CAPÍTULO VIII
Las emociones

PÁRRAFO 1°
LAS PRODUCIDAS POR EL INTELECTO

Nuestro intelecto sufre emociones ante las imágenes, por las ideas, juicios y raciocinios que hace en los efectos, para descubrir las causas.

El placer y el dolor, reciben el nombre común de sensaciones, porque son fenómenos generados por excitaciones periféricas o funcionales.

Pero los mismos estados sensibles, revistiendo caracteres más complejos, pueden derivar directamente de excitaciones centrales, que físicamente vemos proyectarse o provenir del cerebro; pero que éste sólo obra como placa sensible, cono micrófono reproductor. Por lo tanto, esas excitaciones proyectadas en el cerebro, o en cualquier parte del organismo, provienen únicamente del intelecto y éste no es del cerebro, sino del espíritu; con cuyas excitaciones quiere y consigue llevar su vibración al estudio y la forma de emociones es la más común.

Esas emociones son producidas, pues, por imágenes, ideas, juicios y raciocinios, porque obramos lo que han llamado cerebración inconsciente, que atrás hemos explicado que no es tal cosa, porque el espíritu no puede ser inconsciente de sus operaciones; pero que obra muchas veces sin (al parecer), darle participación a la memoria, pero es a causa de que ésta es forzoso que pase por un juicio previo y en mil causas y casos, la materia mal educada, cargada de prejuicios no obraría la consecuencia de un destino, y por esto, entonces, obra como absoluto responsable y sólo la materia ve, el efecto de la emoción: pero que, antes tiene presentimientos bajo los que espera un hecho o acontecimiento.

Por lo demás, los efectos fisiológicos de las emociones son de igual naturaleza y a los del placer y el dolor, ya que obran del mismo modo y por los mismos centros nerviosos y viscerales.

El bulbo, excitado por tales fenómenos llamados cerebrales, con sus respectivos cuadros fisiológicos, emite las emociones, que por complicadas que sean, las traduce a la mímica y al lenguaje, mostrando al exterior el hecho interno, en la forma siguiente:

1° Por la conciencia, que nos vemos obligados a tener ante una realidad del hecho fatal.

2º Por la cantidad y calidad del fenómeno que ya no podemos evitar.

Estos dos puntos encierran dos grandes grupos de casos o manifestaciones iguales en la alegría y el dolor que son:

a) Primer grupo: La inervación muscular en sus múltiples muecas que diminuyen en el miedo y el pesar, y aumenta en la cólera y la alegría.

b) Segundo grupo: Que comprende la depresión y dilatación de los vasos motrices, concentrándose en el miedo y dilatándose en la cólera y la alegría.

En suma que, cuando se experimentan estos fenómenos sin que hayamos tenido un juicio previo, estamos seguros que nuestro espíritu hizo un juicio ejecutivo.

PÁRRAFO 2º
SOLO EN LA CONCIENCIA PUEDE ENGENDRARSE LA EMOCIÓN; PERO ES A CAUSA DE ASOCIACIONES DE SU ÍNDOLE

En efecto; sentimos la emoción y la vemos como sentada en un punto determinado para todas las emociones; lo que no podemos dudar que ese punto es el centro de la conciencia y lo que, lógicamente, nos induce a deducir que:

1º La emoción no es más que la conciencia de los fenómenos orgánicos, externos e internos que la acompaña, los que erróneamente han sido considerados como efectos. No; los efectos, son la emoción; la causa de la emoción hay que buscarla.

2º Las emociones difieren entre sí, en razón de la calidad e intensidad de los estados orgánicos y también de sus combinaciones; de modo que cada emoción es una manifestación de una causa anterior de su especie; por lo que bien se ha dicho, que cada emoción es una expresión subjetiva de esos fenómenos. Por lo que también, podemos expresarlo en forma matemática, diciendo: La expresión subjetiva es a los fenómenos que la indican, lo que la luz blanca es a los colores espectrales del sol.

Mecánicamente, los fenómenos precitados fisiológicos, pueden reducirse a dos grupos.

1º Modificaciones de la inervación muscular, que disminuye en el miedo y pesar y aumenta en la cólera y la alegría.

2º Modificaciones vaso-motrices que se contraen en el miedo y en el pesar y se dilatan en la cólera y en la alegría.

En este punto debemos traer a colación algunas excepciones de la regla general que hemos establecido, de que "las emociones son causadas por el espíritu". Pero esta excepción es justamente la declaratoria importantísima de nuestra ley de la materia sostenida y codificada en nuestro "Código de amor universal", intitulada "La materia tiene su ley". Por lo tanto esta excepción no contradice a la ley y regla general, sino que garantiza la sabiduría del espíritu en su cumplimiento de la ley universal.

