En la torre de Tokyo 

               por Mikki-chan     

 

 

Capítulo XII

El fantasma de Nadeshiko

Ha sido una de las noches más largas de toda mi vida. Fue tan angustioso y desesperante verlo así que aún no puedo creer que finalmente haya pasado pero ahora duerme pacíficamente.

Los médicos del clan están pasmados ante la súbita recuperación pero la abuela me dijo muy contenta que definitivamente los preparativos del matrimonio tenían que comenzar, sin embargo no me sentiré plenamente segura hasta que no pueda verlo despertar.

La verdad, es que después de tantas cosas no puedo evitarlo.

Claro que hay quien siempre tiene fé... tal como ocurrió con Yukito y Ayame. Justamente esta foto se la tomaron poco antes de la fiesta de Chiharu. Ambos están en las afueras del hospital donde trabaja mi hermano... aunque cuando se la tomaron ninguno había mencionado lo que sentía por el otro me parece que la imagen habla por sí misma. Yukito me avisó por teléfono hace algún rato que ha conversado con ella y ahora que sus sentimientos son correspondidos están solamente esperando dos cosas: la primera, la opinión de Yue –espero que Ayame pueda manejar esto aunque si me piden que hable con él lo haré gustosa- y una noticia alentadora sobre el pequeño sobrino de Ayame. Aunque eso es bastante difícil dada la condición de ese pobre pequeño.....

Dicen que después de una noche terrible y oscura siempre brilla el sol, sinceramente espero que sea para todos pero me siento nerviosa, como si algo terrible y espantoso hubiera pasado anoche pero no puede ser: mis amigos están bien y mi papá llamó hoy muy temprano para preguntar por la salud de Shaoran, además de que mi hermano todavía está fuera de la ciudad....

Eso creo... aunque dudo que Touya se angustie realmente por algo fuera de la profecía, papá o yo.."

 

El asesino había sonreído sin comprender, pero había accedido a la súplica de su víctima. ¿Por piedad acaso?.. ciertamente no, pues desconocía todo lo referente a sentimientos pero aquello a la víctima no le importaba, era lo último que había deseado.. poder decirle claramente a la persona que amaba algunas de las cosas que siempre había querido, aún cuando ya no tuviera tiempo...

- "Nunca terminaré de entender los peculiares deseos de las personas" –comentó el Sakurazukamori, levemente divertido- "pero después de todo, supongo que puedo hacer una pequeña concesión y concederte lo que me has pedido. Ciertamente hace mucho tiempo que no me había tropezado con una víctima tan divertida..."

Expelió levemente el humo del cigarro y sonrió:

- "Estas son las pequeñas cosas que le quitan la monotomía a mi vida"

- " ¡Pero eso es una atrocidad!!.. ¿Acaso no es posible salvar a las víctimas de ese maldito cerezo?" –se angustiaba Shaoran en ese instante, ajeno a las particulares cavilaciones del asesino.

- "Temo que no hijo mío" –había suspirado Hien- "el poder de ese árbol es muy antiguo y la cantidad de víctimas en el tormento eterno es mucho mayor al que supones... es, como te dije antes la peor forma de morir, porque ni siquiera es una muerte completa: la sangre de la víctima es succionada y alimenta al siempre hambriento árbol, mientras su espíritu encadenado y agónico vive en perpetuo tormento en el túmulo del sakura hasta el fin del tiempo..."

- "¿Te refieres a la Batalla de los Dragones del Cielo y la Tierra?"

- "Sí"

- "Es realmente horrible" –suspiró el muchacho- "siempre había pensado que las obligaciones eran algo que teníamos que aceptar, pero por primera vez me alegro de no tener que enfrentar un poder como ese árbol diabólico"

- "Más que diabólico o no... es parte del equilibrio hijo mío. Así como hay luz, hay oscuridad" –explicó Hien con un suspiro- "es parte del eterno equilibrio en todo lo que nos rodea... el día y la noche, la fuerza purificadora y a la vez destructora del yang y el ying. Ustedes tienen el deber de confrontar su propia batalla por el equilibrio de la magia en la tierra, ése es tu destino; pero el de los Dragones es el mismo final o continuación de la especie humana...."

- "Pero hay algo que no comprendo claramente.. ¿como pueden haber dos personas que sean diferentes físicamente y a la vez sean "Kamui"... porque el alumno de Tsukishiro es un muchacho poderoso, sin embargo el poder que emana el otro muchacho es igual y a la vez diferente al suyo.. ¿porqué entonces parece que los Dragones de la Tierra están venciendo a los del Cielo?"

- "Temo que eso es algo que tendrías que averiguar con el mismo "Kamui".. aunque de una u otra manera, lo que yo sé es que todos los involucrados con la batalla final están entre el dolor y sus angustias. Algunos suelen decir que el futuro esta decidido, pero yo creo simplemente que el futuro esta decidido por las acciones del ser humano.. su propia vida, su propia convicción. Con eso y por eso... el futuro si está decidido"

            *          *          *          *          *          *          *          *          *          *          *

Touya llegó a su departamento sin siquiera sentir la presencia de Nakuru a su lado. Su mente y su corazón estaban todavía demasiado aturdidos y confusos mientras una profunda sensación de impotencia le hacía querer gritar al mundo entero su desesperación....

- "Te regresaste con lo que tenías puesto... ni siquiera trajiste la ropa que te llevaste" –murmuró Nakuru.

El médico no contestó. Se limitó a derrumbarse en el sofá de la salita y a apretarse la cabeza con las manos... tenía el rostro todavía demasiado pálido y sus movimientos eran como ausentes... como si estuviera moviéndose en forma automática y no por su propia voluntad....

Lo opuesto a lo que había hecho en el parque Ueno.

Nakuru suspiró profundamente e ingresó a la habitación.... estaba decepcionada además que también se sentía un poco tonta y eso le irritaba; pero pasados unos minutos el doctor empezó al fin a tener mayor movimiento.... su mente finalmente estaba comprendiendo lo ocurrido pero estaba tan agotado por aquellas "vacaciones" que pensó en tomar algo para no pensar en eso...

Lo que ocurrió cuando se había quedado perplejo y mudo... ante la súbita presencia de aquella chiquilla....

- "Buenas noches" –había saludado la muchacha mientras él y Nakuru la miraban como si no pudieran creer que aún viviera- "¿se encuentra bien señorita Akizuki?"

Ni una palabra para él. Había tenido el corazón en vilo todo ese tiempo, había conducido como demente no matando a nadie en el camino por puro milagro y...

- "Sí, pequeña... yo estoy bien pero ¡nos diste un espantoso susto!" –alborotó Nakuru- "¿dónde estabas?, ¿porqué viniste a buscarme?.. ¿sabes lo que pudo pasarte?... ¡acabamos de ver a ese tipo de la gabardina a lo lejos y...!"

- "Aquella persona no era ese asesino señorita Akizuki" –explicó Tomoyo, muy pálida- "al contrario... fue el señor Sumeragi quien creo salvó mi vida esta vez..."

- "¿El médium que conoce a Kia?" –se asombró la aludida- "¿era realmente él?"

- "Ese asesino..." –Touya apenas recuperaba la voz y contemplaba a la joven diseñadora con fiera intensidad- "ese tipo no está lejos..."

- "Pues creo que es mejor que salgamos todos de este sitio" –continuó Nakuru del brazo del aturdido médico- "además Touya querido, tenemos que celebrar mucho esta noche... ¡le he hecho algunos cambios a nuestra habitación..!"

La mujer rió jocosamente pero el médico no contestó y Tomoyo parecía buscar algo en su bolso pues no contemplaba a la pareja ante ella...

- "Las llaves de mi auto están aquí" –sonrió mientras se inclinaba con cortesía- "no quisiera seguir siendo inoportuna... buenas noches..."

Nakuru siguió riéndose mientras Touya apretaba los puños al ver a la frágil figura alejarse sola. En aquel momento hubiera dado media vida por abrazarla, por gritarle lo terriblemente angustiado que había estado, por estrujarla contra sí con fuerza, con alivio y con alegría... pero la serena cortesía y calma con que la chica lo había tratado le había hecho comprender bruscamente que no tenía ese derecho, que no podía hacer eso porque estaba viviendo con Nakuru y que no era nadie en la vida de aquella chiquilla....

Y eso dolía.

Dolía porque aquel lío era culpa suya y sólo suya.

Quizás ella lo detestara en ese mismo momento, pero no quería siquiera considerar eso pues nunca hubiera creído que fuera tan doloroso. Sabía que era algo posesivo con la gente que quería –con Yukito siempre diciéndoselo en un tono doctoral, era difícil no notarlo- pero ahora estaba ante la persona que realmente amaba –y aceptarlo le había costado bastante, de modo que era inútil negarlo- y se encontraba impotente de poder protegerla, abrazarla o siquiera indignarse con ella por haberse arriesgado de aquella forma..... Eso era lo peor, saber que aquel estúpido y condenado francés tenía más derechos que él, que podía reclamarle, que podía acariciarla o hasta casarse con ella...

- "¡Maldición, odio a ese idiota!" –murmuró ahogadamente.

Eso era demasiado. Había estado tan angustiado temiendo que ese asesino la encontrara que había olvidado no sólo que no tenía derechos sobre ella, sinó que estaba por casarse con un condenado estúpido....

La idea le estaba desquiciando pero un ruido en su habitación llamó su atención y finalmente abrió los ojos.

- "Nakuru..." –repuso desalentado viendo a la guardiana movilizarse a través de la puerta abierta.

Bien, tendría que arreglar eso. Seguramente Nakuru iba a gritar y a indignarse –con razón- pero estaba decidido a callarse –por una vez en su vida- ante los reclamos de la guardiana, después de todo él la había metido en este lío y se merecía cualquier cosa que ella le dijera pero al ingresar en su habitación la mujer le saludó con un beso.

- "Nakuru yo..... creo que tenemos que hablar" –dijo separándola de él- "me parece que...."

Se detuvo al contemplar las maletas sobre el lecho.

- "¿Qué...?"

- "Fue el beso de despedida querido.... lo nuestro terminó pero no te preocupes, te dolerá un poco pero sobrevivirás" –rió la mujer.

El médico parpadeó desconcertado.

- "Eres la relación más breve que he tenido.... creo que batí mi propio record" –rió ella nuevamente ante su expresión- "en verdad que siento mucho tener que terminar todo así, pero eres demasiado posesivo para mí querido Touya. Verás, yo soy alguien alegre y que gusta mucho de la vida social, las fiestas y hasta algún coqueteo ocasional pero temo que tú querrás encerrarme aquí y que me convierta en una dulce y abnegada compañera para ti, alguien a quien puedas proteger a tu gusto. Eso es desafortunado" – continuó- "porque tu protección y tus celos me ahogarían.... me harían dejar de ser yo misma, me arrebatarían la hermosa y placentera libertad de la que siempre he disfrutado y eso es algo que no perderé ni por ti ni por nadie"

- "Nakuru..."

- "Aceptémoslo querido. Eres terriblemente celoso" –repuso burlona- "y hasta quizá podrías enfadarte por el hecho que lo más importante para mí es proteger a Eriol..Quizá hasta llegues a odiarlo por lo posesivo que siempre has sido con lo que quieres.. ¿crees que no pasaría por tu mente?.. si, si lo haría...."

- "Escucha Nakuru... ¿realmente haces esto porque quieres verdad?" –dijo súbitamente- "¿no es por...?".

- "¿Porqué habría de ser?... soy yo quien siempre termina rompiendo los corazones de los hombres Touya, y pese a todo, no eres la excepción... lo siento, lo siento en verdad"

El doctor la miró fijamente y por fin pudo dedicarle una leve sonrisa. Ella lo sabía, se había dado cuenta...

- "Gracias Nakuru"

La guardiana acarició su mejilla y suspiró sobre su pecho con cómica resignación.

- "Es la primera vez que sonríes para mí... y es porque te dejo" –replicó- "pero supongo que era lo esperado ¿verdad?... estabas muerto de la angustia por esa niña y porque aquí estaba yo, metida en tu casa y a tu lado cuando tú todo lo que querías era salir corriendo y abrazarla... ¡hombres!... ¿cómo pueden ser tan cabezas duras y tan adorables a la vez?"

Terminó de recoger sus pertenencias mientras el doctor la miraba con leve preocupación:

- "No te he lastimado ¿verdad?"

- "Sólo en mi orgullo" –suspiró nuevamente- "la verdad es que me gustas mucho y eso no puedo negarlo porque fue por eso que forcé el fin de tu relación con aquella chica llamada Hikari, pero esto es diferente.."

- "¿A qué te refieres?"

- "Estás enamorado de esa niña" –rió- "perdida y locamente enamorado diría yo y temo que eso es algo mucho más fuerte que el hecho que alguien simplemente te "guste" querido... Eso es algo que ni siquiera mi encanto puede quitarte y no deja de tener algo de gracia, justamente conversaba con Eriol antes de mudarme contigo y él me preguntó si me estaba ilusionando o si realmente estaba enamorada... me parece que has estado delantándote aún frente a Eriol ¿verdad?"

El médico se sintió incómodo, pero asintió con un gruñido.

- "Ya veo, pero descuida" –dijo Nakuru- "y te repito lo que le dije a él: no te amo, pero eres la persona que más me había gustado hasta ahora y que quizá me hubiera enamorado de ti con algo más de tiempo" –continuó rápida viendo que Touya empezaba a inquietarse- "no te preocupes.... eso aún no ha pasado; de haber ocurrido no creas que me estaría marchando de aquí sinó lo contrario. Soy casi tan posesiva como tú y eso de que ´mientras sea feliz no importa que no sea conmigo´ no es algo que piense practicar cuando me enamore" –sus ojos brillaron- "cuando eso ocurra voy a retener al afortunado a mi lado y pienso marcarlo como propiedad privada ¡sin permitir que mire a nadie más que a mi!.. claro que yo si podría admirar a algún chico más si lo hubiera...."

- "¿No me estás mintiendo para tranquilizarme?"

- "No Touya querido... soy una guardiana hermosa y encantadora pero de mártir no tengo nada" –se encogió de hombros- "aunque de todas maneras si que lamento no haber podido divertirme contigo más que tres días ¿estás seguro que ni siquiera te interesaría divertirnos por lo que queda de la noche?.. mira que apenas si..."

