CAPÍTULO II
Escuelas Antiguas y Modernas

PÁRRAFO 11°
LOS LLAMADOS PADRES DE LA IGLESIA

1°) Los Apologéticos.

Aun no había nacido la Iglesia Católica, cuando ya se muestra en todo su ser, pues Justino sostiene que, "el Dios de los Judíos no tiene identidad con el del cristianismo".

Pero hay alguien más atrevido, pues sostiene sin ver la prueba (y entonces es ciego), Atenágoras de Atenas, que, sin examinar el Dogma, asegura dentro de él la inmortalidad de las almas y la resurrección de los cuerpos muertos.

Si los hubieran sostenido viviendo Tomás Apóstol, seguro se atreven a excomulgarlo.

2°) Los controversistas.

Teófilo, comete otro gravísimo escándalo, del cual, Moisés sería culpado; pues sostiene afirmando, la creación del mundo por dios de la nada y negando la existencia de la materia increada y Eterna; y todo esto porque sí. ¿Pero la razón? ¿Qué diría Teófilo en descubriendo este nuevo mundo o continente ya que su aserción, no podía abarcar más que aquella tierra inmóvil y "nido de Víboras" como él, que picaban y consumían a los liberales?

Contra los Gnósticos Maniqueos y demás sectarios, se forma otra pléyade no más aventajada, pues, Ireneo, se atreve a sostener que, "la fe no necesita de la razón" y que "sólo eran esenciales las virtudes como la piedad y la caridad". Ireneo ignoraba la sentencia de Santiago, "porque como el cuerpo sin el espíritu es muerto, así también la fe sin obras es muerta". Y ¿cómo y quién puede hacer obras sin razonar? Y si las hace ¿podrá darle la convicción, que es la fe, deducida solamente de la razón del por qué?

Tertuliano, deja pequeñito a Ireneo; pues se atreve a sostener que, "La filosofía es madre de todas las Herejías; y que la mejor prueba de la fe, es la misma imposibilidad de demostrar lo que se cree". ¿Puede haber mayor absurdo? Pero a renglón seguido, se ve Tertuliano obligado a aceptar a Montano, condenado por la iglesia, porque prueba que "Para probar la divinidad de las revelaciones, se hace preciso el uso de la razón" y entonces Tertuliano, se ve obligado a declarar de necesidad, el libre examen.

3°) Los Sistemáticos.

En discordia con los anteriores, éstos tratan de crear una filosofía en la que encuadren las doctrinas cristianas.

¿Y cómo puede ser esto, si la filosofía es razonar y el principio cristiano es la fe ciega? Harán una filosofía dogmática y no será tal filosofía; porque sin razón, no se puede filosofar; y si razonan, no pueden ser católicos; pero pueden ser cristianos herejes.

Veamos como funda San Clemente su filosofía: "El mundo ha sido creado Ab Eterno por Dios-padre, mediante su sabiduría infinita o espíritu Santo, siendo su carácter de hijo o redentor, en una de sus inmensas bondades". No podemos ser Clementes con San Clemente: su fundamento es todo un vacío y no hay en él forma y el mundo es forma.

Redentor, no puede ser nadie, de nadie: y menos por el derramamiento de sangre, causada por un crimen como el del Gólgota.

Cada uno se redime a sí mismo y el padre no puede perdonar la deuda a uno, porque es injusticia: y además, esa deuda perdonada por gracia, faltaría siempre en el haber de la creación; los demás vacíos del fundamento Clementino, ya los llenaron las ciencias geológicas, física, química y Astronómica.

El alejandrino Orígenes, cree ser más preciso y define la Trinidad admitiendo "Tres personas Divinas": pero subordina dos a la primera.

Ya lo veis: Orígenes, no da buen origen a la Trinidad; pero aún va más allá de lo absurdo, desde que pone en tercer lugar al espíritu, aunque sea santo y aun lo representa animal en la figura de una paloma; lo que dará lugar luego a que, esa paloma, hubiera engendrado a Jesús y descendiera otra vez, como padrino del Bautismo de Jesús. ¡Qué padres ha tenido la iglesia Católica! Conozcámoslos por el fruto que dio la iglesia de los santos de palo y milagrosos.

Estos son los engendros de la iglesia que vimos nacer del robo de otras 7 religiones y es cuando por esas diferencias de pensar en esos... santos padres, el edificio aun no coronado de esa religión se desmoronaba; pero que en Constantinopla lo apuntalan para desgracia universal.

Estamos en el año 325 y el concilio de Nicea, cubre los ojos a los cristianos y define el dogma de la Trinidad, haciendo Fe sin obras y sin razón.

4°) Agustinistas.

Al Númida Agustín, lo cuentan entre los sistemáticos y católicos. Agustín no es, ni lo uno, ni lo otro; pero sí es un débil, porque cede a las instancias de su madre, lo que no nos negarán Agustín ni Mónica su madre.

Agustín, no está en el primer concilio, puesto que ha nacido 29 años más tarde: ni asiste al segundo, pues no cuenta más que 19 años y ni aun pertenece al catolicismo ni al cristianismo, puesto que está con los Arianos; en cuyas filas se ilustra y hace sus obras fundamentales, en todo conforme a las doctrinas Arianas, semejantes a las de Platón y Sócrates.

Pero en la guerra llevada a todas partes por los sanguinarios fundadores del catolicismo, amenazan al Númida, y Mónica (madre de Agustín), ante el inminente peligro de muerte para su hijo, como ya había sido dada a muchos Africanos, Mónica acepta el catolicismo, comprometiéndose a convencer a su hijo Agustín, el que, por librar la vida y deshonor de su madre, hizo la retractación; por lo que es nombrado Obispo de Hipona.

No tiene Agustín, en sus obras, nada de cristiano y menos de católico; sus fundamentos son los de Platón y Sócrates, que son verdad.

Si; fue Agustín hombre ejemplar en moral; pero no por católico ni cristiano, sino por Ariano; pero le faltó el carácter para llegar al fin, y aunque tiene la atenuante del amor filial, no lo libra esto de la culpabilidad, de la que mucho ha pagado (aun como hombre) derribando el puntal que puso al edificio católico-cristiano, enemigo y verdugo del espiritismo.


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