En efecto, y al respecto, James notó excepción y dice al caso: "No es exacto, en general, que una imagen mental o cualquier otro estado de inteligencia, engendre determinada emoción y ésta determine los fenómenos orgánicos correlativos. Por el contrario, estos últimos, a menudo provocados interior y exteriormente, son los que revelan la conciencia en forma de emoción, produciendo en seguida las asociaciones intelectuales, por sugestión, o inducción. Por ejemplo: El Haschich y el Alcohol exaltan la mente, mientras que las duchas le devuelven la calma y la Ipecacuana la deprime; son así causas de estados orgánicos que dan lugar a emociones iniciales de un seguido proceso imaginativo.

Esto como se ve, lejos de oponerse a la ley general, establece la ley de la materia; pero demuestra también, que las dos leyes se sirven mutuamente y se complementan, porque son ambas derivadas de la ley máxima de amor. Y más se comprueba, porque no impiden esas excepciones conocer qué estímulo produjo la emoción, porque la percepción nos pone en pie de juicio y vemos que las asociaciones internas y externas, son sugeridas siempre, de acuerdo con las leyes de la memoria; y éstas, ya hemos sentado, que sólo son las fallas de nuestra conciencia manejadas exclusivamente por nuestro espíritu.

PÁRRAFO 3º
IRREGULARIDAD DE LA MEMORIA EN MUCHOS ACTOS PSICOLÓGICOS

Este mismo fenómeno nos confirma una vez más que la memoria, además de ser un vacío, es nada más que un reflector, una campana sonora donde se concentran las percepciones, convirtiéndose en un esquilón o voz vibrante que traduce la vibración en voces y figuras vivas y tangibles.

La reproducción emotiva de la Memoria se manifiesta irregularmente y ha sido observada la irregularidad por algunos psicológos, demostrando (entre muchos otros), los resultados siguientes:

1º Casi nulidad de la memoria en la generalidad de los individuos, de muchos actos realizados por ellos mismos; sobre todo en los estados sensibles que carecen de imágenes mentales definidas, por ejemplo, el gusto y el olfato; en los cuales apenas si se reproducen porque son estimulados al sentido del efecto.

2º En muchas personas, la memoria emotiva llega a reconstruirse intelectualmente por medio del recuerdo de los fenómenos fisiológicos de determinadas emociones y no de las emociones en general, y

3º Algunos individuos llegan a producir emociones mediante la concepción de los hechos originarios, o imaginando otros aún no sucedidos, pero posibles de suceder, si se concordaran, tales estímulos con tales asociaciones. Y tales concepciones imaginarias, son las que sirven a la experimentación.

Como vemos por todo lo estudiado, la memoria no es causa del efecto emoción; sino un Micrófono revelador delicadísimo y de un gran poder multiplicador.

PÁRRAFO 4º
RESURRECCIÓN DEL ESTADO SENSIBLE - SUS CAUSAS

El tono nervioso ha sido muy poco estudiado, poco comprendido, por que no se ha querido ver, que el sistema nervioso obra solamente por inducción de fuerzas que llegan a él, luego no están en él.

Las leyes de la electricidad, habían de revelar muchas cosas; y una principal revelación científica es que, los nervios, obran exclusivamente por Auto-Magnetismo; cuyo fluido, lo transporta la sangre y no está en la sangre, más que circunstancialmente. Antes de escribir esta afirmación que necesariamente revoluciona y destruye larguísimos estudios hipotéticos, lo he mirado lo suficiente; pues quiero respetar todo lo posible el trabajo de los hombres. Pero nosotros, no podemos casarnos con el error y equívocos y lo sentamos para abrir un camino que estaba cerrado por la ciencia dogmática materialista y sin espíritu; y, ahí queda para que la desmientan con una ley que demuestre eficientemente lo contrario. Sigamos.

El último caso del párrafo anterior, según Ribot, es excepcional y hay una verdadera resurrección del estado sensible, que el sujeto experimenta por esa resurrección, los placeres, dolores o emociones ya pasadas y es en virtud del simple esfuerzo imaginativo, que no deja de ser nuestro afirmado Auto-Magnetismo.

Y es efectivamente así y no de otro modo ocurre, cuando se explican los signos de sufrimiento, de júbilo, de piedad y de voluptuosidad, que en general experimentan los individuos ante la proximidad de un estímulo, real o mentalmente imaginado.

¿Quién no experimenta el placer o el dolor pasados recordándolos? La imaginación, pues, resucita la sensibilidad; y cuanto más puro es un ser, más sensible es; lo que nos explica claramente la doctrina espírita, por que la sensibilidad está en la mayor pureza de nuestra alma en la que se envuelve el espíritu.