- "Nakuru...."

- "Bien, bien.... te paso por alto esto porque sé que no es a mí con quien te gustaría pasar la noche sinó con esa niña..."

El médico le lanzó una mirada enfadada pero la guardiana continuó guardando sus cosas..

- "¡Oh vaya!" –continuó notando el talismán de Tomoyo súbitamente- "olvidé devolvérselo pero puedes hacerlo por mí cuanto puedas.... quizá antes de que se case con ese paciente tuyo..."

Touya apretó los puños con ira, pero no dijo nada.

- "Pero.... " –reflexionó Nakuru- "ahora que lo pienso no supe de ningún preparativo matrimonial y..."

El médico salió dando un gran portazo con el talismán en la mano mientras Nakuru suspiraba nuevamente, con divertida resignación...

- "¡Es tan guapo que realmente me hubiera enamorado esta vez!.... que lástima, aunque creo que hubiera sido mejor si hubiéramos tenido algo en la escuela" –razonó- "quizá él no sería tan posesivo ahora y se hubiera adaptado mejor a mi forma de ser. Sí, a los chicos serios y guapos hay que atraparlos lo más jóvenes que se pueda, para que se acostumbren a alguien tan alegre como yo" –murmuró- "¿porqué no tengo la figura de una chiquilla de dieciséis años otra vez?.... porque si encontrara a otro chico guapo y serio como Touya allí si que no cometería los mismos errores...."

La guardiana se sorprendió al ver por la ventana a un fantasma observando al médico partir con su vehículo a toda prisa, pero no conocía a esa persona, así que no le importó..

Ignoraba que había visto a Nadeshiko Kinomoto.

*          *          *          *          *          *          *          *          *          *          *

Eriol aún estaba preocupado por Kaho, pero había dejado el hospital cuando le informaron que el parto había sido sin complicaciones y que tanto su amiga como su bebé se encontraban bien. No hubiera querido dejarles en ese momento, pero tenía aún algunos asuntos pendientes; lo que el joven inglés ignoraba era la peculiar visita que Kaho estaba recibiendo..

- "¡Kia!... ¿pero..?"

La alta figura de su esposo sonrió y Kaho quedó atónita por unos instantes, él se había marchado hace ya mucho tiempo, ¿cómo era que estaba allí justamente esa noche que acababa de tener al bebé?. Sin embargo, sus ojos se llenaron de lágrimas... ¡lo había extrañado tanto!!

- "Mi querida Kaho... por favor, no llores" –había dicho él- "sólo vine porque..... porque tenía que estar aquí, tal y como siempre lo planeamos cuando tuviéramos un hijo ¿recuerdas?....."

- "El bebé a mi lado la primera noche de su vida... y tú también..." –susurró su esposa.

La mirada de Kia se volvió hacia el diminuto bulto al lado de Kaho y sonrió nuevamente.... sonrió mirando a aquellos que más amaba y lentamente algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.....

- "Es el instante más feliz de mi vida" –dijo con voz profunda mientras Kaho empezaba a aterrorizarse- "gracias querida, gracias por la felicidad que me has permitido conocer... por tu amor, tu fé en mí pese a todas las cosas que no te dije nunca.... gracias por confiar en mí pese a mi abandono..."

La antigua profesora de la primaria de Tomoeda tuvo un espantoso miedo... un miedo que se basaba en que la presencia de Kia no era física...

- "No te vayas.." –suspiró- "no tienes que irte..... ¡tu y yo deseábamos mucho a este bebé!!!, ¡no tienes que irte!!!... ¿recuerdas cuánto lo planeamos?, ¿cuánto lo esperamos?... ahora él está aquí...... ¡no puedes irte!!"

- "Sólo espero que puedas perdonarme algún día porque a pesar de todo eres lo que más he amado en mi vida, lo mejor que me ocurrió" –repuso mientras sus lágrimas se perdían lentamente al igual que su figura- "gracias... gracias y perdóname, perdóname por esto, pero debo protegerte a ti y al pequeño y es lo único que puedo hacer ahora..... Quizá lo sepas finalmente todo pronto pero esto es el adiós Kaho...."

- "¡KIA!" –gritó la mujer mientras el espíritu de su esposo se perdía lentamente en las sombras.

Kaho reunió su concentración y entonces pudo escuchar la última súplica de su esposo...

- "No Kaho... por favor.... ¡no quiero que veas esto!!"

La mujer quedó aturdida por un instante... pero fue suficiente. Rápido como un relámpago había podido "ver" una escena aterradora y súbitamente lo supo. Una persona de espaldas y alguien que amaba muriendo.. su esposo. Su mirada pareció perderse por unos segundos, mientras un sollozo incontenible, casi histérico, llamó la atención del personal médico que infructuosamente trató de calmarla, ¿cómo podía ser de otra forma?. No muy lejos de una caseta telefónica, la figura del Kamui Oscuro se alejaba con una leve sonrisa después de haber sostenido una peculiar "charla"; después de todo, aquel había sido el deseo de Kia desde que empezó a hablar con él.

No quería morir en sus manos, eso era algo que no tenía la menor discusión y a él le agradaba cumplir los deseos de las personas... era su poder.

- "Tienes suerte que la persona de quien te despediste no haya visto mi rostro... porque de lo contrario hubiera tenido que morir" –decía plácidamente el asesino del cerezo en ese instante.

Pero de la boca de su víctima no pudo murmurarse ni un sonido... la sangre escapó a borbotones impidiéndole decir algo mientras el puño del Sakurazukamori atravesaba su pecho partiendo el corazón de su víctima sólo con sus manos desnudas. Divirtiéndose al notar que aquel órgano vital continuaba latiendo tercamente mientras era rasgado en pedazos, el asesino continuó...

- "Siempre he creído que si hay algo más estúpido que una despedida, es el hecho de tener a un ser amado.." –filosofó mientras continuaba matando al infortunado Kia con absoluta tranquilidad- "aunque por supuesto que como no puedo sentir amor o ningún tipo de sentimiento supongo que tengo una opinión poco objetiva en el asunto.."

El charco de sangre se hizo más amplio y el hombre deploró las pequeñas manchas de sangre en su impecable traje mientras dejaba caer el cuerpo al piso para evitar arruinarse sus finas ropas....

- "Es lo único que me molesta de este oficio.." –comentó antes de encogerse de hombros.

Kaho sollozaba aún en el hospital... Kia no sólo estaba muerto, sinó que su espíritu estaría atormentado y encadenado para siempre a ese árbol diabólico. Y no le quedaba consuelo, porque ni en esta vida o aunque muriera y se convirtiera en espíritu volvería a verlo.....

El nunca estaría a su lado otra vez.

*          *          *          *          *          *          *          *          *          *         

Estaba total y absolutamente furioso.

¿Cómo era posible?

Había ido por la casa de la madre de esa chiquilla pero cuando dudaba en bajar del auto había visto como la empresaria ingresaba en su vehículo. Y especialmente cómo el portero le había informado que su hija pasaría la noche en el hotel donde aún tenía una habitación como Tracie Junot. ¿Acaso esa chiquilla no tenía sentido común?, ¿cómo se le ocurría no pasar la noche en casa de su madre después de tamaño susto?.

No se le ocurría ninguna razón lógica pero enrumbó hacia el hotel con rapidez.

- "No me has dicho la verdadera razón.. ¿verdad Tomoyo?"- preguntó Eriol con inquietud mientras la muchacha descendía lentamente del auto- "sabes que si puedo ayudarte tendré mucho gusto en hacerlo.."

La muchacha abandonó el vehículo y se quedó muy quieta mientras Eriol continuaba.

- "Me has estado desviando el tema durante la cena.." –repuso el joven inglés- "y no es que dude de tu preocupación por Kaho y su bebé porque la comparto pero hay algo que te está ahogando ¿verdad?"

La diseñadora no se movió mientras su amigo la miraba con atención.

- "En una ocasión te dije que éramos muy parecidos y que te consideraba una de mis mejores amigas, por eso es que te pregunto esto, no es simple curiosidad" –dijo con suavidad- "hace algún tiempo que había notado que te estaba pasando algo pero esta noche decididamente has tenido un autocontrol envidiable. Mira, sé que no puedes contar con Sakura para el problema que tienes, pero sabes que tienes en mí a un amigo... ¿me permitirías ayudarte?"

Tomoyo se volvió a ver a su antiguo compañero de escuela...

Tenía los ojos azules llenos de lágrimas y Eriol suspiró con gesto comprensivo. Desde la noche de la fiesta en casa de la abuela de Li, estaba seguro que esto iba a pasar... y no era que Kinomoto le fuera una persona desagradable pero ciertamente el médico era tan obcecado y había creado tal enredo, que verdaderamente empezaba a pensar que el sujeto se merecía una verdadera paliza. Tomoyo era una gran amiga, una persona realmente demasiado dulce y gentil como para tener que soportar todas las tonterías de ese cabeza dura...

Siempre había considerado al médico una persona digna de estudio, pero el hecho que hiciera sufrir tanto a su amiga además de inmiscuir a Nakuru en su enredo sentimental empezaba a molestarle..

- "Es por el doctor Kinomoto y Nakuru ¿verdad?" –preguntó- "¿es eso lo que no puedes comentar con nadie y que te tiene tan triste?"

Tomoyo miró al piso y su amigo suspiró de nuevo conteniendo su enfado contra el hermano de Sakura..

- "Ese sujeto se merecería un buen escarmiento por esto" –pensó el hechicero.

La muchacha sólo sollozó en silencio y el joven inglés se acercó a ella tratando de animarla y fue entonces cuando notó la mirada furiosa del doctor que los contemplaba desde la entrada del estacionamiento del hotel. ¿Cómo es que sabía que ella estaría allí?.

Una leve sonrisa se esbozó en su rostro. Bien, el tipo se lo había estado ganando...

¡Ahora sí que le daría una lección!

- "Por favor Tomoyo, no tienes que disimular ante un viejo amigo" –dijo abrazándola con toda intención, mientras la muchacha sollozaba en su pecho- "sabes bien que puedes confiar en mí.."

- "Ha sido una tontería de mi parte Eriol"

- "Nada.. nada de eso. Tu vales demasiado mi amiga, realmente vales mucho para un tipo tan enojón como ese.. y créeme que no lo digo por Nakuru"

- "¿Cómo?"

- "Ella no está enamorada de él... sólo algo encaprichada" –dijo con una sonrisa tranquilizadora- "ya sabes que nunca pudo darse el gusto de conquistarlo cuando nosotros éramos niños. Eso es todo"

- "No es eso Eriol. La culpa es sólo mía porque he estado pensando tonterías..."

- "¿Estás segura que lo son?" –preguntó su amigo enigmáticamente.

Tomoyo parpadeó confundida, mientras Eriol se divertía mucho con la cara blanca como el papel que les observaba desde el otro extremo del estacionamiento...

- "Por supuesto que sí... pensar algo más sería absurdo"

- "Pues este tipo me fulminaría en este mismo instante si tuviera el poder para hacerlo" –pensaba divertido el hechicero- "aunque quizá sea un buen experimento ver hasta donde puede soportar..."

Y abrazó más a su amiga sabiendo que el médico estaba loco de celos y queriendo matarlo con la mirada..

Es que no hacía falta ser un psicólogo para notar que el doctor estaba despechado e iracundo...

Pero debía empezar a ser práctico.

- "¿Porqué no quisiste ir a casa de tu madre Tomoyo?" –preguntó enjugando las lágrimas de su amiga.

- "Me... me es algo difícil disimular con ella a veces, además que a veces entra intempestivamente a mi habitación y el otro día tuve que inventar una historia sobre porqué tenía los ojos rojos. No me sentí con suficiente valor para enfrentarla esta noche, creo que ya no hubiera podido disimular y no hubiera servido de nada, sólo la preocuparía.."

- "Pero es mejor que tengas cuidado. No te veo el talismán que te dí de protección"

- "Lo... lo dejé en otro lugar" –murmuró avergonzada – "lo siento"

- "No descuida, hace algunos instantes sentí algo extraño y estoy casi seguro que ese hombre ha matado a alguien con habilidades mágicas esta noche"

- "¿Realmente lo crees?"

- "No te preocupes. Todos nuestros amigos están seguros y no hay nadie de cuya desaparición podamos alarmarnos.." –la tranquilizó aunque distaba mucho de ser la verdad.

La muchacha asintió en silencio y Eriol aprovechó para buscar con la mirada al médico, pero ya no estaba allí. Seguramente se había marchado furioso..

Pero se lo había ganado.

Sonrió satisfecho, se despidió de Tomoyo y se marchó. Por su parte la muchacha se dirigió pensativamente a su habitación. Repentinamente recordaba que no se había comunicado con Sakura durante casi todo el día y con su pobre amiga tan angustiada por la salud de Li se reprochó haber pensado sólo en sí misma durante toda esa tarde.

- "Es mejor que me comunique con ella" –pensó marcando en su teléfono personal el número de la casa de la anciana Li mientras abría la puerta- "no puedo abandonar a Sakura en los momentos en los que más me necesita y...."

Una sombra en su habitación hizo que el teléfono cayera de sus manos con susto...

- "Hola, soy Sakura... ¿quién habla?.. ¿quien habla?" –contestó la voz de la antigua card captor en el teléfono.

Tomoyo parpadeó asustada. La figura ante ella avanzó hasta el teléfono y lo dejó fuera de comunicación....

- "¿Porqué llamaste al monstruo?" –preguntó Kinomoto con gesto ceñudo.

- "¿Monstruo?" –repitió la muchacha, suspirando con alivio.

¡Por un momento lo había confundido con ese asesino del cerezo!!

- "Sakura.. ¿para qué la llamaste?"

- "Sólo quería saber la condición de Li" –respondió ella mecánicamente.

La joven alzó sus ojos azules hacia la persona ante ella. ¿Qué estaba haciendo allí?, ¿cómo había hecho para entrar?.. no lo sabía, pero ciertamente la figura masculina ante ella estaba bastante irritada.

No, más que eso, él parecía estar furioso.

La observación de la joven no podía tener más razón pues la mirada en los ojos de Touya brillaba de furia, enfado e indignación. Había tenido que subir a la habitación de la muchacha después de contemplar la forma en que ella se había conducido con aquel chico inglés pues de no hacerlo quizá le hubiera agarrado a golpes, pero eso no había evitado que se atormentara a cada instante...

