Omega 3 y oleico, grasas contra el colesterol    

En Argentina existe un consumo excesivo de carnes, embutidos, panadería industrial y platos preparados, lo que contribuye a que en nuestro organismo exista un desequilibrio alimenticio, con una sobrecarga de grasa saturada.

   Tras observar que los esquimales y japoneses, cuya ingesta de pescado es muy superior a la de otras poblaciones, registran la tasa más baja de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, los científicos comenzaron a investigar las propiedades beneficiosas de los ácidos grasos omega 3 y el ácido oleico.

   El consumo moderado y adecuado de grasas resulta esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Principal fuente de energía del cuerpo junto con los hidratos de carbono, forman parte de las membranas celulares y otros órganos del cuerpo, además de hacer posible que las vitaminas A, E, D y K lleguen a las células.

   Grasas, "buenas" y "malas"

   grasas animales, y las insaturadas, que se encuentran en vegetales, aceite de oliva y pescado. Un consumo elevado de las primeras incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, mientras que una cantidad suficiente de grasas insaturadas supone un aliado en la prevención de éstas y otras.

   Las denominadas grasas saludables (insaturadas) tienen principalmente origen vegetal (aceite de oliva virgen) y también se encuentran en el pescado, sobre todo el azul. Su consumo habitual es recomendable para mantener una dieta sana y reducir el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre, así como regular la presión arterial.

   Por otra parte, no es recomendable eliminar por completo las grasas saturadas de la dieta, pues también son necesarias. Bien es cierto que, si se ingieren en exceso, los ácidos grasos saturados aumentan el nivel de colesterol y reducen la capacidad del organismo para destruirlo, favoreciendo la aparición de patologías, sobre todo cardiovasculares.

   Carne, aceites de coco y palma, así como panadería industrial son ricos en este tipo de grasas, cuyo consumo la comunidad científica internacional recomienda disminuir.

   Corregir el desequilibrio

   Diversos estudios han demostrado que los omega 3 ayudan a equilibrar la dieta con respecto a las grasas saturadas que ésta aporta. A pesar de que la población debe incluir la cantidad necesaria de omega 3, las mujeres embarazadas deberían prestar mayor atención en este sentido.

   "Los omega 3 aumentan la elasticidad de las arterias, pues actúan como un mecanismo antitrombótico y reducen el nivel del colesterol y los triglicéridos", afirma Mercè Vidal, dietista y profesora colaboradora de la Universidad de Barcelona, para quien "la dieta occidental registra actualmente un desequilibrio en la ingesta de grasas, al consumirse demasiadas saturadas y muy pocas insaturadas".

   Verduras, legumbres y pescado pasan entonces a convertirse en los protagonistas de la alimentación. Pese a que la ingesta deseable de esta sustancia depende del ciclo de vida de cada persona, las investigaciones realizadas al respecto aconsejan un consumo diario de pescado azul de entre 30-35 gramos. En el caso de los lactantes y niños, los expertos señalan que deben ingerir un 3% y 1-1,5%, respectivamente.

   Oleico, del aceite de oliva

   El ácido oleico proviene mayoritariamente del aceite de olivas virgen y otras variedades del vegetal. Una alimentación rica en este ácido contribuye a aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad HDL (o "colesterol bueno"), encargadas de reducir el exceso del conocido como "colesterol malo". Además, el ácido oleico, ácido graso insaturado más importante de la leche materna, protege a las membranas de su oxidación y envejecimiento.

   Si bien nuestro organismo es capaz de generar por sí mismo ácidos monoinsaturados a partir del consumo de otro tipo de ácidos, los expertos aconsejan que nuestra dieta tenga un alto contenido de ácido oleico, pues constituye una fuente de energía fácilmente asimilable. Así, la toma de aceite de oliva facilita la digestión al aumentar la secreción de hormonas digestivas y ácidos biliares.

   Especialmente recomendados...

   Los ácidos omega 3 y oleico pueden corregir los desequilibrios de la dieta actual, modificada y alejada de lo que tradicionalmente era la mediterránea debido a los altos ritmos de vida que contribuyen a que se incrementen las cantidades ingeridas de platos precocinados y comida rápida.

   Los alimentos que fundamentalmente aportan los omega 3 son "los pescados azules y los frutos secos, sobre todo nueces. Sin embargo, ricos en ácido oleico son, además del "aceite de oliva, las almendras y avellanas Estos ácidos están recomendados en:

   Tomarlos, para qué y por qué

   Los ácidos omega 3:

   El ácido oleico:


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