Los materialistas achacarán ahora que, ¿cómo los animales sienten si no tienen espíritu? Lo cual es una tangente falsa; por que si los animales no tienen espíritu inteligente (sólo tienen su instinto), viven como todo ser a causa del espíritu universal, que forma (por decirlo así) la presión vital, que todo lo mueve y sostiene en su ambiente, sin permitir que nada invada los lares del otro: pero formando la cadena sin fin y perpetua de la vida de cada ser, dependiendo todos los seres, de todos los otros, todos se influencian, por que todos son Auto-Magnetizados en la misma forma y manera.

Sólo que cada uno es una máquina de diferente potencial y sensibilidad, y aunque todas reciban de la misma generatriz la fuerza, cada una hace el oficio que le es encomendado por el ingeniero. ¿Puede negarse esto?, si pueden negar este principio supremo explíquennos los negadores del espiritismo luz y verdad que presentamos en esta escuela, ¿por qué ante un mismo fenómeno o peligro unos sienten una impresión fuerte de placer o dolor intenso y otros apenas se dan por aludidos? Y ¿por qué los más sensatos prefieran el sufrimiento real de un cataclismo inevitable, que el presentimiento e inminencia del cataclismo o peligro?.

Es que el más sensible resucita la sensación de la emoción inevitable y produce el proceso intelectual del hecho que concibe, pero lo previene.

Hay otro caso de resurrección de la sensibilidad; pero es por medio del magnetismo produciendo el sueño hipnótico bajo el cual el magnetizado, reconstruye el hecho ya pasado, por que lo encuentra esculpido en el Éter, en el que nada se borra de los hechos de los hombres y de la auto-naturaleza; pero que cuando el sonámbulo ha de auscultar a un hombre, tiene su espíritu que requerir al de su auscultado, caso de que no lo asista justicia de leer por sí mismo en el libro-conciencia; donde todo hombre lleva la historia de todas sus existencias.

Del mismo modo que podemos reconstruir un hecho, resucitando el placer y el dolor, podemos sugestionar de que no existen y se ve, que dejan de sentirlas los sugestionados; pero se requiere que el magnetizador sea mayor en sabiduría espiritual que el magnetizado y el sugestionado; por que aquí obra en rigor la ley de las fuerzas.

¿Qué ha hecho el magnetismo en ese caso? Ha preocupado la mente del paciente en otro estímulo que el que tenía del dolor y lo ha puesto en conocimiento de su curación que antes no acertaba o no se preocupaba, por que fuerzas enemigas lo sugestionaban manteniéndolo como maniatado y sin conciencia; es el estado que llamamos de obsesión.

Desde luego, todos los casos que estudiemos de la resurrección de la sensibilidad, los encontramos asociados a motivos resultantes o causantes internos y externos y morales, materiales y espirituales, por que no pueden ellos ni podemos nosotros separarlos.

Pero sí, son separables los estados perceptivos y emotivos y nos lo demuestran precisamente las asociaciones inconscientes en que una emoción por ejemplo, E, que nace conjuntamente con la percepción A, más tarde la vemos asociada a otra percepción B, o ligada con A, por semejanza y contigüidad.

Entonces quiere decir que, toda emoción adquirida en la experiencia de la vida, forma un depósito, un remanente, que sirve para que podamos revivirlas en caracteres sensibles, en formas semejantes concebidas o imaginadas, cuando necesitamos la experiencia. Lo mismo que la dínamo, contiene los motivos de la electricidad, pero que en reposo no lo demuestra y tan pronto es excitada, los presenta en corrientes de su género.

Todo este trascendental párrafo, que por su fuerza, pone en duro trance a las ciencias sin espíritu, lo podemos sintetizar en cuatro grandes axiomas científicos, perfectamente físicos, pero que envuelven todo lo metafísico.

1º - El estado Hipnótico depende en lo físico del tono nervioso, según las corrientes que lo recorren.

2º - Por la experiencia de la sensibilidad, podemos separar los estados perceptivos de los emotivos.

3º - El magnetismo remanente es causa única de la resurrección de la sensibilidad.

4° - Nada puede producirse si no van acoplados estímulos, motivos y corrientes vitales del espíritu.

PÁRRAFO 5º
TRASPASO O TRANSFERENCIA

El desplazamiento de las emociones resucitadas según el párrafo precedente, podemos transferirlas a tiempos y personas determinadas y aun lo que es más, de un órgano a otro de nuestro ser, pero ha de ser necesariamente:

1º - Por contigüidad: es decir, cuando la emoción correlativa de un todo esté asociada a una de las partes del objeto al cual lo hemos de traspasar, estando por consiguiente en nuestra voluntad y querer él transferirla también a otro sujeto y a otro tiempo.