Había pasado mil barbaridades...

- "Soy un maldito imbécil. ¡Por supuesto!!, había olvidado que vivía en París y en medio de gente libertina, gente con quien ella trata cada día... ¿Acaso no se habla siempre en la prensa de la vida agitada que llevan la gente de esos círculos?.. seguramente que el francés idiota no ha sido su único novio o algo más... ¡que ha de ser!!"

- "Bueno... yo... ¿Qué haces aquí?" –preguntó confundida.

Tomoyo imaginaba que estaría con la señorita Akizuki en ese instante y no podía encontrar una razón lógica de su presencia allí. Por un instante le había parecido cierta preocupación en él –como en el parque- pero no comprendía el porqué de los cambios en su expresión ya que ahora sus ojos la contemplaban con una mirada fría, acusadora y hasta... ¿despreciativa?.

- "No quise interrumpir la encantadora escena de despedida entre tú y tu amigo inglés" –su voz destilaba sarcasmo- "por eso creí mejor esperarte aquí para devolverte algo.."

- "¿Despedida?" –repitió asombrada- "¿te refieres a Eriol?"

- "Por supuesto" –sus ojos lanzaban rayos- "ahora comprendo porqué tuviste tanta prisa en irte del parque.. no querías llegar tarde a tu cita. ¿no es así?"

La expresión de velada furia e indignación era demasiado clara como para que Tomoyo no intuyera lo que estaba pensando...

- "¡Un momento, tú..!!" –se asombró.

- "Considerando lo cercano que está tu matrimonio con ese idiota, supongo que la despedida fue bastante emotiva además de conmovedora..."

Los azules ojos se dilataron incrédulos ante lo que aquellas palabras significaban. Ella le miró en silencio, se le notaba la garganta contraída pero no emitió ningún sollozo. La estaba humillando, la estaba ofendiendo profundamente. Y ella que había pensado que ya había tenido bastante que soportar..

- "Eriol es mi mejor amigo" –replicó con una chispa de indignación y dolor en su mirada- "y dudo mucho que tenga que darte algún tipo de explicación por lo que hago así que te agradeceré mucho que me dejes sola.."

- "Esto es por lo que vine" –dijo el médico colocando el talismán a la vista- "olvidaste pedírselo a Nakuru.."

Por un instante se percibió hasta el silencio latiendo entre ellos.

- "Gracias... por favor déjame sola" –musitó la muchacha.

Touya apretó los dientes pero se dirigió a la puerta, le estallaba la cabeza cuando abrió y dio un portazo automáticamente pero sin salir de la habitación. A sus espaldas y apenas escuchó el sonido de la puerta, la muchacha empezó a sollozar. Sus hombros y todo su cuerpo temblaba a impulsos por el llanto. Toda su exquisita fragilidad femenina se ponía de manifiesto en aquel instante, liberándose por fin...

Aquello sí que fue la gota que derramó el vaso. Con pasos rápidos él la cogió por los hombros intentando ver su rostro, pero pasado el primer instante de asombro la chiquilla finalmente se rebeló..

- "¡Déjame en paz!!" –pidió ahogadamente.

- "He estado a punto de volverme loco esta tarde... ¡loco de angustia y también de furia!" –su rostro estaba contraído y desesperado- "¿porqué demonios esto es tan complicado?.. no sabía lo que me pasaba y aunque ahora sí lo sé y me estoy comportando como un imbécil no puedo evitarlo... ¡sentirme así es como estar en el infierno, ¿no lo entiendes?!"

Hay actitudes que parecen decir mil palabras y la muchacha le miró los ojos empañados de asombro e incredulidad por un instante..

Rápida y desesperadamente, el médico la abrazó por la cintura, abrazándola, estrechándola contra él, hundiendo su boca en la de ella. La estrechaba contra su pecho y aquella sensación y necesidad de protegerla de hacer que ella fuera feliz y que le debiera a él esa felicidad se apoderaba de su ser mientras la sentía temblar en sus brazos y la besaba de nuevo casi embriagado por su dulzura...

- "¡Tu no vas a pertenecerle a nadie!!... ¡nunca, jamás lo permitiré!" –susurró roncamente- "¡eres mía y sólo mía!!".

Touya ya no quería pensar en nada. No quería recordar aquellos espantosos días, su asombroso descubrimiento, el temor y los celos que le habían invadido... ciertamente en aquel instante todo tenía sentido.. ¡todo!....

¡Nunca permitiría que nada ni nadie la apartaran de su lado...!!!

Pero... ¿si ella no..?

Dejó de besarla por un instante y contempló su bello rostro sonrojado mientras su mano varonil tocó su rostro y la obligó a mirarlo. Era mucho más pequeña que él y casi tenía que levantarla en vilo para poder besarla. Era tan frágil y él tan necio y obstinado que no le sorprendería que a estas alturas le odiara. Por su parte Tomoyo estaba aún atónita y asombrada. La pobre muchacha sentía que le faltaba piso y temblaba de pies a cabeza. Ciertamente la forma en que la había besado la había llevado a sentirse súbitamente feliz pero no ignoraba que después realmente se sentiría desesperada... ¡él estaba viviendo con otra mujer!!, ¿cómo podía realmente creer lo que decía?, quizá tuviera algún tipo de peculiar obsesión con ella o sólo le estaba haciendo algún tipo de horrible prueba...

Pero aún sabiendo que se arrepentiría después en aquel instante no le importó. Sabía que después debería salir corriendo pero se empinó con delicadeza y lo besó con suavidad..

            *          *          *          *          *          *          *          *          *          *         

Eriol había recibido la llamada del hospital justo cuando estaba casi ingresando a su hotel. Por supuesto se había preocupado al saber la crisis histérica de Kaho pero se comunicó con sus amigos para avisar a Spinel y Jeff asombrándose cuando Nakuru contestó su llamada..

- "¿Que haces allí Nakuru?" –preguntó mientras conducía de vuelta al hospital- " ¿donde está Spinel?"

- "Dormido" –replicó la guardiana- "pero... bueno, la verdad es que dejé a Touya y estoy de vuelta en casa. Creo que esta vez sí que batí mi propio récord"

- "¿Realmente ya no vives con él?" –replicó divertido, entendiendo porqué el médico estaba tratando de hablar con Tomoyo- "... en verdad que esta vez te duró poco"

- "Por favor, ya deja eso que ambos sabemos que aunque lo he dejado Touya no anda muy desconsolado que digamos, pero no me quedaba otra opción. A mí nunca me ha dejado un hombre y Touya no iba a ser el primero que lo hiciera..."

El hechicero sonrió y al otro extremo de la línea telefónica, a Nakuru le surgió una gota..

- "¡Pero no se lo digas a nadie por favor!!" –le dijo a su creador- "mira que tengo una reputación que proteger y aunque es verdad que YO dejé a Touya, me incomoda no haber notado sus sentimientos por aquella niña aunque...." –añadió con una sonrisa maliciosa- "al menos puedo decir con todo gusto que ni siquiera él pudo resistir a mis encantos y pude disfrutarlo tres días.."

Eriol ahora sí que rió más tranquilo. Pese al enredo de Kinomoto, su guardiana estaba afortunadamente muy bien...

- "Pero ¿que sucede?, ¿me dices que vuelves al hospital?, ¿estás enfermo acaso?"

- "Me avisaron hace un instante que Kaho presentaba signos de depresión post-natal y aunque no me sorprende después de la prolongada desaparición de Kia, prefiero verla antes de volver a casa"

- "¡Vaya!, finalmente yo regreso con ustedes y ni siquiera puedo improvisar una fiesta de bienvenida" –se quejó- "ya sabes que a Spi no le gustan y Jeff ni siquiera ha regresado.."

- "¿Dónde está?"

- "No tengo idea porque olvidó su teléfono aquí. Supongo que salió muy apurado.."

Eriol se encogió de hombros y se despidió de la guardiana a la vez que terminaba de estacionar su automóvil. Seguidamente ingresó al hospital donde los médicos le informaron que poco después de su anterior visita Kaho había presentado reacciones histéricas...

- "Temo que era bastante predecible ya que me dijo que había tenido muchos problemas durante el embarazo..." –el colega de Touya recordó algo súbitamente- "por cierto, sé que en cuanto a la otra persona de quien usted cancela sus cuentas ..."

Eriol ya no escuchaba, se había dirigido a la habitación de Kaho con rapidez pero al ingresar se detuvo bruscamente. Dos enfermeras procuraban aún tranquilizar a la esposa de Kia y una tercera la estaba inyectando algunos calmantes pero la mujer se negaba a ser atendida y las rechazaba con todas sus fuerzas. Un médico se paseaba muy preocupado, mientras las mujeres trataban de hacer entrar en razón a la paciente, pero ésta no les escuchaba. Sólo cubría sus oídos cuando le hablaban y negaba obstinadamente con la cabeza...

- "¡Kaho!" –murmuró el hechicero.

- "¡Eriol, Eriol, esto tiene que detenerse!!" –gritó su amiga, reconociéndolo pese a su crisis, mientras de sus ojos brotaban aún lágrimas- "ya no puedo más... ¡es injusto!, ¿acaso no lo entiendes?, él no va a volver nunca.. no va a volver nunca, ¡NUNCA!, ¡NUNCA VA A REGRESAR!!"

- "Kaho por favor... procura tranquilizarte. Sé que has tenido mucha presión pero.."

- "¡EL NO VOLVERÁ, NO VOLVERÁ!!" –repitió frenética apartándolo de su lado casi con furia- "¿Porqué tampoco lo entiendes?, ¿porqué no me crees?, ¡EL NO VA A REGRESAR!"

Las enfermeras la rodearon nuevamente mientras Eriol se alejaba unos pasos, muy impresionado ante lo que él juzgaba una crisis histérica...

- "Ha estado repitiendo lo mismo desde que empezó su crisis" –informó el doctor- "afortunadamente nos llevamos al bebé a otra sala aunque nuestra política es dejar que establezca una unión estrecha con su madre permaneciendo con ella la primera noche de vida, pero, como comprenderá, ante esta situación.."

- "Lo comprendo perfectamente.."

- "Ha estado hablando de que alguien no va a regresar y no podemos lograr que se calme pese a los sedantes que le hemos proporcionado. Después de todo, no podemos aplicarle algo demasiado fuerte en consideración a su delicado estado y porque debe alimentar al bebé... ¿Tiene alguna idea de a quién se refiere con eso de que ‘no volverá’?.. quizá si pudiéramos traer aquí a esa persona ella se calmaría de forma natural y..."

- "Temo que eso es imposible doctor" –contestó entristecido viendo sufrir a Kaho de esa manera- "ella habla de su esposo y él lleva mucho tiempo desaparecido pese a mis esfuerzos por localizarlo..."

El médico quedó en silencio y abandonó la habitación mientras Eriol presenciaba todavía la lucha entre el personal que atendía a su amiga. Súbitamente se preguntó porqué a Kaho le habían ocurrido estas cosas cuando había tenido años de feliz matrimonio. Suspiró. Repentinamente recordó el día que conoció a su querida amiga hacía ya tanto tiempo....

- "Las clow cards, ¡vaya!, creo que la nueva dueña tendrá problemas con Yue pero..." –se había dicho pensativamente en su amplio salón de juegos- "sí, realmente va a necesitar una pequeña ayuda para el Juicio Final, cuando éste llegue"

Unos leves sonidos en la puerta anunciaron la presencia del mayordomo.

- "Los estudiantes becados de Japón están con su señor padre" –le informó sin expresión alguna- "¿preferiría que le haga saber al embajador su presencia en su gabinete?"

- "No, gracias. Sólo te pedí que me avisaras por curiosidad"

El mayordomo había asentido sin mover un músculo y entonces se había marchado.

La diminuta figura de Eriol –muy próximo a cumplir siete años- había contemplado como lo dejaban solo nuevamente, pero no le extrañó en lo más mínimo. Tenía apenas cinco años cuando los recuerdos y la magia de su vida anterior como Lead Clow habían empezado a poblar su mente y a desarrollarse en él, de modo que ya con casi siete años había estado perfectamente preparado para organizar los eventos relacionados con la nueva dueña de las Clow Cards..

- "Las casualidades no existen, sólo lo inevitable" –murmuró con una sonrisa mientras descendía de la alta silla de su escritorio con dificultad- "y es mejor que organice todo de la manera más divertida posible"

Abrió la amplia puerta y con rapidez atravesó el lujoso y brillante vestíbulo de la embajada. No era que temiera que le descubrieran. Su padre había sido recientemente promovido al puesto de Embajador de Japón en Inglaterra pero aún no llegaba la confirmación de Tokyo y estaba bastante atareado con el papeleo diplomático –más que de costumbre- en cuanto a su madre, estaba en uno de sus acostumbradas reuniones con las esposas de políticos importantes, además que ella y su padre apenas si le veían algunas horas a la semana. Después de todo ambos eran personas muy ocupadas y para eso Eriol disponía de un auténtico ejército de personas a su disposición: tres choferes, dos niñeras, once profesores para su exclusivo uso, además de dos chefs y dieciséis guardaespaldas que no le perdían de vista ni un instante las escasas veces que abandonaba la embajada. Pero como sabía que tenía que conocer a esa persona en esos instantes había dejado al profesor de turno profundamente dormido..

- "Recuperaremos las clases de historia de Europa mañana sin falta profesor" –había pensado mientras su menuda figura infantil se dirigía al gabinete del embajador- "es bueno saber lo que ha pasado en el mundo en estos años.."

Justo a tiempo. Su padre se marchaba a una reunión en el Palacio de Buckinghann y ahora un encargado se encargaba de poner a los jóvenes becarios en antecedentes sobre su situación en Inglaterra..

- "El Embajador Hiragizawa está por recibir la confirmación de su cargo de Tokyo pero ustedes están aquí por gestiones previas que él ya había realizado como parte de sus acciones cuando era Secretario de Cultura y Bienestar de esta misma embajada. Aunque el embajador lleva viviendo aquí en Inglaterra casi toda su vida él sigue siendo tan japonés como ustedes y notarán que le preocupa profundamente mejorar la imagen de Japón ante este país" –explicaba el hombre, a siete jóvenes allí reunidos- "justamente los hemos seleccionado para estas becas de estudios por eso y tienen la responsabilidad de proyectar una buena imagen para así hacer posible que el gobierno inglés nos permita capacitar a más personas como ustedes para que se beneficien de este intercambio cultural.."

