CAPITULO XII
EL ESTADO

PÁRRAFO 1º
QUE ES EL ESTADO

Muchos son los puntos que se imponen estudiar en este capítulo de la Ética, que denominamos Estado; pero para mayor descanso haremos de cada uno un párrafo breve.

Es una creencia general en el pueblo que el Estado es el gobierno, o sea el Jefe del Estado, sea emperador, monarca o presidente con sus secretarios.

No; el Estado es una posición en que se encuentran una cosa, un individuo, una sociedad, o una federación de ciudades que, por una constitución, se unen para una vida relativamente común, sin abdicar cada uno de su independencia individual, pero dentro de la armonía de aquella constitución, que tiene la eficacia de representar muchos etnicismos y voluntades bajo una ley general empírica, la que se elastifica para amoldarse a todos, por medio de otras leyes y reglamentos con capacidad para regir a los más atrasados. Esto es, en verdad, el Estado.

Mientras el progreso de los hombres que compone esa federación estadística, no sobrepasa al que encierra la carta orgánica, ésta tiene autoridad. Cuando es vencida en su espíritu por el progreso de los individuos, ya no los puede regir y se llama estado arcaico, ley arcaica, vieja, inservible y se vuelven protestantes los individuos, ocasionándose revoluciones internas y aun guerras civiles, si un grupo se aferra a lo viejo inservible, usando la pedantería falaz de aquel rey francés que dijo: "El estado soy yo".

Toda constitución de estado, que no tenga sus artículos abiertos a la más alta democracia, lleva el sello religioso que la inspiró supremáticamente y habrá ocasionado guerras fraticidas dentro de su estado y llevándolas a otros estados.

El estado, pues, es el pueblo, con todos su emolumentos de vida y riqueza que se cobijan por común sentir bajo una constitución, que nombra a un hombre representante de la federación, que deberá ser el más sabio, virtuoso y moral del estado. Si no lo es, el estado está en decadencia; hay señales inequívocas de la imposición de un poder demoledor del estado, cuyo jefe representante no tiene la sanción de la mayoría popular, aunque tenga la mayoría de la plutocracia impositora.

Sentamos, pues, que el estado es el pueblo que absorbe la soberanía.

PÁRRAFO 2º
PODERES DEL ESTADO

Considerado el estado en el pueblo, con todos sus emolumentos, nombra y da su poder a un hombre que lo represente y que haga cumplir la constitución que representa el estado.

Este nombramiento quiere decir que cada uno de los individuos del estado, sin renunciar a su soberanía, nombra su apoderado absoluto a tal individuo, para que lo represente ante todos los otros, en sus naturales y civiles derechos de estado o comunidad, lo que ha perfectamente sintetizado en aquella famosa y altísima fórmula del reino de Aragón.

Habiendo de nombrar rey, el pueblo elegía al que habría de serlo y nombraba una asamblea de 12 ciudadanos que con el justicia al frente, llamaban al postulante y con toda la mayor severidad se dirigía uno le decía:"Nosotros, que cada uno somos tanto como vos, y todos juntos más que vos, te nombramos nuestro rey. Si bien hicieras reinarás, y si non non".

He ahí el mandato más racional posible en las democracias que han dado todo su poder individual y colectivo y no han renunciado en un ápice su soberanía. Esto indica que ese apoderado, es el servidor común y no el autócrata despótico, como vemos hoy en los mandatarios que se llaman demócratas. La moral del gobierno es la contenida en aquella fórmula: la técnica es la que sigue.

Así como el individuo necesita el poder racional de su voluntad para mantener el concierto de sus facultades Psicológicas, así como el régimen eficaz de la familia exige una fuerza directriz que se llama patria potestad, del mismo modo es necesario para la conservación del orden social, que exista un poder material que garantice la limitación efectiva de todas las libertades para conciliar todos los derechos: ese poder regulador se llama autoridad , que es dada por y para la soberanía del estado (pueblo).

Esa autoridad necesita un medio para manifestarse: una forma que exprese sus mandatos o sus permisiones y el mismo pueblo hace esa forma, a la que llamamos ley.

Ley quiere decir voluntad de las mayorías ordenada por la razón, con un fin de bien común.

La leyes que no llevan el sello de bien común manifestado en la conformidad del pueblo soberano, no son tales leyes; son una imposición autócrata que demuestra que se le ha usurpado al pueblo sus derechos.

Las leyes no pueden ser secretas ni contener ofensa; en el primer caso, el que las ignora no está obligado a cumplirlas; y en el segundo el ofendido individual o colectivamente tiene el derecho de protestarlas en todas las formas. Pero cuando las leyes atacan a la moral y a la verdadera libertad del hombre, está obligado el pueblo a derribar al poder y al cuerpo legislador, entregando el mando y representación a una asamblea digna, que renueve lo arcaico de la constitución; y esto es lo que en verdad demuestra la moral de un pueblo y su progreso.

El poder central instituido debe tener libertad ejecutiva dentro del mandato constitucional, mientras que el pueblo no ponga el Veto, porque jamás pierde su soberanía.

Pero suponemos que el jefe de estado en cumplimiento de su deber, ejerciendo la patria potestad de todos sus ponderantes (que lo son por ley hasta sus contrarios en política), el jefe de estado, repito, sabrá adelantarse a prevenir las necesidades públicas, porque es obligado a ser un verdadero maestro en economía política; y en este caso estará demostrado en el bienestar popular que se encontrará satisfecho.

