ALZHEIMER
Víctimas secretas
Cuando llega lo que llaman la tercera o la cuarta edad, y se van los hijos y los nietos, y queda sola la pareja; cuando todo parece que va a tener un final tranquilo, sin má contratiempos que el que la vida trae consigo, es posible que uno de los dos comience a alejarse del otro.

No físicamente, sino mentalmente. Que comience a olvidar. A perder el gusto por la vida. A evitar a los amigos comunes; a volverse rudo con su pareja.

Eso le pasó a Ramón, de 85 años cuyo nombre completo prefiere guardar en el anonimato. "Hace unos meses le diagnosticaron a su señora?, de 85 años el mal de Alzheimer'', dice Carmen quien ha sido directora de Servicios de Apoyo del Alzheimer. Su trabajo está muy ligado con los que cuidan al enfermo. Personas como Ramón que acudió a ella en busca de ayuda. "Todavía su esposa pasa por la primera etapa de la enfermedad. Cuando aparecen los síntomas de pérdida de la memoria, confusión, desorientación, el sentirse algo agitada y con algo de depresión. Pero la víctima de esta enfermedad progresiva y degenerativa que ataca al cerebro, afectando la memoria, el comportamiento y el pensamiento, afecta no solo al que la padece sino, como en este caso, al que la cuida. "Su esposo tiene que supervisar todo lo que ella hace'', dice Carmen.

Ya la esposa se olvida hasta de donde está el jabón y le pregunta una y otra vez, en donde está ella. Fue su neuróologo quien le recomendó que llamara a Carmen en busca de ayuda. "Pude oir en la voz de él que está cansado de cuidarla todo el día.

Esta enfermedad es la forma más común de demencia que sufre un 11 por ciento de personas mayores de 65 años y un 47 por ciento de los mayores de 85 en los Estados Unidos. El 70 por ciento de ellos es atendido en su hogar por un familiar.

"Cuando llega la segunda etapa --que puede comenzar a desarrollarse de 2 a 10 años después del diagnótico-- se hace obvio que algo muy serio está pasando'', explica Carmen. La persona va perdiendo mucho la memoria. "Una de las cosas que más le alteran la paciencia a quien la cuida es que repite las mismas preguntas: ¿cuándo vamos a almorzar? ¿cuándo vamos a comer?''. No importa que ya se le haya dado respuesta. "Es por eso que el que lo atiende se agota''.

El enfermo también se pone agresivo a veces, porque se siente frustrado de no poder terminar una frase, de no saber cómo expresar sus deseos. A veces, para hacerlo da golpes sobre la mesa, porque quiere expresarse. Y puede ver o escuchar cosas que no existen, gente a su alrededor que no está. Les surgen temores infundados, alucinaciones.

Ya en la tercera etapa, la final, la persona enferma no puede reconocer a los familiares, ni siquiera a su propia imagen en el espejo; pierde peso; no puede usar el lenguaje para comunicarse; puede sufrir ataques. Y como las causas de la enfermedad todavía son desconocidas, no hay ni prevenció ni cura. Cuatro millones de personas la sufren en los Estados Unidos.

¿Pero cómo enfrentarse a tales problemas?

Varios son los consejos que se presta a personas, que como Ramón  llaman al centro en busca de ayuda. "Yo trato de explicarle que la envíe a un centro de cuidado diurno para que descanse, a la vez que ella al ser estimulada mental y físicamente por especialistas que comprenden la progresión de la enfermedad''.

Pero en general, luego de buscar atención médica, dice Carmen lo primero es educarse sobre la enfermedad; "porque si no se entiende lo que pasa, ¿cómo cuidar al paciente?''.

Otros consejos son buscar grupos de apoyo con personas que comprenden la situación hablar con ellos, y tener paciencia y no molestarse con el paciente. Cuando se obsesiona con algo, trate de entretenerlo y engañarlo con mentiras piadosas para calmarlo; distraerle la atención.

También es importante simplificar el estilo de vida: arreglando la casa lo más sencillamente posible, eliminado la multiplicidad de cosas o colores que ofusquen al paciente. A la hora de darles de comer, servirle los platos uno a uno; para que no se confundan. Y usar platos de un solo color, no cargados de flores o adornos, para facilitarles el encontrar el alimento.

Se recomienda tapar los espejos de los baños o quitarlos. Al igual que los mosaicos que brillan, los asustan.

Por otra parte, cuando se les va a bañar se debe saber que olvidan del agua y se asustan ante su contacto; ir poco a poco, con una ducha de mano, empezando por los pies.

Aprenda el cuidador a aceptar cambios inesperados en el paciente: un día lo conoce y al otro no. Aprenda también a leer las manifestaciones de su cuerpo para saber qué hacer con el paciente. Si da puñetazos en la mesa puede indicar que tiene sed, quiere ir al baño descansar.

Muchas veces hasta se van por la puerta; porque están perdidos buscando el baño la cocina para comer o beber.

Se recomienda llevarlo cada dos horas al baño darles agua, algo de comer.

Planee también un momento alegre en las vidas de ambos: una canción un paseo, una actividad recreativa.

Tenga cuidado de mencionarlo en su presencia; porque aunque no puedan responder, pueden entender.

VOLVER A BUSQUEDA                 FARMACIA CAVERO - CARRODILLA - MENDOZA                                

Hosted by www.Geocities.ws

1