Los becarios asintieron muy animados y se aprestaron a seguir al asistente en un recorrido general por la embajada, salvo por una muchacha se retrasó un poco observando un retrato de la esposa del embajador..

- "No es ella ni el embajador quienes me ha traído aquí pero siento una presencia" –murmuró desconcertada- "¿quién?"

- "Buenas tardes señorita"

La joven mujer había vuelto el rostro hacia donde estaba aquella vocecita gentil y parpadeó asombrada ante la menuda figura infantil ante ella, aunque su asombro era más bien porque se hallaba ante la presencia que la había hecho venir desde Japón...

¿Un niño?

El pequeño Eriol había sonreído y Kaho lo supo entonces. No sólo por su poder, no era un niño normal. La mirada en sus ojos azules indicaba experiencia y conocimiento mucho mayor al que podía adquirir cualquier niño, por muy especial que fuera su poder...

Lo único que podía dar esa mirada era.... el conocimiento de una vida anterior.

- "¿Fuiste tú quién me trajo hasta aquí?" –le preguntó- "¿quién eres?"

- "¿Deseas saber mi nombre actual o quién fui en el pasado?"

- "Ambos. Si es posible. Y también me gustaría saber porqué y cómo me llamaste hasta aquí. No es casualidad que me haya ganado esta beca de estudios ¿verdad?"

- "Las casualidades no existen. Sólo lo inevitable"

Kaho le había mirado asintiendo. De modo que era eso. La noche anterior se había despedido de Touya con tristeza, porque sabía que alguien de gran poder la llamaba hasta Inglaterra. Alguien que le había dicho en sueños muchas cosas, especialmente esa frase.

- "Tu hiciste que yo viniera aquí. ¿Porqué?"

- "Porque eres alguien especial y conoces y te relacionarás con gente más especial todavía" –le había contestado- "pero fuiste tú quien decidiste venir, a pesar de despedirte de esa persona que querías... ¿porqué?"

- "Porque era lo mejor. Sé muy bien que era la mejor manera de decirle adiós y todavía quedar como amigos. El no era para mí y yo quería que conservara un buen recuerdo de nuestra relación. Le ayudé a descubrir un poco del poder que tiene, pero debía continuar ese descubrimiento de su poder por sí mismo.."

- "¿Te molestaría verlo de nuevo en un año y medio aproximadamente?. Para entonces él tendrá una vida nueva y tú un nuevo propósito..."

- "Si puedo ayudar, lo haré. Pero... no me has dicho aún tu nombre"

El niño le indicó un pasillo y la condujo a su gabinete privado, donde todavía dormía el profesor...

- "Mi nombre actual es Eriol Hiragizawa y soy el hijo único del embajador" –le contestó- "le inspiré a mi padre biológico la idea de esas becas para poder traerte aquí y hacerte esta propuesta, pero mi nombre en mi encarnación anterior era Lead Clow..."

Volviendo a la realidad, Eriol contempló el rostro de Kaho con tristeza. Ella le había ayudado mucho en el pasado y la estimaba, pero se sentía impotente de hacer algo por ella en la presente situación...

¿Que sabía él de las crisis depresivas posteriores a un embarazo difícil?.

Las enfermeras habían obtenido permiso para inyectarle un nuevo sedante, porque aún no conseguían controlarla...

- "¡EL NO VOLVERÁ!, ¡NO VOLVERÁ!!, ¿porqué no me creen?" –gimió Kaho tratando inútilmente de hacerle entender algo a Eriol- "¡tienes que creerme!!"

El joven dudó y la antigua maestra sollozó liberándose nuevamente de las enfermeras, mientras Eriol consideraba buscar nuevamente al médico..

- "Pobre Kaho.. realmente su llanto es el de una mujer histérica" –susurró entristecido.

- "No, no lo es"

Aquella voz femenina había sonado a sus espaldas y ante su asombro, se encontró con la pálida figura de la joven Yoko, enfundada en un traje verde de estilo chino, claramente proporcionado por la anciana Li. El joven inglés sabía que Mei Ling y Hin Lu se habían tomado mucho trabajo para convencer a la chica que dejara el blanco luto chino, pero aún así le desconcertó su presencia en ese lugar..

- "¿Que dices?"

- "No llora como una mujer histérica" –le contestó la chiquilla, cuyos ojos grises brillaban- "llora como alguien que sabe ha perdido a una persona que ama"

- "¿Qué?"

La chica avanzó hasta donde Kaho se encontraba y apartando suavemente a las enfermeras miró a la mujer sollozante..

- "¿No es verdad señora?, ¿realmente ha perdido a alguien que ama?"

Las lágrimas desbordaron los ojos de la antigua maestra y la chiquilla la miró fijamente. Entonces, la chica asintió y Kaho la abrazó sollozando con fuerza y derramando abundantes lágrimas, temblando de dolor y pesar apoyada en la muchacha extranjera que súbitamente también lloró un poco hasta que finalmente Kaho empezó a aletargarse entre lágrimas...

- "Pero ¿qué?"

- "¡Eriol!" –Jeff apareció a su espalda- " ¿Que sucede aquí?"

- "Kaho tuvo una crisis después de tener a su bebé" –le informó- "¿Qué haces tú aquí?"

- "Sólo estoy acompañando a Yoko"

Ambos hombres contemplaron como la chiquilla recostaba a la finalmente semi-dormida Kaho, ya más tranquila después de llorar hasta agotarse...

- "¿Qué le dijiste?" –preguntó Eriol cuando la chica china se volvió hacia ellos- "intenté razonar con ella pero no pude controlarla y..."

- "No pudiste hacerlo porque no necesitaba razones" –le dijo- "ella sabe que ha perdido a alguien que ama esta noche y necesitaba llorar con alguien que pudiera entender"

- "Si" –asintió el agente- "creo que tienes razón"

La chica abandonó la habitación y Eriol miró a Jeff sintiendo renacer sus sospechas sobre ella.

- "¿Porqué están ustedes aquí?"

Jeff respondió muy serio.

- "La madre de Yoko murió hace un par de horas"

El hechicero miró el rostro sereno de la muchacha murmurando una expresión de condolencia y contempló después la durmiente faz de Kaho. ¿Realmente esa chica tendría razón?. Los médicos y él mismo habían creído que estaba histérica pero aquella muchacha que acababa de perder a su madre había llorado con Kaho, reconociendo en la esposa de Kia el dolor de perder a un ser querido.

- "Gracias por ayudarla" –le dijo a la joven, en un instante en que Jeff se adelantó a arreglar los trámites sobre los restos de la señora Hiu- "los médicos aún creen que era una crisis depresiva pero ahora pienso lo mismo que tú y te agradezco haberla ayudado. Yo no hubiera sabido hacerlo"

- "No es tu culpa y no tienes que sentirte mal por eso" –le contestó casi mecánicamente mirando al piso- "Aunque no lo creas, las lágrimas que produce perder a un ser amado son muy distintas a otras y sólo una persona que ha perdido a alguien puede reconocer en otra ese dolor, ese vacío. Para una persona que ha tenido la suerte de no perder a un ser querido, eso es incomprensible" -sus ojos grises le miraron un instante antes de acompañar a Jeff- "es sólo que has sido una persona afortunada.. eso es todo"

La chica se marchó a ultimar penosos detalles y Eriol quedó pensativo.

- "Supongo que lo bueno de no haber amado nunca es eso" –pensó- "me ha dado la ocasión de no perder a nadie.."

Suspiró en silencio. Al día siguiente hablaría con Kaho. ¿Realmente Kia no volvería?.

            *          *          *          *          *          *          *          *          *          *         

Ese día Fujitaka Kinomoto contemplaba la impresionante cantidad de documentos sobre su escritorio sin apenas moverse. Pese a que el Decanato siempre le mantenía ocupado no podía evitar recordar la charla con Nadeshiko...

- "¡NO PUEDE SER!!" –había gritado con espanto.

- "Pues así fue" –había llorado el espectro de su esposa- "... debiste escuchar el llanto de su pobre esposa, ¡fue desgarrador!!... y lo peor es que acaba de tener a su bebé..."

- "Es espantoso pero.... ¿cómo podías saberlo?" –suspiró con pesar- "cuando llegué al café donde me había citado y no lo encontré nunca pude imaginar que eso hubiera pasado, además que tú ni siquiera ibas a estar en esta reunión. ¿Cómo pudimos pensar siquiera que...?"

Se detuvo bruscamente.

- "Sé que te dije que yo velaría por nuestro hijo" –comentó Nadeshiko- "y no te niego que ha sido muy duro ver lo que ha pasado el pobre estos días pero..."

- "¡Pero tu dijiste que Touya estaba bien!,¿sintió tu presencia?"

- "No, ha estado demasiado confundido... y le he vigilado lo suficientemente lejos como para que no me sintiera allá en Tomoeda. Además que lo que ha tenido nuestro hijo son problemas sentimentales" –sonrió el espectro- "pero ha sufrido bastante.... ¡imagina mi terror cuando se dirigió al parque Ueno!.."

- "Dices que la muchacha que está viviendo con él estaba allí.."

- "Sí. Pero también estaba la hija de mi querida Sonomi...... tuve mucha suerte en poder prevenir a una persona con habilidades para que la alejara del peligro..."

- "¿Un Dragón del Cielo?"

Nadeshiko asintió.

- "Subaru Sumeragi. Kia ya nos había hablado de él ¿recuerdas?... el médium más poderoso de esta época, salvo ese asesino... es el único que puede enfrentarse a ese hombre."

- "¿Ese joven salvó a Tomoyo?"

- "Fue una circunstancia afortunada que accediera a mi ruego pero era la única forma de salvar a la pequeña Tomoyo, además que nuestro hijo y la joven Akizuki nunca hubieran abandonado ese parque sin ella.." –lentamente, Nadeshiko empezó a sollozar de nuevo- "pero.... yo creí... yo creí que quizá con eso era suficiente, pero luego pude ver a ese asesino y tuve que venir a decírtelo aunque antes pasé a ver a nuestro hijo...."

- "No podíamos saberlo Nadeshiko" –suspiró el profesor pensando apesadumbrado en el médium- "no podíamos saberlo, pero esto debe terminar. Lo de Kia me ha hecho notar que no podemos seguir de esa forma, finalmente tendré que confesar todo. Sakura ha estado cuidando de su novio toda la noche pero a cada instante el peligro es mayor.... si finalmente y pese a todos nuestros esfuerzos, nuestros dos hijos están en medio del peligro, lo menos que puedo hacer es decirles todo"

Fujitaka volvió a la realidad bruscamente y con un gran suspiro empezó a escribir una carta...

- "Kia ha tenido razón desde un principio.." –susurró- "pero a la vez estaba equivocado también.... sólo espero que Nadeshiko tenga razón y no arrepentirme nunca de esto".

El teléfono llamó su atención y la voz feliz de Sonomi le sorprendió..

- "¿Estás feliz porque tu hija ya no va a casarse con ese francés?" –comentó distraídamente- "pero... ¿no crees que exageras al acompañarla cuando vaya a terminar con él?"

*          *          *          *          *          *          *          *          *          *          *         

- "¡Shaoran no hagas eso!" –protestó Sakura mientras su novio sonreía- "no estas lo suficientemente bien para levantarte y..."

- "¿Besar a mi futura esposa?" –repuso el joven inclinándose- "¡que cruel eres Sakura!"

La muchacha se sonrojó y unió sus labios a los de su novio, feliz y emocionada.

- "No entiendo cómo... pero es la primera vez que te veo tan obediente y a la vez desobediente Shaoran" –le dijo- "tomaste todas las medicinas si quejarte una sola vez y te comiste todo lo que te envió la abuela..."

El joven chino volvió a su lecho y Sakura contuvo su alegría.

- "Me siento bien. De hecho estoy muy bien" –comentó- "¿acaso creen que estoy mintiendo?"

- "No, pero tenemos derecho de sorprendernos... anoche temimos seriamente por tu vida. No ayuda el hecho que hoy te despiertes, comas y te comportes como si nada hubiera pasado... el Kamui Oscuro te atacó ¡pudo matarte!!!"

- "Ya te dije que estoy bien... aunque sí pude morir anoche, temo que hubiera sido más por mi necedad que otra cosa pero..."

- "¿Qué?"

- "Bueno... de no haber pasado por ese problema anoche no hubiera podido conocer a mi padre"

La muchacha lo miró desorientada, de modo que antes que le considerara loco, Shaoran comenzó a explicarle lo que le había pasado......

- "Me merecía el regaño de mi padre.. eso es seguro" –sonrió- "pero ahora me siento muy feliz por haber podido hablar con él y conocerlo.. aunque haya sido a las puertas de la muerte..." –continuó- "¿sabes que le pregunté muchas cosas que siempre quise?.... en verdad que me hizo muy feliz saber que no le he decepcionado, que aprueba nuestro matrimonio.... y también me ha hecho entender mucho de la actitud de mi madre y mi abuela conmigo..."

- "¿Lo dices por lo seria que es tu madre?"

- "Sí. Entiendo sus motivos y la respeto aún más por eso, pero he llegado a la conclusión que cuando nos casemos no me gustaría que te absorbieras demasiado con las cosas del clan....."

Sakura se espantó.

- "¿El Clan?.. ¿tengo que tomar algún tipo de responsabilidad cuando nos...?" –se sonrojó- "¿cuando nos casemos?"

- "Por supuesto... ¿porqué?, ¿hará eso que cambies de opinión?"

La pobre muchacha se sentó casi sin notarlo sobre el lecho de su novio sintiéndose aturdida, mientras una nueva serie de perspectivas atemorizantes pasaban ante su mente... ¿qué sabía ella de clanes mágicos chinos, ceremonial y todas esas cosas?, ella siempre había vivido como una persona común y corriente ¡no tenía idea de lo que se esperaría de ella como esposa de Shaoran!, ¿cómo pudo ser tan boba?... él no era una persona común, no sólo era jefe de su clan sinó que también del Concilio.... ¡ella jamás había pensado en eso!!.

