FEBRERO, 2008. Hoy es día festivo y hay pocas cosas que hacer. Miro la programación televisiva en el periódico donde aparece 12 Corazones. El programa será transmitido dos veces en dos canales de Televisa así que, luego de una batalla entre 12 Corazones y una película en DVD opto por lo primero. Veré la emisión y tomaré algunos apuntes.

Aunque jamás había visto completa una emisión de 12 Corazones tenía algunas referencias, entre ellas que la su conductora es Penélope Menchaca, una morena de largas piernas que hace años perteneció a un grupo musical cuyo único talento era el físico y que luego se casó y se fue a vivir a Los Ángeles, donde se graba el programa, además que este programa es un reality show supuestamente busca la compatibilidad entre signos zodiacales. No es un panorama muy inteligente, la verdad, pero la misión ya está planeada.

Comienza el programa de mediodía. Aplausos, gritos y alboroto cuando aparece la animadora, quien de entrada suelta un chiste "feminista" frente a las invitadas, la mayoría morenas de minifalda con el pelo pintado y caras que relucen por efectos del maquillaje. Casi todas vienen de Los Ángeles y sus alrededores y se expresan con acento y mezclan algunas palabras en inglés. Enseguida aparecen los invitados, presentados con un tubo que va girando y los introduce al set. El contrasta es que viven, casi sin excepción, fuera de Estados Unidos; alguien me contó que incluso ha habido concursantes de España y aun Hungría.

"Más que 12 corazones, la intención de los participantes perecería ser "6 visas de residente que serán concedidas a 6 galanes que conquisten a 6 latinas radicadas en California", escribo en la libreta.

Poco después la conductora Menchaca dicta las reglas del programa: si a las chicas no les parece un galán éste será expulsado con lo que al final las parejas "compatibles" se reducirán a dos, y ello si el Romeo no rechaza también a su prospecto.

Antes de ello un sujeto de modales afeminados menciona una especie de horóscopo, que los planetas, las estrellas y otras cosas más. Y ahora sí, empieza el show. Todos los que pasan al frente del set --que tiene la original forma de un corazón, faltaba más-- se les pide una "vuelta" y al hacerlo se escucha un griterío como su las chicas estuvieran haciendo strip-tease. La conductora Menchaca se dirige a las muchachas con condescendencia y con ellos asume una abierta imitación de María Félix o bien Ofelia Guilmáin donde sólo falta que les diga "cuando hablo me gusta que me miren a los ojos".

En el siguiente segmento vemos a un galán "Capricornio" que trata de convencer a una dama "Piscis". Aparentemente ambos signos no son muy compatibles. Llega la primera eliminación y la chica de acento pocho es a quien le toca salir. Cuando se le pide que hable para despedirse ¡sopas! su acento ha desaparecido y su español-mexicano es impecable, incluso con cierto tono sureño; será por el coraje... quién sabe. Luego toca el turno a un tipo con el latin look tipo películas de Zorro y quien se expresa con voz engolada.

Luego de la barra comercial continúa el proceso de eliminación infaltable dentro de todo reality show que diga respetarse. El siguiente en ser botado es un tipo con barba de candado y aspecto de músico grupero; éste toma las cosas con tranquilidad, no así el latin lover, cuyas muecas son de abierta sorpresa, como si no lo creyera. Cuando la conductora Menchaca pregunta a una de las chicas porqué decidieron darle flit responde "no sé... quizá por que somos de signos incompatibles..." Clara muestra de la generación Walter Mercado al ataque, si se nos permite la alusión.

Una pareja termina aceptándose y se sientan, abrazaditos, a un lado del set. Pero a la siguiente el galán rechaza a la chica que según esto le resultó más compatible, y quien era la más atractiva entre las seis concursantes. Ella no puede creerlo y su disgusto es visible.

El programa llega a su fin, pero creo que no voy a ver la tanda programada para esa misma tarde. Lo más molesto del programa no son ni la conductora Menchaca (es claro que su forma de comportarse no es espontánea y está dentro del guión, como sucede con la mujer antipática que conduce El Rival más débil) ni tampoco la cursilería rampante, trillada y hasta de mal gusto de muchos concursantes. No: fue el griterío en el estudio lo que desembocó en una jaqueca para este servidor. Aún queda media tarde libre así que regreso a la opción anteriormente descartada: por lo menos nadie me ha dicho que tengo incompatibilidad con mi reproductor DVD.

felipillovox escribe 21.02.08

12 corazones es la moda del momento pero como ha ocurrido con los demás reality shows y concursos, la gente se va a aburrir de ver lo mismo en cada programa. Otro programa que ya también cumplió su ciclo pero inexplicablemente sigue al aire es El rival más débil donde me ha tocado ver cómo la conductora sangrona ya repite sus dizque chistes. A 12 corazones todavía le quedan unos meses de cuerda, afortunadamente la tele por cable ofrece más opciones y se pueden ver cosas más interesantes.