La alergia es una reacción exagerada del organismo frente a ciertos estímulos y casi siempre tiene un origen genético.

La rinitis alérgica, el asma, y la sinusitis, suelen ser las enfermedades más comunes que provocan las alergias respiratorias en esta época del año. De todas ellas la mas frecuente es la rinitis, provocada por el polen que sueltan los árboles (tala, plátano, paraíso, fresno, tilo) y que queda flotando en el aire. Sus manifestaciones mas típicas son la congestión nasal, los estornudos, la picazón de ojos, oídos y paladar. Cuando el síntoma alérgico baja por las vías aéreas inferiores se está frente a un cuadro de asma bronquial, que tiene un elevado grado de incidencia en nuestra población (entre el 3 y el 8 por ciento).

Hay un arsenal de medicamentos para combatir la rinitis, casi todos de toxicidad muy baja: los antihistamínicos. En general no poseen contraindicaciones, excepto para aquellos que sufran de hipertensión. 

Para el caso de los asmáticos, se siguen utilizando los broncodilatadores -que combaten los síntomas- a los que hay que sumar la administración de antiflamatorios, que atacan el origen del problema.

Otra de las enfermedades alérgico - respiratorias más comunes es la sinusitis, que es la inflamación de los senos paranasales. Muchas veces la sinusitis se complica cuando se infecta con gérmenes y, en este caso, puede llegar a transformarse en una enfermedad crónica.

También los ojos pueden ser afectados por agentes alérgicos, como el polen, provocando las molestas conjuntivitis. Ojos enrojecidos, picazón, visión borrosa, lagrimeo y extrema sensibilidad a la luz, suelen ser síntomas clásicos de estas afecciones, que pueden estar acompañados de estornudos.

La conjuntivitis alérgica es diferente de la del tipo bacteriano o virósico, por lo que no presenta ningún tipo de secreción acuosa o amarillenta. Y tampoco es contagiosa, como sí ocurre cuando es producida por una infección.  

La inflamación de la membrana interior de los párpados y de una parte del globo ocular -la conjuntiva- requiere algunas medidas de profilaxis elementales que pasan, primero, por una higiene estricta de la zona afectada.

El uso de compresas humedecidas con té y de gotas ofmatológicas antihistamínicas son los remedios más eficaces para contrarrestar este problema. Se recomienda a las mujeres que sufran este inconveniente interrumpir el uso de maquillajes en la zona sensibilizada para evitar probables complicaciones.