- "¿Sakura?"

Ella le miró con expresión nerviosa, sólo para descubrir inquietud en las pupilas de su novio..

- "¿Qué sucede?"

- "Yo... yo.... no sé... sólo que de repente.... me asusté" –repuso- "nunca había pensado en lo importante que eres para tanta gente...... los cargos que tienes.... de repente... de repente.."

No pudo seguir mirando los ojos del joven y contempló la cobija con inquietud pero su novio la tomó de la barbilla obligándola a contemplarlo, mientras la comprensión se dibujaba en su rostro apuesto.

- "De repente... ¿qué?... ¿qué sucede?"

Sakura se sonrojó de nuevo. Sus rostros estaban tan cerca...

Sin poder contenerse se acurrucó contra su pecho.

- "¡Oh Shaoran!" –suspiró- "¿porqué no eres una persona común como yo?... ¡todo sería mucho menos complicado si no fueras jefe de tu clan ni del Concilio!!"

El la abrazó en silencio con una leve sonrisa ante sus palabras y recordando lo que su padre le había explicado.... el apoyo que tendría que darle a Sakura cuando se casaran....

De modo que acarició su cabello y buscó sus labios y...

El súbito resplandor de una cámara fotográfica hirió sus ojos..

- "¡QUE LINDOS!!..." –exclamó la abuela con una pícara sonrisa- "... ¿no te había dicho que Shaoran se iba a poner bien querida niña??... y creo que estaban "probando" que tan bien se sentía ¿no es cierto?...."

- "¡Abuela deja esa cámara fotográfica!!" –protestó el joven mientras Sakura se sonrojaba en silencio.

- "¡Vaya que estaban probando tus fuerzas querido!!!... se veían tan tiernos besándose... pero ¿no creen que es algo ‘tentador’ que Sakura esté sentada en tu cama?"

Los rostros de ambos jóvenes mostraron todas las diversas variaciones de rojo y la pobre muchacha se levantó con rapidez, como si de repente se quemase..

- "¡Ja, ja, ja, ja!!" –rió jocosamente la anciana- "¡voy a tener una foto realmente preciosa!!"

El ceño de Shaoran se acentuó y sus ojos brillaron mientras recordó la parte de la charla con su padre... que se refería a su abuela.

- " ¡Es realmente exasperante!" –había dicho indignado- "....yo la quiero mucho pero en verdad que no puedo con ella, ¡no podrías creer las situaciones en las que me acaba metiendo... lo peor es que nadie me cree cuando digo que mi abuela es un peligro" –había continuado con incomodidad- "y ni siquiera me trata como Jefe del clan o del Concilio.... no importa cuantas veces se lo digo, siempre se refiere a mi como "su niño".... y realmente es muy embarazoso.. ¡y si te detallara las cosas que hace no me lo creerías!!"

Una GIGANTESCA gota había aparecido sobre la cabeza de Hien mientras su hijo se quejaba....

- "Conozco a mi madre... de modo que me hago una idea. Admito que ella siempre ha tenido un carácter..... peculiar" –había comentado con un suspiro resignado- "pero en verdad que se ha puesto mucho peor contigo...."

- "No tienes idea.."

- "A mí también solía molestarme de esa forma... pero trata de sorprenderla y quizá puedas conseguir alguna breve tregua de su parte.."

- " ¿Y como hago eso?"

- "Eso es cosa tuya.."

- "¡ABUELAAAAAAAA!!"

La abuela pegó un leve brinco por el susto y la cámara fotográfica se estrelló en el piso ruidosamente, mientras empezaba a despedir unas chispas...

- "No me gustan las fotografías abuela.." –repuso el joven disimulando una sonrisa.

Sakura contempló asombrada –y aliviada- el final de la cámara y la abuela se acercó a tirar levemente de la oreja de su nieto...

- "Niño malo..... con todo lo que te he ayudado con esta linda niña... ahora tendré que pensar en algo nuevo más divertido, pero ya se me agotan las ideas como para que mi niñito me arruine una foto perfecta.."

El pobre muchacho suspiró con resignación mientras una leve gota surgía en su cabeza...

- "Pero no debiste esforzarte.... quizá empeores Shaoran" –se inquietó su novia.

- "Bien.... dejaré que me hagan un nuevo examen... pero ya no los médicos del clan por favor" –a veces se cansaba del trato tan formal de ellos y recordó algo súbitamente- "¿me dijiste que tu hermano está de vacaciones?"

- "¿Quieres que le llame?" –se asombró la muchacha.

- "No, pero como no está en el hospital para molestarnos prefiero que me revisen allí... al menos esta vez no estará entrometiéndose como siempre. Oye, ¿sabe él lo de nuestro matrimonio?"

- "No se lo dije por el susto que me diste... aunque cuando mi padre me autorizó a acompañarte yo le dije que íbamos a casarnos y Touya estaba allí. ¿Crees que por eso se haya ido de viaje?"

- "No lo sé, pero sería estupendo que dejara de estar inmiscuyéndose entre nosotros aunque como eso es demasiado me resigno a que me ignore, creo que con eso sería feliz......"

- "Pues... yo no estoy muy convencida de que lo sepa. Casi parecía no escucharme y..."

Shaoran repentinamente se puso muy serio y Sakura se inquietó.

- "¿Que sucede?"

- "No sé, pensaba en ese asesino.... en la identidad de la víctima de anoche y no puedo evitar preocuparme, me siento inquieto"

- “Sé a lo que te refieres.... nos avisaron que la mamá de Yoko murió anoche y aunque apenas si pude acompañarla por un rato por lo mal que te encontrabas le pedí a Hin Lu que se ocupara de los trámites y él le avisó al señor O´Neill.... Tao está muy afectado aunque Yoko me preocupa....”

- “Siento enterarme de eso” –dijo el joven con pesar- “pero ella es bastante fuerte....”

- “Ese no es el punto Shaoran. Ella perdió a su madre y me preocupa que lo tome tan serenamente...”

- "Dejen de pensar en cosas que no pueden resolver" –intervino la abuela- "de modo que ve a ese hospital si quieres mi querido niño, pero mejor acompáñalo Sakura. Pequeña, te doy permiso que seas lo bastante cariñosa pero evita que se esfuerce demasiado o empiece a pensar en cosas serias.."

Sakura se sonrojó.

¿Porqué la abuela siempre tenía que hacer comentarios de ese tipo?

Mientras Sakura y Shaoran enrumbaban al hospital, en el departamento del joven chino y aún esperando por ver a su dueña, Kero estaba deprimido y melancólico. Sakura había pasado la noche cuidando a ese condenado mocoso y ayudado a aquella chica extranjera pero la verdad es que casi ya no pasaba tiempo con él desde que había reencontrado a ese tipo. Y con Spinel también ocupado y Byakko siempre defendiendo a ese sujeto se sentía triste...

Más que eso. Se sentía profundamente solo.

La situación de él era bastante diferente a la de Yue. En su forma de Yukito el antiguo juez de las Clow cards podía tener una vida –y en verdad que Tsukishiro sí que parecía tener planes- relativamente independiente y hasta plácida pero él apenas si conocía a los que rodeaban a su dueña y ahora parecía que últimamente todos le ignoraban. No culpaba a Sakura por haberlo sellado inconscientemente durante aquellos diez años pero sí que lamentaba haberse perdido la ocasión de disfrutar más de la atención de su dueña y de compartir sus problemas... por eso se sentía solo.

Con ese mocoso en su vida y a punto de casarse, Sakura ya no lo necesitaba.

- "No me necesita" –murmuró contemplando el flan a su lado- "ahora ese mocoso es el centro de todo lo que hace... que si tiene esto, que si planificaron aquello..... "

Byakko asomó su diminuto hocico felino en ese momento y dio un grito

- "AAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!!!!!!"

Bastó el grito agudo de la felina para que la bestia del Sello de las Sakura Cards recobrara su aspecto original con rapidez y preguntara con voz de trueno:

- "¿Que pasó?, ¿donde está el enemigo??"

- "¿Cual enemigo?" –le contestó la gata- " ¿a quién te refieres?"

- "¿Cómo que a cual?.. ¡al que te hizo gritar!!"

- "Yo grité porque estabas ante un flan sin comértelo" –repuso señalando el postre.

La figura de la Bestia del Sello perdió su majestuosidad al estrellarse contra el piso.

- "Y en serio que no te lo has comido... ¿acaso estás enfermo?"

Kero recobró su aspecto anterior y contempló melancólicamente el postre..

- "Es que no tengo ganas"

¡Ahora sí que la gata casi se desmaya!!

- "¡Esto es una buena prueba que se acerca el fin del mundo!" –gritó alarmada- " ¿desde cuando has dejado de comer postres?... ¡es lo único que haces casi todo el tiempo!!"

Contrario a lo esperado, su frase deprimió más al guardián.

- "Oye... esto es serio ¿no?" –dijo preocupada- "vamos, dime que te pasa..."

- "Sakura va a iniciar una nueva vida muy pronto" –repuso el simpático muñeco- "y ya no soy quien la protegerá en el futuro... tu señor creador sí que ha logrado apartar a mi dueña de mí..."

Byakko se sentó a su lado, comprendiendo lo ocurrido.

- "Bueno, eso era algo que iba a pasar alguna vez Kerberos... alguna vez tendría que hallar a alguien y nadie mejor que mi creador. Aunque supongo que es por eso que no te agrada él.."

- "Pero yo hubiera querido pasar más tiempo con Sakura, como cuando era niña.. ¿Porqué no puede ser ella como Clow?, él nunca llegó a casarse.... Yue, yo y las cards éramos lo que él tenía y parecía estar contento con nosotros. ¿Porqué Sakura no puede ser así?"

- "¿Y estás seguro que tu creador era feliz como dices?" –reflexionó la gata- "mira, admito que soy la más novata de las Bestias del Sello, pero tengo la ventaja que mi creador me hizo "felina" y por lo tanto tengo lo que las personas llaman "intuición femenina."..."

- "¿Las gatas tienen eso?" –dudó el muñeco.

- "Al menos soy mucho más sutil y observadora que tú.. para ser el primero de todos nosotros deberías ya haberte dado cuenta de esto que te digo" –continuó- "los humanos no son como nosotros en muchos sentidos y nuestros creadores y amos no se diferencian mucho a los humanos normales en eso. He estado observando como se relacionan las personas y me doy cuenta que de una u otra manera siempre están buscando algo, alguien ‘especial’ que les haga que son parte de algo único....."

- "Como Sakurita y tu antipático creador ¿no?, ¿eso quieres decirme?"

- "Creo que sí" –asintió- "pero veo que en los humanos es algo como una necesidad y no es que nosotros no les bastemos, creo que llenamos el "lado mágico" de nuestros señores y amigos pero no es suficiente. Ellos siguen siendo humanos y necesitan a alguien que también lo sea para complementarse. Por eso me asombra un poco lo que me dices de tu creador... ¿realmente nunca quiso a nadie?.. realmente sí que no era una persona común"

- "Clow era feliz con nosotros, sus criaturas" –asintió orgulloso- "aunque tenía una forma peculiar de hacer las cosas y siempre estaba buscando divertirse estaba contento con nosotros y apenas si se relacionaba con otros hechiceros, por eso pensé que Sakura también podría sentirse satisfecha con nosotros.."

- "No creo que se sienta insatisfecha.. sólo que el amor que siente por mi señor es muy diferente al que siente por ustedes.." –suspiró- " ¡ella y mi señor creador hacen una pareja tan bonita!!"

- "¡Ya bájate de las nubes gata!" –protestó enojado.

- "Me pregunto si de verdad quieres que tu dueña sea feliz" –insistió Byakko- "quizá para tu creador ustedes eran todo lo que necesitaba pero mi señora necesita de mi creador para ser feliz y a la vez de ti y de tu compañero juez, también de las cards.. aunque de una forma diferente. Creo que sólo cuando llegues a aceptarlo dejarás de sentirte menos miserable..."

Kero contempló pensativamente el flan y a la gata.

La verdad era que lo que ella decía le recordaba a las frases que Tsukishiro decía... que Sakura era feliz al lado de Li, que los comprendiera, que eran felices juntos. Bien, la verdad era que los ojos de su dueña sólo brillaban cuando ese condenado mocoso estaba cerca. Quizá Tsukishiro tenía razón en lo que decía: los seres vivientes tienen diversas necesidades y tipos de afecto que brindar... todos necesitamos de todos en diferentes maneras...

Por eso tomó decididamente la cuchara y la hundió golosamente en el flan.

¡Había recuperado el apetito!!

Byakko sonrió y sus ojos felinos y azules centellearon con aprobación. Ciertamente Kerberos era una calamidad con ese apetito insaciable de dulces que tenía pero mucho peor era verlo en depresión.

- "Es mejor que se atragante antes que entre en una crisis" –pensó la gatita mientras Kero se relamía gustoso el último bocado de flan.

Aunque se sorprendió cuando el guardián empezó a mirarla fijamente con sus ojitos. ¿Porqué la miraba tanto?, ¿habría subido de peso?....

- "¡BASTAAAAA!! ¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?" –chilló Spinel, apareciendo en medio de ambos como por encanto- "¿ACASO ESTAS COQUETEANDO CON ELLA O QUE KERBEROS??"

- "¡Yo no estaba coqueteando!!" –protestó Kero con la cara totalmente roja- "además.. ¡¿Y ESO A TI QUE TE IMPORTA EH??!!"

- "¡Que eres un aprovechado y eso no es justo!" –el gatito negro y alitas traslúcidas se volvió a la sorprendida felina- " ¿qué te dijo Byakko?, ¿que te dijo??"

La gata empezó a reírse ante la acalorada discusión de sus compañeros...

- "¡Eres un mal pensado!!" –protestaba Kero agitando histéricamente los bracitos- "¡¡¡¡¡¡mal pensadooooooooooooo!!!!!!!"

- " ¡No, tú eres un aprovechado!!!"

- "¡No, tú lo eres!!"

Byakko dejó de reír por un minuto y procuró calmar los exaltados ánimos de Spi –cuando lo llamó de esa manera el serio guardián se sonrojó- mientras Kero se cruzaba de brazos...

Pero súbitamente recordó algo..

Lo que había dicho de Clow no era del todo cierto. En alguna ocasión había escuchado a su creador comentar con Yue el "verdadero propósito" para el que había creado la carta "shield"...

