Cáncer |
Todas las
células contienen el mismo código genético que es el
encargado, dependiendo de la parte del mismo que se exprese,
de controlar el crecimiento y diferenciación de los diversos
tipos celulares. Cuando
hablamos de cáncer no podemos hablar de una única causa, hemos
de pensar que las causas son múltiples y variadas con una
imbricación entre todas ellas, cuyo resultado final será que
un determinado grupo celular altere su ciclo normal de
crecimiento y se descontrole.
Fundamentalmente en el cáncer coexisten unos
factores endógenos, determinados por la dotación genética y
otros exógenos, mediados por la exposición ambiental. En
algunos tipos de neoplasias estos factores pueden actuar
aisladamente y en otros conjuntamente. 1. Factores
ambientales. Mediante estudios epidemiológicos se
ha estudiado la relación causal entre diversos factores y
ciertas clases de tumores. Algunos de los factores no son
capaces por sí solos de provocar el tumor pero actúan como
elementos coadyuvantes (cocarcinógenos). Aquí están los más
importantes:
El cáncer tiene mayor incidencia en países
desarrollados. En España es la segunda causa de muerte (22% de
las defunciones).
La incidencia es más elevada en hombres que
en mujeres, en el hombre se debe mayoritariamente a los
tumores del aparato respiratorio (pulmón y laringe), seguido
de los digestivos (estómago, colon y recto, esófago); en la
mujer la mayor proporción corresponde al cáncer de mama,
seguido como en el hombre de los digestivos (colon y recto,
estómago, esófago). Estos datos hacen referencia a lo que
sucede en España, ya que existe una gran variabilidad; por
ejemplo, en Estados Unidos el cáncer de pulmón supera ya al de
mama en mujeres.
Respecto a los tumores que se dan en la
infancia, los más frecuentes son las leucemias seguidos de los
tumores del sistema nervioso.
La mayor
parte de los cánceres se clasifican según un sistema
denominado TNM, con tres parámetros:
No todos
los tumores se pueden clasificar en función de estos
parámetros, como sucede con los tumores hematológicos.
La prevención juega un papel
importantísimo en el control de esta enfermedad. Se puede
desarrollar a tres niveles. 1º Prevención primaria:
Trata de eliminar las causas que producen la enfermedad. No es
posible realizarla en todos los tipos de cáncer ya que en
muchos de ellos se desconoce la relación causa-efecto. Debido
a la gran cantidad de estudios epidemiológicos se han
identificado varios factores relacionados directa o
indirectamente con la aparición de la enfermedad.
Muchos de estos factores forman parte
de nuestra vida cotidiana. En este sentido, es básico
concienciar a la población mediante programas de educación que
pongan de manifiesto la necesidad de disminuir el consumo de
alcohol y tabaco, modificar las pautas alimentarias reduciendo
la ingesta de grasas, incrementando el consumo de fibra,
frutas y verduras en la alimentación cotidiana. Otro factor
que se debería controlar es la exposición excesiva a los rayos
solares y aconsejar el uso de cremas protectoras. También se
habrá de tomar las medidas necesarias para evitar el contacto
con carcinógenos físicos o químicos conocidos, aquí juega un
papel importante cumplir las normas de seguridad en el
trabajo.
2º Prevención
secundaria: Se basa en la detección temprana del
tumor, con lo que las posibilidades de curación son más
elevadas. Puede conseguirse mediante el conocimiento por parte
de la población a través de campañas informativas de aquellos
signos o síntomas iniciales que alerten sobre la aparición del
tumor; es el caso del cáncer de piel donde el crecimiento,
cambio de coloración o sangrado incipiente de una mancha en la
piel nos puede poner en la pista de un melanoma, enfermedad
que en sus estadios iniciales tiene una alta supervivencia.
Otro modo de llevar a cabo una
correcta prevención secundaria son los programas de
diagnóstico precoz (screening) en poblaciones susceptibles de
padecer un determinado tipo de cáncer. Para ello debemos
disponer de una técnica adecuada y barata capaz de detectar
aquellos casos susceptibles de ser tratados con éxito, de esta
forma se consigue una mejoría en el pronóstico, un aumento de
la expectativa de vida y una reducción de la mortalidad en un
grupo determinado de pacientes. Se recomienda el diagnóstico
precoz de cáncer de mama mediante mamografía en todas las
mujeres mayores de 50 años; el diagnóstico precoz de cáncer de
endometrio mediante la citología con tinción de Papanicolau en
mujeres por encima de los 30 años, la realización de una
colonoscopia para la detección de cáncer de colon y recto en
pacientes con predisposición familiar de padecer este tipo de
cáncer, etc. Existen otros métodos de screening para la
detección de otros cánceres pero todavía no se ha aclarado su
utilidad.
3º Prevención
terciaria: Una vez diagnosticado de cáncer se ha de
conseguir una reinserción lo más completa posible del paciente
a su vida habitual, ayudándolo a superar su enfermedad tanto
desde el punto de vista psíquico como físico.
El
tratamiento clásico del cáncer se basa en tres pilares
fundamentales que son: cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Estas terapias se pueden administrar de forma conjunta o
aisladamente dependiendo del tipo de tumor y su pronóstico. 1) Cirugía. Lo ideal sería realizar una
cirugía curativa en la que se extirpase de forma total y
definitiva el tumor, pero esta cirugía por desgracia sólo se
puede realizar en tumores con un diagnóstico precoz, que no
afecten a zonas vitales y sin metástasis a distancia. La
curación únicamente se obtiene en el 60% de la cirugía
realizada con intención curativa.
Existen otros tipos de cirugía que son:
2) Quimioterapia. Se trata de la
utilización de fármacos que de forma selectiva actúan sobre
las células tumorales impidiendo su proliferación. La mayor
parte de ellos actúan sobre el ciclo celular, interfiriendo en
la síntesis del ADN y ARN o inhibiendo la maquinaria celular
que hace posible que se sinteticen nuevos elementos para
formar de nuevo células tumorales.
Este
tratamiento presenta dos problemas fundamentales:
Ver: 10 puntos claves para prevenir el cáncer a través de la alimentación |