Necesita también el jefe de estado libertad para reprimir los atentados, no a su gobierno, sino al estado, por otro estado extraño; pero consultando para caso de guerra inevitable, a la opinión mayor que no piensa ésta como el Congreso o cuerpos legisladores. Para reprimir las sublevaciones de los disconformes del régimen, está autorizado, en general, por la constitución. Pero ésta es sólo una ley empírica, por lo que en las represiones internas por protestas, es necesario muchas consultas a la conciencia y la razón, no sea que los protestantes sean mayoría que podrán ser dominados por las armas, pero las ideas no se pueden matar; y si las ideas de los protestantes son mayoría, la represión no está autorizada por la constitución ni la opinión y se comete un crimen de lesa nacionalidad; pero desde ese momento, el estado o poder representativo no existe ya de hecho, aunque parezca existir de derecho.

Resulta, pues, que para ser eficaz la acción de la autoridad del jefe del estado, estará investido de dos facultades: prevenir y reprimir. La primera pertenece de lleno a la economía política y moral social, por la más alta y completa educación y con la mayor claridad en la exposición de las leyes; y la segunda lo autoriza a corregir a las minorías causantes, pero jamás a su destrucción ni a arrancar a los individuos del suelo del estado que los recibió al nacer o los admitió como buenos y de provecho. Hay la facultad de saber si son de recibo o no, antes de admitirlos.

Cuando se intenta subordinar a reglas teóricas los derechos de prevención contra los que perturban el orden social, se cometen muchas faltas de moral y se demuestra categóricamente que no hubo previsión al educarlos si son nativos del estado, o al recibirlos, si son inmigrados.

Filosóficamente no puede existir la limitación a las libertades del individuo; pero la moral pública es la suprema ley.

Moralícese pues, al pueblo, con ejemplos desde los sitiales del gobierno y nada habrá que temer en la armonía social. En esa armonía se derogan leyes inservibles que pasaron de su momento necesario y se remuevan las constituciones, cada día, conforme al progreso que imponen las evoluciones.

Mas mientras no llega ese momento deseado de armonía, los encargados de aplicar el contrato social, tengan en cuenta que son hombres y como tales, pueden mañana ser juzgados por otros hombres. Y bajo esta consideración de la conciencia, están obligados :

1º.-A determinar la imputabilidad del verdadero culpable, prescindiendo en absoluto de clase y posición, analizando el hecho con arreglo a las leyes de la crítica histórica.

2º.-A determinar el grado de culpabilidad del agente, de acuerdo con las circunstancias comprobadas.

3º.- A determinar la responsabilidad del culpable, según su estado psicológico accidental o habitual, sin ignorar la causa de ese estado, y

4º.- A determinar la penalidad según las reglas establecidas por la sociedad, siempre que éstas no se opongan a la conciencia, a la ciencia y la moral, pero jamás penarán con la muerte ni arrancarán al individuo del suelo del estado.

Hay un antecedente digno para regirse los jueces con respecto a las penas sociales y es, la recopilación de las doctrinas de los criminalistas, que necesariamente han tenido que estudiar más la Psicología de las sociedades y su experiencia ha sentado esta norma de conducta: “Las penas, dicen, deben ser iguales para los delincuentes, proporcionales a sus faltas, y moralizadoras para la sociedad”.

Por otra parte, el estudio también de la Psicología, en las penas o castigos accidentales por delitos sociales, no influyen en nada en la corrección de los otros individuos, ni cambian los hábitos formados por herencia o contagio, y aun menos cuando la protesta es motivada por la evolución que se adelanta a las leyes que antes fueron eficaces.

Además, sabemos que cada hombre es una resultante de múltiples aptitudes y posiciones; de modo que, siendo la pena igual para todos por un mismo hecho, es forzosamente injusta.

Hay aún un punto que ha escapado a la vista de los jueces en las convulsiones sociales y es que, para que un hombre o varios cientos, alteren el orden, es porque es un mal epidémico y la protesta está en la mayoría de los individuos; pero que los más sensibles son arrastrados por esa atmósfera Psíquica y más conscientes de su deber, lo exponen de palabra o por escrito, y mueven a la masa misma que creaba la atmósfera Psíquica, que hería su sensibilidad.

Pues bien; en este caso Ipso-Facto, se encarcela o se deporta a esos llamados promotores revolucionarios, siendo así que, en verdad Psicológica el promotor único y verdadero es el estado todo, que no previno a tiempo y dejó crearse la atmósfera que forzosamente traería la tempestad.

Si todos trabajaran, si al trabajador no le faltara lo necesario a la vida del cuerpo, y se le diera la moral necesaria, alimento del alma, no se rebelaría su espíritu, porque habría armonía social.

Entonces llegamos al sabio proverbio que nos enseña que “Más vale prevenir que corregir”.

PÁRRAFO 3º
DEBERES DEL ESTADO

Queremos inculcar que el estado no es un gobierno. El estado, repetimos, es la federación de todos los individuos del territorio con todos sus emolumentos, seres y enseres, bienes móviles e inmóviles, lo que quiere decir ,categóricamente ,que el estado es el pueblo.

Entonces, los deberes todos del estado son del mismo estado. Y su primer deber es, elegir la persona digna que lo ha de representar. Si malo es el estado, malo será su mandante, y no es bueno un estado que abandona ese primer deber y lo aprovecha el político ramplón, apoyado por el inmoral parásito.

