PARTE TERCERA

CAPITULO VII
DE LAS TRIBUS A LA SOCIEDAD ACTUAL

PÁRRAFO I

Os remito en primer término, al "Buscando a Dios y asiento del Dios Amor" (1), porque allí está estudiado cuanto debería decir en este capítulo, pues me fué necesario examinarlo para encontrar el asiento del Dios Amor, y tendréis las bases de consideración más preliminares y verídicas de cuanto en la historia se ha dicho.

Además está contenido en los capítulos anteriores y habéis visto la aparición del hombre; conocéis por buena historia de los últimos tiempos los progresos realizados desde que el hombre apareció en la tierra, hasta el progreso máximo que tenemos cuando se celebra el juicio de mayoría; y por el "Libro rojo" (que también imprimiremos) os daréis cuenta del terrible trabajo y las tremendas luchas sostenidas por el tribunal, desde el juicio hasta recibir el "Electro Magno" día en. que se celebra la implantación de la comuna.

(1) "Buscando a Dios y asiento del Dios Amor" aun no lo hemos impreso y es necesario. Veremos de hacerlo pronto si tenemos medios. Pero ved si algunos tenéis ese deber y cumplidlo.

Pero por eso, no he de dejar de anotar aquí lo más trascendental de los hechos, como fundamento de autos de juicio sumarísimo, para que el hijo de la comuna, conociéndose a sí mismo, ahonde en la verdad de los hechos hasta su comprensión, porque es su deber conocerlo todo en sabiduría, aun siendo hechos penados, de los cuales é1 mismo fué autor y actor, juez y sentenciado.

Veamos, pues, cómo, luego de salir de las bolsitas los meros hombres, en su inocencia, eran poco más que autómatas, hasta que su desarrollo en la primera generación, el instinto y la ley les llevó a encontrarse machos y hembras y multiplicarse rápidamente, porque desconocían la maldad; se juntaban para satisfacer la ley de la carne, que era llamada por el instinto animal y no conocían si eran hermanos consanguíneos, ni hijos y madres, o padres e hijas.

Mas tan pronto nació (por la amistad originada en el goce de la materia y la reunión por la ayuda de unos y otros) la afinidad consanguínea, surgió la camaradería y esto entabló lazos de familia y se constituyó la tribu con un jefe, bien que fuera el más fuerte o el más experto. Fué el primer progreso y le fué útil al hombre.

Pero como de la reunión se hacía más difícil la vida porque consumían todo lo que les era cercano, esto les obligaba a emigrar (cada vez que en un sitio no tenían lo necesario) a otro lugar, hasta que llegaron a encontrar otra tribu que ellos ignoraban y empezó el recelo y se apretaba más cada una de las tribus, temerosa de la otra. Esto les obligaba a unos y otros a estudiar y se tomaban los sonidos, señales y costumbres. Aun no podían saber que aquello era un progreso más. Plantaban árboles que les daban frutos y que la misma naturaleza les enseñó. Pero esa labor encerraba otro mayor secreto que el del fruto: la estabilidad de la tribu, por el beneficio y el cariño del hombre a las obras de sus manos.

Las necesidades de su organismo (que pedía alimento casi en los mismos momentos cada día) les enseñaron a distribuir el tiempo. Sus dolores y sus heridas, ya por la caza, ya por comer de la fruta de un árbol dañino, les obligaron a encontrar remedios, y esos mismos dolores y el miedo ante la fiera de la que sucumbían en la lucha, les llevaron a la religión; es decir, a la evocación de algo que presentían y no descifraban, pero que les daba consuelo.

Esto sólo era en cada tribu, según era su poco progreso y en general conservaban los cadáveres de sus mayores valerosos, porque les ayudaron o enseñaron. Esto ignoraban que fuese sentimiento y menos pudieron pensar que aquella adoración se convertiría más tarde en su desgracia. Pero era que el espíritu los llevaba a iniciarlos en la lucha, para adquirir fortaleza.

Mas ya en la tribu se hicieron imágenes de los que un día adoraban en sus cadáveres sin que les asustara el hedor, hasta que empezaron a meterlos en pozos; luego en los troncos huecos de los árboles, y al fin, serían hechos sepulcros, aunque fueran de piedras y tierra y ramas de árboles y serían éstos los primeros templos que en la necesidad de adorar lo que presentían levantarían los hombres, aun sin tener ellos cabaña donde guarecerse.

Estos primeros templos eran custodiados por toda la tribu y lo mismo sucedía en la vecina; pero una y otra crecían rápidamente y tenían que dividirse y marchar a ocupar nuevo territorio y surgió un nuevo templo, llegando entonces los disgustos demostrados en sus alaridos, por causa de si una tribu progresaba más en sus cultivos o cazaba más o mejoraba en su musculatura y sus hembras eran más bellas. Aquello no sabían que era antagonismo; pero por esto empezaron a odiarse y al fin, llegaron a la lucha y se mataron y se comieron.

Entonces crecían sus ofrecimientos y peticiones a sus antiguos en sus imágenes de barro informe y se acecharon y los vencidos quisieron vengarse y no perdonaron medio y ofrecían a sus ya ídolos, lo que del enemigo trajeron. De este modo nacen los sacerdotes, que pronto gustaron de verse encargados por la tribu de custodiar sus ídolos, y como esto les eliminaba de las contiendas y del trabajo, pronto se formó la casta sacerdotal, que en el no tener nada que hacer para la vida, ideaba hoy un culto, mañana una nueva ceremonia y pronto las victorias de unos sobre otros, fueron atribuídas al ídolo, que después sería Dios por los cuentos tradicionales. Quedaba así encendida la guerra de tribu a tribu, de aquello que había empezado por ser sólo como un recuerdo, una gratitud de familia al padre de la tribu y acaba por convertirse en religión e idolatría, sin poder entrañar el hombre, que pronto se vería aún más ciego, por lo mayor saña con que cada vez se acometerían al nombre de su ya Dios, que había encarnado en la casta sacerdotal que le hacía ver al vencido, un disgusto de su Dios. No lo había adorado; no le había hecho ofrecimientos; estaba disgustada y aun se iría de ellos a la otra tribu más valerosa, porque sacrificaba, adoraba más a su Dios. El vencedor también arengaba a los suyos, porque la victoria era de su Dios invencible, que pedía el aniquilamiento de la otra tribu y la esclavitud de todos sus individuos. Así se vio la tierra manchada en sangre y aun sin ningún adelanto en artes, industrias, ni agricultura. Pero habían conocido todos sus territorios y formado tribus poderosas, tanto más fieros eran sus combatientes y más astutos sus sacerdotes. Y… ya habían pasado alrededor de 20 millones de siglos desde la aparición del hombre.

Claro está que no pasaba en balde el tiempo, pues la naturaleza seguía su curso de enseñanza y el hombre, aun. que fiera, ya sabía vivir en grandes agrupaciones; pero aun la tierra era muy pródiga en su vegetación; y como por razón del clima se establecían en los países más propicios y donde más le brindaba la naturaleza, ya habían aprendido a levantar chozas y formaban los poblados y esto les haría aprender a reproducir las frutas y hierbas que consumían y el grueso de aquellas hordas se radicó con largos dominio en lo que hoy son los mares Atlántico y Mediterráneo, al norte del ecuador y en la hoy China e Indias Orientales, sobre el ecuador, quedando en Sud Africa y en el Occidente, pequeñas tribus que, ya porque eran terrenos más accidentados, ya porque eran espíritus más pacíficos y un tanto más adelantados, por poder de la ley, se habían radicado y vegetaban en afinidad, más silenciosamente. Pero también tenían adoraciones (si cabe más humanas) aunque imperaba el sacrificio, no de vencidos, sino como constitución, hasta que allí y en Oriente, como en todas partes, empezaron a descender para tomar carne, espíritus voluntarios de estudio, por amor o por justicia, de los mundos cercanos, o sea del sistema solar y empezaron a refinarse más en el predominio y también en el vicio porque el tiempo les sobraba al guerrero y al sacerdote, porque los que encarnaban de otros mundos ya les traían conocimientos de sus mundos, (sobre todo de Marte y Venus), de su temperamento y grados, aunque más adelantados. Aquel adelanto en el conocimiento de la materia (porque ellos tampoco conocían aún al creador, pues como la tierra, eran mundos de expiación con el progreso que registramos en la China hace setenta u ochenta siglos) aquel adelanto fue aprovechado por los sacerdotes, para su supremacía. Pero ya sonaban los nombres de Marte, Venus y otros que empezaron a ser dioses de fastuosidad y esto fue mayormente en los dominios del ecuador al norte.

