El Último Card Captor

               por Mikki-chan

 

 

 

"Estoy muy cansada... ¡ayer fue un día realmente complicado! ... primero sentí una carta clow en la tarde –aunque Li la sintió antes y eso puso a Kero realmente furioso- y después tuvimos que enfrentar una serie de animales extraños mientras yo temía que fueran fantasmas.. afortunadamente no lo eran y pudimos atrapar la carta "Big" aunque Li no pudo ayudar esta vez.. ¡un enorme gato estaba casi aplastándole!... No me gustó nada la idea de verme tan grandota –porque tuve que crecer para enfrentar un dragón que iba a atacar la ciudad- pero la pobre Tomoyo me lo suplicó bastante .. ¡estaba tan asustada! además yo también lo estaba y por eso tuve que crecer.. ¡pero atrapé la carta "Create"!.

Y esta mañana cuando mi hermano me empezó a decir "monstruo" ... fue un enorme alivio imaginármelo debajo de mi zapato.. como siempre está molestándome.. ¡Hubieras visto la cara que puso cuando le dije que podía pisotearlo cuando YO quisiera!!!."

 

Capítulo 6: Temores y decisiones

- ""¡Que no me gusta, no me gusta, no me gusta!¨"

- ¨"Mejor cálmate ya Kero.. con esos gritos mi papá te va a oír y eso sí que sería lo último que me podía pasar ..."

- "Es que ese mocoso sigue desagradándome Sakura.." –dijo cruzando sus bracitos- "además que por su culpa tuvimos que soportar a esa mujer y..."

- "Pues no me pareció una mujer malvada Kero, además que era muy bonita" –dijo con una semi-sonrisa- "¿acaso no lo notaste?... además no intentó hacernos daño y.."

- "¡Ella creyó que ibas a casarte con ese mocoso!" –estalló Kero, otra vez con la vena sobre su frente- "¿cómo puedes estar tan tranquila con todo lo que pasó?"

- "Porque no tengo nada con Shaoran, por eso" –dijo apagando la luz de su lámpara- "de modo que mejor no sigas enfadándote y duerme un poco... mañana Shaoran nos llamará para darnos su respuesta..."

- "¡Pues que quede claro que no estoy de acuerdo!.. ese mocoso me desagrada mucho.."

- "Pero la idea de buscar a Shaoran fue tuya"

- "No me gusta ese mocoso.... ni la manera que te ruborizaste cuando te sonrió en el auto.. ¡no me gusta!!!"

- " ¡Kero!" –protestó la muchacha- "¿nos estabas espiando acaso?"

A la "Bestia del Sello" le apareció de nuevo una vena en la frente al recordar la escena pero refunfuñó todavía más para finalmente acomodarse junto a Sakura y disponerse a dormir.

Pero la joven no dormía. Al contrario, de espaldas a Kero pensaba repetidamente en los sucesos del día y trataba de asimilarlos del mejor modo posible... bueno, no esperaba que todo fuera fácil en cuanto recuperara su magia –ya sabía que, al contrario, todo se complicaba- pero esperaba encontrar de nuevo a los seres queridos que había perdido.

Aunque debía admitir que había algo que no había considerado. ¿Qué tanto podían cambiar las personas en 10 años?. Kero le había dicho que ella no había cambiado para nada y por supuesto que la Bestia del Sello seguía siendo la misma, pero .... ¿y los otros?.... al recordar a Shaoran se le hizo un nudo en la garganta.

Diez años lo habían convertido en un joven apuesto, pero también bastante de carácter más bien hostil que amable –claro que de niño también era desconfiado pero había cambiado mientras lo trataba- además que sus poderes mágicos estaban mucho más desarrollados de lo que esperaba.... pero lo que no dejaba de darle vueltas a la cabeza era esa mujer que habían visto....

Y recordó lo ocurrido en el automóvil, camino al hotel.

Una mirada suplicante había hecho que Kero ingresara a su bolso. La verdad era que podía ser muy agotador escuchar sus protestas y reclamos por más de diez minutos sin interrupción. Y entonces Shaoran –que había estado conduciendo sin decir nada durante todo ese rato- murmuró en medio del silencio...

- "Lo siento"

No supo porqué, pero se ruborizó. No esperaba eso.

- "¿Qué? ¿por qué?" –dijo rápida y agitando un poco la cabeza- "... lo que pasó no fue culpa tuya... al contrario... salvaste mi vida esta tarde.... realmente me ayudaste.."

- "No del todo" –continuó sin mirarla, su mirada fija en la carretera- "Kerberos tiene razón en gran parte de lo que dijo.... si no fuera por mí y por que cuando era niño tu me ..." –su rostro se tiñó de un leve rojo pero continuó después de una breve pausa- ".. lo cerca que estuvimos cuando éramos niños, Lao no te hubiera estado vigilando hace cinco años y no hubieras ..."

- "Eso no estuvo en tus manos evitarlo" –sonrió tratando de no hacerle sentir mal- "además no puedes responsabilizarte de lo que haga ese señor, él es quien hace daño a las personas... no has sido tú quien lo ha hecho..."