¿De qué se queja, pues, el pueblo, de que lo azoten, lo vituperen y le nieguen sus derechos?. Dése el pueblo el gobierno que cumpla la voluntad soberana de la mayoría que siempre fue, es y será el trabajador. ¿Acaso es necesario algaradas ni revoluciones? Cuando un pueblo se levanta como un solo hombre, impone su voluntad; para ello no creáis más que en vuestras obras de moral fraternal. No oigáis el que os promete cielos o amenaza con infiernos y haga esperar en gracia que nunca llega y que jamás llegará, porque la gracia es injusticia y hasta la gracia de un indulto es injusta. El hombre no ha de aspirar a que lo perdonen, y para ello no faltar a ninguno de vuestros deberes.

El segundo deber del estado, del pueblo, es la instrucción gratuita y obligatoria; y debe exigirse que cada hombre sea maestro en su arte, oficio y agricultura, porque esto da la moral eficiente y la conciencia de su valor y valer. El hombre no debe jamás de confesarse indigno, ni ante el Creador su padre, porque el que es indigno del Creador no será más digno ante sus criaturas. Esa es una gran maldad porque: si tú, discípulo, confiesas que no eres digno de mi padre, ¿cómo serás digno de mí, que soy tu hermano?

Cuando el estado, el pueblo, ha cumplido esos dos primordiales deberes, todos los demás se cumplen solos, como derivados y dependientes de ellos.

Por fin, las elevadas funciones sociales de la autoridad pública, desempeñadas por un órgano, elevado por el estado-pueblo, es un director y puede políticamente llamarse y lo llamamos estado, "Poder del estado". Pero el fundamento del estado reside en el poder natural e inmanente que existe en toda sociedad para organizarse, cuyo poder y facultades es y se llama Soberanía, cuyas facultades únicamente son las que constituyen la fundación y función del estado.

Si el pueblo no se conforma con las funciones del estado director, es porque lo descuidó y no cumplió sus deberes soberanos o le han usurpado la soberanía. En el primer caso, no puede quejarse de sus males; en el segundo, está obligado a imponer su soberanía.

PÁRRAFO 4º
LOS GOBIERNOS

Los gobiernos, constituidos por la voluntad y la mayoría del pueblo soberano, tienen la representación nacional en todos los actos de la vida social común.

El poder del gobierno se basa en las dos condiciones necesarias de prevenir y reprimir, sujeto al mandato del pueblo y conforme a lo expuesto en los párrafos anteriores.

Los ministros o secretarios de estado son la garantía del jefe de estado, pero sujetos a las mismas condiciones y conocimientos que se requieren para él; el decir, de idoneidad para se cartera, de moral e imparcialidad probada, y es conveniente que estos cargos sean ocupados por hombres de los partidos reconocidos, aunque sean contrarios en política; pero deben ser responsables de sus actos y juzgados como a un simple ciudadano, pero con la agravante de pleno conocimiento. La inmunidad es un grave mal.

No se concibe gobierno sin responsabilidad personal, como tampoco sin la más alta moral, equitativa justicia y conocedor de las 14 economías.

Los gobiernos todos son de las mismas facultades y responsabilidades, sean monárquicos, republicanos, lo mismo que comunistas (1), pero este último es la perfección y tendrá un código, también perfecto, pero no puede llegar hasta que el pueblo sea igualmente perfecto relativamente.

Por fin, el gobierno no puede obrar en la sombra ni en secreto, si no a la vista y conciencia del pueblo soberano, para lo cual lo consultará en toda cosa no estipulada en el mandato constitucional, llamando al pueblo a congreso por representación, lo que quiere decir que en la constitución de las cámaras legislativas se tendrá el mayor cuidado, siendo preferible la elección plebiscitaria por todos los ciudadanos mayores, incluso la mujer, en igual derecho y obligación que el hombre. Pero el plebiscito lo forman todos los habitantes de la nación, nativos o admitidos en su engrandecimiento.

El gobierno es el iniciador de proyectos conforme a las necesidades del pueblo, pero éste es el que termina, aprueba y concluye los pensamientos, puesto que él da o niega los medios, por su trabajo.

(1)Entiéndase en toda nuestra obra que al decir comunistas, significamos claramente “La Comuna de Amor y Ley”.

PÁRRAFO 5º
LOS IMPERIOS

Los imperios: entendiendo éstos en la federación de varios reinos o monarquías, es un régimen mejor y más amplio, tantas veces como monarquías o principados concurren en su formación.

Del imperio al comunismo hay un sólo paso; pero cambia radicalmente en lo económico y regimental.

La bondad del imperio está en la unión de fuerzas y se funda para su constitución en lo que hemos estudiado para los estados; y sus funciones son las mismas.

PÁRRAFO 6º
LAS MONARQUÍAS

La monarquía se derivó inmediatamente del patriarcado, y fue buena y necesaria para cobijar todas las tribus patriarcales bajo un solo patriarca (rey).

En las leyes de Manú, es admirable la legislación por la que se señalan los cargos y deberes del rey, exigiendo sea el más sabio y más moral (el más santo dice), de todos los ciudadanos, puesto que "Es el padre de todos".

La monarquía degeneró tan pronto el sacerdocio concedió al rey derechos divinos, llegando por esa causa el rey a la intangibilidad; de aquí al absolutismo, pero dependiendo de la religión.

Si se desnuda a la monarquía de esos títulos irracionales, antinaturales, la monarquía es buena; pero debe desconocer a toda religión y jerarquías. El oficio de rey es el oficio de padre. La diferencia está en que el padre gobierna una familia y el rey ha de gobernar todas las familias del pueblo.

La monarquía no debió nunca ser hereditaria, y porque lo fue caducó y nació la república. Hoy no caben las monarquías.