- "Como ves Yue, a veces ni siquiera la magia puede proteger a los que amamos.... quizá si hubiese terminado esta card antes de aquella batalla.." –suspiró el legendario hechicero.

- "Muchas veces has dicho que las casualidades no existen, sólo lo inevitable... ¿acaso lo dices por eso?"

- "No Yue. Esta card fue creada para proteger a aquellos que amamos de cualquier magia o conjuro, pero desgraciadamente no pude proteger a alguien del dolor y la tristeza"

- "¡Clow!"

- "No te preocupes por mí" –el hechicero se había apurado en tranquilizar a su creación- "sabes que esta noche es el aniversario de ese combate y a veces hasta yo no puedo evitar tomar las cosas en serio por un instante"-sonrió- "anda, vigila que Kerberos no haya escapado de su baño.."

Yue había estado por descubrir la escapada de Kerberos en ese momento, pero Kero no había olvidado la mirada triste de Clow al mirar el reflejo de la luna sobre las aguas, desde su ventana aquella noche. Y es que había sido uno de los realmente escasos momentos en que había visto una expresión profundamente melancólica en el rostro de su creador.

Pero en ese momento el rostro de Spi estaba más sonrojado que nunca y Kero protestó..

- "¡Oye Spi!! ¿acaso estás aprovechando que Byakko quiere evitar que peleemos para hacer que te abrace?"

- "¡NOO!!"- chilló muy avergonzado el serio guardián- " ¡Oye que no soy tú!!"

- "¡No, tú eres un aprovechado!"

- "¡No, tú lo eres!!"

- "¡No, lo eres tú!"

La gatita se encogió de hombros. Al menos esos dos habían vuelto a la normalidad y eso le daba tranquilidad suficiente para pensar en algún proyecto que le procurara dinero...

            *          *          *          *          *          *          *          *          *          *          *

Tomoyo estaba ante la puerta de la habitación de Jean estrujando su pañuelo con nerviosismo. Durante toda la semana había tratado de preparar al francés para este desenlace pero ya no podía darle más dilación. Se sonrojó profusamente al recordar como se había empinado para besar al médico el día anterior. El nunca había dicho que la quisiera, pero en aquel momento no le había importado y Jean no se merecía eso. Sabía que su madre lo detestaba porque el francés era frívolo y vanidoso pero ella misma había sido despectiva y fría durante años para esconder sus tristezas y traumas bajo el nombre de Tracie Junot y Jean había sido el único que había soportado sus desplantes, por eso se sentía muy mal con él.

Al menos su madre estaba cerca. Le había pedido que le acompañara aclarándole que no debía estar en la misma habitación cuando ella charlara con el francés -¡con lo que le hubiera gustado eso a Sonomi!- pero la verdadera razón era que temía encontrarse con el médico a solas. ¡No se atrevía!, ¡no podría!. El no había dicho nunca que la quisiera y posiblemente la señorita Akizuki siguiera en su casa, de modo que se había jurado a sí misma no verlo jamás a solas otra vez.

Se sonrojó de nuevo ante el recuerdo.

Ignorante de los dilemas de su hija, Sonomi aprovechaba los momentos para charlar con Fujitaka Kinomoto en la cafetería del hospital.

- "Agradezco tu preocupación, pero estoy bien Sonomi" –decía el decano- "además que me alegra mucho verte tan animada hoy"

- "Por supuesto que sí. ¡Finalmente recuperé a mi hija!. Y esta vez es por un largo tiempo porque no pienso compartirla con nadie" –había dicho muy satisfecha- "pero... ¿sucede algo?"

- "Sólo mucho trabajo pero nada más. Agradezco mucho el té y ha sido muy oportuno. Justamente estaba por salir de mi oficina cuando llamaste"

- "¿Más trabajo?"

- "Tengo que ver a una persona en un par de horas pero estaba cansado de la oficina" –asintió.

- "Pues no te culpo, aunque lo que no me cansaría es de ver la cara de ese cretino francés en este momento" –rió.

- "¡PERO TRACIE!! ¿ACASO TE HAS VUELTO LOCA?"

- "Jean por favor, estoy tratando de hacerte entender" –dijo Tomoyo con su voz melodiosa llena de tristeza- "tú sabes sabías que no te estoy enamorada de ti y aunque te acepté antes no puedo continuar con esta farsa" –murmuró- "eres una persona que ha sido siempre muy amable conmigo pero no es justo tanto para ti o para mí llegar a algo tan importante sin un sentimiento fuerte de por medio.."

- "¡Pero todos lo esperan en París!!" –chilló el rubio.

- "Jean... por favor. No podemos construir algo sólo basándonos en lo que la gente piense... en lo que digan los demás..."

- "¡Tengo una reputación que proteger!"

- "Lo siento" –dijo con tristeza- "pero traté de hacértelo entender varias veces, por eso cancelé los preparativos del matrimonio y no quisiste escucharme....." –suspiró- "Jean, te considero una gran persona y te juro que me siento muy mal por hacer esto pero.."

Los ojos del rubio relucieron de ira. El sabía que su novia había estado tratando de terminar con él hace varios meses, sabía que ella estaba en lo cierto cuando decía que él no había querido oírla cuando empezaba a prepararlo para esto, pero se sentía indignado, ofendido y hasta espantado..

- "¡Te estaba dando una oportunidad de reconsiderarlo!" –gritó colérico- "¿acaso has perdido la perspectiva Tracie?, ¡YO SOY JEAN LE BLANC!, ¿COMO SE TE OCURRE PENSAR EN TERMINAR CON ALGUIEN COMO YO?"

El hombre se paseó repetidamente por la habitación y miró a la joven. ¿Acaso iba a perder a aquella chica y la fortuna que ella representaba?, y no sólo eso, no sólo era el dinero, era su prestigio, sus amigos, ¡todos lo esperaban!, ¿cómo podría enfrentar los terribles gastos acumulados estos meses sin el dinero de Tracie?, había hecho varias transacciones desde el mismo hospital –teléfono en mano- todo contando con ese matrimonio...

- "¡PUES CLARO QUE DEBES SENTIRTE MAL!, ¡NO SABES LO QUE ESTAS HACIENDO!" –el rubio estaba histérico- " ¡A MI NADIE ME DEJA!! ¿LO OYES?, ¡NADIE!, ¡NADIE!"

- "Lo siento mucho"

- "Pues no lo sientas tanto, porque nunca estuve enamorado de ti" –dijo furioso, queriendo lastimarla- " ¿porqué crees que te soportaba en París cuando me alejabas de tu lado en cuanto trataba de abrazarte?.. ¡por tu dinero!, ¡te pedí matrimonio por tu dinero!"

Para su asombro, la expresión de la joven no varió.

- "Lo sé"

- "¿Lo sabías?" –se sorprendió- "pues entonces te diré algo que te debí haber dicho hace tiempo: en París todos odian a Tracie Junot porque es una persona detestable, petulante y fría.. ¿creíste que te soportaba por afecto?, ¡no era eso!... yo mismo llegué a detestarte en París. ¡Eso es Tracie Junot!"

- "Tienes toda la razón" –repuso tranquila y asintiendo- "toda la vida de París es una gran mentira alrededor de Tracie Junot"

Ahora sí que el francés estaba desconcertado. Había esperado ofenderla pero la muchacha aceptaba sencillamente las verdades, sin gritos ni estridencias, todo con una serenidad impresionante que le dejaba perplejo. Le era ofensivo saber que su novia siempre había conocido sus mentiras y sus falsedades, pero aún así venía a ofrecerle una disculpa por no haber podido enamorarse de él..

- "¿Realmente lo sabías todo?" –se asombró- "¿porqué entonces me has tratado tan bien hasta ahora?"

- "Porque soportaste aquella falacia Jean" –le contestó- "aunque tenías tus motivos personales para hacerlo, soportaste mis desplantes cuando nadie más lo hacía y eso es algo que te debo. Pero ya ves que finalmente podemos decirnos las verdades y no podíamos ni debíamos casarnos..." –suspiró de nuevo- "sé que he herido tu orgullo y hasta tu reputación pero espero que me des la razón ahora. Pienso empezar de nuevo en Hong Kong y no regresaré a París, de modo que puedes decir que terminaste conmigo si te hace feliz... yo sólo espero que puedas disculpar todas las desgracias que te han pasado y todos los desplantes que te hice..."

La joven Daidouji se volvió para irse y abrió la puerta pero la voz del francés la retuvo. Lo cierto era que le dolía mucho... sentía algo muy fuerte por ella, por "Tomoyo" y no Tracie Junot, pero al mismo tiempo estaba irritado y ofendido. El era famoso en el jet set internacional, era un partido codiciado por su prestigio y contactos sociales, sus amigos eran gente millonaria y distinguida, ¡No podía dejar que ella lo dejara así!.

- "Te voy a dar la oportunidad de tu vida" –le dijo tomándola del brazo y retorciéndoselo sin piedad- "si me pides que olvidemos esta charla la olvidamos y nos casamos en una semana o dos, en París. Sabes bien que nunca tendrás oportunidad de casarte con un tipo como yo.. con alguien de mi categoría"

- "¡Jean suéltame!, ¡me estás haciendo daño!"

- "¡NADIE DEJA A JEAN LE BLANC!, ¡NO TE SOLTARE HASTA QUE ME PIDAS UNA DISCULPA!!"

- "¡Jean basta por favor!!, ¡suéltame!"

- "Si yo fuera tu la soltaría en este mismo instante" –Touya ingresó por la puerta abierta en ese instante y con el rostro blanco de ira.

- "Escuche doctor.. ¡esto no es asunto suyo!" –contestó irritado- "de modo que mejor lárguese antes de que le vaya mal"

- "A ti te va a ir peor si no haces lo que te digo" –dijo con autoridad y amenaza avanzando lentamente hacia el tipo- "¿no entiendes que estás terminando con mi escasa paciencia?, ¡hazlo de una vez, maldición!"

- "¡Váyase al infierno!"

El personal había sido atraído ya por los chillidos del francés y mientras Touya había avanzado amenazadoramente ya un grupo de enfermeras estaban atisbando detrás de la puerta contemplando con emoción la reacción del Jefe de Residentes; pero ajeno a lo que ocurría a sus espaldas –el muy emocionado personal femenino del hospital a punto de improvisarle algunas porras y vivas- el médico no pudo soportar más y de un solo y formidable puñetazo en plena cara hizo que el francés aterrizara de espaldas al piso y arrastrando la cama del hospital en su caída para terminar contemplando el techo poblado de estrellas y duendecillos con barba a su alrededor. Por su parte Tomoyo lo miró con asombro y angustia mientras sólo se escuchaban los grititos emocionados de las enfermeras:

- "¡SIIIII!!"

- "¿Lo vieron?"

- "¡Pero que buena derecha tiene el doctor Kinomoto!"

- "¡Y como le brillan los ojos cuando se enoja!"

- "¡Al fin ese tipo se consiguió lo que merecía!"

- "Ha sido el paciente más odioso que hayamos tenido aquí en años!"

Los ojos oscuros de Touya miraron a la muchacha con intensidad hasta sonrojarla y antes que pudiera detenerla, ella abandonó la habitación a toda prisa ignorando al entusiasta público. Por su parte, Kinomoto dudó en salir detrás de la joven pero prefirió dejar aclarado el asunto con el desplomado francés:

- "Nunca, nunca jamás te atrevas a poner un solo dedo sobre ella ¿lo oíste?" –amenazó mientras el aturdido Jean trataba de dejar de ver estrellas- "¡NUNCA!"

- "¿Cómo se ha atrevido?" –gimoteó sintiendo algo extraño en su boca, hasta que al fin supo lo ocurrido- "¡ME HA SACADO UN DIENTE!! ¡criminal!, ¡lo denunciaré!!, ¿con qué derecho interfiere en mis asuntos con Tracie?"

- "Ella no te pertenece" –replicó inapelable y profundamente irritado que la mencionara- "no toleraré que te le acerques ¿lo oíste?.. ¡NADIE VA A APARTARLA DE MI LADO JAMÁS!"

Jean escupió su diente mecánicamente, súbitamente pasmado. No podía ser, no era posible.... por la forma que Kinomoto había reaccionado, esa ira... ¡el hombre estaba histéricamente celoso!

- "Pe.. pe... pero..." –tartamudeó.

Abrió la boca estúpidamente... sin poder decir más ante la revelación. Ese hombre, ese maldito médico suyo....

- "¡ELLA ES MÍA!" –aseveró Touya dando por terminada toda explicación.

Y sin fijarse en las atónitas –ahora convertidas en un grupo lloroso de chicas- enfermeras que estaban en la puerta, abandonó la habitación dejando a Jean sollozando de dolor por el diente asimismo de enfado y rabia contra sí mismo por no haberse dado cuenta antes.. ¡su propio médico le había quitado a su novia!. Pero no, no era "suya", desgraciadamente ese hombre tenía razón. Tomoyo Daidouji, la verdadera chica detrás de la máscara de Tracie Junot nunca le había pertenecido.

Le pertenecía a ese tipo.

Justamente los interesados estaban teniendo una peculiar charla en pleno pasillo..

- "Escucha yo..." –Touya se sentía como un idiota- "es decir, anoche tú me besaste y.."

- "Preferiría no hablar de eso si no te molesta" –susurró la muchacha, sin detener sus pasos rápidos camino al elevador- "yo creo que..."

- "¡No espera!" –la retuvo antes que ingresara- "¡con un demonio, anoche me desconcerté y no supe decir nada con lo que pasó y...!"

- "Tal vez porque no hay nada que decir" –dijo la chica temblando y tratando de liberarse de él- "¿Porqué no dejas de jugar conmigo?, ¿no te has cansado ya de eso?"

Con un gran esfuerzo la muchacha intentó separarse nuevamente pero el médico la tomó por los hombros antes de decir simplemente:

- "Lo que no pude decirte es que Nakuru ya no vive conmigo. Después de que volvimos del parque hizo sus maletas y se marchó"

Tomoyo se congeló.

- "Ella... ¿ella ya no?" –murmuró confundida.

- "No. Ella me dejó" –sonrió- "es increíble como pudo entender lo que me pasaba mucho mejor que yo..."

- "Yo.." –murmuró confundida.