Un gran silencio.

Sakura temió haber dicho algo inoportuno.

- "Gracias" –murmuró él, en medio del silencio- "realmente agradezco eso que dices, pero no es lo único por lo que debo disculparme.."

El rostro de Sakura se convirtió en la graciosa imagen de una confusión casi infantil cuando un enorme signo de interrogación apareció detrás de su cabeza y ante tal gesto, Shaoran no pudo evitar una leve sonrisa.

Sonrisa que puso el rostro de la chica muy rojo, y no solo en ese instante... al recordarlo de nuevo también se estaba ruborizando otra vez......

Es que era la primera vez que lo había visto sonreír .... y la revelación la dejó sin aliento... no solo era el hecho que se veía mucho más atractivo sinó era el cambio en sí que se apreciaba en él.... las líneas de su rostro se suavizaban, sus ojos brillaban más intensamente y hasta su habitual ceño se dulcificaba...

¿Porqué no podía dejar de pensar en lo encantador que se veía cuando sonreía?

Suspiró. Haber si dejaba de portarse como tonta... ya no eran niños..

- "Me refería a la forma en que te trataron mis hermanas y sus esposos, al igual que mi abuela" –había dicho él, a modo de explicación, dejando de sonreír al instante y con cierto toque de enfado- "lo que sucede es que.... bueno, a mi abuela le encanta embromarme y mis hermanas y sus esposos se sienten animados a hacerle coro cuando saben que no puedo protestar... ya ves como es mi abuela" –continuó- "aunque puedes estar segura que ellos sí van a arrepentirse de eso en cuanto vuelva a verles.."

A Sakura le surgió de nuevo la gotita. Ya había escuchado decir a uno de los esposos de las mujeres, que en cuanto ella se marchara de casa –por ello sus desesperados intentos que permaneciera en la casa Li el mayor tiempo posible- deberían irse de viaje lo más lejos que pudieran de Hong Kong al menos por un buen tiempo.

Seguro que Shaoran enojado era cosa de miedo.

- "¿Y no crees que estás siendo demasiado duro con ellos?" –murmuró tímidamente- "la verdad es que son muy simpáticos... "

- "Su simpatía va a ocasionarme un ataque al hígado" –masculló en voz baja- "¿temes que vaya a hacerles algo muy malo o que?"

- "No es eso. Solo que ...." –dudó en continuar.

- "Sigue.. ¿qué ibas a decir?"

- "No sé... parece que tu familia te tiene un poquito.... de miedo...."

- "El Jefe del Clan Li debe mantener el orden en el Clan e inspirar respeto" –dijo serio- "tengo la desventaja de ser menor que ellos, pero soy el Jefe del Clan y es mejor mantener la distancia para que me respeten.."

Silencio. Shaoran apartó su vista del camino por un instante para observar a la pensativa muchacha.

- "¿Te molestó lo que dije?"

- "No... nada de eso... solo que.." –dudó- "¿Mantienes distancias con tu familia?" –murmuró bajito.

- "No puedo darme el lujo de tener un comportamiento inmaduro" –repuso a modo de explicación- "además que de todas maneras ellos son siempre bastante atolondrados y tienden a exasperarme, pero nunca les castigaría sin motivo.."

- "No lo había pensado de esa forma...." –repuso algo animada por su charla y entonces se animó a decir- "y también... ¿también castigarías a esa muchacha?"

El rostro de Shaoran ahora sí que se puso muy rojo.

- "Eso es algo que también tengo que lamentar.." –dijo fuerte, pero seguidamente pareció apenado- "siento mucho que hayas visto esa escenita... supongo que fue muy incómoda para ti. Realmente lo siento"

- "Creo que fue más incómodo para ti que para mí. No tienes que ofrecerme ninguna disculpa por ello, pero aquella chica parecía realmente preocupada por ti y temo que me confundió con alguien más.... ¿no sería mejor que le explicaras que soy solo una antigua conocida de la primaria?. Se notaba que estaba sufriendo... " -murmuró

- " Ojalá eso fuera verdad" –repuso colérico- "a veces desearía que realmente sufriera"

- "Pero con que le dijeras que yo no soy..."

- "Ella ya está casada Sakura"

Ahí si que se había quedado muda. Realmente había sido demasiado entrometida.

- "Lo siento, no debí..."

- "Olvídalo, además ya llegamos a tu hotel" –dijo mientras se estacionaba- "además supongo que es lo menos que me merezco... yo mismo empecé tratándote muy mal cuando Kerberos dijo que olvidaste la magia y al final resulta que no fue del todo tu culpa.... con ese cretino de Lao entrometiéndose desde entonces en tu vida y todo por acabar con mi clan, creo que no soy la persona indicada para increparte algo..."

- "Ese hombre me preocupa" –dijo la muchacha mientras él le abría la puerta del auto para que bajara- "¿habrá lastimado también a mis seres queridos?"