PÁRRAFO 7º
LAS REPUBLICAS

La república quiere decir gobierno democrático, que anula los títulos nobiliarios hereditarios y declara que todo ciudadano puede llegar a la legislatura y a la presidencia por el voto soberano del pueblo.

Toda buena república se compone de tres poderes: el legislador, el de justicia y el ejecutivo, regidos todos por el Presidente.

Las repúblicas pueden ser unitarias y federales: Es unitaria cuando no hay más que un gobierno central y una sola legislatura; tiene sus ventajas y desventajas porque apenas hay diferencia con la monarquía. Es federal: cuando son varios estados federados bajo una constitución general, pero que cada estado provincial conserva una constitución y legislatura autónoma.

La república federal tiene el mismo principio que los imperios, pero democratizado.

La falta de moral se hecha pronto de ver en la forma republicana, pero es difícil de corregir, porque aún son gobiernos feudos de las religiones, por lo que las intrigas y la mala fe anulan los beneficios de la república.

Las repúblicas aún no se han asentado y ya han pasado de su tiempo, corriendo parejos en su decadencia por el abuso, igual que los imperios y las monarquías.

PÁRRAFO 8º
EL SOCIALISMO GOBIERNO DEL PUEBLO PARA EL PUEBLO

Tanto se habla y se discute del socialismo, se quiere darle tantos significados y derechos, que sirviendo para todo, no aprovecha para nada.

Buscando su significación alemana, "Social-Demokrat", que dice socialista, tenemos la aclaración científica y académica de que socialismo es "un sistema de organización social, que supone derivados de la colectividad, los derechos individuales y atribuye al estado la facultad de modificar las condiciones de la vida civil." Queremos buscar la raíz y encontramos ser una elisión de Demonio, con cuyo nombre los griegos denominaban a ciertos hombres rebeldes.

Esto ya no pone en claro el verdadero significado de socialismo. Pero no es lógica la interpretación y se comete un error al querer que los derechos individuales procedan "de la colectividad".

De aquí viene la resistencia que los hombres opusieron desde el principio al sistema de gobierno socialista y han tenido razón, porque los derechos individuales son antes y primero que los colectivos, en lo que no cabe la discusión posible.

No puede el hombre (por ley natural), deshacerse de sus derechos de ley de su propia naturaleza y entregarlos a la colectividad para que se le devuelva parte, nada o todo, puesto que sus necesidades son inalienables y nadie, sino él mismo, fisiológica, biológica y psicológicamente, ha de atender para su propia conservación.

Entonces ha sido necesaria una evolución práctica en el sistema socialista: y ha sido esa evolución la colectivización de las necesidades societarias, negadas a la individualidad y entonces ha podido ser partido político.

De aquí resulta claro que el socialismo ha nacido como todos los partidos y sistemas nacen: de la protesta de la tiranía, ejercida por el soborno, el cohecho y extorsión de los apodados de derecho divino, que engañaron al trabajador.

El trabajador sufre las mismas causas en todos los países; entonces el socialismo es la protesta universal opuesta a los explotadores del trabajador, desconocido en sus derechos; luego el socialismo debería pasar por todos los tamices de la experiencia, para llegar por alta moral a no desconocer derechos a nadie.

En sus doctrinas es así y ha visto, aunque tarde, que el primer socialista en verdad es Jesús revolucionario y mártir de los sacerdotes, y la lógica nos enseña que: si la religión fue causa del asesinato de Jesús, y siendo los socialistas los continuadores de aquel protestante, serán los sacerdotes los que deshagan el partido socialista. Y así está demostrado en mil formas que vemos.

El triunfo de las religiones consiste en la mayor división posible de los núcleos de fuerza y el socialismo se encuentra casi atomizado y hecho una babilonia ininteligible: tanto que hay grupos socialistas tan fanáticamente cristianos, que la religión católica faltará a su deber si no los canoniza declarándolos santos.

Hecho un análisis espectral, no se encuentra diferencia entre religión y socialismo, y debían ser los dos extremos imposibles de juntarse, pero no sólo se han juntado, sino que se han confundido. ¿Cómo se obró el... milagro?..., pues haciéndose hipócritamente socialistas los religiosos. Por esto la religión no teme al socialismo, y por esto también el socialismo pasó de ser poder, porque el poder lo da el pueblo, la soberanía del pueblo unido o su mayoría. Si de eso son capaces: si saben anular egoísmos las fracciones socialistas, harán la unidad componiendo una inmensa mayoría y podrán proclamar no el socialismo ya, sino el comunismo, sin fronteras y sin parcelas, porque el comunismo desconoce toda religión; pero conoce al Creador, Padre Universal y lo adora, amando el hombre a su hermano.

PÁRRAFO 9º
EL ANARQUISMO NO ES PODER

Siendo la anarquía la falta de todo gobierno y el desorden, no puede ser poder.

Pero el anarquismo examinado en sus doctrinas es una protesta del desorden de los gobiernos y la sociedad; luego las doctrinas anarquistas, filosóficamente son buenas, porque protestan de la injusticia y aun entre ellos se llaman hermanos.

¿Qué hay de malo en el anarquismo? El odio a la sociedad. ¿Pero ha visto el anarquismo que también es causa en el orden social? No puede verlo porque no puede sentirlo desde que es un estado híbrido, engendrado en la degeneración de los gobiernos.

Aquí conviene recordar la división que hace Aristóteles de las formas de gobierno que él concebía y se explica así: "Cuando la soberanía reside en un solo hombre, se llama monarquía que puede ser, ya hereditaria, ya efectiva; cuando la soberanía reside en una clase llamada privilegiada, se denomina aristocracia, y cuando reside en el pueblo que la ejerce directa o indirectamente delegándola en representantes que elige libremente, se llama democracia".

