fasenlinea

com

ANÁLISIS COMENTARIO Y DEMÁS

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

O tros textos de Y Demás

Se seca el Oasis

 

 

 

 

 

 

 

 

Y DEMÁS/Obituario editorial

El día en que Rolling Stone México se detuvo

La segunda aventura que esta revista tuvo en México terminó con un desenlace idéntico, algo que se preveía y que, el en medio de la influencia el pasado mayo, finalmente se materializó

Versión impresa

NOVIEMBRE, 2009. En sinceridad con los electores, casi desde que salió a la venta esperaba toparme con la noticia que anunciaba la muerte de la edición mexicana de Rolling Stone (en cuya editorial se despidió con el acostumbrado cliché "esto no es un adiós, sino hasta luego). Son noticias que uno espera pero que cuando ocurren nos dejan cierto trazo de tristeza por un proyecto que no logró concretarse como se esperaba y por otras razones que enumeramos más adelante. Como sea, Benjamin Salcedo, el director de Rolling Stone México, dijo adiós la travesía de esa revista con un Depeche Mode en portada, esto el pasado mayo.

Rolling Stone México fue uno de los proyectos más ambiciosos realizados en la industria editorial de este país en esta década que está a punto de concluir, y autorizado pese al fracaso de otras empresas similares. Esa revista --a la que en adelante simplemente llamaremos RSM-- surgió en el 2004, apenas unos meses después que Switch, que iría a ser su competidora más cercana, anunciaba serios problemas financieros. RSM venía respaldada por Prisa, un grupo español que también publicaba las ediciones argentina, brasileña y colombiana de Rolling Stone. Al principio los dólares corrieron amazónicamente: lujosas oficinas, cartera abierta para los reporteros y celular para toda la tropa además de una página web de varios megas y de diseño que difícilmente llamaríamos barato.

Para darnos una idea de la inversión: en su primera portada aparecían juntos Alex Lora, Alex Syntek y Alejandra Guzmán, entre otros. "Aquí hay lugar para todos", advertía un encabezado. ¿A cuánto habría salido semejante proeza, económicamente hablando?

Benjamín Salcedo, su director, es un musicólogo que anteriormente trabajó para revistas de Televisa como Cine Premiere. De hecho parecía ser la mejor elección al frente, esto es, alguien que estuviera completamente empapado de música y que al mismo tiempo poseyera experiencia periodística. Tal empresa, que en el mercado anglo es complicada, en México viene a ser algo así tan imposible como caso perdido.

En tal sentido las cosas operaron mal desde el principio para RSM, en especial con el augurio preocupante cuando se supone que Switch, que sería tu principal competidora, anunciaba su quiebra financiera y salía de circulación. Cualquiera podría pensar que ello habría representado una ventaja para RSM aunque el efecto puede ser contrario: ¿cómo adivinar cómo anda tu gusto entre los lectores si no tienes un rival contra el cual medirte?

Otra falla fue el formato en su contenido. Como se sabe, Rolling Stone consiguió ser exitosa desde el principio dado su balance con la cobertura en la música con reportajes de interés abierto, la mayoría de excelente calidad. Esta fórmula no resulta tan sencilla aplicarla en México donde los formatos están más calcificados y al intentar modificarlos se puede confundir a los potenciales lectores con sorpresas poco agradables.

¿Ejemplos? Rolling Stone, que es una revista de rock, puede entrevistar a estrellas de la música country como Garth Brooks o Tim MvGraw y lo más que provocaría serían las acostumbradas quejas en su sección de correspondencia. Pero que en RSM cubriera a, digamos, los Tigres del Norte en la misma revista donde se comenta la última producción de U2 suena, lo menos, a capirotada de mal sabor. Esta fórmula fallida también pudiera aplicarse a los exponentes de rock mexicano que aparecían en las páginas de RSM. Cualquiera con un poco de olfato musical detectará que no puede ponerse en la misma bolsa a Depeche Mode y The Sex Pistols con Caifanes o la Gusana Ciega, por mencionar dos casos. (En Argentina, la edición de Rolling Stone de aquél país sí ha logrado exitosamente la conjunción; después de todo, un Gustavo Ceratti podría subirse al escenario con The Cure sin sentirse recíprocamente confundidos).

Asimismo, y si bien RSM evitó caer en el reportaje facilón o amarillista, cuando salía al mercado otras publicaciones, como el semanario Proceso, le llevaban ventaja. RSM publicó algunos buenos textos aunque no fueron suficientes para que se le considerara seriamente en el mercado. En Estados Unidos Rolling Stone es una publicación de consulta indispensable en la Casa Blanca. Estamos seguros que en Los Pinos jamás nadie se suscribió a RSM. Después de todo, el en mercado mexicano RSM fue incapaz de pasar la línea de que se trataba de una revista de música y, por tanto, relativamente frívola, como el TVNovelas, TV Guía o la --ya extinta también-- Notitas Musicales.