En los dominios orientales fueron más felices; pero esto lo debemos ver en la justicia de la ley, que a cada uno da lo que puede llevar y serían de mejor temperamento, o más progresistas, puesto que allí recibieron las visitas de mundos mayores como Saturno y Júpiter y hasta del Sol, por lo que supieron letras y artes antes que todos los otros; progresaron en la agricultura y pudieron mantener a raya a los atlánticos que se entregaban al boato y al vicio más terrible y tenían que huir aquellos que en su razón empezaban a hacerse alguna luz; pero caían en la esclavitud, tan pronto pasaban donde se adoraba otro dios.

Ya había grandes ciudades y el hombre había dominado todo el reino animal y algo había hecho. Dejemos a los que viven en los dos valles más ricos de la tierra (el Atlántico y el Mediterráneo) porque éstos, no nos darán la satisfacción de verlos progresar en lo moral, aunque mucho en lo material, para satisfacer la concupiscencia, de cuya memoria, aun nos llegó mucho.

¿Es menos viciosa la otra gran familia del Oriente? No, pues tiene la misma concupiscencia ; pero se sujeta un tanto más al trabajo y por esto se hace más pacífica y duran mucho más tiempo sus adoraciones, si bárbaras, un poco más racionales, por aquello de que la generalidad se dedica al trabajo, ya porque fuese más costosa la producción, (que doblegaba un poco más al hombre al trabajo) ya porque fuesen en verdad los espíritus más progresistas y primeros que vimos hacerse luz en los mundos anteriores y también porque, por este motivo, pudieron recibir a los instructores de mundos mayores. Es el caso, que la justicia de la ley, de allí esperaba la rehabilitación de esta humanidad y luego veremos que la justicia no se equivoca.

Pero, ¿cuál es el adelanto de aquellos habitantes del Oriente sobre los del Norte? Estos tienen mucho más adelanto material, porque se lo da hecho la naturaleza en sus riquezas; y sabed, que el oro, ya se conocía y se fabricaba con primores y vestigios que guarda el fondo del Atlántico y Mediterráneo. Pero todo esto les dió una interminable bacanal, de lo que, en la "Filosofía enciclopédica" (cuando se imprimirá) (1) encontraréis un comentario de un registro hecho por e1 tribunal, es desdoblamiento, guiado por el hermano Amor, maestro de la naturaleza. Allí imperó por su voluptuosidad la famosa diosa Venus, nombre dejado por hermanos de aquel mundo que en misión vinieron a la tierra a aquellos continentes, como otros muchos hombres que los primitivos hicieron dioses.

(1) Ahora, ya se han impreso el 1º y 2º tomos de la "Filosofía Enciclopédica Universal", "Voz del Espiritismo".

Los otros, los habitantes de Oriente, tenían los mismos vicios, mucho más moderados, porque gustaron más del trabajo y con él ensanchaban sus horizontes; porque el trabajo tiene grandes atractivos y para ellos era gran cosa hacerse con sus manos y de buenos metales sus idolillos representantes de las fuerzas de los dioses grandes: Apolo, Júpiter y otros. Y como les habían llegado palabras de ciencia y nombres de astros, sus sacerdotes, ahí encontraban materia de dominio con menos guerras y ensanchaban por toda el Asia sus dominios.

Pero he ahí que aquello era dormir para el espíritu. No había más que guerras de esclavitud; y si esto había permitido mucha tranquilidad y holganza a los que a costa del trabajo ajeno vivían, llegaría el momento del descontento. Había un guerrero, que hastiado de los sacerdotes, levantó a los esclavos (claro que para servirse de ellos pero será una lección) y al nombre de Peris (que no sé por qué en la literatura de hoy representa oro y no puede ser más significativo porque hoy es el único dios que la tierra adora); pero, sea justicia, sea providencial, lo cierto es que al nombre de Peris, se desgajó un rico gajo del árbol de Oriente y de ahí, el que hasta nosotros llegue con el nombre de "Reino de Persia". País del lujo, de las bellas artes y del boato, pero foco de industria y de mayor libertad, aunque esclavo; pero con el culto a Peris, mucho más moral que los otros, parece que va buscando algo más; pues su riqueza, su holganza y su extensión no le bastan y, sirviendo de muralla al Extremo Oriente, pero recibiendo sus adelantos morales, Peris pasó al hoy Egipto y recorriendo la Arabia, dominaba fácilmente, porque llevaban mucho progreso material; eran los adelantados que primero pidieron clemencia en el mundo primitivo; y en el hasta hoy Egipto, asentó un trono que sería la llave verdadera más tarde, para empezar la civilización. Los hombres, como hombres, eran bárbaros; pero el espíritu trabajaba y hace trabajar a los cuerpos, que ya se saciarán y la hartura corregirá. Sigámoslos.

Aquí el dios Perís, se va a encontrar con un terrible rival; aquí se va a encontrar con Fulo, fundador de la religión fúlica viejísima ya en aquella fecha (que hace ahora cerca de cinco millones de siglos y ya no tenían entonces memoria los fúlicos de su antigüedad) y Fulo, era sin disputa superior a Peris, a Apolo, a Júpiter y a todos los de tantas religiones juntas porque Fulo es el fuego; pero aquí, la única autoridad era el sacerdote; la corrupción era espantosa y la ignorancia extrema.

Aquel fuego, no servía más que para alumbrar el sacrificio de las doncellas y quemar los cuerpos de los mancebos. En esto, aventaja Fulo a Peris; pero es que el espíritu va uniendo potencias y aquí se van a unir las dos más potente en lo material: el dios oro y el dios fuego; el uno todo lo consume y el otro todo lo domina en lo material.

Pero, Peris lleva conocimiento de la primera literatura; en tablillas de oro y grabados, en jeroglíficos, los primeros pensamientos, claro que bárbaros, porque, aunque eran pensamientos, y hombre que habían sido traídos por los espíritus que habían encarnado en la China e India, de los varios mundos vecinos de nuestro sistema solar, que si aun no eran mundos de luz, eran ya adelantados y venían por dos causas, obedeciendo a la justicia; unos, para saciarse de sus apetitos, y otros, para escarmiento; pero unos y otros, para traer a sus hermanos terrenales los rudimentos de aprovechar los productos de la naturaleza, cuyos gérmenes se habían dado a la tierra en aquel largo viaje de gestación; cumplían así dos fines: el de maestros y apagar en sus almas los instintos que en sus mundos ya eran faltas y en la tierra aun no eran tales, porque, si eran infantes muy viejos y barbudos, eran niños que tenían latentes los hábitos de tres mundos sin conciencia; y en tanto el alma no se sacia de los instintos de que es depositaria, no pueden esos instintos doblegarse y pasar a ser conciencia en el alma. Necesitan saciarse, hartarse, y sólo esto los corrige.