"Las degeneraciones respectivas de cada una de estas formas de gobierno dan origen al despotismo, a la oligarquía", en la que cada uno obra como quiere, sin ley y sin ésta, no puede existir el orden y sin el orden no hay poder.

Ahora bien; los anarquistas son protestantes de todo poder, desde la monarquía hasta el socialismo; poderes que la evolución también desecha cuando han pasado de su tiempo. Luego, los anarquistas tienen razón en sus protesta, son avanzados; pero no tienen razón porque quieren destruir la sociedad y volver al régimen individual del bosque y la caverna y esto no cabe; no es del progreso, y no puede ser, desandar lo andado, por cuyas razones vistas por los doctrinarios del anarquismo, han dado margen al sindicalismo, que tampoco puede ser regimental, pero sí es un freno de la codicia explotadora, bajo cuya unión de fuerzas sindicadas se forma una idea común; pero bajo la pena del talión, que ya el progreso moral ha abolido.

PÁRRAFO 10º
EL COMUNISMO POR LA VIOLENCIA

El comunismo extremista o de violencia es fruto de toda la desorganización social; pero lleva por baluarte el derecho a la vida y los derechos del hombre trabajador siempre desconocido, vilipendiados y reducidos a la miseria.

Su baluarte es fuerte de la ley social; luego puede triunfar y gobernar. Pero el triunfo de la violencia es muy efímero y más si se tiene la idea de venganza; como si se lleva la mira de sustituir una tiranía con otra tiranía, el remedio no será eficaz; los frutos no serán mejores que la raíz del árbol supremático que los produjo.

Ha empezado una revolución social, allí en la Rusia, país del látigo y las masacres del zar pontífice. El odio del pueblo ruso a sus tiranos tuvo un epílogo terrible. El mundo supremático clamó a todos sus dioses y el espíritu hasta entonces oprimido, aniquiló a los dioses fantasmas, y toda la tierra se conmueve de espanto. ¿Por qué? Porque no previno.

Esta Escuela, desde el día 30 de mayo de 1910, anunció a quien debía la catástrofe: y el 5 de abril de 1912, en conocimiento de lo irremediable, proclamó "La Comuna Universal" bajo la ley de amor. Entonces era una utopía, una locura; hoy es una realidad y la comuna proclaman ya todos los hombres, aún sin saber la ley del espíritu; pero dejemos que se desfoguen los odios; que los hombres vean que, sin moral y sin amor por ley, no puede establecerse el reinado del espíritu, que es el verdadero régimen comunal para los mundos.

Nuestra voz, llega a todos los hombres: los escarmentados de siempre, los espíritus fuertes y rebeldes de la Rusia oprimida, se unen y hacen rodar el trono, reduciendo a pavesas la autocracia. Es el principio del fin de la mentira.

No es esa la forma como la ley de amor quiere implantar la verdadera comuna: no es eso tampoco lo que el pueblo ruso y el universal quieren; pero el dilema es terrible , o matan o es muerto el pueblo. ¿Qué hacer? La defensa propia es la justa ley y matan, destruyen cuanto se opone a su paso. Ya lo habíamos prevenido nosotros ,como luego hemos de ver.

Y bien; no es ese régimen de terror estable, porque lo repudia el mismo hombre que lo ejecuta por la fuerza de la necesidad de existir. El reino de la violencia cederá su puesto, vencido por el amor.

La violencia de las religiones y de las autocracias, les dio un triunfo efímero. Las violencias del trabajador, que odia por la educación malsana dada por la supremacía civil y religiosa, también tiene la misma ley y se señala ya el final de su reinado; pero el terreno labrado y sembrado con la semilla de la Comuna no vuelve pasos atrás. El progreso no retrocede y pide la Comuna de Amor Universal y legal.

PÁRRAFO 11º
EL COMUNISMO UNIVERSAL Y LEGAL

En 30 de mayo de 1910 hemos sentado nuestra proclama de "El mundo todo comunizado".

Durante los meses de diciembre del mismo año hasta el 5 de abril de 1912, que en sesiones y conferencias públicas se estudiaban las fases por que atravesó la humanidad, se advirtió a los hombres que había llegado el momento de la unidad de toda la familia humana por el amor como única ley.

Pero tuvimos en nuestros organismos una terrible contracción, porque comprendimos la imposibilidad de la paz deseada, sin un cataclismo humano y geológico, y hubimos de resignarnos a lo inevitable, preparado por el papado en estas terribles palabras del desgraciado Pío IX, que en su testamento dice: "Defended y conservad la iglesia aunque sea a costa de la sangre de toda la humanidad".

A ese infame apóstrofe, hemos contestado: "Salvaremos la humanidad a costa de la caída de todas las religiones". ¿Quién sostiene a las religiones? ¿Los tronos? ¿La ignorancia? Pues ilustraremos al pueblo y rodarán las coronas. En diez años se ha conseguido.

Entre todo lo estudiado y expuesto en todo ese tiempo, entresacamos para este párrafo lo que es esencial para exponer a la consideración el verdadero comunismo al estudio de los hombres. He aquí algunos puntos de aquellos estudios.

Para vivir en el mundo sin otro objetivo que nacer y morir como flor de un día, no necesita la hombre de la tierra de tanta luz sideral. Pero como vemos que nadie puede sustraerse al progreso porque es la ley inflexible, enseñamos al hombre nuestro hermano que, el Padre común ha puesto a la vista de todos su gran libro donde se lee que, por el trabajo, por la sumisión a la ley, por el agradecimiento al legislador universal, por el conocimiento de sí mismo, por el amor a toda la común familia, nos hemos de elevar al grado de hermanos sin distinciones.