Hay otro aspecto y que hemos dejado a propósito hasta el final, y que seguramente el lector ya intuye a estos renglones: RSM fracasó por que en México a poca gente le interesa leer por mero gusto. Rolling Stone Argentina participa en un mercado donde otras publicaciones originalmente sajonas, como Playboy, Esquire y GQ gozan de buenas ventas en sus ediciones locales pese a la crisis económica. Y eso que en Colombia, donde hay más lectores que en México --como ejemplo, en Bogotá se realizan anualmente alrededor 42 ferias del libro, más que todas las que se dan en este país en el mismo lapso-- la subsidiaria de Rolling Stone también cerró a fines del año pasado. (Alguien me reportó que en el concierto de Madonna en la ciudad de México se obsequiaban ejemplares de RSM a la entrada... ni así).

A las anteriores desventajas se da otra y que podríamos llamar la última estocada que viene a ser el peor enemigo que tienen las revistas subsidiarias que se publican en México. Con una moneda débil como el peso y el costo de impresión y derechos de publicación tasados en dólares, la carrera está perdida casi de inmediato; si RSM se hubiera vendido al equivalente en billete verde su precio habría sido de unos 70 pesos, pero se tenía que vender a menos de la mitad de eso para medio sobrevivir. 

Quizá ante esa disyuntiva, extrañamente a poco de salir al mercado, la edición norteamericana "desapareció" de los centros especializados, una ausencia que se prolongo casi un año. Quizá haya sido una coincidencia, tal vez fue a propósito. Como sea, la desaparición de RSM remotamente fue algo que me hubiera entristecido mucho. O al menos, no tanto como la muerte, por causas naturales, de la inolvidable Sonido allá por 1983.

 

 

Extra

La primera muerte de RSM

NOVIEMBRE, 2009. Aunque la censura contra publicaciones extranjeras se había reforzado tras los acontecimientos de Tlatelolco en 1968, esas revistas fueron conquistando terreno entre lectores con mayores niveles de educación de sus padres,s que habían tenido oportunidad de viajar a Estados Unidos o tenían conocimientos suficientes del idioma inglés. Entre éstos se encontraba Parménides García Saldaña, el hijo de un burócrata y quien abrazó la causa hippie con un fervor tal que era capaz de escribir decenas de páginas describiendo el significado de discos como Sgt. Pepper de los Beatles y Axs as Bold de The Jimmy Hendrix Experience, un efecto que conseguía mientras fumaba cigarrillos sin marca.

García Saldaña concibió la idea de publicar la edición mexicana de Rolling Stone a principios de los 70. Compró los derechos y le puso el nombre de Piedra Rodante, todo con el fin, llegó a decir, de "contribuir a la transformación social de México mediante el mensaje de la música". Los primeros textos de Piedra Rodante eran meras traducciones del original pero pronto empezó a cubrir notas locales dada la efervescencia que existía en el país respecto a la proliferación de grupos de rock y demás inquietudes artísticas. 

No pasó mucho tiempo para que la revista adquiriera un sabor totalmente local: se vivían los estertores del régimen de Gustavo Díaz Ordaz mientras que el candidato Luis Echeverría, pese a haber sido secretario de Gobernación--y por ello parcial o totalmente responsable de la matanza el 2 de octubre de 1968-- era visto como alguien decidido a congraciarse con los jóvenes descontentos; llamó "emisarios del pasado" a los colaboradores de su antecesor y ofreció trabajo a miles de jóvenes que exigían la apertura política. A es ejército de nuevos burócratas (y a quienes Echeverría asilenció por un tiempo mediante la nómina gubernamental) se les conoció luego como "los aperturos".

Para muchos lectores, Saldaña era una especie de gurú, alguien capaz de escudriñar el alma del rock y hacerla irresistible a los no iniciados; para otros se trataba de un clasemediero que había ido demasiado lejos con la "onda" del primer mundo y para otros era simplemente una copia mexicana de Jann S. Wenner, el editor de Rolling Stone (aunque más bien vendría a ser el símil de Lester Bangs, un crítico que también gustaba de uamr mariguana mientras comentaba los discos y a quien Phillip Seymour Hoffman caracteriza en la película Almost Famous).

El momento más recordable de Piedra Rodante fue la cobertura que le dio al Festival de Avándaro, en 1971, el cual, por cierto, ningún otro medio importante se molestó en enviar reporteros. Pero el periodismo desfenfadado, con "palabrotas" e irreverente de Piedra Rodante molestó a los directores de los grandes medios, casi en su mayoría adheridos a la línea del sistema político mexicano; además, en el país no existían revistas críticas, por lo que avizoraron que ahí existía un nicho que mejor convendría no explotar. Así pues, Piedra Rodante careció de anunciantes de peso y de publicidad oficial en su corta vida, que terminó en 1972 por fuertes problemas financieros.

Y aunque se ha dicho que el gobierno se encargó de aniquilar a Piedra Rodante, el hecho es que su penetración entre los lectores fue bastante limitada pues nunca pudo aumentar su círculo habitual, que era de entre 2 y 5 mil lectores, ni tampoco ayudó que se careciera de distribución nacional. Su director Parménides García Saldaña falleció años después cuando los ejemplares de Piedra Rodante eran altamente valorados por los coleccionistas. (OFM)

© copyright, Derechos Reservados, 2009 

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected]

______________________________________________________________________

0 comentarios

 

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás