Naturaleza: Fantasmal (Es una niña fantasma).

Edad: No recuerda, pero según Touya debe haber tenido entre seis a ocho años cuando murió.

Significado de su nombre: Kiku significa Crisantemo.

Epoca en que vivió: Aproximadamente a principios del siglo XX ó finales del siglo XIX.

Estudios: No sabe leer ni escribir (en su época no le enseñaron).

Color Favorito: Azul.

Flor Favorita: Flor de melocotonero.

Comida favorita: ¡Es una fantasma, no come nada! ^^’ .

Cocina bien: arroz omelette y fideos fritos (sí, sabe cocinar, pues Touya le enseñó a usar los utensilios actuales, aunque haya casi matado a una vecina por el susto al ver los objetos "cocinar solos" en una ocasión).

Familia: No recuerda a su familia original pero considera su familia actual en este orden: Touya (a quien llama "hermanito"), Sakura (también le dice "hermanita Sakura") y a todos los amigos de Touya y Sakura.

Defectos: No comprende muy bien lo que pasa a su alrededor, o muchas veces no sabe explicarlo.

Lo que más desea ahora: Que su hermanito y su nueva familia y amigos estén bien y no ver nunca a unas personas misteriosas que le dan miedo.

Puntos fuertes: Jamás llama a las personas por su nombre propio. Siempre suele llamarlos por su característica especial incluso se refiere a sí misma en tercera persona: "Kiku dice".. " ¡creánle a Kiku!" .

Muerta a tierna edad de una enfermedad, quedó atrapada en este mundo pese a ser fantasma por un ritual espiritista mal hecho practicado por su familia, pero al no poder verla– los miembros de su familia eran personas normales- la angustia de la pequeña fue terrible pues los vió morir por vejez o enfermedad hace tantos años que sólo recuerda la pena que sintió rondando cerca y siempre ignorada, sin que ellos la vieran más que cuando partieron al otro mundo. Al quedar totalmente sola y aterrada por los fantasmas y espíritus rencorosos con asuntos pendientes que pululaban por todo Tokyo huía frecuentemente y así vió muchas cosas y personas en la ciudad aunque por su timidez y miedo apenas si le habló a Touya Kinomoto, que fue la primera persona que la trató bien, al punto de que la pequeña se instaló con él en su domicilio y el médico la considera "su fantasma particular".