- "Ya te dije que dudo que se halla metido con tu hermano. El y yo no nos llevábamos bien y nada ganaba con eso; pero ya que estás tan decidida a reunir a todos, veré que puedo hacer.. te llamo mañana para decirte si tengo algún resultado"

Pensó en lo último que había dicho antes de levantarse.. al menos mañana sabría si podía no solo ayudarla a reencontrarse con sus amigos y su hermano sino también tener la seguridad de que no habían sido perjudicados con magia.... Eso le hizo recordar que aún no se había comunicado con Tomoyo.

Preocupada todavía dio unas cuantas vueltas por su habitación. El día había sido complicado, pero al parecer, dormir no sería tan fácil.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Mei Ling se encontraba en medio del mercado principal de Hong Kong y definitivamente estaba muy animada; había pasado gran parte de la mañana recorriendo tiendas con Sakura y se había divertido mucho más de lo que esperaba cuando Shaoran le pidió que la acompañara ya que había tenido que ir a una reunión del Concilio.

Había estado esperando –casi buscando- algún tipo de marcado defecto en la muchacha, o al menos tratado de observar que tanto la habían cambiado los 10 años que no se habían visto, pero solo había visto a la misma Sakura de hace diez años –con su notable vivacidad y gentileza- convertida en una joven de su edad y realmente le había parecido agradable.

Además que no parecía coquetear con Shaoran y eso a dejaba lo bastante tranquila como para sentir simpatía por ella. Ambas habían estado escoltadas por miembros del Clan Li, pero Mei Ling se había separado de sus acompañantes para comprarle a Sakura un recuerdo de Hong Kong que fuera sorpresa y ciertamente no se decidía todavía por nada de lo que veía cuando una anciana mujer le dijo afablemente:

- "¿Porqué no miras aquí en mi tienda?" –dijo con la clásica dulzura de los vendedores- "seguramente aquí encontrarás algo de tu gusto hermosa señorita" -halagada por la amabilidad de la anciana, Mei Ling ingresó a la vieja y casi destartalada tienda y la recorrió con ojo crítico pero lo que más le llamó la atención fue un pequeño plato lleno de agua dorada, donde nadaba un pez diminuto- "¿Y esto?"

Fijó sus animados ojos en la superficie del plato y en un instante se sintió transportada muy lejos, a un extraño lugar donde se encontraba sola. Sola frente a un espejo.

Estaba a punto de gritar, pero súbitamente el espejo reveló la imagen de Shaoran.

- "¡Shaoran! ¿que estas haciendo aquí?"

- "Te estaba buscando Mei Ling. Ahora me doy cuenta que toda mi vida te he estado buscando."

- " ¡Shaoran!!!!"

- "Dime Mei Ling" –continuó el joven mientras se acercaba a ella lentamente- "dime de una vez.. ¿que es lo que sientes por mí?"

La muchacha se puso a temblar cuando sintió la mano de su primo recorrer su rostro con suavidad inusitada.

- "Pero Shaoran.. que... ¿que significa esto?"

- "Contéstame lo que te pregunté primero.. ¿que sientes por mí?... es solo un afecto.. ¿fraternal?"

- "Tu... tu ya lo sabes" –susurró.

- "No, porque nunca me has dicho nada, pero ahora sí quiero saberlo. Dime Mei Ling... dímelo de una vez... ¿acaso me amas?"

La muchacha le miró con un deslumbramiento que fue la mejor respuesta y el joven se le acercó más aún y acercó su rostro a la asombrada muchacha besando sus labios con suavidad hasta que la sintió responder a sus besos.

- "¿Porqué nunca me lo dijiste?"

- "Es que..."

- "Pero ibas a casarte con Tsé Lao sin decirme nada... ni una palabra. ¿Porqué?"

- "Shaoran es que yo......" –murmuró mientras se apretaba en sus brazos- "yo creí que tú no me querías.... me hubiera casado con Tsé sin decirte nunca nada... pero te he amado toda mi vida....."

Ambos quedaron en silencio.

- "Debo hacerte una confesión" –dijo mientras aún la abrazaba- "... ya me había dado cuenta antes.... la verdad fue que por eso que delaté a Tsé ante el consejo cuando supe que practicaba magia prohibida..... sabía que lo condenarían a muerte" –susurró mientras besaba su cabello- "inclusive fui uno de los que más presionó para que muriera.... y lo hice porque te amo"

Mei Ling se congeló al oír eso.

- " ¡Tú no eres Shaoran!!!" –gritó tratando de separarse casi frenéticamente- " ¡suéltame! ¡suéltame!.. ¿quién eres tu???... ¡tu no eres Shaoran!!"

La figura que la sostenía apretó la presión sobre ella y empezó a lastimarla.

- "¿Como te diste cuenta?" –repuso con una sonrisa torcida- "estabas demasiado feliz como para notar nada .."

- " ¡Shaoran no tuvo nada que ver con incriminar a Tsé!!.. ¡el jamás hubiera presionado al consejo para que condenaran a Tsé a muerte! ¡ESO ES UNA VIL MENTIRA!!!!"