¿Porqué, como venían esos hermanos llenos de instintos sin dominar; no venían los de principios morales, honrados y aun sabios?, preguntaréis. Recordad, que los extremos o polos opuestos, al juntarse hacen una explosión que disyunta por la fusión y se carboniza, perdiendo el camino porque funde los cables y aun puede quemar el dínamo si no tiene intermedia una resistencia equilibrada; y sabéis que la resistencia entre el espíritu y el cuerpo es el alma y en los hombres de la tierra, el alma, no estaba equilibrada, porque no estaba harta; no había dominado aún los instintos; no tenía conciencia y no podía recibir más que la instrucción material de instructores imperfectos, aprendices, o estudiantes adelantados, que saben la cartilla. El lenguaje del maestro, no lo entenderían. Si no entendéis vosotros la prosa, ¿cómo entenderéis la poesía?... Por eso no podían venir maestros, sino instructores, aprendices que enseñarían lo que sabían, al propio tiempo que ellos se saciarían de lo que en sus mundos no podían saciarse, porque ya era escándalo allí, donde ya habían sido dominados los instintos por la mayoría; y como habían pasado a sus conciencias, se habían legislado y cometían falta los que a ello faltaban y la justicia dispone y autoriza en libertad, para que cada uno trabaje en la parcela donde le conviene. Los espíritus maestros, aconsejan a sus hermanos retrasados que vayan una temporada entre familias donde no pueden escandalizar, sino que ellos se escandalizan, porque los instintos y pasiones que vienen a saciar y dominar ya los traen un tanto resquebrajados por el ejemplo de sus maestros; y como encuentran y saben que aquella acción, en su mundo está va moralizada y donde vinieron está en el desenfreno, es natural que se sacien muy pronto y aun se hastíen y recordarán en seguida la placidez con que es tomado aquello en su mundo, porque es tomado en medida: por tanto éstos, tienen que dar los primeros síntomas de moralización, porque saciaron allí sus instintos que es el pago que la ley les exige, porque, nada de balde tomamos o consumimos.

Es en esta forma como llegan las primeras notas del progreso de un mundo a otro y como nos llegó a la tierra la noción de las primeras ideas de progreso; y con los escarmientos que la estupidez ocasiona, nacerá la primera conciencia; pero jamás ocurrirá, sin que las pasiones se hayan saciado; antes, toda pretensión es inútil; y como no hay que perder de vista, que el hombre en los mundos de expiación, lleva en su alma para dominar los instintos de tres mundos anteriores y los instintos, vivos (como entre los tres) del mundo tierra, que para vosotros era de expiación, era lo mismo que juntar el nitro con el fósforo, o querer apagar éste, al contacto del aire que no se apagará mientras no se haya consumido toda su esencia.

Hecha esta prehistoria y las notas últimas, voy a tener que entrar por puntos, en materia tan interesante; y porque nos vamos acercando a los hechos en la historia del progreso.

Punto primero
DESDE LA UNIÓN DE PERIS Y FULO HASTA LA CATÁSTROFE DE LA ATLÁNTIDA

Hemos visto desprenderse un rico gajo de la gran familia del Oriente (China e Indias), para llegar al septentrión de aquel inmenso continente y se llevaban, bajo el nombre de un hombre, Peris, en fetiches y jeroglíficos, nombres de mundos que serían dioses. Sabéis que les fueron traídos por viajeros espirituales que venían a encarnar por justicia, que se saciaban de sus instintos y dejaban los conocimientos rudimentarios de los progresos de sus mundos.

Sabéis también, que todo se adapta al ambiente mayor y que el ambiente de la tierra era bárbaro, cruel y apasionado, producto de la fuerza bruta que aumentaba el goce de las pasiones; y como es lógico que sucediera en esta familia que había sufrido en tres mundos y tenía en sí los instintos animales de aquéllos y de éste, se adaptó fácilmente a lo que recibió de los otros mundos, en lo material por supuesto.

Al que tiene hambre muy vieja, todo le parece poco y en mucho tiempo no se harta, aunque coma mucho por varios días. Necesita que todo su organismo se sature de hartura y es necesario, para apagar; su hambre, no sólo que coma hoy, sino que sepa que en adelante, no le va a faltar; mientras tanto, no está satisfecho y cree que puede llegarle el hambre que le horripila y no mide el perjuicio que hará por guardar, sino que lo que él buscará es, que a él no le falte. Sólo cuando ya se cerciora que no le ha de faltar, cesa su pasión; se hartó. Esto mismo pasaba en aquellos tiempos con las pasiones.

Y como eran los dos látigos mayores, la esclavitud, que ocasionaba la fuerza bruta, es decir, la supremacía de creerse más los que poseían la fuerza bruta, obtenida por la imbecilidad de los más, en la necesaria ignorancia; y los instintos de todo el reino animal contenidos en el alma y el cuerpo, pero descollando como es natural el goce de la carne, porque es instinto y deber por ley en todos los animales y éstos radican todos en el hombre, había, en predominio, en toda la tierra, esta terrible enfermedad; fuerza bruta, pasión e ignorancia; por lo que había mayoría de esclavos, todos brutalmente apasionados por el goce de la carne y por la ignorancia todos los sentimientos dormían; tanto, que el pago (muchas veces) a la hembra, que daba el goce al hombre, era la estrangulación u otra muerte; es que la pasión es frenética y era y es patrimonio del más fuerte y del más astuto y este era indudablemente, el sacerdote. Por eso, la mejor ofrenda a sus dioses era la doncella y después los vencidos hijos de otros dioses.

Pero todo esto cesaría después que llegara al grado máximo, porque haría despertar en la mujer, el deseo de dominar al hombre su verdugo, en todas las castas; por el sufrimiento y el amor de madre, aprendería a hermosearse y el hombre lucharía por defenderla y saldría él también de ser esclavo en su persona, aunque lo sería por el trabajo; pero el trabajo le enseñaría al hombre el progreso y se unirían en paz y mandarían al supremático. Este era el proceso, que ha llegado ahora a culminar.

Veamos, pues, ya, lo que hacen Fulo y Peris, que no quieren ni pueden desunirse porque la ley de justicia los juntó, para ser el todo del progreso material.

Fulo es la potencia, y aunque allí domina porque es el fuego y éste les proporcionó sanos alimentos, eran menos agresivos, pero más apasionados por su culto al que todo lo sacrificaban, ya que veían que el fuego todo lo consumía. Ante el ídolo representante, todo lo exponían. Es obvio decir, que allí el sacerdote, todo lo dominaba. Allí sólo encontraremos fanatismo y necesaria esclavitud, por la razón de vivir.

Peris, tiene más progreso material; pero encuentra en Fulo, más de la mitad del trabajo hecho de sus relucientes industrias, las que, si antes habían de modelar y aun extraer las pepitas minerales a golpe de martillo, vió que en el fuego le era más fácil el trabajo y las formas; y como llevaban los rudimentarios conocimientos recibidos en la China e India, eran como doctrinas que venían a rendir homenaje a Fulo, el que las divinizaba con sus efectos del calor, por el que los de Peris, hacían más primores con los metales que se le ofrecían luego a Fulo, como obra de su potencia. Peris razona: lo toma por su dios y se unen en lo moral para dominar luego toda la tierra conocida; pero sin desconocer, que la doctrina y por tanto la rudimentaria inteligencia, la recibían de más allá; por lo que, Fulo, en trono mayor, consiente en ser llevado por Peris hasta el Sol naciente; y llegó allí Peris, pasó atrás, “hasta su nacimiento". Era el reflujo que volvía fortalecido en su marcha del flujo. Allí tomaría nuevas fuerzas, porque ya habían llegado otros dioses mayores, muy burdos aún, pero más espiritualizados. Había allí grandes pasiones; pero existía la lucha entre el sacerdote y el guerrero, y de estas luchas, aunque todos eran esclavos unos de otros y la pasión de la carne parecía no satisfacerse nunca, sin embargo, medraba la humanidad. El guerrero necesitaba hombres y sin mujeres no los podía haber; se consideraba ya bastante a la mujer por ser madre y tanto más, cuantos más hijos tenía. Primeros frutos que recibía la tierra de los visitantes del sistema solar, incluso de Neptuno, que luego dominaría en verdad la tierra. Malas son las pasiones; pero, benditas pasiones, que para satisfacerlas, hubieron de venir los rezagados de aquellos mundos, desde Venus a Neptuno y nos dejaron en la tierra la raíz de la familia, la semilla del progreso y, pusieron el jalón para las ciencias!...

