Litoral
GUERRA DEL SALITRE (1879-1884).
La más lesiva de las desmenbraciones territoriales que
sufrió Bolivia fué sin duda la de su salida al mar. El 14 de febrero de
1879, en pleno delirio de carnaval, sin previa declaración de guerra, al
mando del coronel Emilio Sotomayor, el ejército chileno --"el más
sanguinario de América", a decir del escritor Gabriel García Márquez
-- tomó por asalto el puerto de Antofagasta, respaldados por los barcos de
guerra "Cochrane" y "O'Higgins", flanqueados por el
"Blanco Encalada", intimidando rendición a los 60 soldados de
gendarmería y autoridades prefecturales. dos días después ocupaba
Caracoles y Mejillones. sin resistencia. En Calama un puñado de civiles,
con Eduardo Avaroa a la cabeza, quiso poner freno a la conquista arrogante.
Recién, en el mes de abril, el gobierno chileno lanzó su declaratoria de
guerra de agresión.
La conquista del territorio boliviano fue lenta y pertináz;
no deja de tener relieve cierta población chilena infiltrada y capitales
ingleses y chilenos que dominaban la explotación. El futuro Rey del
Salitre, John Thomas North, había desembarcado en el puerto de Valparaíso
en 1866, con sólo diez libras esterlinas en los bolsillos, y treinta años
después los duques y políticos más eminentes, y los grandes industriales,
se sentaban a la mesa de su mansión en Londres. Después de la toma del
Departamento del Litoral por el ejército chileno, funcionarían un centenar
de oficinas salitreras de propiedad inglesa. La guerra la ganó el Reino
Unido. Siempre fue Chile la ficha clave de los intereses británicos en
America del Sur.
Comprometida la República del Perú por el tratado de
Alianza Defensiva, se vio involucrada en el conflicto, no sin antes agotar
las gestiones diplomáticas de paz, que Chile rechazaba de continuo.
La superioridad militar del agresor fué incuestionable
frente e los dos países aliados. Tenía en pié de guerra a 13.000 soldados
entrenados, y los ejército boliviano y peruano juntos ascendían a la mitad
de aquellos efectivos, 6232 reclutas movilizados.
La guerra fue una consecuencia lógica del desgobierno del
general Mariano Melgarejo, quién había dispuesto la explotación
extranjera sin ningún tipo de gravamen ni impuesto al salitre en territorio
boliviano. Y en el post-melgarejismo el Parlamento, para aliviar la grave
situación económica del país y su secuela de peste y hambruna, gravó con
un impuesto al salitre explotado. La más importante compañía anglochilena
que explotaba los yacimientos salitreros se resistió a someterse a aquella
determinación. El 30 de abril de 1872 el gobierno boliviano dispuso reducir
a 15 años la libre explotación, y restringió la facultad de tender
fecocarriles estatales. Nuevamente la compañía inglesa, en franco desafío
se opuso. Fué ofrecida una transacción, basada en un porcentaje mínimo
sobre utilidades líquidas, y quedarse en posesión de los terrenos
explotados sobre la frontera. La transacción fue aprobada por la ley del 14
de febrero de 1878 y el mínimo del impuesto de 10 centavos gravado al
quintal de salitre exportado.
El gobierno chileno por intermedio de su embajador Pedro
Nolasco Videla, pidió simple y llanamente a Bolivia la derogatoria del
decreto. La Cancillería boliviana hizo ver que el embajador estaba
alejándose de sus atribuciones específicas, al inmiscuirse en el campo de
los negocios privados y se le aconsejaba recurrir a los tribunales
ordinarios de la jurisdicción en que se hallaban ubicados los terrenos de
explotación de las empresas. La insolencia de Nolasco Videla precipitó al
gobierno a rescindir el contrato con la Compañía de Salitre y Ferrocarril
Antofagasta. Amenazando el embajador con someter a arbitraje el problema
suscitado, dio al gobierno un plazo de 48 hrs. para para hacerle saber su
resolución última. Como no respondió al ultimátum, el impertinente
decidió marcharse a Santiago, no sin antes declarar rotas las relaciones
diplomáticas.
El 14 de febrero de 1879, en pleno carnaval,
desembarcaba el ejército "más sanguinario de América" en el
puerto Antofagasta, a cañonazo limpio, iniciando de esta manera la Guerra
del Pacífico. con esta acción punitiva Bolivia perdió 120.000 Km2 y su
salida soberanan al mar. Con el Tratado de Paz suscrito en abril de 1884,
que fue largamente debatido, Chile se comprometió a una indemización de
300.000 libras esterlinas, la construcción Arica - La Paz y otorgar
garantías para un "amplio, libre y perpetuo derecho de tránsito
comercial por su territorio y puertos del Pacífico".
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