La figura que estaba frente a ella empezó a cambiar... en un instante ya no era Shaoran quien estaba frente a ella sinó Tsé Lao, quien fuera su prometido hasta que el consejo ordenó su ejecución.

- " ¡No es cierto!.. ¡él me delató y causó mi muerte!!"

- " ¿Tsé?.. ¿como puedes decir eso?.. ¡tu quisiste matar a Shaoran cuando el te pidió que abandonaras esas prácticas prohibidas!!!"

- " ¡El me delató porque te quería a ti!.. ¡por eso causó mi muerte!!!"

- "Eso es mentira. Nadie lo sabe mejor que yo. Shaoran nunca me ha querido y yo he sido una tonta al engañarme a mí misma.... tú trataste de matarle porque envidiabas su poder... ¡dijiste que no te detendrías hasta matarle!"

- " ¿Por eso me delató?, ¿por eso me condujo ante el consejo?"

- "Sabes bien que hizo todo lo que pudo por salvarte, eso lo sabes... trató de defenderte justamente porque eras mi novio pero tú mismo echaste por tierra todos sus esfuerzos.."

- "No iba a permitir deberle la vida a él... ¡todo lo que quería era matarle!"

- "Lo sé...... señor Lao" –dijo después de una pausa- "es mejor que se quite la máscara y se presente ante mí... Se muy bien que es usted... porque solo su hijo, Shaoran y yo sabemos que quien lo delató ante el consejo..." –suspiró- ".... fuí yo misma"

La imagen de Tsé se borró y en su lugar apareció la de un furibundo anciano vestido con un largo traje ceremonial chino color púrpura que apoyaba su mano izquierda –donde había una gran cicatriz- en un grueso bastón. La expresión del anciano era de odio profundo cuando se adelantó hasta la atemorizada Mei Ling, que súbitamente sintió que empezaba a asfixiarse.

- "¡Maldita, maldita!" –dijo entrecortadamente mientras la joven se empezaba a poner azul- "¿como te atreviste a hacerle eso a mi hijo?... ¡el era tu prometido!!!.. ¡lo delataste por tu maldecido primo!"

- "NO... no es verdad..." –trató de contestar mientras se ahogaba y su cuerpo empezaba a elevarse en el aire- "yo misma.. le supliqué... que... olvidara ese odio a Shaoran pero .. el dijo que lo mataría... que lo mataría por que quería .... quería matar a mi.... a mi clan..."

- " ¡Y lo delataste!"

- "Le conté... a Shaoran.... para que le convenciera de olvidar.. eso... per.. pero.. Tsé casi lo mata y tuve.. tuve que.."

- " ¡MALDITAAAA!!!"

Una ráfaga de fuego brotó de las manos del anciano dirigiéndose justo contra la figura flotante y ya casi azul de Mei Ling pero en aquel momento...

- " ¡Fog!!"

El anciano se vió entonces envuelto en una niebla que deshacía su hechizo y todo lo que estaba a su alrededor, pero todavía lanzó un rayo de su bastón contra Mei Ling antes de ver a la persona que interfería en sus planes.

- " ¡Shield!"

La niebla se despejó poco a poco y sólo entonces el anciano vió que Mei Ling estaba sentada en el piso y respirando con dificultad mientras una hermosa muchacha -que le pareció conocida- se encontraba a su lado, casi sosteniéndola y protegiéndola al mismo tiempo pues en sus manos estaba un extraño báculo mágico y a su otro costado, la enorme figura de Kerberos... la Bestia del Sello de las Sakura Cards.

- "¡Es usted!" –también le reconoció Sakura- "usted.. tal y como pensaba..."

- " ¡Ten cuidado Sakura!" –dijo Mei Ling, que ya empezaba a recuperar el color- "es muy poderoso y quiere matarme.. ¡es mejor que te vayas por donde viniste!"

- "Por supuesto que no Mei Ling; además que este señor me debe una explicación. También ha querido matarme e influyó para que olvidara mi magia... ¿porqué?.. ¿que le hice yo?"

- " ¡Ajá!.. ¡Así que eres el culpable de que estuviera sellado por 5 años!!" –chilló Kerberos

- "Por ahora me contentaré con vengar a mi hijo, así que es mejor que te vayas" –le replicó mientras se disponía a lanzar un conjuro- " ¡porque si me estorbas te convertirás en mi enemiga!!"

- "¡Slendor!!" - El resplandor de la carta fue suficiente para deslumbrar al anciano por unos segundos mientras la joven sacaba rápidamente otra carta - " ¡Windy, conviértete en cadenas de justicia!"

Pero ante el asombro de ambas muchachas los poderes del viento parecieron atravesar la figura de Lao, que empezó a oscilar visiblemente.

- " Poder del principio.. poder del fin... el eterno yang y ying del tiempo y el espacio... ¡destroza el hechizo y finaliza la imagen oscura del hechicero del reflejo!!"