Esta es la verdad y la ley eterna que traemos.

Cuando hemos conseguido hacemos oír del hijo del pueblo consciente, capaz de unir las dos potencias: la materia y el espíritu, nos bañamos en un piélago de luz y la Paz alborea.

Llega nuestro pensamiento al hombre de acción que vino preparado; duerme su materia, pero su espíritu escucha y revela a su materia la verdad; acaso lo tiene por un sueño: no importa, se verá forzado a corregir y trabajando y estudiando se aferra a la idea y lo convertirá en obra, porque hoy llega la luz a torrentes y disipa las tinieblas.

Al triunfar la idea no hacen falta títulos académicos, porque la contundencia del convencido es mayor a la elocuencia del aprendido; porque los convencidos tienen por cátedra el universo, cuyo rector es el padre común y el preceptor el espíritu de luz.

Los hombres sienten vacíos en las ciencias y es a causa de sus prejuicios y principios erróneos que les entregaron mixtificados por las religiones en su antagonismo a la verdad, creando el dogma e imponiendo la ignorancia, con la cual dominaron a los estados civiles, sus feudos, que han llevado el mundo al caos, a la confusión, al odio.

La tierra poblada por hombres y dividida por rayas tendidas en el plano geográfico no divide en su ley a las aves, ni a las bestias, que viven en organizadas repúblicas y perfecta comuna.

Sólo hay dos que se disputan derecho de supremacía: el león y el tigre; pero éstos sólo se enseñan los dientes, porque se impone la ley natural, que da al león el respeto; pero éste, por nobleza, no oprime ni se atribuye derechos primarios, antes es justiciero y mantiene la comuna en el usufructo de los productos de la tierra. Todas las plantas también obedecen la ley como las habitantes irracionales, y sólo hay una planta de todas las que la tierra sostiene, que se rebela y no cumple la ley; es la planta que absorbe todas las bellezas y dones de la naturaleza: es el hombre, primero de los seres. A éste le hacemos un llamado último: le ponemos a su vista las potencias de los reinos de la naturaleza que cumplen su ley y es necesario que él cumpla como primera potencia que es y resumen de las potencias todas, porque ya la ley inexorable no puede esperar más.

Sucede que las costumbres sociales arraigadas en la concupiscencia, han llenado las leyes orgánicas de los pueblos, de errores. Los pueblos son regidos por el hombre obsceno, educado en el error de títulos que cree lo ponen fuera de responsabilidad de la ley común del pueblo y es este el hombre que ha de administrar justicia, que no puede ser porque él no conoce por la experiencia lo duro del trabajo y lo amargo de la vida y burla el querer del espíritu de la mayoría a quien ofende, además, llamándolo El bajo pueblo. Y si a esto agregamos que este hombre por su impunidad es orgulloso, tendremos que su falta de respeto a los humildes, su desconocimiento de la vida práctica del obrero, la adulación de los de arriba y su nulo amor, en vez de hombre de justicia es el verdugo que arranca la vida y esto es un delito de lesa humanidad. Si éstos alegan ignorancia, se condenan ellos mismos ,porque en todos los tiempos el obrero protestó, porque en todos los tiempos hubo maestros de moral, misioneros del progreso, legisladores de la ley de amor, ya sea un Shet, un Moisés , un Sócrates, Platón, Juan y Jesús, hombres naturales y no extraordinarios y sus principios son luz y progreso, casi todos eliminados por los que hoy representa ese juez descripto, porque su luz les cegaba. Su eliminación primero y la mistificación después, señala la concupiscencia de los jefes religiosos y civiles, y esto es su baldón ante la justicia inflexible que hoy acusa.

Por esas mixtificaciones la historia no apunta la verdad ni los hechos del espíritu, la tradición humana por comodidad y prejuicios traiciona también esos mismos hechos. El progreso y la experiencia nos ha llevado al convencimiento de que la ley escrita mató al espíritu de la ley, por las causas ya apuntadas; por lo cual hoy se da una ley escrita, pero cuya letra no matará el espíritu, porque es letra y espíritu que habla al corazón, al alma y al espíritu a la vez.

Mas la malicia de los supremáticos ha prejuiciado a los espíritus y por un tiempo los redujeron a la impotencia por el terror sembrado; pero...El Simoún soplará formidable y hará despertar a los dormidos, que al darse cuenta del engaño caerán con valor sobre los que se han desnaturalizado; y si quieren resistir, arrollarán y pisotearán los falsos principios, para detrás enarbolar como bandera el amor de hermanos, único principio.

Ese principio, los hombres de la ley dogal y del poder usurpado, no la han encontrado por su despotismo. La mayoría oprimida, lo ha encontrado y acepta ese santo principio, por lo que nos dirigimos a los espíritus de esa mayoría. Son inconscientes hoy, no importa; entre ellos hay misioneros, ocultos bajo el traje del obrero; sus espíritus lo saben y ven acercarse el momento de la batalla y por eso se conmueven esas mayorías populares, rebeldes y protestan de la opresión; es que los cuerpos presienten a sus espíritus que lo anhelan con todos los del espacio y trabajan en la preparación para que menos cueste la victoria.

Pero hay que dar un tiempo: el necesario para hacer conciencia porque no llega a doctor el niño, por los años de la universidad estudiando la ley; necesita experimentarse y ser mayor de edad, para ser responsable de sus actos ,todo esto está en la ley”.

