "de exhibición" en los Olímpicos, cuando su técnica, destreza, reflejos y resistencia combinan al esfuerzo de un mismo atleta que recorre los cien metros planos, que realiza tiro con arco, que lanza la bola a distancia y que practica la gimnasia. Asimismo hemos seguido cada vez que es posible el Roland Garros, Wimbledon los Grand Slams, la Copa Davis --incluso la mexicana pese a que los "nuestros", desde los años de Ramón Ramírez, no paran de ofrecernos lástimas-- y, por supuesto el US Open, el equivalente a la Serie Mundial de beisbol.

El pasado sábado Serena Williams buscaba ganar la final del US Open, una de las preseas que hasta el momento se le han escabullido. Desde el principio quedaba claro que no era el mejor día para la Williams pues al darse los primeros incidentes iba debajo de Naomi Osaka 6-2, 6-4. En determinado momento el juez de línea, un portugués llamado Carlos Ramos, la amonestó porque su entrenador le estaba enviando señales desde la tribuna, algo penalizado en el reglamento del US Open. El juez le quitó un punto ante lo cual Serena le llamó "ladrón" y le exigió una disculpa para de ahí insinuar que Ramos era "racista": "Tengo una bebé y por tanto tengo principios...!"

Mmm, fíjese que no, señora Williams. Nadie duda de su enorme talento tenístico, pero el juez de línea la multó por faltar al reglamento del mismo modo que un agente de tránsito la habría infraccionado por pasarse un alto e igualmente le habría aplicado otra multa, como retirarle su licencia de manejo, si usted retara su autoridad. El juez estaba cumpliendo con su trabajo. Pero ahí no terminó el berrinche: Cuando Osaka le rompió el servicio, Selena estalló  y golpeó la raqueta hasta hacerla pedazos por lo que el juez volvió a amonestarla y le quitó un punto. La tenista reaccionó furiosa, como si fuera la dueña del estadio Arthur Ashe: "Nunca más estarás en una cancha mía mientras yo viva. Tu eres el mentiroso. ¿Cuándo vas a darme una disculpa? ¡Dilo, di que lo sientes¡ ¡También eres un ladrón!". El juez Ramos la amonestó por tercera ocasión, lo que le costó un juego a Williams, lo que puso en ventaja 5-3 a Osaka. Luego de pedir infructuosamente al juez del torneo Bryan Earley para que cambiara la decisión, Serena dijo: "He visto a otros hombres llamar a los árbitros en otras ocasiones. Estoy aquí para defender los derechos de las mujeres. Para mí el llamar ladrón (al juez) y el que me haya quitado un juego, me pareció algo sexista. (Ese juez) nunca la ha quitado un juego a un hombre por que se le haya llamado ladrón. Eso me desquicia..."

De hecho, en el 2009 una mujer era la juez de línea e igualmente amonestó a Serena por otra de sus rabietas. ¿También ese fue un acto sexista? Asimismo, es curioso que hasta el momento ningún periodista le haya pedido a Serena que proporcione otros ejemplos en los que un tenista varón haya sido tratado con benevolencia por el juez Ramos famoso, eso sí, por su carácter duro. Además de eso, hasta donde sabemos Selena participaba en un partido de tenis, no en una palestra para defender los derechos de las mujeres. ¿Acaso el US Open sigue impidiendo la realización de torneos femeniles en sus competencias? ¿Qué demonios tienen que ver las retóricas feministas en una justa deportiva donde Selena (a menos que no se haya dado cuenta) estaba jugando en igualdad de circunstancias, contra otra mujer?)

La ceremonia de premiación fue aún peor. Además de llevarse unas crueles bullas por parte del público, Osaka tuvo que tragarse otra humillación. La presidenta de la Asociación de Tenis Femenil de los Estados Unidos, una tal Katrina Adams, en vez de felicitar a la nueva ganadora, la denigró al decir "quizás este no es el final que estábamos esperando hoy, pero Serena, tu eres la campeona de todas las campeonas. Eres un respetable modelo a seguir para todas nosotras".

¡Ahora resulta que buscar un triunfo y conseguir la gloria derrotando a una leyenda del tenis se considera políticamente incorrecto!

Una mentada de madre le habría calado menos a la pobre Nahomi Osaka, pues ella fue quien GANÓ el torneo y se va a llevar el dinero que corresponde a la ganadora por tanto, ella ES la campeona del US Open femenil 2018.

Cuando las cosas comenzaban a salirse de control en la sala de prensa, de repente Serena Williams sacó su humildad quién sabe de dónde y pidió al público que dejaran de abuchear a su contrincante: "!Hagamos de este un mejor momento, dejemos de abuchear... seamos positivos!". Claro, esto después de haber llamado ladrón al juez de línea, de haber destrozado una raqueta y de haber mostrado ante el mundo su inmadurez emocional cuando sufre una derrota.

Osaka y Serena ya se habían enfrentado el pasado marzo y la primera le ganó con relativa facilidad. Y hay un factor evidente en ello: la primera tiene 20 años de edad, su carrera apenas está tomando altos vuelos y sus reflejos están en su punto máximo mientras que Serena tiene ya 36 años y sus capacidades físicas ya no son las de una muchacha. En vez de estar buscando un "regreso", Serena Williams debe empezar a contemplar su retiro: ya logró varias cosas, entre ellas abrir el tenis de su país a otras tenistas afroamericanas, además de haber asegurado su futuro financiero. Pero Serena Williams debe entender que en el deporte la fama es efímera y que detrás de ella vienen nuevos talentos ansiosos por destacar. El haber perdido contra una tenista de 20 años que bien podría ser su hija debe ser el mejor indicatiovo de que Seren Williams se encuentra frente al crepúsculo de su carrera pues ya no tiene las mismas facultades de otrora.

Desafortunadamente, berrinches como éste demeritan la belleza de un deporte tan maravilloso como el tenis. Y por lo que toca a Naomi Osaka, le deseamos lo mejor. Nos hace ser positivos en torno al futuro del tenis femenil que tantas satisfacciones nos ha dado... muchas más que la rabieta de Serena Williams.

Foto: cortesía nypost.com

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