- "Tu me perteneces... y creo que eso ya lo sabes" –dijo rodeando su talle y buscando sus labios de nuevo- "no acabo de sacarle un diente a ese cretino como para permitir que te alejes de mí"

- "Realmente ¿le hiciste..?"

- "Me niego a continuar con ese idiota como base de esta conversación. Es más, ni siquiera quiero una conversación en este momento.."

Cuando dejó de besar a la muchacha la pobre chica estaba colorada como una cereza.

- "Pero... ¿qué va a pasar ahora?" –susurró.

- "Te vas a casar conmigo" –lo dijo sin preguntar dando ya por hecho la respuesta- "no bromeaba cuando dije que nadie te iba a separar de mí ¿de acuerdo?"

Ella asintió en silencio con una sonrisa y cerró los ojos cuando él se inclinó de nuevo y....

- "¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY!!!!!!!!"

Ambos jóvenes casi pegaron un salto, aunque por supuesto que el Hospital se remeció por completo y no era sólo por el llanto de las enfermeras -¡el Jefe de Residentes le había pedido matrimonio a una chica!- lo que había sorprendido a la pareja...

- "¡QUE... QUE.. ¿QUE SIGNIFICA ESTO??" –gritó Sonomi al borde de una crisis histérica mientras Fujitaka Kinomoto estaba mudo de impresión y tan perplejo como ella- "To... Tomoyo.... qué, que... ¿qué..?"

- "Mamá por favor, deja que te explique.."

La muchacha trató de contener a su madre pero ya una gigantesca vena se había formado sobre la cabeza de Sonomi, mientras sus ojos despedían rayos de furia y una mortífera aura de fuego rodeaba su figura.....

- "¿QUE CREES QUE LE ESTAS HACIENDO A MI HIJA GRANDÍSIMO PERVERTIDO??" –chilló colérica- " ¡SUÉLTALA DE UNA VEZ!!"

- "¿A QUIEN LLAMA PERVERTIDO?" –saltó el doctor.

- "Por favor Sonomi... procura calmarte" –intervino Fujitaka- "estoy seguro que los muchachos tienen una muy buena explicación para esto..." –miró a su hijo mayor- "¿verdad que sí Touya?"

El Jefe de Residentes suspiró pero antes que pudiera contestarle a su padre, Sonomi lo señaló con un gigantesco dedo acusador...

- "¿Y QUE CLASE DE EXPLICACIÓN PUEDE DAR?, ¿ACASO NO VES COMO EL PERVERTIDO DE TU HIJO ESTABA APROVECHÁNDOSE DE MI PEQUEÑA?" –movió sus brazos frenéticamente- "¿ESTO ES UNA PESADILLA?, ¡UN DESASTRE!, ¿Y QUE HACES QUE NO LA SUELTAS?, ¿QUIÉN TE CREES?"

Indignado por las palabras de la empresaria, Touya apretó la cintura de Tomoyo con mayor fuerza.

- "Mamá si te calmas te lo explicaré todo y.."

- "Sonomi, si no te calmas, los muchachos no podrán decirnos y.."

- "¡ES UN PERVERTIDO!, ¡LO DENUNCIARE!, ¡TE DENUNCIARE POR PERVERTIDO!" –continuó histérica- " ¡de modo que empiezas a soltar a mi hija que ella y yo nos marchamos a Hong Kong mañana mismo..!"

- "¡Mamá!" –se sorprendió Tomoyo mientras el doctor la ceñía contra su cuerpo con más fuerza- "¿qué estás diciendo?"

- "¡Usted no la va a alejar de mí señora!" –replicó Touya aún indignado por los apelativos de "pervertido" que había usado Sonomi- "¡porque va a casarse conmigo y..!"

- "¡SOBRE MI CADÁVER!!"

La diseñadora se liberó de Touya con delicadeza y con un leve gesto y una sonrisa evitó que su madre y su flamante novio se desataran en una lucha mortal llevando a Sonomi a un costado y tratando de hacerle entender lo ocurrido, mientras el aún molesto médico miraba a la empresaria con enfado. ¿Cómo podía ser tan condenadamente obcecada aquella señora?. Siempre había creído que la persona más detestable era aquel tipo chino que era novio de Sakura pero ahora descubría que esa mujer era realmente peor...

- "¿Es cierto lo que dijiste Touya?" –la voz de su padre evitó que siguiera lanzando rayos por la mirada a Sonomi, que se los devolvía plenamente- "yo jamás he intervenido en tu vida hijo, pero estoy desconcertado.. creí que estabas viviendo con aquella joven llamada.."

- "¿QUEEEEEE?" –los oídos de Sonomi, perfectamente agudizados cuando le convenía la hicieron saltar de nuevo al escuchar eso- " ¡¡¿TE ATREVES A ACOSAR A MI PEQUEÑA CUANDO VIVES CON OTRA..?!!"

Tomoyo suspiró con resignación, mientras Fujitaka se tapaba la boca con una mano a la vez que le surgía una gota sobre la cabeza...

- "No estoy viviendo con nadie señora" –interrumpió Touya con decisión antes que Sonomi terminara su frase- "y sí papá, realmente voy a casarme con ella tanto si le gusta a esta señora como si le molesta"

El Decano contempló por un instante el rostro decidido de su hijo y sonrió. Sí que entendía ahora porqué Nadeshiko le había dicho que Touya tenía una "crisis sentimental" sin decirle claramente la situación. ¡Nadeshiko!, seguramente a ella le había hecho sonreír mucho los sentimientos entre su hijo mayor y la hija de Sonomi, de modo que se limitó a asentir y darles su apoyo a los muchachos, pero Sonomi lo miró con expresión espantada antes de empezar a indignarse de nuevo entre lágrimas..

- "Pero hija.. ¡por favor escúchame!!. Eres aún muy joven y este tipo es sólo un maldito pervertido..."

- "Mamá.." –sonrió la muchacha- "ya te he pedido por favor que comprendas.."

- "¡Esto es la tragedia de mi vida!" –sollozó Sonomi- "¡como si no hubiera sido bastante ver a mi querida Nadeshiko casarse tan joven ahora me pides que te deje al cuidado de este sujeto tan posesivo e histérico!... por favor querida, recapacita, no puedes pasar de ese estúpido francés a un tipo como este.. ¡ES AÚN PEOR!!"

Touya estaba a punto de erupcionar de coraje. Tenía el rostro congestionado por la cólera en cuanto aquella señora empezó a compararlo con el condenado francés..

- "Sonomi... si los muchachos ya lo han decidido, ¿que podemos hacer nosotros?" –pidió con amabilidad Fujitaka- "por favor, trata de entender.."

- "¡Tu dices eso porque es tu hijo!!, ¡seguro que tú preparaste esto!!"

Sonomi enjugaba sus lágrimas cediendo ante la sonrisa de su hija, mientras Fujitaka procuraba tranquilizarla tratando de sacarla de allí y conducirla otra vez a la cafetería...

- "Si osas lastimar a mi pequeña de alguna forma.. por muy mínima que sea ¡juro que te arrepentirás!" –dijo como amenaza antes de marcharse- "no voy a permitir que te aproveches de ella, ¡los tendré bajo vigilancia estricta!!, ¿donde están mis guardaespaldas?"

Touya le respondió con fieras miradas y Fujitaka y Tomoyo sonrieron pensando lo mismo. Ciertamente tía y sobrino se parecían mucho con ese mismo mal genio..

- "Tu madre es aún peor que ese odioso tipo chino" –murmuró enojado cruzándose de brazos en cuanto ambos padres se marcharon por el pasillo- "es detestable"

Tomoyo sonrió muy divertida.

- "Es gracioso. Ella me susurró lo mismo de ti antes de marcharse. A este paso vas a empezar a apreciar a Li si lo comparas con ella ¿verdad?"

- "¡Eso no es de risa!" –protestó- "¿acaso no escuchaste lo que dijo?, ¡piensa ponernos guardaespaldas para vigilarnos a cada instante!!.. "

Tomoyo se sonrojó.

- "Con un demonio" –dijo abrazándola de nuevo- "si no olvido a tu madre, voy a tener un ataque al hígado"

- "¿Que haces?"

- "Aprovechar el tiempo antes que nos espíen los condenados guardaespaldas.."

Se inclinaba para besarla pero en ese mismo instante el ascensor se abrió y el hospital se estremeció por un grito de sorpresa.

Por segunda vez en menos de una hora...

- "¡ AAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!!!!" –los ojos de la pobre Sakura casi se salían de sus órbitas ante lo que había visto- " Hermano.. ¿QUE LE ESTAS HACIENDO A TOMOYO?"

Ni que decir que Shaoran estaba totalmente blanco de la impresión.

- "¡Oh Sakura!, ¡Li!" –se sonrojó la diseñadora.

- "¡Esto no puede ser!!.." –maldijo el doctor- " ¿acaso no pueden darme un instante de tregua?" -Tomoyo procuró decir algo pero un muy enfadado Touya le hizo frente a la pasmada expresión de su hermana- "¿acaso no tienen algo mejor que hacer ustedes dos?"

- "Pe.. pero hermano... ¿QUE LE ESTAS HACIENDO A MI AMIGA?"

A Sakura sí que le era difícil asimilar la imagen de su hermano besando apasionadamente a su mejor amiga en cuanto el elevador se había abierto y los contemplaba aún con una mezcla de asombro y susto...

- "Sakura yo.." –Tomoyo estaba muy avergonzada- "si me permites yo te.."

- "¡Basta!" –se irritó el doctor pues Shaoran también tenía una gota sobre la cabeza- "¿acaso es tan difícil tener algo de privacía por aquí?, ¿se volvieron sordos de golpe?"

- "Es que... hermano..." –tartamudeó la aún pasmada Sakura ¿acaso estaba soñando?, ¡eso era imposible!- " ¡tú estabas.. estabas.. estabas!!"

- "¡Asimílalo monstruo!, ¡y no me mires con esa cara de espanto tú mocoso que no soy ningún pervertido!!" –Tomoyo contenía de nuevo la risa- "¡ELLA ES MÍA Y NO QUIERO NINGÚN COMENTARIO MÁS NI CARAS DE ASOMBRO AL RESPECTO!"

¡Ahora sí que Sakura estaba al borde de un desmayo!!

- "¡¿Acaso no tienen algo mejor que hacer en sus vidas que andar molestando?!" –realmente la reacción de su hermana hacía sentir a Touya como un depravado- "¡hagan algo con su tiempo, maldición!, ¡dejen de estorbar y entrometerse en las relaciones de los demás!"

- "Es curioso que nos digas eso, se supone que no tenías que estar aquí" –repuso Shaoran con sarcasmo mientras Sakura seguía muda de asombro- "¡además que eres tú quien siempre se la ha pasado entrometiéndose con nosotros y....!"

Tomoyo hubiera querido darle algunas explicaciones a su amiga pero Touya no parecía estar dispuesto a soltarla y Shaoran suspiró con resignación mientras empezaba a empujar a su novia hacia la salida antes que el doctor se irritara más todavía...

- "Siempre pensé que eras una persona muy amable Daidouji" –comentó el joven chino antes de abandonar el lugar- "pero ciertamente no sé de donde puedes sacar la paciencia para soportarlo.."

Touya lanzó rayos por la mirada y el joven chino contuvo la risa..

¡Era una dulce venganza!!

- "¡Pero Shaoran!... ¡es que todavía no lo entiendo!" –murmuraba Sakura.

- "Realmente no sé como hará Daidouji para soportar a ese histérico hermano que tienes o lo que puede haber visto en un tipo como él una chica tan dulce...." –repuso el joven chino encogiéndose de hombros- "parece que las sorpresas nunca dejan de llegarnos.. ¿no crees?"

Un poco apartada de ellos –lo suficiente para que no descubrieran su presencia- Nadeshiko Kinomoto asentía en silencio pues estaba en total acuerdo con Shaoran.

- "Creo que ahora que están tranquilos consigo mismos Touya y Sakura sí podrán comprender a su padre.." –susurró.

            *          *          *          *          *          *          *          *          *          *          *

Yukito se acomodó al lado de la profesora con gesto de dudosa preocupación. Llevaban al menos treinta minutos hablando de lo mismo y realmente no se sentía nada tranquilo.

- "Temo que no... no sea buena idea" –suspiró- "nunca has hablado con él y temo que es bastante ..... diferente a mí"

- "Es lo que has repetido varias veces, pero me gustaría hacer mi propio intento" –pidió Ayame con una sonrisa nerviosa- "¿crees que realmente me iría tan mal?"

Ambos se miraron sonrientes y con una gota sobre la cabeza....

- "Nunca te sorprendes por nada ¿verdad?"

- "Debo admitir que algunas cosas me... sorprendieron" –rió la joven profesora- "especialmente cuando me explicaste lo de aquellas cosas de magia aunque finalmente pude comprender el motivo de tu afecto por Sakura" –suspiró- " ¿Sabes?.. esos son el tipo de cosas que una puede leer en una historia o una novela"

La gota sobre la cabeza de Yukito se hizo más gruesa.

- "Sé que es muy difícil de aceptar"

La joven negó con la cabeza.

- "No. Al menos no para mí. Muchas veces leí aquellas historias que tratan de hechiceros y gente "especial" considerando todo como fantasía pura pero siempre me quedé soñando con pertenecer a ese mundo, al que personas comunes y corrientes como yo sólo podemos imaginar. ¿Sabes?, es increíble y a la vez hermoso saber que hay gente con tales dones a nuestro alrededor" –sonrió- "aunque quizá no debería extrañarme tanto... siempre has sido tan popular y gentil con todos que no podías ser del todo común"

-"Supongo que yo no puedo decir que lo mío sea un don. En mi caso no soy una persona con esas "habilidades", soy más bien alguien que le debe su existencia a esas personas.."

- "En cuanto me autoricen a salir de aquí visitaré a Sakura y al joven Li, para agradecer la profunda confianza que han depositado en mi persona" –murmuró la maestra- "no hubieras podido contarme tu secreto si no te hubieran autorizado a contarme los suyos y los de las personas que les rodean pero eso me confirma una vez más que la vida de una persona siempre está íntimamente ligada a la de sus amigos.."

