Castaño
Mapa Málaga
Occidental (Pulsar)
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Guerrilleros muertos
en el Cortijo "María Jesús", en la Matanza
de El Chorrón, y enterrados en una fosa común del
Cementerio de Algatocín:
Juan Vigil Quiñones
"Juanito"
Antonio Rincón
González*,
Juan Toledo Martínez
"Caracol"ó "Caracoles"
Francisco Moreno Barragán
"Benito",
Francisco José
Domínguez "Pedro el de Alcalá"
José Guerra
Galván "El Guerra"
*(Pablo Pérez
Hidalgo fue "confundido" con el cadáver de Antonio
Rincón González)
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Luis García, de AGE (Archivo de
Guerra y Exilio), en el centro, entre dos veteranos supervivientes de
la Guerrilla, Jesús de Cos y Felipe Matarranz, "Capitán
Lobo", en las Jornadas de la Guerrilla en Algeciras, Abril de 2002
Algatocín
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La matanza de El Chorrón (Otra
versión de los hechos)
Emboscada en el "Cortijo Maria Jesús"
(El Chorron)
Para informar de lo ocurrido en El Chorrón, nos dice en su libro
Isidro García Ciguenza "Bandoleros en la Serranía de
Ronda", él mismo localizó en el vecino pueblo de Benarrabá
a un testigo local, Juan Ramos Rodríguez a quien tuvo ocasión
de entrevistar personalmente. Este señor trabajaba de porquero
cuando sucedieron los hechos en el cortijo "Maria Jesús".
Tendría este señor entre 17 o 18 años cuando vivió
los hechos y, quién mejor que él para recabar información.
El cortijo por aquel entonces lo tenia arrendado Pedro "el Seco",
el cual tenia dos hijos varones, Antonio. el hijo mayor, y José.
También tenia dos hijas, Josefa y Blasa.
Todos vivian en el pueblo, pero Antonio "el Seco", el hijo mayor,
se quedaba por las noches en el cortijo de El Chorrón.
Antonio ya estaba amenazado anteriormente por la Guardia Civil, quienes
sospechaban que los de la Sierra frecuentaban la zona, y los guardias
le estaban presionando continuamente para que les ayudase a preparar una
emboscada a esos guerrilleros, quienes habían decidido finalmente
abandonar la lucha armada, dejar la zona e intentaban llegar a Algeciras
para poder embarcar hacia Marruecos. No sospechaban que la muerte les
esperaba en aquel cortijo.
Parece ser que quien puso en alerta a la Guardia Civil fue un cabrero,
el cual se topó con este grupo guerrillero
entre los que se encontraba Juan Toledo Martínez "Caracoles",
quienes ya le avisaron de permanecer en silencio y no delatarles a la
Guardia Civil, pero este cabrero se cree que un día borracho en
el bar empezó a decir que havia visto a los maquis, alguien le
escuchó y avisó a la Fuerza.
En el entorno del cuartelillo de la Guardia Civil se comentaba que Antonio
el Seco que podía ser "enlace" o había estado
conviviendo en algunas ocasiones con los guerrilleros y que es por eso
que le tenían vigilado.
Parece ser que los guardias veían a Antonio comprar demasiada cantidad
de café, tabaco y azúcar en la tienda del pueblo, y dado
el poco consumo que debería de necesitar para el solo en el cortijo,
les confirmó sus sospechas.
Antonio advirtió a Juan Ramos Rodríguez, el porquero, que
aquella fatídica tarde no se asomara por el Pinar de el Tuerto
por que andaban por allí la gente da la Sierra
Lo cierto es, según relató Juan Ramos Rodríguez,
que cuando por la tarde fue a encerrar los cerdos, vio un fuerte destacamento
de Guardias Civiles que bajaban por el barranco, oculto entre la maleza.
"Cuando llegué a la casa -sigue relatando Juan- estaba llena
de guardias civiles y me metieron en la habitación contigua donde
estaba preparada la mesa para comer. Dicha habitación tenia un
altillo con una especie de falso techo, con tabique de caña. En
ese lugar había guardias con metralletas y un mosquetón.
Al poco rato de estar allí escondido, sentí como se acercaban
personas hacia el portalón de la casa.Lo cierto es que, aunque
ellos sospecharon algo al entrar en la casa, no les dio tiempo casi a
reaccionar, pues a la voz de "el Seco" de "sentaros que
voy a por el pan" y entrar éste en la habitación, la
Guardia Civil empezó el tiroteo a bocajarro no dejando de hacerlo
sin descanso.
Cuatro de los maquis cayeron muertos, totalmente acribillados, en un baño
de sangre, en el interior de la casa, pero dos de ellos que al parecer
intentaron escapar hacia el exterior, fueron derribados justo en la puerta,
por los guardias que estaban rodeando la casa .Aquella sangrienta matanza
imponía, dice nuestro testigo, pues hasta un gato cayó partido
por la mitad de la gran cantidad de disparos. En
esta operación intervinieron unos 67 guardias civiles aproximadamente."