Ambas jóvenes y la Bestia del Sello se vieron rodeadas por enormes vórtices de agua que curiosamente no hicieron más que rodearlas mientras Lao se desvanecía en medio de ellos.

Y repentinamente se encontraban en la vieja tienda otra vez y Shaoran estaba allí, con ellas. El lugar se veía casi como si hubiera sido abandonado hace mucho tiempo pero el plato que contenía el pez y el agua doradas estaban en el piso.

- " ¡Ya era tiempo que te aparecieras por aquí mocoso!" –chilló Kerberos volviendo a su forma de peluche- " y no es que no pueda solo, pero ese viejo es de cuidado.."

- " ¿Qué pasó? ¿cómo estás aquí?" –preguntó Sakura ignorando las protestas de Kero.

- "Regresaba de la reunión del Concilio y sentí magia realmente poderosa... por eso alejé a los otros miembros del Clan y entré solo" –vió el rostro pálido de su prima- "¿estás bien Mei Ling? ¿que te ocurrió?"

- "Temo que cayó en una trampa de ese anciano, pero no fue su culpa" –dijo Sakura rápidamente- "la verdad es que no me dí cuenta que se había alejado de mí y.."

- " ¡Pero Sakura, ella se alejó de nosotros a propósito!!"

- "Kerberos tiene razón en eso Shaoran. Yo fui la tonta que se dejó engañar" –dijo débilmente- "La auténtica verdad es que Sakura me salvó cuando Lao iba ya a matarme.... porque... Lao ya lo sabe todo Shaoran"

En el semblante del muchacho se reflejó la preocupación.

- "Bien pudo matarlas a pesar que no era más que una proyección de sí mismo.. ¿porqué lo enfrentaste Sakura?.. debiste haberme buscado y..."

- " ¿Acaso querías que dejara morir a Mei Ling?" –protestó instantáneamente Sakura – "¿crees que la iba a abandonar?"

-"No. Tienes razón y creo que es mejor que las lleve a casa" –dijo Shaoran- "¿necesitas ayuda Mei Ling?"

La muchacha le miró. En el semblante de su primo solo aparecía la usual preocupación por su familia y todo quedó definitivamente claro en su mente.

- "No te preocupes" –dijo con una sonrisa- "Sakura me ayudará"

Ambas muchachas se apoyaron una en la otra mientras Shaoran se preguntaba cual sería el siguiente movimiento de Lao y Kerberos refunfuñaba a sus espaldas.

- " Ya deja de quejarte tanto Kero, no seas malo" –dijo regalándole una sonrisa al peluche que pareció calmarse- "y no te preocupes Mei Ling.. pronto te sentirás mucho mejor.."

- "Gracias Sakura" –respondió la muchacha- "gracias por todo y perdóname por las tonterías que te hacía de niña... realmente ...... realmente me salvaste la vida y siempre... siempre, si aún lo quieres, podrás considerarme tu amiga"

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El Hospital Central de Tokyo estaba casi silencioso. Bueno, no era de extrañar, después de todo ya era muy tarde y cualquier persona que no tenía servicio de guardia o que trabajara en emergencia se habría marchado ya. Es decir, cualquiera que no tuviera la cantidad de trabajo que él tenía.

Dejó de inspeccionar las radiografías cuando el teléfono móvil se dejó escuchar. La alta figura en la bata de hospital se permitió un suspiro. Eso sí que era mala señal. Seguro era Hikari y con toda seguridad había olvidado algo importante.

- "Si, soy yo" –dijo contestando el teléfono- "¿qué está pasando Hikari?"

- " En realidad nada" –dijo una suave voz femenina por el auricular- "solo te llamaba para recordarte que te esperaré a cenar a la hora que llegues esta noche"

Suspiró de nuevo. Realmente se le había olvidado.

- "Bien, entonces hablaremos de ello más tarde ¿no te parece?.. realmente tengo que apurarme...." –murmuró más para sí que para la persona que le escuchaba-"este trabajo ya se me hace demasiado pesado"

- "Pero creí que con tu ascenso te sentirías satisfecho.. ¿acaso no te parece genial ser el jefe de residentes del hospital?"

- "No" –repuso con fastidio- "no lo es. La verdad es que el trabajo me está volviendo loco"

- "Trata de adaptarte y controla un poquito ese mal genio" –sugirió Hikari- "no es una oportunidad que cualquiera pueda ganar fácilmente.."

- "Prefiero no discutir eso ahora" –repuso en el mismo tono.

- "Como quieras, pero no olvides que te espero esta noche" –repuso dulcemente.

Colgó el teléfono y se dirigió a la puerta. Esas radiografías tendrían que esperar. No había regresado a su departamento desde hace muchas horas. En realidad había estado de guardia la noche anterior pero el trabajo no le había permitido volver a casa antes y se supone que iba a hablar seriamente con Hikari.

