De
origen desconocido, a pesar de las continuas
investigaciones.
Se
supone que aparece como resultado de una combinación de
factores genéticos y ambientales, mediados por complejas y
sutiles alteraciones en las substancias que regulan la
actividad nerviosa cerebral.
Tristeza.
Interés reducido en lo que ocurre a su
alrededor.
Falta
de aseo personal, desaliño en el vestir.
Pérdida de peso o ganancia sin hacer dieta.
Pérdida o aumento del apetito.
Insomnio, típicamente de despertar precoz, o
problemas de sueño.
Cansancio.
Sensación de culpabilidad.
Incapacidad para concentrarse o dificultad para tomar
decisiones.
Irritabilidad.
Dolores generales.
Pensamientos de suicidio.
Historia familiar de depresiones.
Alcoholismo.
Fallos
en el trabajo o en las relaciones personales o matrimoniales.
Personalidad compulsiva, rígida, perfeccionista o
independiente.
Falta
de emotividad o enfado.
Muerte
o pérdida de un ser querido.
Cambios en el trabajo o de destino.
Cirugía, como una mastectomía por ejemplo.
Enfermedades importantes.
Etapas vitales, como el inicio de la madurez.
Uso de
medicamentos como las benzodiazepinas, bloqueantes
beta-adrenérgicos ó reserpina.
Algunas enfermedades como la diabetes, el cáncer de
páncreas o anomalías hormonales.
Psicoterapia de soporte.
Comunicación con familiares y amigos.
Educación de familiares para asumir el problema.
Diagnóstico y tratamiento
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Diagnóstico
El
diagnóstico se realiza mediante la entrevista clínica, apoyada
en cuestionarios específicos.
Tratamiento
Psicoterapia unida a medicación.
Antidepresivos.
Litio
para casos de manía asociada.
Medicación ansiolítica (anti-ansiedad).
Sedantes para prevenir el insomnio.
Hospitalización en casos severos.
El electroshock en casos graves puede salvar la
vida.
Ejercicio extenuante y alimentación equilibrada.
Suicidio.
Estar
atentos a los avisos que haga el paciente, pueden ser ciertos
(no es verdad que cuando los pacientes anuncian su intención
de suicidarse indique que no van en serio).
Conducta psicótica o alucinaciones.
Personalidad ridícula o conductas impropias.
Es una
enfermedad crónica.
Si se
instaura un tratamiento de forma precoz y se sigue muy
estrictamente la enfermedad, puede remitir, aunque siempre
existen riesgos de recaída.