Antonio Ramos Barragán, "el Seco", entró en la
Guardia Civil al poco tiempo.
Según testimonios del autor del libro (Isidro), que tuvo la ocasión
de entrevistar a la hermana de "el Seco" Josefa Ramos Barragán,
quien le comentó que ella misma les dijo a los maquis que no vinieran
a la casa "que les iban a buscar una ruina a la familia", pero
estos no hicieron caso y seguían acudiendo a la casa.
Según cuenta Josefa, los maquis estuvieron hasta tres veces en
el cortijo. La primera vez los llevó Pedro Gómez Barragán,
primo de ella y parece ser que Pedro era enlace o andaba relacionado con
los maquis.
La tercera vez que hicieron acto de presencia -cuenta Josefa- fueron vistos
por Miguel Domínguez "el Cabrero" quien a su vez se lo
comunicó a Jerónimo Ortiz y este a un tercero que se supone
que fue quien dió "el cante" a la Guardia Civil.
Según se comenta la Guardia Civil hizo firmar a Antonio el Seco
un documento donde decía que colaboraría con ellos so pena
de resultar fusilado si se negaba a ello.
Después de la matanza, la familia recibió el rechazo de
los vecinos siendo injustamente tratados, viéndose obligados a
abandonar el pueblo y yéndose a vivir a la Línea de la Concepción
Antonio Ramos Barragán "El Seco", como se ha dicho antes
ingresó en la Guardia Civil donde cuando se escribió este
libro estaba ya jubilado y vivía en Alcalá de Henares (Madrid)
Aunque los datos no coinciden lo que dijo Pablo son los que existen en
el Registro Civil, que consta de esta forma.
REGISTRO CIVIL DE ALGATOCIN:
De los años 1944 al 1952 las actas de los seis presuntos guerrilleros
fallecidos, figurando Pablo Pérez Hidalgo, el cual fue confundido
con Antonio Rincón González que así quedó
reflejado en el Registro Civil:
De Pablo Pérez Hidalgo consta en el Registro:
Pablo Pérez Hidalgo Alias Manolo el Rubio
Edad 38 años
Nacido en Bobadilla en 1911
Luís García, Coordinador
de AGE, sobre el terreno
Según nos cuenta Luis García, que se dedica
a recopilar y contrastar todos los datos de la Guerrilla Andaluza "los
últimos contactos que he tenido es que en este cementerio de Algatocín
están enterrados los restos de los compañeros de Pablo Pérez
Hidalgo, en lo que fue una fosa común pero que encima de ella se
hicieron un modulo de nichos, una vez confirmemos por varias vías
estos hechos haremos las gestiones necesarias para poner una Placa en
su memoria.
En el mes de Abril de 2001 fui a conocer el lugar donde
murieron estos Guerrilleros y la verdad es que coincido con el autor del
libro que cuando todavía hoy tratas de preguntar sobre los hechos,
la gente te mira con desconfianza, sobre todo los mayores, y no son precisamente
explícitos. Es como si todavía, en pleno siglo XXI, hubiese
miedo a hablar de aquellos hechos.
Cuando entrámos en los carriles (caminos) que llevan al cortijo
de Maria Jesús o lo que queda de él, no dábamos con
el lugar exacto, y nos dirigimos a un señor de unos 70 y algo de
años que andaba por allí, y decidimos preguntarle .La verdad
es que el paisano me miró de una forma muy rara. Luego, al decirle
que yo lo había leído en un libro, automáticamente
me dijo que eso no fue como lo cuenta el libro (Ignoro si este señor
leyo realmente el libro de Isidro García Sigüenza) pues él,
según decía, tenia unos 11 ó 12 años y se
acuerda del gran movimiento de guardias civiles que hubo aquél
día de la matanza y el retén que montaron durante algún
tiempo después.
Este campesino nos dijo que los guardias estaban prácticamente
siempre en su casa, que está justo en frente. Hoy dice ser él
quien tiene arrendadas aquellas tierras para el ganado, y como siempre
desconfiado, sin querer entrar en más datos, entramos por los carriles
y justo desde enfrente, pudimos hacer las fotografías de las ruinas
calcinadas que quedan hoy, pues además la casa está justo
en lo que hoy es una pista forestal, de todas formas lo que queda de ese
cortijo es nada, sólo decir que para matar a esos guerrilleros
según fuentes consultadas, hubo cerca de 67 guardias civiles. Podéis
imaginaros la represión y el miedo que había en aquellos
tiempos era total, todavía puedes percibir el miedo en sus caras
cuando sacas el tema.
Comentando el tema, casualmente,
un día con una vecina de mi ciudad(Algeciras), una amiga mía
que tendrá una edad aproximada de unos 70 años, y que conoció
muy de cerca aquello, me contó que para quitar la gran cantidad
de sangre del recinto donde mataron a los 6 guerrilleros fue necesario
baldear la casa con muchos cubos de agua durante mucho rato. La escena
tuvo que ser dantesca."
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