Esta era una muchacha realmente encantadora y hermosa pero no estaba seguro de estar haciendo lo correcto. Lo cierto era que habían vivido juntos por tres meses y había sido un auténtico desastre. Aunque ella todavía le gustaba mucho estaba consciente que todo había salido mal cuando intentaron vivir junto porque él mismo no había hecho gran cosa para que todo funcionara.

El punto era que no se sentía capaz de contarle que tenía la habilidad de ver espíritus. Nunca había sido fácil para él ver estas cosas que nadie más podía y mucho menos comunicarse con alguien al respecto. En alguna ocasión, cuando empezó a practicar en el hospital siendo aún estudiante universitario había escuchado los comentarios del personal cuando se habló de traer un médium para solucionar hechos extraños. Incluso una joven mujer dedicada a eso había visitado el hospital para "revisarlo" pero todos la habían visto como si fuera un bicho raro e incluso se habían alejado de la joven como si tuviese lepra o algo peor.

Siempre había temido que le miraran de esa forma y por eso había sido muy reservado sobre su peculiar don, pero el contemplar esta reacción de las gente le había hecho recordar las palabras de su padre.

- "La persona que llegue a amarte te aceptará tal y como eres hijo" –le había dicho con la mirada tan apacible de siempre- "y no tendrás que ocultarle lo que sientes o lo que te sucede... te conocerá y sabrá comprenderte sin necesidad de palabras... o de preguntas"

De regreso a Hikari, ella había dicho que le amaba repetidas veces pero no podía culparla por preguntar los motivos de su a veces peculiar comportamiento. ¿Cómo podía culparla por querer saber algo sobre lo que también él se había preguntado?. Y es que no podía librarse de aquella eterna pregunta. Tenía que saber el porqué de su "habilidad" y al mismo tiempo quería una vida normal. ¿Que era más importante?, ¿que debía priorizar?... ¿acaso debía sepultar aquella pregunta en el fondo de su mente para siempre o continuar tratando de averiguar sobre sí mismo?.

Habían pasado ya cinco años y aún no tenía la respuesta.

La verdad era que no imaginaba contarle sobre la extraña habilidad que poseía sin imaginar también que ella le creyera loco. No sólo era el que trabajara en un hospital que contaba con un alto número de gente muerta deambulando por allí –uno de ellos le había comentado que el viejo templo que antes existía en el lugar era un sello que les mantenía tranquilos y en estado pasivo- sinó también era que uno de estos espíritus –el de una niña, Kiku- le había suplicado que le permitiera acomodarse en su casa –era realmente absurdo, pero compartía el departamento con el espíritu de una niña a la que le atemorizaba la oscuridad- y eso sí que no podía tratar de ocultarlo a Hikari, si iban a tratar de arreglar su relación.

Aunque Kiku era lo más cercano que tenía a una familia y le recordaba mucho a su hermana cuando tenía siete años.

Su hermana, su querida y pequeña hermana. Y su padre, al que admiraba y respetaba pese a que se había ido de su casa después de una difícil charla con él. Mil veces había estado a punto de partir a Tomoeda a verles, pero siempre se detenía. Ahora Sakura debía ser una muchacha muy linda –seguro era igual a su madre, de pequeña ya se le parecía mucho- y su padre era siempre tan tolerante y amable que le preocupaba ... ambos necesitaban a alguien que los cuidara bien pero lo cierto era que no se decidía a volver.

Quizá su padre si ignorara el motivo por el que su hijo tenía aquella habilidad, aquel "sexto sentido" que siempre había hecho que fuera a veces tan desconfiado con los demás –solo muy pocas personas habían logrado romper su reserva y todas las que lo habían hecho era porque tenían algún tipo de peculiaridad similar a la suya- aunque esa no había sido su impresión ese día. Esa tarde en la vieja casa de Tomoeda le había parecido que su padre sabía mucho más de lo que decía sobre su peculiar don. ¿Pero acaso se había equivocado?.

Se quitó la bata esterilizada y se dispuso a salir de una vez del hospital. Todavía tendría que ir a cambiarse a su departamento antes de visitar a Hikari pero antes pasó por la recepción a averiguar si había alguna novedad.

Siendo Jefe de Residentes era su responsabilidad.

Sachi Mikage golpeó a la recepcionista de emergencia con el codo en cuanto notó que el nuevo jefe de residentes se acercaba. La verdad era que el médico era realmente muy apuesto y tenía a todo el personal femenino del hospital pendiente de su presencia.

Muy alto y de tipo delgado pero muy interesante. Tenía el brillante cabello oscuro un poco alborotado -por el apuro que traía al ingresar- pero se le veía estupendamente pese a las largas horas que había pasado trabajando sin descanso alguno. En las amplias batas de médico que solía llevar o en cualquier tipo de ropa que usara –como la vez que hubo una reunión para la gente del hospital y todas las chicas le habían visto de traje .. ¡realmente había causado estragos!- se veía realmente guapísimo. Bien decían todas las chicas que podría con toda facilidad haber sido actor -al menos por el aspecto- aunque hubiera tenido que ser algo más sociable y menos huraño. Sus ojos oscuros brillaban enigmáticos bajo la línea poblada de sus cejas que solo contribuían a darle más profundidad a aquella mirada. Su nariz era recta y aunque su boca normalmente se curveaba en un gesto desdeñoso o de disgusto, aquello era parte de su encanto.

