HISTORIAS
Y ANÉCDOTAS
Anécdota
de Carlitos y la teta;
corría la década de 1950, la familia de Santiago vivía en el campo La Laurita,
ubicado en el cuartel 3º del Partido de Azul, a 23 kilómetros de la ciudad, por
la ruta nº 60 que conecta Azul con Rauch, vecino a este campo, esta el campo San Marcos de
Felipe Villa. Las vacaciones Chacho, Dominga y Carlitos solían pasarlas en el campo, parte en
San Marcos y otra parte en La Laurita. Dominga, cuñada de Lilia, (antes había
sido y siguió siéndolo por toda la
vida “la amiga”) por lo que cuando estaba de visita en La Laurita se pasaban el día hablando,
cosa que no le gustaba mucho a Carlitos, hijo único,
bastante mamero, que no despegaba de las faldas de su
madre, pidiendo cosas para llamar la atención y no las dejaba cotorrear
tranquilas. Un día a Lilia se le
ocurrió preguntarle si quería teta y amago sacar la teta,
con lo que Carlitos se fue a jugar y no apareció por
largo rato, visto tan buen resultado, cada vez que Carlitos se ponía pesado se repetía el
amague.
Un
día a la hora del almuerzo, en la cocina reunidas; la familia de Santiago, la
familia de Dominga, Alfonso, Cacho y
Ñato Villa, hermano de Chacho y padrino de
Carlitos, con este sentado junto a su padrino, que lo
molestaba haciéndole cosquillas y apretándolo, mientras Carlitos le repetía que dejara de molestar. De pronto se para al
costado de la mesa y le dice a su padrino, apuntándole con el dedo “Basta tío
Ñato o le digo a tía Lilia que te
de teta”……….Toto
Anécdota
de Juan de asustador a asustado;
corria la decada de 1940 y
por alguna razon Cacho, muy jovencito se habia quedado solo en el campo La Azucena, que luego se
llamo La Laurita, Juan, bastante mas grande que Cacho, estando en la ciudad, se
entera y decide ir al campo a hacerle compañía, consigue que alguien que
circulaba por la ruta 60, por esa época sin pavimentar, lo deje en la tranquera
del campo, a unos 1000 metros de la casa, y se dirige a pie hasta la misma, no
pudiendo con su carácter al llegar
al monte, ve a cacho juntando
huevos, decide asustarlo, por lo que comienza a caminar agachado para que los
perros se asusten, no lo conozcan y armen despelote. En el campo siempre hay
varios perros los que ante el alerta arman tremendo escandalo. Cacho sin apuro deja la lata en el piso, se
dirige a su habitación, toma la escopeta, y mientras va saliendo del a misma lo
hace colocando un cartucho en la recamara, cosa que Juan ve desde atrás de un
árbol que no era lo suficientemente
grande como para protegerlo, en ese momento se da cuenta que tampoco había
llevado la bandera blanca, con lo que decide comenzara gritar para hacerse conocer, Cacho que
lo había conocido mucho antes de llegar a la casa parece no escuchar y sigue
avanzando con la escopeta levantada y derecho hacia el escondite, Juan
desesperado asoma la cabeza del árbol cuando estaba a 10 metros y Cacho comienza
a reír diciendo ¿ me querías asustar?.......Toto