Y hay aún otra ley, casi desconocida: la ley de los afines. Ley que señala las epopeyas cuando llega el momento histórico de la evolución y revolución, que no puede ser sino cuando ha reunido en el mismo punto los elementos afines que han de operar, uniendo en el mismo grado la materia y el espíritu, porque así es la ley.

Esa ley marca ya el momento: los principios han llegado plenamente desarrollados, para formar un Código racional de moral verdadera.

Por esto hoy las potencias, los plañidores de la ley dogal, presienten lo inevitable y se agitan, se vigilan , se temen, pero estallará el formidable incendio que ha de consumir todo lo que estorbe.

Queremos reestablecer el equilibrio y se oponen los supremáticos; pero el obrero se une y romperá las fronteras y regirá al mundo todo una sola ley: la del amor y bajo un solo régimen justo: La Comuna”.

Queremos evitar en lo posible el derramamiento de sangre y nos duele que todo ya no lo podemos evitar, porque se oponen a la igualdad y al amor los que se alimentan del odio y de las supremacías”.

Pero ilustramos al pueblo, a las masas y atenuamos los odios y las represalias. Mas cuando estas masas hoy inconscientes, conocerán sus derechos tantas veces pisoteados: cuando verá que la supremática imposición y la ignorancia en que lo han obligado a vivir lo embrutece; cuando conocerá que la injusticia de la ley hace al pueblo carne de cañón, carne del presidio y del manicomio: cuando verá en conciencia la insidia de las leyes que ponen a la mujer en la pendiente resbaladiza por la necesidad, obligándola a ser carne del prostíbulo; cuando por la ilustración que le damos haga caer esas pantallas que cubren los ojos del pueblo: ¿Quién será capaz de contener toda la ira popular? Nos duele, pero la ley no puede esperar más.

Pero hay tales ofensas hechas contra el pueblo, que aunque la mayoría siente la ley de amor, no es extraño que entre esas multitudes, por fuerza haya alguna nota discordante.

No es nuestra culpa lo advertirlo; no es culpa del pueblo tampoco; es culpa de los hombres de la concupiscencia, que se atrincheran y hacen esfuerzos titánicos para mantener la mentira un momento más; pero es ya todo inútil: su resistencia a llegado a la impotencia; ha llegado la hora del desalojo; la mentira será arrancada y ningún estado de la tierra la defenderá más.

Toda esa hecatombe la vemos, pero tenemos por deber quitar esas pantallas que cubren la verdad; quisiéramos evitar esas batallas entre pueblos, para lo cual enseñamos el amor, y en posesión de éste el hombre antes se sacrificará a sí mismo que sacrificar a su hermano”.

“El camino es resbaladizo y arcilloso, pero el amor que sembramos será la arena granosa y ya el paso por la tierra no será un peligro, como lo fue bajo la supremacía civil y religiosa, y para luego decimos: La tierra toda es una sola nación, que el hombre libremente puede habitar y poseer en ley de igualdad conforme al código nuevo; y todos somos una sola y misma familia, pero solidarizada con todas las del universo”.

“Hasta ahora el hombre encuentra en el camino mojones o estatuas que le recuerdan que allí es extranjero; pero ha visto que la misma nube arroja el agua a los dos lados; el mismo sol baña las cuatro caras; las aves cruzan y cantan su mismo canto y la bestia es lo mismo en un lado que en el otro; con ella rompe esas estatuas y se abrazan los hombres de los dos lados, sellando la fraternidad y clama por fin...todo es de todos en común. La paz y el amor nos une para siempre; la familia se agrandó, somos hermanos y el universo todo nos pertenece por el trabajo y la ciencia. Disfrutémoslo bajo el código de amor” (1)

(1) Conferencia Pública, dada en Buenos Aires, el 15 de abril de 1.912.

Ahora bien; han pasado 9 años justos desde esa suprema lección, hasta que se da en las páginas de esta “Filosofía Austera”, y ya todo lo ha visto el hombre cumplirse, acercándose en estos momentos 4 de marzo de 1.920, el Consumátum est de todo.

Han corrido ríos de sangre y aún la supremacía ahogándose en ella no cede de voluntad, que sería cordura y tendría la atenuante del rendido a la evidencia de la razón soberana de la mayoría, que les abriría sus brazos de hermanos.

¿Por qué temen? ¿Es que hacen conciencia de las infinitas ofensas hechas al pueblo? ¿Es que piensan que el pueblo tenga un propósito de venganza? En cualquiera de los dos casos manifiestan su maldad. Pero si en el primero al hacer conciencia, confesaran hidalgamente nos habíamos equivocado...entonces verían que el segundo pensamiento no sería más que el resultado de su error.

El pueblo es siempre noble y razonable; se contenta con poco para satisfacerse en su vindicta; le bastaría ahora en su irreductible voluntad de establecer la Comuna Universal de Amor y Ley, que sus eternos verdugos confesaran su equívoco. Sería el primer acto de cordura que anotara la historia de los causantes de todo el mal mundial y se evitarían tremendas hecatombes y destrucciones y los pantanos de sangre que forzosamente habrá de derramarse, por causa de su incalificable y sin razón persistencia.

La Rusia ha encharcado su suelo con la sangre de sus verdugos, porque aun trataron de subyugar a la mayoría. En su ceguera y orgullo supremático y bestial: no pudieron ser psicólogos y cayeron arrastrados por el Simún al foso que ellos mismos se cavaron.¿Será saludable ejemplo para los demás enemigos del pueblo, supremáticos y parásitos de todos los demás países? Nos tememos que no. Nosotros prevenimos y advertimos lo irremediable, como lo hemos descripto en los puntos transcriptos entresacados de nuestro archivo, previniendo al mundo, todo lo inevitable.