- " Buenas noches señorita Mikage.." –saludó con corrección, pero fría e impersonalmente, como de costumbre, mientras se volvía hacia la recepcionista que le miraba embobada- "dime Ayame, ¿hay algún caso que me obligue a quedarme?"

- "No, no doctor Kinomoto" –replicó la recepcionista- "solo está pendiente lo de el doctor Sakashi ..."

- "No me lo recuerdes" –bufó disgustado- "he estado revisando las radiografías por más de una hora.... en fin... si pregunta por mí dile que vendré muy temprano por la mañana.."

Las dos muchachas se quedaron mirándolo con arrobo mientras se alejaba pero Touya Kinomoto tenía otras cosas en mente.

Tal vez lo mejor fuera enfriar las cosas con Hikari. Era una buena chica, pero sentía que no podía compartir ese secreto con ella porque si quería continuar tendría no solo que decirle a Hikari sobre su "habilidad" sinó también explicarle que cuando intentaron vivir juntos la vez anterior todo había salido mal por culpa de la niña fantasma que compartía su apartamento.

Solo esperaba no tener que arrepentirse de esa decisión.

Y mañana le esperaba un día pesado tratando de convencer a ese viejo doctor que no le parecía oportuno el tratamiento que estaba efectuando sobre el paciente del 25-A. Aunque con lo terco y orgulloso que era el doctor Sakashi –seguro que al venir la sugerencia de un médico joven ni iba a querer escucharle- sí que estaba considerando eso de pedirle a los espíritus que rondaban el lugar le ayudaran a convencer a ese tipo.

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La noticia hizo palidecer a Shaoran notablemente. Ahora sí que estaba sorprendido. Todos sus planes tendrían que cambiar de manera drástica.

- "Pero, ¿cómo pueden estar tan seguros?... ¿está perfectamente confirmado?"

- "Sí, absolutamente" –le dijo su madre- "Lao ya había abandonado Hong Kong antes del primer ataque a tu amiga Sakura..."

- "¿Y adonde crees que se haya dirigido?"

- "El Concilio votó por su captura. Al menos de parte de los Hechiceros de Oriente es un proscrito pero al parecer se dirigió al Tíbet para escapar. El problema es que no podemos establecer con claridad su destino en término."

El joven pareció más preocupado que antes. El hechizo de seguimiento que Sakura le había solicitado había tenido que esperar por los múltiples problemas que le habían provocado los ataques de miembros del Clan Lao durante la última semana –aunque habían capturado a casi todos ellos y eso era bueno- pero Sakura había vuelto con su padre el día anterior a Japón y no se sentía muy tranquilo de que se alejara mientras él no sabía donde estaba Lao.

Había dado algunas disposiciones para que los miembros de su clan protegieran a las personas afectadas por la venganza pero la situación de Sakura no dejaba de preocuparle. El día anterior a su partida habían sido atacados otra vez y solo la oportuna intervención de Kerberos los había sacado de un grave apuro aunque la "Bestia del Sello" había quedado algo lastimada en el proceso.

La ventaja era que el poder de Sakura aumentaba considerablemente.

Antes que se marchara había realizado el tan prometido conjuro para ella. Había estado pensando en ello repetidas veces y se le había ocurrido que la mejor manera de ayudarla a reunirse con los que quería y a su vez hacer que su capacidad mágica aumentara era realizar el sortilegio sobre las Sakura Cards, para que ella misma pudiera usar sus cartas para localizarles pero ahora no estaba tan seguro de que hubiera sido una buena idea.

¿Y si el uso de un conjuro suyo hacía que Lao la considerara más peligrosa y enviara a los escasos miembros que quedaban de su clan hasta Japón para atacarle?

- "Tu renuncia a la Jefatura del Concilio está siendo evaluada" –continuaba su madre- "pero dudo que la acepten"

- "¿Crees que no me permitan renunciar?"

- "Es posible" –continuó su madre tan serena e imperturbable como siempre- "pero no descartaría del todo que te impidan hacerlo"

- "Es que no me siento capaz de ser Juez y parte en el asunto Lao, me pregunto porqué es tan difícil de comprender..." –repuso dubitativamente.

Pero en aquel momento Wei les hizo llegar un aviso del Consejo en una bandeja plateada y dicho aviso que hizo que Shaoran quedara pensativo durante algunos minutos. Lao había escapado de las montañas del Tíbet –hasta donde se le había seguido la pista- y ahora iba rumbo a Japón.

Palideció espantosamente al leer lo último.

Iba a Japón. Y Sakura iba a usar sus cartas para localizar a Yukito, Yamazaki y los otros... ¡todos estaban en grave peligro y de nuevo iba a ser su culpa!

