Los principales componentes reductores se encuentran en la naturaleza: bosques, selvas, jardines silvestres y océanos. Las hojas de variadas hierbas, árboles medicinales y las algas se convierten en esencias para conformar las líneas de cosmética reductora.

Entre los más utilizados, podemos nombrar las algas marinas que tienen poderosa acción hidratante, son ricas en aminoácidos y activan el metabolismo celular, la Centella Asiática es un regulador funcional y metabólico del tejido dérmico, y es la más famosa de todas por su virtud anticelulítica y reductora.. El Ginkgo Biloba tiene propiedades antioxidantes y de regulación del volumen de la circulación, la cafeína permite un mejor drenaje de toxinas y ayuda a disolver las células del tejido adiposo, el Fucus es un alga reconocida por su poder adelgazante. Además existen otros ingredientes, como la vitamina E y los ácidos frutales que afirman y otorgan firmeza a la piel.

El secreto para que estos productos reductores puedan terminar con la adiposidad, está en perseverar. Se necesita constancia y voluntad. Para potenciar los efectos de estas cremas , es recomendable tomar abundante líquido para ayudar a los ingredientes reductores a drenar toxinas y eliminar grasas.