Pues bien; Fulo es llevado por Peris, de trono en trono, y él también va triunfando unido a su potencia y luz y así, en la China y la India, donde empezaba la primer moral, -¡qué moral!- pero en fin, era el germen de la moral, pues se respetaba a la madre por los hijos que daba para la guerra y las doncellas para la concupiscencia de los dioses, o sea de los sacerdotes y guerreros; aunque esto fué el principio de tantas desastrosas castas y clases, ya se encuentran juntos potencia fuego, e industria por inteligencia, aunque sólo fabricase dioses y armas y el germen de la moral, todo rudimentario, pero ya era una buena trinidad con la que aquellos niños barbudos empezarían a ser adultos traviesos. Y tanto fue, que desde las aguas del Oriente donde y a se sentaba Fulo bajo el Krisna, hasta mucho más allá, hasta el mar del Norte llegó su reflujo y su nombre y el Krisna llega hasta hoy, avergonzado sí en su historia, pero triunfante ya en su lucha. Y, entendedlo bien, hermanos míos; se llegó a la sabiduría, complemento de todas las ciencias y progresos, que han sido forzados a pasar por el crisol de su potencia y hoy; Peris, Fulo y Krisna ceden y se anulan, porque el que viene a vencerlos trae la luz del "Electro Magno", que es el fuego original del que el Krisna salió y no se avergüenza por él, sino por la historia que los hombres le han dado por sus hechos bárbaros, cuya rebosadura son las piras de la Inquisición.

Los hombres de la tierra son bárbaros, niños barbudos que todo lo rompen a cada momento, pero la justicia está sobre ellos; ésta no la cumplimentan, pero no la burlan; llegó el flujo de la India a Egipto y obligó a establecerse el reflujo, para no parar ya; pero no sólo es el vaivén de la ola, sino que en los dos puntos de partida, arañando, socavando, ganando la resistencia, hasta que logra romper barreras y extenderse por los declives y, del Egipto pasa al Norte; y como allí estaban los niños más traviesos en los valles más ricos de la tierra, al llegar el Krisna, que ya forma una trinidad potente con Fulo y Peris y disfrutan de los beneficios que el Krisna encerraba, fué el desborde de la pasión, ya que allí parecía nada más que el Edén de la carne y allí fueran dios y diosas los hombres y mujeres más pudibundos, hasta avergonzarse la tierra.

La justicia velaba y el tiempo se cumplía. Los hombres no se acordaban de sus deudas al creador, ni aun con la llegada de Krisna y el fuego y, poco a poco, por las guerras y el continuo sacrificio, fué sacando de aquellos valles la justicia divina a los más adelantados; a los niños que ya se hacían párvulos y les inspiraba a subir y poblar las montañas al norte y sur de lo que hoy es el África, que estaba dividido por un mar por medio, que era todo lo que son los conocidos desiertos de Sahara y Libia, hasta el Mar Rojo, que elevándose su profundo lecho, envolvió los dos valles frondosos y... allí duermen los recuerdos de lo que dejo anotado como esencia de lo que fué, apareciendo a su vez las Américas, como dejé anotado atrás.

Esta hecatombe fue el gran aviso a la naciente conciencia de los del Krisna que en el dolor de su recuerdo, llamó el alma al espíritu. Pero, en conjunto, han pasado (desde que vimos a los hombres levantando ciudades, bien que fueran chozas o cabañas, aunque os prevengo que en ese tiempo ya hacían ladrillos), han pasado, digo, cerca de 24 millones 999.000 siglos; pero sólo unos 4 millones de siglos, desde que Peris, hizo, diríamos, la sublevación; y desde que se hunde la Atlántida y el Mediterráneo, hace ahora 87 siglos solamente; mas desde la aparición del hombre, son 44.999.250 siglos, cuando escribimos estos puntos de prehistoria; y ciento veintidós millones doscientos cincuenta mil siglos, desde el nacimiento de la tierra.

Estos 4 millones de siglos, fueron fructuosos. Peris, con Fulo hizo primores y recuerdos pueden buscarse en el fondo del Nilo, en la Persia y más recientemente (en lo material) en la China e India; pero aquí hay más antigua ciencia o doctrina o civilización (como queráis llamarla) pues sólo era la semilla y, digo en propiedad, el germen de la civilización, por que la hecatombe va a arraigar, porque van a llegar otra vez los que dejaron los hombres de sus mundos, que los van a encontrar convertidos en dioses de todas clases y armas.

Yo sólo os voy a decir en este punto, que el Krisna, es la representación de Peris y Fulo, donde se juntan moral o doctrina, industria o arte, con el fuego o potencia; y está representado por una imagen, así: dos trozos de madera muy dura, sujetados por sus centros por un clavo o tornillo, u otra cosa resistente (los fúlicos los sujetaban con colmillos de fieras y aun con huesos), de modo que abierto, forma una cruz con una manija en un extremo, con la que le daban vueltas rápidamente, untándolo de grasa y al girar largo rato a prisa, producía calor y al fin, fuego. Este era el Krisna, como figura, elevado aún hoy en la India como el mayor dios, pero alrededor del cual la humanidad tomó la primera luz. ¿Es acaso un invento pequeño de aquellos tiempos?...

Punto segundo
DESDE EL HUNDIMIENTO DE LA ATLÁNTIDA HASTA LA VENIDA DE ADÁN Y EVA

Ha desaparecido la mitad de la humanidad; los poco que de aquellos valles se salvaron, tienen ascendientes en Europa, Asia y América, país este último, que atrás dejé descripto.

Como sólo en signos y jeroglíficos se apuntaban los hechos, pocas generaciones bastaban para el olvido; pero por entonces se empezó a escribir en la China e India, un algo, poquísimo, pero algo se podría encontrar si nosotros lo necesitáramos; pero la historia de la tierra es escrita en los mundos mayores y en el archivo de Sión depositada y el misionero de allí la copia.