- "Es preciso que Wei prepare mis cosas" –dijo a su madre sin titubeo alguno- "tendré que viajar a Japón por tiempo indefinido"

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La mujer se puso de pie inmediatamente al ver que el paciente movía algunos dedos de la mano derecha. Apretó la señal para llamar a la enfermera y una sonrisa se dibujó en su semblante sereno y tranquilo; sabía que también tendría que avisar al señor Imonoyama sobre la mejoría del nuevo profesor pero se sentía satisfecha.

El traslado del hospital de Kioto al mucho más moderno y equipado –tenía realmente lo último en tecnología de la salud- Hospital del Campus Clamp había probado ser la mejor decisión después de todo, ahora realmente era cosa de esperar con paciencia a que el profesor Tsukishiro recuperara la conciencia.

Sabía que bien podría tardar semanas o hasta meses pero..

- "Don... ¿dónde estoy?" –repuso débilmente el paciente.

- "Entre los vivos profesor Tsukishiro..." –le respondió acercando su rostro al del maestro, que todavía tenía puesta la máscara de oxígeno- "afortunadamente para nosotros.."

El aludido parpadeó débilmente y ella sonrió. Sin sus anteojos habituales, la mirada de Yukito era profundamente más dulce y apacible.

- "Tu eres... te conozco..." –dijo con dificultad notoria- "por... por favor.... es preciso que... que encuentres a Sakura y le avises que corre un gran peligro..."

- " ¡¿Sakura?!"

- "Sí... Sakura Kino..... Kinomoto" –dijo entrecortadamente- "por eso me alegra ..... me alegra que estés aquí... aunque.. me sorprende señorita Mizuki"

Kaho Mizuki quedó asombrada. No esperaba que Yukito, en la muy lamentable condición en que se encontraba la reconociera tan rápido. Realmente habían pasado muchos años....

- "Mejor busco a la enfermera... estás poniéndote mal otra vez.." –dijo alarmada.

- "No... por favor..... es una suerte que pueda decir... decirte esto.... tú si lo entiendes.."

Se oyeron pasos apurados en el pasillo y aunque Kaho trató de evitar que Yukito continuara agotándose con el esfuerzo de hablarle, el profesor continuó:

- "Por favor..... alguien está reuniendo.... magia muy poderosa para ... para hacerle daño...."

- " Pero.. ¿cómo?"

- "Yue me lo dijo... dijo que no podía dejarme morir sin intentar avisar... alguien ... alguien va a invocar al Ultimo Card Captor.."

Los médicos y enfermeras ingresaron apuradamente justo en el instante en que Yukito volvió a quedar inconsciente por efecto del paro cardíaco.

Mientras los médicos empezaban de nuevo la lucha por salvarle la vida Kaho se preguntó angustiada que era lo que podría hacer. Ahora era solo Jefa de Profesores del Área de Secundaria del Campus Clamp –donde se había llevado una gran sorpresa al reconocer la solicitud de Yukito entre las de los profesores que aspiraban pertenecer a la institución- y nada sabía de los Kinomoto o donde encontrarlos. Pero de una cosa si estaba segura. Haría lo posible por cumplir el deseo de Yukito.

Ojalá el maestro lograra sobrevivir para ver una vez más a Sakura.

Notas de la Autora: ¡Hola a todos! ^u^ aquí vamos con el capítulo seis.. ¡realmente he sufrido para que no me quedara kilométrico! ^u^.. bueno, solo espero que mis descripciones sean lo bastante buenas como para dar la idea precisa de las situaciones considerando que ya es tiempo de incluir al personaje que dá titulo al fanfic.. ¿les sorprendió lo de Touya?... ji, ji, ji... es que con esa habilidad que tiene no es de asombrar que viva con una niña fantasma.... ¿hay alguna envidiosa por allí?, bueno yo sí quisiera cambiar de lugar con Kiku, que ya va a tener su pequeña participación (es que me pareció que aunque han pasado diez años, en una serie cuya base eran los niños con habilidades extrañas, no podía dejar de incluir a una niña así.. ¿y que mejor que sea un fantasma?.. total, era lo único que faltaba). En fin, aún quedan los reencuentros, que sí que se han vuelto cosa de importancia... ¡eso se viene muy pronto!!!

Y como siempre, comentarios, sujerencias y tomatazos a [email protected]

Avances del siguiente capítulo

Los preparativos para el reinicio de clases alteran bastante a Sakura. Descubrimos algunos problemas que convivir con una niña fantasma pueden crearle a Touya y al profesor Kinomoto empiezan a preocuparle ciertos pequeños "detalles" que observa en su casa, mientras Kaho empieza la búsqueda con resultados alentadores.

Tomoyo se ve obligada a realizar un viaje que deseaba evitar pero la visita a Japón tiene un efecto inesperado en Jean y motiva que una muy poco gentil conversación de la Diseñadora de Modas con un viejo conocido.

Pero el primer día de reinicio de clases Sakura se lleva el mayor asombro de su vida.

Capítulo VII: Viejos Conocidos II

 

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