Tacto rectal, sin vergüenza                                                

El diagnóstico precoz es la principal arma contra el cáncer de próstata



La eficacia del tacto rectal y la prueba del PSA, unido al envejecimiento progresivo de la población masculina, ha disparado los casos de cáncer de próstata detectados de forma precoz. Los hombres deben tomar conciencia y solicitar estas pruebas de forma preventiva a partir de los 50 años. La vergüenza no es excusa.


Los expertos en Urología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid recomiendan efectuar un tacto rectal a todos los hombres a partir de los 50 años para detectar casos de cáncer de próstata de forma más precoz. Como recuerda el doctor Emilio Blanco, Jefe de Servicio de Urología de este hospital madrileño, el cáncer de próstata es uno de los más frecuentes en el hombre. En su opinión, el futuro de los tratamientos depende del desarrollo de la biología molecular y el abordaje individualizado de la enfermedad.

La detección precoz es la principal arma esgrimida por los expertos para hacer frente a esta enfermedad, utilizando para ello las pruebas diagnósticas como el citado tacto rectal, la prueba del PSA o el uso de marcadores moleculares.

Con motivo de las VIII Jornadas Internacionales de Actualización Urológica, los expertos reunidos también destacaron que las consultas por disfunción eréctil se han disparado y suponen ya la mitad de las consultas médicas dirigidas a esta especialidad. Este fenómeno, según los especialistas, ha sido posible gracias a la aparición de los nuevos tratamientos orales contra la enfermedad, como la Viagra.

El PSA como marcador


"El carcinoma de próstata está aumentando, primero porque tenemos métodos de diagnóstico precoz y segundo porque la población está envejeciendo", afirma el urólogo de la Fundación IMOR, Ramón Serrate. Este especialista afirma que en Estados Unidos ya se diagnostica el 80 por ciento de los casos de esta enfermedad de forma precoz, y cree que España está en camino de conseguir un éxito similar.

Estos niveles se deben en parte al uso de la prueba del PSA (Antígeno Prostático Específico) como marcador. Como explica el doctor Serrate, "cuando el cáncer de próstata se diagnostica, el paciente no tiene ningún síntoma o tiene síntomas mínimos como aumento de la frecuencia miccional", por lo que es necesario hacerse "un chequeo al año, fundamentalmente un tacto rectal o una prueba de PSA" a partir de los 50 años. Este último lo define como "un gran marcador", que no hay que confundir con un método de diagnóstico.

"Se puede tener un PSA alto y no un cáncer de próstata y al revés, tener un PSA bajo y tener el cáncer", recuerda este especialista. El diagnóstico definitivo sólo llega tras el hacer una biopsia del tejido prostático. Para que los resultados de la biopsia sean lo más definitivos posibles, el doctor Serrate aconseja "tres tomas de muestras en cada uno de los lóbulos de la próstata".

Las verduras y la prevención del cáncer de próstata

Comer muchas verduras, fundamentalmente brócoli, calabaza y coliflor, puede reducir la aparición de cáncer de próstata en un 45%, de acuerdo con un estudio del Instituto del Cáncer de Seattle, Estados Unidos.

   El estudio examinó a hombres entre 40 y 64 años de edad (el periodo de edades con mayor posibilidad de padecer esta enfermedad), de los cuales algunos de ellos mantenían una alimentación rica en frutas y verduras.
   La mitad de los hombres del estudio tenían cáncer. La otra mitad, sin cáncer, fue elegida al azar. La encuesta preguntaba sobre los hábitos durante los 3 a 5 años anteriores al diagnóstico o antes de la encuesta.

Igualdad en la subvención

   Aquellas personas que comieron 3 o más raciones de verdura presentaron una incidencia de un 48% menor que aquellos que comieron una ración o menos. Estos datos surgieron una vez eliminados otros factores dietéticos como la ingestión de grasa, la historia familiar de cáncer (padre-hijo), tabaco, etc.
   Ante un nivel dado de ingesta de verdura, el riesgo de cáncer de próstata disminuía conforme se aumentaba la cantidad consumida. Los investigadores señalaron que las verduras contienen múltiples componentes biológicamente activos. Además, se conoce que algunos pueden ser más activos que otros, pero no se puede hoy por hoy atribuir esta actividad a uno sólo.

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