Ya, después de esa hecatombe, vuelven a encarnar en la tierra hermanos de los mismos mundos que antes llegaron a saciar sus instintos, y ahora vuelven a, pagar sus tributos, porque ya se hicieron hábiles en los progresos de los mundos y traen conocimientos, letras, más artes y más moral. Pero todo cede en el hombre antes que la pasión de la carne; y como en la ignorancia el miedo prima, y sobre la ignorancia y pasiones de aquellos hombres estaba la superstición, creada, sostenida y consagrada por los sacerdotes hasta tenerla como cosa invencible el guerrero, los sacerdotes del Krisna aprovecharon para así en las prédicas de la potencia de su dios; pero del temor y la superstición creció un algo el trabajo; menguó la guerra por unos pocos siglos, pero se extremó el culto y hasta se hicieron himnos y cantos. Pero las castas sacerdotales, no renunciaban a la contribución de las doncellas y es natural que reinara siempre el descontento y al fin se reencendiera el odio se trabasen luego las luchas más sanguinarias y más, cuando el sacerdote se sobrepuso de hecho y derecho al guerrero. Y como bajo el sacerdote, o su ídolo, estaba la mayoría, se hacía necesaria la emigración y buscar apoyo aunque fuese siendo un tiempo esclavo de otro sacerdote y llevarían entonces la guerra de uno a otro pueblo, para lo que se le daba alguna más libertad al pueblo. Esto era la anarquía que resultaba necesaria para abatir el despotismo sacerdotal; pero éste, entonces, antes de perder sus derechos abrogados por la astucia y la fuerza bruta, como llegaban nuevos conocimientos y éstos ya eran un tanto morales y de paz, ideó (por necesidad de vida) la unión de poderes en la división de cargos, en los que el sacerdote absorbió la parte moral o doctrinal y el guerrero el sostenimiento del orden. Este es el momento más tremendo de la tierra, porque el guerrero auxilia al sacerdote y éste a aquél. Ahora el pueblo es esclavo vil de los dos, los que con toda injusticia lo dominaron y aun llega a nuestros días bien marcado aquel despotismo fiero, a pesar de haberlo combatido los misioneros, 57 siglos.

Había (podría decir) cuatro tronos o pontificados, siendo el primero el de la China, el segundo el de la India, el tercero en Persia y el cuarto en Egipto. Y aunque todos tenían la misma trinidad o el Krisna, adoraba infinidad de dioses cada trono, los que eran causa de nuevas divisiones y formación de nuevas sectas, y llegó a ser raro, que hubiera dos ciudades bajo el mismo ídolo, aunque tenían todos por divinidad mayor al Krisna, nacido por la unión, de Fulo y Peris.

Claro está, que cuantos más tronos hay el despotismo es mayor y la justicia nula; y si agregamos que ninguno de esos déspotas renunciaba al derecho establecido de la contribución de las doncellas, comprenderéis, que la corrupción, en breve tiempo, llegaría al colmo. El asesinato entre los magnates, era comida ordinaria; entre el pueblo, el derecho era del más bárbaro y la esclavitud, la más espantosa. Esta era la moralidad en todo aquel vasto territorio (que es la mitad de la tierra) cuando llegó una nueva generación que los sacó a todos del poco juicio o ninguno que tenían y quedaron todos como hipnotizados, ante esa nueva generación.

Antes habían tenido unos pocos siglos de calma y se habían multiplicado prodigiosamente y poblado todos los territorios bajo el miedo y la impresión de lo que habían presenciado muchos y contado a todos: el hundimiento de la Atlántida y el Mediterráneo. Pero aquello lo olvidaron pronto, porque ellos no serían castigados, puesto que tenían al dios poderoso y se satisfacían todos sus caprichos en los sacerdotes, bastando que éstos dijeran que todos los hombres tenían que ser sacrificados a fuego lento, o cualquier otra barbaridad, para que se les viese cumplir con fanatismo, o ir a aniquilar tal ciudad y saquearla, trayendo esclavos a los hombres y custodiadas a sus doncellas y, cuidando que ni aun el general guerrero violase una virgen, porque entonces se enojaría su dios. Esa presa era muy codiciada por los dioses y se les ofrecía con todo respeto, violándola los sacerdotes al pie del altar y casi ni aun hoy ha cambiado la fórmula, salvo en la apariencia y la hipocresía de las religiones: o al contrario, se hacen célibes en la católica, pero no se hacen una operación quirúrgica con la cual cumplirían (al menos materialmente) para evitar el escándalo, porque, es lógico quitar la causa si se quieren quitar los efectos. Volvamos atrás: a ese momento en que salen de juicio aquellos hombres tan cumplidos con sus dioses y tan descorteses con los padres que engendran hijas para el sacrificio y mancebos para la guerra y en pago ellos son esclavo y valen menos que un animal; pues no pocas veces se daba su cuerpo en alimento a las fieras.

Treinta siglos después de la hecatombe de la Atlántida, sufría su juicio de mayoría Neptuno, cuyo nombre era un dios ya en la guerra y aun después, en la más cantada civilización, le hicieron grandes templos; y era que, como habían encarnado en la tierra muchos espíritus de aquel mundo, como prueba y para saciar sus pasiones, éstos habían dejado los nombres de muchas cosas de su mundo, y su nombre y toda novedad, eran para aquellos niños grandes un juguete y se divertían en él, hasta que se cansaban.

Pues bien; aquel mundo, Neptuno, celebra su juicio de mayoría: hay un grupo (la mayoría sacerdotes y los demás supremáticos) que no quiere acatar la igualdad de la ley de amor y, ese grupo de tres mil quinientos millones, tiene que ser expulsado de aquella sociedad, (lo mismo que los que ahora son expulsados de la tierra también sacerdotes, supremáticos y parásitos) y aquellos de Neptuno, caen sobre la tierra, que para ellos que conocían progreso era una cama mullida y suave, como una zarzamora; y en verdad que no les supo buena esa seda, porque su "¡ay!" llegó muy lejos y fueron luego contestados; pero, aunque ayudados, todavía están en la tierra y sois muchos de los que leéis estas verdades, en aquel archivo tomadas.

Como ellos eran sabios (aunque fuera en lo material) habían ya oído, quisieran o no, las verdades que aquí vuelven a ver en este libro, el Código y filosofía; en Neptuno, ya habían disfrutado del palacio y de los progresos de fin del sexto día, vapor, gas, electricidad, trenes, coches, teléfonos, telégrafos, etc., etc.; y sido en los cuerpos, arrogantes y delicadas y bellas sus mujeres; cuando se encontraron acá bellezas semejantes al chimpancé y ojos rojos por la sangre que bebían, claro está que no se iban a conformar con tal belleza (que no era la del chimpancé a que aludí, sino en comparación de la que ellos perdían en Neptuno, porque entonces ya había hermosuras en las mujeres de la tierra, pero no bellezas).

No querían conformarse, pero tampoco podían, porque la ley los mandaba como semilla mejor, para probar, luego, en una investigación, si podía la tierra ser jardín, ya que sólo árboles de bosque había dado en tantos millones de siglos.

Así es que ya, en la primera generación, al ver a los niños que nacen más bellos, se espantan los barbudos y tiemblan las mujeres ante sus hijas bellas y no las conocen. Pero los de aquella generación se unen y empiezan a dar otros hijos aun más bellos y acrecientan los conocimientos, domestican los ganados, convierten en letras sus jeroglíficos y se escribe ya el Sánscrito. En tres generaciones, han encarnado en la tierra todos aquellos tres mil quinientos millones de espíritus desterrados; pero aunque luchan, no han podido abatir la fiereza de los primitivos, qué aun se hacían más refinados en el odio y se formaban dos bandos terribles, en los que llevarían la peor parte los venidos de Neptuno, que en su sufrimiento, pidieron misericordia al juez y tribunal que los sentenció; el padre los oyó y ordenó una investigación a la tierra, (como queda atrás estudiado) y desciende una familia voluntaria, cuyas cabezas fueron Adán y Eva con 27 más, entre los que venía el investigador, legislador y juez, por un deber y mandato.

Punto tercero
DE ADÁN Y EVA HASTA ABRAHAM. - LA INVESTIGACIÓN

Este es, sin duda, el punto más culminante de la historia de la humanidad, porque aquí empieza la historia escrita y la regeneración de la misma. Pero está detenidamente estudiado y comprobado en el libro "Buscando a Dios y Asiento del Dios Amor" (1) adonde os remito y allí veréis lo que aquí omito; aquí, más tengo el fin de aclarar un símbolo, que da hacer historia.

