EPIGENÉTICA:

Algo más que ciencia básica.

El término epigenética fue acuñado por Conrad Waddington en 1939, quien la definió como “el estudio de todos los eventos que llevan al desenvolvimiento del programa genético del desarrollo” o el complejo “proceso de desarrollo que media entre genotipo y fenotipo”.

Antes que el cocepto de epigenética fuese aceptado, la relación genes-ambiente era explicado bajo la visión de un “determinismo genético”. En este punto, es importante destacar el hecho que ya era conocido, desde finales del siglo XX, que el ADN por sí solo no era capaz de determinar todas las características de un organismo. Hoy queda absolutamente claro que el medio ambiente en el que se vive, el estrés y los alimentos que se ingieren, entre otros factores, desempeñan un papel clave en la determinación de las respuestas que un organismo pueda elaborar a los distintos estímulos tanto externos como internos. Por ello, tanto nature (composición genética) como nurture (factores ambientales) desempeñan papeles igualmente importantes en las respuestas observadas, ya sea a nivel celular como a nivel del organismo completo.  

La epigenética comprende las marcas químicas que se añaden al ADN y a las proteínas que lo empaquetan, para regular su actividad. La marca epigenética más reconocida es la metilación del ADN, un proceso que se basa en la adición de un grupo químico metilo a una pieza de nuestro puzzle genético. Por lo tanto, podríamos decir qiue así como la información genética corresponde a un texto sin signos de puntuación, la epigenética son los signos de puntuación, que le da  sentido al texto. Dicho de otro modo, la epigenética es aquella rama de la biología que explica como diversos estímulos ambientales modifican de manera reversible la forma en la que ha de expresarse la información genética del individuo, e incluso aquella de su descendencia.