Ofrece el
100% de garantías entre las formas de control de la natalidad.
No
obstante, tiene que estar absolutamente convencido de no querer
(más) descendencia, porque la esterilización debe ser considerado un
procedimiento irreversible.
Se trata
del sellado de los tubos que conducen la esperma o los
óvulos.
No produce
efecto alguno en la emisión de hormonas sexuales.
Si es usted varón, emitirá semen libre de esperma; las
mujeres producirán óvulos que no alcanzarán el útero, y morirán y se
desintegrarán. La esterilidad no afecta a la virilidad ni a la
feminidad.
Por
descontado, es aconsejable estudiar la cuestión con el médico antes
de tomar una decisión.
Cualquiera
que sea el miembro de la pareja que pretende esterilizarse, el
cirujano pedirá el consentimiento escrito de los dos antes de
realizar la operación.
Esterilización masculina
(vasectomía) |
La
vasectomía se realiza por lo general como procedimiento ambulatorio.
Utiliza anestesia local y dura sólo unos 20 minutos.
El médico le recomendará que use calzoncillos
ajustados o un suspensorio, para aliviar la sensación de pesadez en
los testículos durante unos días después de la operación. Puede
haber cierta contusión del escroto, que suele desaparecer a las
pocas semanas.
Tras la
intervención, será fértil hasta que la esperma que había
en los
vasos deferentes haya sido eyaculada o muera. Por lo tanto,
alrededor de las primeras 16 semanas después de realizar la
vasectomía, se recomendará utilizar algún método anticonceptivo.
Durante
dicho periodo tendrá que volver al hospital al menos un
par de
veces con una muestra de semen. Cuando dos pruebas consecutivas
hayan indicado que no existe esperma, será estéril.
Podrá mantener relaciones sexuales de nuevo cuando
usted se sienta capaz.
La
esterilización femenina requiere casi siempre anestesia general. La
operación, que produce muy poca incomodidad, se lleva a cabo
en
unos 15 minutos y no exige más de 24 horas de permanencia en
el
hospital.
La
intervención más corriente consiste en hacer un corte diminuto
-que apenas deja cicatriz- debajo del ombligo. Por él se inserta
un laparoscopio, y un accesorio acoplado a él sella las trompas con
el electrocauterio o diminutas grapas de metal o de material
plástico.
También
pueden cortarse las trompas y ligarlas a través de una pequeña
incisión abdominal (minilaparotomía).