(1) Aun no se ha impreso el libro citado que es como diríamos bien, mi ensayo o prolegomenos de mi obra y unión. Hemos de procurar imprimirlo pronto, pues ya es llegado su tiempo.

El escarmiento sufrido por los desterrados de Neptuno, les hizo pedir clemencia; se llamó al tribunal que los había sentenciado y que estaba formado por los que en la tierra son conocidos, bajo la denominación de arcángeles, Miguel, Rafael y Gabriel, que como espíritus, formaron el tribunal para guiar a los desterrados y auxiliar a la familia misionera; ellos han tenido su cargo de tribunal permanente, hasta un año más tarde del juicio de la tierra, en que fué reconocido el tribunal de derecho compuesto por el investigador y sus asesores, hombres encarnados que habíamos juzgado a los espíritus los hombres. Aquellos hermanos, pasaron a regir cada uno un mundo, en pago del cumplimiento de su misión.

Había llegado el momento feliz para vosotros y desciende de Neptuno el investigador, que allí había sido el legislador. Mas viene a la cabeza de todos, la que hoy conocéis por la gran María, y le seguíamos 28 más, cuyos nombres han pasado a la historia muchas veces, como misioneros, profetas, filósofos, ingenieros, médicos, etc., siempre dando luz y dominando con sus principios de luz las tinieblas de los hombres en todos los órdenes. Pero todos hemos sido sacrificados muchas veces por las religiones, en contra de las cuales siempre hemos luchado.

Aquí va podemos decir los puntos concretos, por estar escritos los hechos en la India, Mesopotamia, Persia y Egipto y aun las generaciones rememoradas por Moisés en forma de génesis que podéis ver desde el capítulo 4 del llamado "Génesis", aunque está todo adulterado por una y todas las religiones.

En todas formas y con verdad de tiempo, la fecha muy aproximada, la tenéis en el calendario israelita; pero en números redondos son, 57 siglos, o sea, 30 siglos después de la hecatombe de la Atlántida.

En la hoy ciudad de Hayderabat, en la India, tomaron cuerpo los primeros Adán y Eva; y como ya sabíamos, la terrible división del sacerdote y los guerreros, para empezar la unión desde el primer momento y abrirnos paso fácil, Adán nació del sacerdote y Eva del guerrero; pronto, la hermosa doncella y el gallardo mancebo se unieron, procurando unir poderes para sus fines. Era el primer paso para la regeneración.

Tuvieron su primer hijo, Seth, que era el investigador que venía a la tierra; como nieto del sacerdote y del guerrero, hizo la primera ley de la tierra sin tropiezos ni cortapisas, en lo civil, político, religioso, social y moral, conocida por las “leyes vedas”, cambiando los sacrificios a los dioses de seres humanos, por animales y frutos.

Los otros sacerdotes de otras ciudades, se levantaron en lucha contra los vedas y éstos llevaron la peor parte en el primer momento, porque tenían menos fiereza; pero tenían sabiduría y ésta no podía ser vencida; pero sucumbieron muchas de las primeras generaciones, hasta que, en la quinta generación, en casi toda la India, eran casi todos como ahora son y se extendía la raza por toda la tierra, perdiendo fiereza y ganando progreso.

Esta lucha primera, está representada en el símbolo de Caín y Abel, por Moisés, en el “Génesis” de la biblia israelita; pero, dada la pobreza del idioma y la roma inteligencia de los hombres y ser hechos pasados que nada les importaban, Moisés, que fué Seth, sabía que el tiempo llegaría de aclarar esos símbolos, como el del arca de Noé y hoy los aclara.

En unos cuantos siglos, reencarnando muchas veces los 29 y procreando mucho entre los desterrados (que al fin eran carne de su carne y alma de sus almas), y doloridos de lo que habían perdido en Neptuno, se rendían fácilmente a nuestras doctrinas, que si no eran puras cual las traídas de Neptuno, eran lo mejor que podían darse según la fiereza y enviciamiento de la materia de la tierra, que no puede evolucionar tan rápido como el alma, que si es materia, es un grado más esencia que la carne; y como el alma que traían los desterrados, aunque viciosa para Neptuno, era ya de conciencia y el espíritu sabio, se plegaban muy de veras y contentos a los adámicos y, en trece siglos de esas rápidas evoluciones, casi toda la tierra tenía leyes humanas y en toda ella había simiente de los misioneros. La gran mayoría de los desterrados, ocupaban los poderes y el sacerdocio y se hicieron hermosos cantos y principios de verdad; pero sobre todo, se había enseñado y asentado un solo y único Dios Creador; la vida del alma eternamente y la fraternidad de los hombres; pero no se podía aún abatir al Krisna y otros dioses y se los señaló como de deidades secundarias, sabiendo que llegaría el tiempo presente de reconocer en verdad la verdad eterna y única.

A los trece siglos, repito, de nuestro descenso y habiendo dado ley a la tierra, nos reunimos todos, encarnados los 29, en la familia de Noé; entre hijos, mujeres y nietos, para pasar (diríamos) un momento de asueto, pero también para hacer los cálculos sin equívoco, auxiliados por el consejo espiritual permanente de Miguel, Rafael y Gabriel, que en todo momento los veíamos y nos hablaban y aseguramos ya, que la tierra sería regenerada. Cada uno de los 29 tomó sus cargos y las épocas de actuación como misioneros y le prometimos al Padre llevar la tierra a la luz de la vida y de la verdad, en el tiempo que faltaba para cumplirse el marcado en la ley. El Padre aceptó y nos prometió el premio.

Este es el símbolo del arca de Noé, (como dije atrás en el párrafo del bien y el mal) y os queda aclarado.

Hasta Noé, podríamos decir, que sólo fué la auscultación y medir los terrenos; y hecha la promesa al Padre y aceptada en su nombre por el maestro del plano Espíritu de Verdad, empezaba la acción; pero para entonces, se había dado leyes al oriente y al occidente. Nos despedimos en Noé los 29 de la familia, para empezar cada uno sus trabajos y, aun no nos hemos juntado desde entonces en una familia y tenemos muchas ganas; pero aun hay deberes en estas momentos y éstos son antes que nuestros gustos, por más que lo necesitemos para expasionarnos; ya llegará ese momento y la tierra lo sabrá.

Nos separamos en Noé y éste vuelve a ser Abraham: Sara era la que fué mujer de Noé y antes Eva. Habían pasado desde Adán y Eva alrededor de 15 siglos y habían disminuído tanto las contiendas, que casi sólo había guerras de estado a estado y no en el Asia donde dominaba ya completa la raza adámica y corrían escritas las doctrinas vedas. Los cultos se habían modificado tanto, que apenas existían públicamente, pero sí a escondidas, teniendo muchos ídolos; porque, como sabéis, no se domina la pasión en breve tiempo; el prejuicio gravita siempre por largos períodos y más si tenéis en cuenta que los espíritus primitivos de la tierra, estaban en su mayoría relegados por aquellos pocos siglos en el espacio eran ciegos, por sus almas enviciadas en tantos millones de siglos y ahora inspiraban a sus afinidades, aun cuando esta vieran ya un tanto educados en la nueva doctrina; pero esto era preparar ambiente para que los primitivos encarnaran y entonces será terrible la lucha; pero los adámicos habían dado ya un golpe mortal y no podían aquellos prevalecer.

Punto cuarto
DE ABRAHAM A MOISÉS, CON LA LEY DEL SINAÍ

Esos dos siglos que hay próximamente de Noé hasta Abraham, fueron una buena preparación que hicieron los nietos y biznietos de Noé, conquistando y dividiendo la Armenia y todo el territorio hasta el Egipto y establecían reinados a base de las nuevas doctrinas; pero como es natural, respetando un tanto los cultos bárbaros, que irían poco a poco cambiando y suprimiendo los sacrificios humanos, aunque los substituyeran por los sacrificios animales; y así iba siendo conocida la nueva doctrina veda, o de Adán y Eva, dictada por su hijo Seth.