Si tomamos por ejemplo un recuerdo de familia, como un retrato, cabello de una persona nuestra o una cualquier prenda, ésta nos traspasa y transfiere el recuerdo y hechos de la persona y podemos por consiguiente traspasarlos a otra persona que al imponerla de los, hechos, la asociamos por contigüidad y nace la continuidad (tradición).

A este hecho es indudable se debe la asociación de sentimientos y culto religioso, que transfieren hombre a hombre y generación a generación.

Con la transmisión del pensamiento, hacemos lo mismo, aunque en éste, haya leyes más puras.

2º - Por similitud de muchos puntos del hecho; pero puede ser restringida por suscitarse las emociones en presencia de cosas o personas poco conocidas, pero que, aunque no tenemos conciencia de sus semejanzas, no son simpáticas y nos encontramos en su presencia como conociéndolas bien; y en cambio ante otras, nos vemos mal y cohibidos, pero que quiera y no, hay algún punto de similitud y transferimos nuestra emoción.

Hay ahora el caso de transferencia extensiva que es cuando la emoción provocada por un estímulo, llega a ser sugerida por todos los del mismo género.

A esta transferencia se deben siempre la extensión de las ideas, los afectos sociales, la vida de los partidos y sobre todo, las leyes Madres.

Lo expuesto en los párrafos de este capítulo, nos demuestra la naturaleza de las emociones, sus caracteres de retentividad y reproductividad, con más la resurrección y transferencia. ¿Por qué leyes se rigen?

PÁRRAFO 6º
LEYES O CAUSAS DE LAS EMOCIONES

Inercia: Esta consiste en la persistencia de la emoción, la cual se resiste a ser desalojada por otra distinta o contraria, lo que conocemos bajo el nombre de tenacidad.

Es cualidad propia de todos los instintos, resistirse a que otro instinto se le anteponga o sobreponga, lo que quiere decir que son Antagónicos.

Sin embargo, en la continuación de la persistencia del instinto en función, se aminora su resistencia; se debilita por el gasto de su fuerza y acaba por ceder su puesto al inmediato que sigue igual proceso; pero de todos modos, necesita una fuerza para sacarlo de su dominio.

Reacción: Un cambio brusco de una emoción, por otra emoción, determina un forzoso aumento de intensidad y temperatura como lo observamos cuando ocurre una presión o una interrupción emocionante.

Basta un desengaño, una decepción, una provocación o una disputa, para dar origen inmediato a un cambio brusco, que origina una reacción, en pro o en contra.

Por esta reacción (elasticidad) sentimos casi instantáneo el dolor tras del goce; o gozamos instantáneamente, del paso del dolor.

3ª El Ritmo: Observamos en medio de un estado emocional instantes neutrales: los que dan ocasión a que, sin que haya desaparecido la emoción, se reproduzca periódica y alternativamente, pero con cierta regularidad y similitud.

Estas periodicidades aumentan y vigorizan la emoción ; contrariamente a lo que sucede con la continuidad que las lleva a la forzosa Inercia (rotura se denomina en Ingeniería.)

4ª Contagio: Existe la tendencia simpática a reproducir en nosotros las emociones intensas que agitan a los demás.

Parece que las emociones de un grupo se ponen al unísono y en equilibrio con los simpatizantes de una causa: con esto nos explicamos esos entusiasmos rápidos de las muchedumbres; de los públicos de los teatros y otros espectáculos, y sobre todo en los ejércitos. Es contagio Magnético.

Oposición : Viceversa del contagio es la oposición que tiende a reproducir la sugestión magnética contraria a la de los otros. Esto es debido al antagonismo de los instintos no simpatizantes, que se exaltan por el egoísmo o el odio. De aquí podemos juzgar los casos que con frecuencia observamos, que después de una discusión acalorada se experimenta amor u odio por el objeto o persona sobre quien recayó la discusión, o defendemos o atacamos al sostenedor.

Los sectarios aprovechan estos tránsitos repentinos para subvertir el orden de las cosas, políticas, sociales, religiosas, o de las ideas y doctrinas.

Coalescencia: Esta es muy importante, porque fusiona las emociones.

Vemos muchas veces que dos emociones simples se mezclan y se hacen una emoción compuesta, combinada y hasta se equilibran en tal forma que, siendo dos o muchas emociones individuales, no vernos más que un solo efecto o resultado. Ejemplo: el amor del hombre y la mujer convertido en el efecto hijo. El amor y querer de todos los habitantes de una porción de la tierra componiendo la Nación: son productos iguales de variados y diferentes factores.

La coalescencia llega al máximo progreso porque hace la unidad que, aunque cada individuo tenga diferente aspiración, la necesidad imperiosa de servirse de los demás lo lleva a la coalescencia por el empuje del progreso irresistible.

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