- "Y en mi caso sí que es aplicable" –repuso volviendo al tema de Yue- "nunca me sentí incómodo con esta dualidad Ayame. Nunca. Pero no sé si esto sea justo contigo"

- "¿Cómo puede incomodarme si es una parte de ti?. Ojalá no le desagrade tanto... tengo mucho miedo por Rei y no quisiera provocar alguna tristeza, mucho menos en alguien que es parte de ti"

Yukito abrazó a la convaleciente profesora y se apresuró a tranquilizarla. Tenía mucho aún que resolver con Yue.... pero eso era algo entre ellos y nadie más.

            *          *          *          *          *          *          *          *          *          *          *

Un día después Sakura contempló nerviosamente el rostro surcado de lágrimas de Kiku y miró a Shaoran con nerviosismo. No era que siguiera pasmada por lo de su hermano y su mejor amiga... desgraciadamente el motivo de la imprevista reunión era realmente inquietante.

Eriol ingresó en ese momento a la amplia sala de la Mansión Li y se disculpó por su tardanza pero todos estaban aún perplejos por la premura de la situación cuando finalmente Kiku miró el semblante de su "hermanito" antes de controlar su llanto y empezar a hablar..

- "Pero.. aún no entiendo nada..." -murmuró Sakura con nerviosismo, mientras Tomoyo controlaba su bochorno ante la llegada de una muy tranquila y relajada Nakuru- " ¿que sucede Kiku?"

- "Sí, por favor... espero que no nos hallan citado aquí con tanto apuro para escuchar la nueva canción de esta niña" –rió la guardiana- "¿qué sucede?"

- "Mujer que a ratitos tiene alitas de mariposa no sabe.." –hipó la fantasma- "Kiku no canta ya.... Kiku mucho miedo y triste, muy triste como para cantar canciones como chica que canta bonito.."

- "¡Ah vaya!... finalmente entiendo porqué te molestaba tanto que esta nena cantara hermano" –murmuró Sakura para enorme mortificación de Touya- "Kiku aprendió a cantar escuchando a Tomoyo la noche que me atacaron en la torre de Tokyo.... ¡cada vez que cantaba te hacía recordar a Tomoyo!"

- "¡Sakura cierra la boca!" –se indignó el médico.

Tomoyo se sonrojó de nuevo mientras Nakuru contenía la risa –ahora sí que entendía muchas cosas- y a Sakura le surgía una gotita..

¡Ahora sí que su hermano se enfadaría con ella!

¿Cómo podía haber sido tan despistada para mencionar eso en el momento menos oportuno?

- "A todo esto.." –Shaoran trató de cambiar el tema antes que la furiosa mirada del médico fulminara a su novia- "¿es realmente tan grave lo que quieres decirnos Kiku? ¿Que es?"

La niña fantasma miró a Touya con susto y el médico asintió.

- "Desde que volvió a mi casa no ha dejado de llorar” –dijo Kinomoto- “pero finalmente a accedido a decirnos donde conoció al Sakurazukamori"

Todos lanzaron miradas asombradas a la pequeña, salvo por Mei Ling y Tomoyo, que se miraron una a otra con confusión...

- "¿Realmente le conoces?" –se inquietó Eriol- "pero... ¿porqué escogiste este momento para decírnoslo?"

- "Kiku miedo....... mucho más miedo que antes" –hipó- "hombre guapo malo... muy malo.... él.."

La niña se ahogó en sollozos y Sakura procuró tranquilizarla...

- "¿Qué pasó Kiku?"

- "¡Hombre guapo malo mató amigo!!" –sollozó la niña, totalmente aterrorizada- " ¡él malo, malo!!, ¡muy malo!"

La pequeña no pudo decir nada por el llanto por unos instantes y el médico murmuró con preocupación..

- "No cesa de repetir eso... pero espero que finalmente cumplas tu palabra Kiku.... dijiste que esta vez sí que dirías lo que sabes, aunque no entiendo que callas, es mejor que lo digas de una vez"

La pequeña hipó pero les miró a todos con los ojitos llenos de angustia..

- "Alto hombre guapo malo...... el malo.... ¡Kiku sabe y ahora tiene más miedo!"

- "Pero Kiku... por favor" –pidió Sakura.

- "¿A quién mató?" –dijo Shaoran muy serio- "me indicaron que su última víctima era una persona con habilidades mágicas.. ¿acaso un dragón del Cielo?"

La niña lloró pero no negó ni afirmó nada...

- "¿Sabes quién fue Kiku?" –insistió Touya

- "Amable.... amable señor alegre" –dijo entre lágrimas- " ¡alto hombre guapo malo mató amable señor alegre la otra noche!!"

Todos quedaron desconcertados pues la peculiar forma de expresarse de la pequeña podía ser a veces tan inoportuna... ¿a quién llamaba ella "amable señor alegre"?..

- "¡Kia!" –dijo Eriol súbitamente- "¿Te refieres a Kia? ¿hablas de él?"

Todos se miraron espantados, mientras la niña asentía entre lágrimas.

- "Ese asesino.. ¿mató al esposo de la señora Kaho?" –murmuró Tomoyo después que le explicaron lo aseverado por la niña mientras Mei Ling estaba muda de terror- "¡es espantoso!"

- "Pero... ¿cómo..?, ¿estás segura?"

- "Kiku no miente sabio chico hechicero" –la niña siguió llorando, pero le contestó a Eriol con seguridad- "amable señor alegre... él... pobre... ¡Kiku miedo, mucho miedo!"

- "Kaho tenía razón.." –susurró la reencarnación de Clow.

Sakura le comentó lo ocurrido a la joven Yoko, mientras Hin Lu hacía lo propio con Mei Ling y ambas muchachas compartieron entonces la consternación general....

- "¿Viste tú a ese asesino?.. ¿realmente lo viste? ¿estás segura?" –insistió Kero.

- "Kiku conoce a alto hombre guapo malo" –Touya asintió, dándole la razón y la niña siguió- "Kiku miedo... miedo porque él ronda a hermanito... a chica que canta bonito... a amigos..... ¡¡pero pobre amable señor alegre!!. Kiku no quería decir... ¡Kiku miedo!... pero hable con bonita mamá y le conté.. pero ella dijo..."

- "¿Bonita mamá?" –repitió Sakura.

- "Bonita mamá dijo a Kiku que contara.... que no callara más, que dijera.... y bonita mamá estaba asustada por hermanito y hermanita Sakura pero ahora...."

- "¿A quién te refieres Kiku?" –saltó Touya.

- "A bonita mamá" –dijo simplemente- "ella con miedo... ella vigilando hermanito y hermanita hace tiempo.. ¡ella dijo!. Pero no le ven porque ella se esconde para no contestar.. ¿qué?... Kiku no sabe. Bonita mamá estuvo cuidando de hermanito cuando se fue de viaje y también cuando fue al parque y.."

Touya miró a Sakura y en la mirada de la joven notó lo mismo...

- "¿Cómo es bonita mamá Kiku?" –preguntó la antigua card captor.

- "¡Es como hermanita Sakura!!... ojos como hermanita Sakura pero con el pelo del color de chica que canta bonito.."

- "¡Nuestra madre!" –murmuró el médico asombrado.

- "¿Su madre ha estado vigilándoles en espíritu?" –se asombró Shaoran.

- "¡¿Desde cuando sabes esto Kiku!!?" –rugió Touya- "¿porqué nunca lo dijiste?"

- "Bonita mamá vino a casa después que niño malo fue vencido"

- "¿Hablas del último card captor?" –se asombró Sakura- "¿estaba aquí mi madre desde entonces?"

- "Dijo que sólo visita rápida pero volvió cuando amable señor alegre murió y dijo a Kiku que contara lo de alto hombre guapo malo y Kiku le dijo.... ¡pero después dijo que Kiku también dijera a hermanitos para que se cuiden...!!!" –murmuró aunque ya casi no la escuchaban- “por eso Kiku va a decir...”

- "Nuestra madre ha estado tan cerca todo este tiempo pero ocultándose... ¡debe haber una buena razón para ello!!" -murmuró Touya.

Los hermanos Kinomoto se miraron confundidos y Shaoran caviló en silencio. ¿Qué estaba pasando?: el enemigo no daba la cara, los dragones del Cielo no se comunicaban aún con ellos y ahora finalmente descubrían que el fantasma de la madre de Sakura había estado cerca por tanto tiempo. Sabía -al conversar con el espíritu de su padre- que los fantasmas sólo volvían a este plano a menos que algún ser amado corriera grave peligro, pero tampoco ignoraba que no podían permanecer demasiado tiempo en este mundo después que solucionaran sus asuntos pendientes –salvo excepciones como Kiku, atrapada entre los vivos por un rito espiritista mal hecho- pero... ¿significaba eso que Nadeshiko Kinomoto tenía un asunto inconcluso o quizá alguien de la familia de su novia?.

El joven chino lanzó una mirada a Eriol y supo que el joven inglés pensaba lo mismo. Habían varias piezas faltantes en ese enigma pero ¿cuales?. Eriol pensó entonces que así como había aspectos faltantes en el asunto de la placa, los Sheng, el Druida Negro y su pasado como Clow también acababan de descubrir que existía algún tipo de misterio en la vida de Sakura. Por su parte las viejas preguntas de Touya sobre el origen de los poderes que él y su hermana poseían volvieron a su mente con rapidez....

Sakura se preguntó entonces cuando terminaría todo eso pero en ese instante anunciaron la presencia de Sorata Arigugawa en la mansión..

- "¡Arisugawa es un Dragón del Cielo!! ¿qué querrá aquí y ahora?" –se asombró Yoko.

El risueño muchacho ingresó y silbó divertido al ver que interrumpía una reunión..

- "Je, je... ¡hola Li!!" –Shaoran suspiró cuando vió al Dragón saludar repetidas veces a Sakura- "lamento ser inoportuno pero Kamui nos dijo que querían reunirse con todos nosotros ¿no es así?" –como todos asintieron continuó- "de modo que les esperan en casa de Nokoru"

- "¿En la casa del Director Imonoyama??" –se asombró Yukito.

- "¿Quién es el señor Imonoyama?" –preguntó Sakura, aún aturdida por lo que pasaba a su alrededor.

- "Es el Director y dueño del Campus Clamp" –informó Megumi, que había estado en silencio toda la reunión al igual que Hin Lu.

- "Nokoru es mucho más que eso. Es el apoyo económico de Kamui y de los Dragones del Cielo" –explicó Sorata- "Si, bueno... es que hay algunas cosas que son mucho más fáciles de explicar y...”

En ese momento el dragón descubrió la presencia de Tomoyo, Megumi, Nakuru, Yoko y Mei Ling y empezó a realizar su consabida presentación a cada una de las chicas, provocando no las mejores reacciones de parte de algunos miembros masculinos del grupo mientras a Shaoran le surgía una gota sobre la cabeza. Conocía a Sorata desde su peregrinación a la montaña Kouya cuando tenía trece años pero ciertamente nunca cambiaría.. si no estaba bromeando todo el tiempo estaba tratando de impactar a alguna chica bonita...

- "Entonces... ¿realmente nos explicarán lo que sucede con lo de su batalla?" –gruñó Touya mientras Tomoyo tenía una gran gota sobre la cabeza por los repetidos saludos de Arisugawa.

- "Si" –el joven y alegre dragón se puso súbitamente serio- "parece que Nokoru tiene cierta información que ha decidido concierne a todos nosotros, además, es justo que sepan lo que sucede ya que también han tenido contacto con Fuuma y el Sakurazukamori"

- "Sabemos algo del Sakurazukamori pero... no conocemos a nadie llamado Fuuma"

- "¡Que extraño Li!. Nos dijeron que habían tenido ya algunos encuentros breves con él y justamente traje esto para que pudieran identificarlo" –les mostró entonces el retrato de un apuesto adolescente de aproximadamente 18 años y Tomoyo se sorprendió reconociendo al joven que le indicara el ascensor en la Torre de Tokyo.

¡Era un retrato del Kamui Oscuro!!

Todos se prepararon para salir y en medio del alboroto Byakko metió una cámara fotográfica de contrabando por alli...

Notas de la autora: ¡Ah!, ¡finalmente finalmente!!... las cosas se empiezan a aclarar, algunas por lo menos aunque el inevitable final de Kia T_T ha desatado bastantes preguntas y descubrimientos insólitos, especialmente en lo que concierne a la presencia ya descubierta de Nadeshiko -¡nunca le cuenten secretos a una niña fantasma que siempre está confundida!- pero lo bueno del asunto es que dejaron de llamar a Touya pervertido siquiera por un rato –finalmente el médico descubrió a alguien que le cae peor que Shaoran ^^’- y finalmente le dieron a Jean su merecido – ¡perdió un diente! ^^, aunque personalmente le hubiera puesto una bomba- afortunadamente Kero salió de su depresión pero con Spinel sospechando de él por todo.. ¿porqué será?, y eso sin mencionar las peculiares "fotografías" de la abuela –¡incluso el fantasma de Hien sufrió al recordar el peculiar carácter de su madre!! ^^’– además de la charla pendiente entre Yue y Yukito pero... ¿qué será lo que Kiku no pudo explicar con relación al Sakurazukamori? y ¿qué es lo que también concierne a nuestros protagonistas como para finalmente provocar una reunión con los Dragones del Cielo?...

Si alguien quedó un poco confuso -¡seguro que Kiku no fue la única!- paciencia... falta poco...

Como siempre, comentarios, sugerencias y tomatazos a [email protected]

Avances para el próximo capítulo: ¡La peculiar forma de ser "amable con las chicas" de Sorata empieza a crear malestares insólitos en el grupo!! ^^’. Kiku termina con su explicación sobre el asesino del cerezo provocando enorme estupor con sus revelaciones pero ya que llegó el momento de las explicaciones la pequeña fantasma se lo toma muy en serio y realmente las cosas se complican. Tomoyo descubre algo insólito mientras Sakura se encuentra preocupada con la lista de responsabilidades de la futura señora de Li y Eriol y Shaoran tienen una singular conversación ^^´. Yoko recibe una carta peculiar mientras los Dragones del Cielo empiezan con sus explicaciones sobre lo que viene antes del fin del mundo....

Y más de un secreto familiar sale finalmente a la luz después de tanto tiempo....

Capítulo XIII : En la Mansión Imonoyama

 

 

 

<<Menú

Hosted by www.Geocities.ws

1