Cuando aparece Abraham, que es hablado por Gabriel para recordarle su misión, se retira de su familia y se ve, por la escasez, obligado a llegar a Egipto, donde apenas había llegado un algo del veda; pero sí estaban en la plenitud del poderío los antiguos principios del Krisna y Abraham dejaría más latente la semilla veda. Pero ahora, tiene que hacer Abraham un muy grave sacrificio y lo voy a referir, puesto que él solo confirma todo lo dicho sobre el derecho de los magnates a todas las mujeres, sin respetar nada a ningún hombre.

Sabía Abraham esto y llevaba a su mujer, la bella Sara. Si hubieran sabido que era su mujer para quitársela lo habían de matar a él y convino con Sara, que dijese ella ser su hermana.

No se había equivocado. Cuando los egipcios la vieron, corrieron al rey y le ponderaron la hermosura de aquella mujer; el rey los hizo comparecer y, preguntados, dijeron ser hermanos. Faraón hizo quedar a Sara y a Abraham, y les dió ganados, oro y plata, que él acrecentó en gran manera: pero se veían en libertad siempre, hasta que fueron avisado por Gabriel de que las grandes plagas que habían caído entonces sobre Egipto, eran para avisar a Faraón de que debía dejar ir a Sara.

Sara se prosternó a Faraón y pidióle primero indulgencia para Abraham, que le fuel concedida; entonces le dijo la verdad, que eran marido y mujer y que las plagas que tenía Egipto eran en castigo de haberla separado de Abraham.

Faraón llamó a Abraham y le dijo: “¿Por qué nos has hecho esto, que me dijiste que es tu hermana, siendo tu mujer? Ahora, pues, toma tu mujer y vete de mi tierra”. Abraham y Sara salieron de Egipto y se fueron a Armenia (donde ya había estado) y llevaron todo el ganado oro y plata plantaron sus tiendas en Aram edificando un altar a Jehová.

Ya comprenderéis lo que debieron sufrir Sara y Abraham; pero quedaba ya en Egipto la semilla del veda y luego veremos que nada se pierde del misionero; él fué a señalar los pasos al legislador, que pronto vendría a dar forma al pueblo de la familia misionera, de la que Abraham y Sara eran los progenitores en la carne; pero aun sufriría una terrible prueba en su fe.

Sara, estéril, rayando Abraham en los 90 años y Sara en los 70, de palabra, recibe aquél la promesa de que “su simiente cubriría la tierra” le es dado el testimonio concierto entre el Creador y los hijos de la tierra, y aunque él fuese viejo, no hacia al caso; pero Sara mucho hacía que no era mujer por el período y además siempre fué estéril, por lo que, humanamente, nadie creería; pero obedeció Abraham haciendo lo que se le mandó; conoció a Sara y ésta le, dió un varón y primogénito, Isaac, y luego de criárselo, Sara desencarnó dejando dolorido a Abraham y aun más a Isaac; pero luego veréis a qué obedeció su desencarnación.

Ya era Isaac un gallardo mancebo y Abraham le instruyó en todas las cosas de Jehová; le comunicó las promesas (que le volvieron a ser hechas) confirmándoselas en su hijo Isaac; pero pocos días más tarde le es pedido su hijo en sacrificio y Abraham no protesta; aun carga con el haz de leña a la víctima y se va al monte Oreb; a la subida ordena a los criados “que los esperen en el valle” y suben, llevando Abraham el fuego y el cuchillo, yendo adelante Isaac con su haz de leña, Isaac habla a su padre y le dice: "He aquí padre mío, la leña, el fuego y el cuchillo. ¿Y la víctima para el sacrificio, dónde está?" ¡Cómo sufriría Abraham!... Pero mirando arriba dijo: "Jehová proveerá".

Subieron y Abraham preparó el altar y puso la leña y atando a Isaac, lo colocó sobre ella sin protestar; al ir a extender su brazo para herir, miró hacia arriba y Gabriel se le presenta y le habla: “No hieras a tu hijo Jehová probó tu fe. Ve, y en aquella zarza encontrarás la res para el sacrificio" Abraham desató a su hijo y encontró en la zarza un cordero preso por la lana y lo sacrificó; allí le fué renovada la promesa de que su semilla cubriría la tierra y le había sido dictado el testamento que yo os doy en el Código. Isaac es Jesús y aun lo encontraremos otra vez antes de ser ajusticiado por los sacerdotes.

Isaac llegaba a la edad de tomar mujer; Abraham manda a su mayordomo a la casa de sus padres, para que tome mujer para Isaac y le trae a Rebeca, pasaje que está bastante bien descripta en el "Génesis" de Moisés, pero no está esto que os voy a decir.

Sara, sabía que tenía que ser madre del que vendría a fundar el pueblo de Israel, y que sería el mismo Seth, o legislador o investigador del Padre. Tan pronto crió a Isaac, desencarnó y su espíritu fué a tomar otro cuerpo en casa de los padres de Abraham y fué Rebeca, para ser esposa de su hijo y madre otra vez, del fundador del pueblo de Dios, como lo fué del legislador.

En el mismo lecho en que concibiera y diera vida a Isaac bajo otro cuerpo, dió vida a Jacob. ¡Cuánta sabiduría, abnegación y amor representa esto, hermanos míos!... Pero todo está en la potencia del espíritu.

Pero aquí ya se complican las cosas; los espíritus primitivos, y a se han dado cuenta de que van a ser derrotados por esa sola familia y juegan el todo por el todo. Rebeca, concibe dos mellizos. Se había interpuesto por su fuerza bruta, el supremático más terrible que había tenido la tierra; la ley de la naturaleza no tiene ojos; cumple bien con todos por igual; que los hombres disciernan en justicia según su sabiduría. Al dar a luz, sale primero, uno, peludo; pero, aun sin sacar éste los pies, ya había sacado el segundo las manos. Esto le fué comunicado a Rebeca; pero Isaac, rígido con el mandato de su padre Abraham, declara primogénito a Esaú y no a Jacob, a pesar de ver en su carne que indudablemente aquél era de la raza y Esaú no.

Esto amargó mucho la vida de Rebeca que comprendía el secreto: pero la justicia no podía faltar al triunfo de la familia misionera y queda ciego Isaac; Rebeca disfraza con pieles de cabrito a Jacob y consigue que Isaac lo bendiga como a primogénito; mas se legaliza, vendiéndole Esaú a Jacob la primogenitura, por una plato de lentejas de las que Jacob guisaba para su padre.

Pero al enterarse Esaú, de que Jacob había sido bendecido por su padre, le declara la guerra; mas Jacob renuncia a los bienes de su padre, obedeciendo al deber de ir a tomar mujer a la casa de sus abuelos y marcha solo con su báculo y cordón. En tierra de Bethel, durmió a campo raso; esa noche fué hablado por los consejos del Padre y le fué repetida la promesa hecha a sus padres, al pie de la escala que veía fija desde el suelo al trono de la sabiduría. Al despertar dijo la palabra “Cristo”, que ya os dije que en hebreo significa peligro y cuya palabra, tanto nos había de hacer sufrir al fin de nuestras luchas.

Vuelve Jacob, 20 años más tarde, con todas sus ganancias y con dos mujeres que le dio su suegro y tuvo hasta doce hijos, para la fundación de las doce tribus con las que funda el pueblo de Israel y que son depositarias del testamento de Abraham.

