La anemia en embarazadas puede traer complicaciones como parto prematuro, transfusiones de sangre por pérdidas excesivas y tendencia a las infecciones luego del parto.

La importancia fundamental por la cual controlar la anemia durante el embarazo es el hecho de que no sólo está en juego la salud de la madre, sino también la del bebé.

Las causas de la anemia pueden ser pérdidas de sangre por hemorragias o sangrado gastrointestinal. Debido a que durante el embarazo se altera el proceso digestivo y, además, el bebé consume parte del hierro y el ácido fólico, debe aumentarse su consumo diario. Los síntomas pueden variar desde cansancio y palidez hasta falta de memoria.

Los factores de riesgo son: mala nutrición de vitaminas, fumar, tomar alcohol y uso de anticonvulsivos.

Por eso es importante consumir alimentos ricos en hierro y ácido fólico, así como alimentos ricos en vitaminas (especialmente vitamina C). El consumo de suplementos minerales y vitamínicos para embarazadas también puede ser necesario de forma oral o inyectable. Por otro lado, una vez detectada la anemia, también se recomienda reposo hasta que la enfermedad desaparezca. Los riesgos de la anemia durante el embarazo son concretos, por eso es importante mantener un control de manera efectiva.