El darle cabida en las lecciones de esta filosofía, tiene dos fines buenos: de justicia uno para que la historia juzgue en verdad, porque ya vemos que se planea esa historia, toda una mixtificación burda y absurda, tendenciosa, de odios y rencores, dejando las armas preparadas para una nueva hecatombe, que nosotros no podemos consentir y para lo cual cuando dijeron paz, sabiendo nosotros que la guerra no había muerto, contestamos: “Han dicho paz y no habrá paz”; y paz no hay, ni la habrá hasta que se haya asentado La Comuna Universal, bajo la ley de amor y su código de leyes que, los llamados maximalistas bolcheviques o como se quieran denominar, tendrán que aceptar, mejor que aceptaron el terror, ya que se imponía el dilema de morir o matar.

A nadie puede asustarle la Comuna de Amor, legislada en la más alta justicia de trabajo y usufructo, porque ya la ley máxima ha señalado su momento y la balanza se pone en su fiel, por lo que toca en su contacto las secretas llaves de las fuerzas centrales del mundo y éste, la naturaleza, hace sus demostraciones y ...parirá la tierra un nuevo hijo y la noche no será en la tierra. También esto pertenece sólo al día del reinado de la comuna que es el reinado del espíritu.

Si al régimen comunal sin fronteras y sin parcelas no lo tuviera ya esta escuela codificado, lo expusiera aquí para que vieran los hombres su bondad y su sencillez. Pero si por sólo el hecho de que el maximalismo ( terrorista por la fuerza opuesta de los supremáticos), si porque el maximalismo o bolcheviquismo digo, la religión católica y el cisma protestante, idean comunismos retrógrados como ellos, con el solo fin de decir: “Nosotros somos comunistas”; si nosotros declaráramos ahora nuestra comuna, esos eternos parásitos, padres sin hijos, pero maestros de la falsa moral y causa de todo el mal mundial aún querrían idear la introducción de sus maldades en la comuna de amor y sería un trabajo más que habría que hacer, lo que es perder tiempo y no estamos para ello.

Pero para una muestra de lo que puede ser nuestra comuna, copio la escala de estudios que señala la “Ley fundamental de la Comuna Universal”de nuestro código, que en su artículo 14 dice:

“La existencia (vida) para todos los individuos varones y mujeres se divide en tres épocas, que son: La de educación y aprendizaje; la de trabajo o actividad, y la de consejo por la experiencia, siendo la base la primera, se regirán para el estudio los dos sexos, como sigue:

A. Astronomía, Física, Química, Zoología, Botánica y similares, en estudio y de ayudantes, cursarán hasta los. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....30 años

B. Ingenieros en general, Arquitectura, Decoración y artes similares, estudio y ayudantía, cursarán hasta los. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 años

C. Industrias en general sobre alimentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...20 años

D. Ganadería, agricultura, piscicultura, etc. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 ``

E. Agricultura en general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..20 ``

F. Arboricultura, floricultura y jardinería. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .20 ``

G. Artes y oficios en general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 ``

H. Medicina y cirugía, estudio y practicantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..30 ``

I. Farmacopea e higiene. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30 ``

Art. 15.- La segunda época del trabajo y actividad dura hasta los 60 años en salud, y el trabajo será conforme a las necesidades de la comuna y el progreso que alcanzará y será distribuido por los consejos y reglamentados para dar a la materia lo suyo y al espíritu lo que le pertenece.

Art.16.- La tercera época del consejo y la experiencia, empieza a los 60 años hasta el tránsito ( o desencarnación). Y en esa época, podrán los individuos de ambos sexos, ser llevados a los consejos si fueren elegidos por el plebiscito; pero en todo caso tienen los sexagenarios el deber de aconsejar con su experiencia a las juventudes, ya en las reuniones, en visitas a los colegios y talleres y el campo; y son libres para vivir en familia, teniéndola, o con sus más afines, o en las casas comunales.

Art.18.- La casa comunal es de la mayor atención y devoción de todos los individuos y será de las más amplias proporciones y comodidades, pues es el depósito sagrado de seres y productos; y en ellas estarán todas las universidades de la sabiduría y los consejos.

Art.19.- Los hombres en los dos sexos y en todas las edades son y componen el valor nominal de la comuna, siendo secundarios todos los demás que pueda y quiera poseer.

Art.20.- Todo lo que en el mundo existe es bien comunal y nada es propio de un individuo, más que su sabiduría para su mayor elevación moral y espiritual; pero el beneficio que de ella se desprende, es de la comuna y está el sabio obligado a dar todo lo que pueda, para el adelanto de los demás hombres, sus hermanos.

Colegir por estos artículos de la carta fundamental de nuestra comuna universal, cual será el todo del código en sus leyes que bajo la de amor, han de ordenar la vida del mundo todo.

Sólo debo decir que la comuna nuestra es ley inflexible y que llegó su hora; por lo que, es inútil la oposición, y los opositores se cargan con la responsabilidad de las vidas y sangre que se derramó y se derrame.

En nuestro deber hemos dado estos cursos de filosofía austera, para que los hombres no tengan excusa de ignorancia y sea a su cargo el mal que ocasionen a la humanidad.

Vamos ahora a dar cabida a los últimos breves capítulos de la Ética, según se ha enseñado y según debe ser, para dar con ellos por terminada la labor de estos cursos.

 

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