Pero el menor de los hijos, José, es vendido y va a parar a Egipto como esclavo; pero allí había estado Abraham, y José, aunque joven, es sabio y médium. Descifra un sueño profético de Faraón, lo que le vale ser elevado a primer ministro; y allí (porque así convenía a la suprema justicia) van Jacob y toda su familia; pero Faraón pronto no se acordó de los beneficios recibidos de José y hace esclavo a todo el pueblo de Israel.

Las doctrinas vedas, o de Seth, están ya sembradas por toda la tierra y son como la ola que parte del centro del mar y no para hasta las costas; pero las fuerzas están en el centro. Allí el centro está haciéndose fuerte aun en la esclavitud y en cuatro siglos son sólo en Egipto más de dos millones de israelitas convertidos y adámicos de pura cepa; es casi todo él producto de hijos de los 29 misioneros y llega Moisés, que era el mismo Jacob, que, si antes lo parió Rebeca, ahora fué Jacabel y era la misma Eva, que en sabiduría burla la ley de Faraón de tirar al río los niños varones de los israelitas y aun cría por sus pechos Jacabel, a Moisés, haciéndose pagar del mismo Faraón, y es educado en su palacio el niño que cuando hombre libertaría a dos millones de sus hermanos esclavos y hundiría para siempre el imperio faraónico y sus ídolos.

Es tan grande, hermanos míos, esta página del pueblo de Israel, que difícil me es substraerme a describirla; sólo que no hago ahora más que la pauta de vuestros estudios; pero yo os prometo relatarla en un día como hombre o como espíritu. Si como hombre no lo hiciera, que el maestro que me substituya me la pida como espíritu y la daré, en todos sus pormenores. Está escrita; mas no es como la encontraréis en la biblia, porque toda ella está adulterada.

Pasemos ya, con Moisés y su pueblo liberto al Sinaí. Un pueblo amargado por cuatro siglos de esclavitud y que a pesar de tener la doctrina escrita, como allí fué esclavo, había adorado los ídolos de Fulo que Faraón tenía, a pesar de las plagas que había tenido como aviso.

Subió Moisés al monte, donde acampaba hacía largos años un sacerdote egipcio llamado Jétro de Madiám, suegro de Moisés y que estaba allí, porque era uno de los 29; y sabed, que hoy, cuando escribo "Conócete a ti mismo", es mi asesor, médium del tribunal, como también Aarón, guerrero y hermano de Moisés, es el otro asesor y son de los 29; y el segundo tribunal que nos acompaña ahora, también está allí, siendo dos de ellos hijos de Moisés y el tercero uno de los ancianos del pueblo esclavo y los tres son de los 29 también. Os doy estos datos, para que penséis en nuestra gran estrategia y trabajo para hacer triunfar la causa que hoy coronamos.

Pues bien; Moisés, en el monte, es avisado de que recibirá la ley y lo anunció al pueblo; y éste (aunque impaciente y dando malos ratos al libertador) por fin vió la terrible tempestad anunciada y a Moisés en medio de la lluvia y los relámpagos, con los brazos extendidos cayó sobre las rocas y allí amaneció. Su espíritu había leído las dos tablas fluídicas que el espíritu maestro le mostrara y los otros misioneros que en espíritu estaban, escribían los artículos que Moisés copió, 8 y no 10: sólo tres para el amor de Eloí y cinco para el amor de los hombres; pero Moisés, ayudado por Jetro, agregó dos más para refrenar los vicios de aquel pueblo, que quisiera o no, se le habían de haber pegado en cuatro siglos de esclavitud en Egipto.

Por fin, a los tres días, baja Moisés con la ley de amor grabada en dos pedazos de mármol y se encuentra con que aquel pueblo había hecho un ídolo; un becerro de oro y lo había adorado.

Su ira fué tan que quiso romper las tablas; pero al hablar era tal el fuego que lo enardecía al reprender a aquellos desagradecidos, que de su cabeza, ojos y boca, salían sus fuerzas fluídicas que parecían al través de la luz, rayos de fuego; y tal fue el temor de los hombres, que rompieron el becerro de oro se inclinaron y pidieron justicia y reconocieron la ley del decálogo que todo el mundo conoce ya ha prevalecido 36 siglos (como estaba escrito en el testamento de Abraham), Aunque todas las religiones la han entendido a su modo y ninguna la ha practicado.

Ya está el pueblo de Dios reunido. Es otro reflujo de la ola como el que vimos cuando refluyó Peris, con Fulo; pero ahora, los dos van dominados por Jehová que ha dado su ley de amor. Mas en esos cuatro siglos que Fulo y Peris tuvieron preso a Israel, el fundador del pueblo ha dado leyes en China, conociéndolo por Braman; y también allí se ha modificado el Krisna y ya se sacrifican carneros y no hombres, en aquellas fechas.

Punto quinto
DE MOISÉS A JUAN Y JESÚS

De esta época, ya tenemos más datos históricos; pero no por eso he de dejar de recorrerla en grandes rasgos generales, porque, aunque la encontraréis minuciosamente descripta en la biblia israelita y los hechos sean ciertos (a excepción de todo aquello que se relaciona con milagros y cosas antinaturales) el buen criterio advierte pronto lo que es verdad, por la razón. Pero anulemos ya ese libro y hasta el decálogo, porque éste ha cumplido su tiempo marcado en el testamento de Abraham.

Mas téngase presente, que aquellas gentes, era de necesidad atemorizarlas, porque estaban en ellas la ignorancia, la superstición y la idolatría de Egipto, en la que tenían que caer por el ambiente y porque les era prohibido su culto.

Por esto fué que Moisés hiciera de los ocho artículos diez, agregando el noveno y décimo mandamientos para reprimir el escándalo y el pillaje y se vió en la necesidad de escribir las leyes (bastante terribles) y hacer reyes y jueces, como para dejar bien organizado un pueblo, aun sin tener más territorios que los desiertos.

Lo tremendo del trabajo de Moisés, se explica, solo pensando lo que es un pueblo de más de dos millones de seres sin ciudades ni territorio y sólo él por jefe y con 120 años sobre su cabeza, con una vida tan azarosa, sobre todo, desde los 80 años en que liberó al pueblo; pero cuando se tiene conciencia de que se hace un mandato del creador, todo se lleva con alegría, aunque esto no quite los sufrimientos morales y materiales.

Empezaron la conquista de los terrenos ocupados antes por Abraham y Jacob y esto no podía ser sin guerras de armas, ya que ellos eran atacados con éstas y no se podía hacer sino igualar sus leyes, a las que les presentaban los reyes de los territorios, que ninguno quería dejar paso a aquél pueblo y menos, cuando de antemano sabían las doctrinas y hasta las promesas que se le habían hecho; porque Abraham y también Jacob, lo hablan dicho a Melchisedec, que, aun cuando éste reconoció a Abraham y su Dios, por él sabían en toda la tierra aquella, que el pueblo de Israel la conquistaría para establecerse; pero 1a cautividad de este pueblo en Egipto durante cuatro siglos, restó valor al reconocimiento que hiciera Melchisedec ; y los reyes de cuatro siglos más tarde, porque lo sabían, oponían resistencia y de aquí las cruentas luchas sostenidas. Hoy estamos en el mismo caso para la comuna de amor y ley que el creador nos mandó establecer.

Desencarnó Moisés sin llegar a la tierra prometida que sabía que no era la del norte del Jordán y luego veremos por Isaías, que no era aquélla, sino una tierra no conocida. La promesa de Jehová a Abraham y Jacob es, "que su simiente cubriría toda la tierra y que se la daría en heredad y él sería conocido y adorado en toda la tierra.”

A1 retirarse del pueblo Moisés (1) tornó la jefatura dada por él Josué, y los jueces seguían instruyendo y juzgando al pueblo y los reyes y levitas estableciendo las tribus, hasta que se establecieron las doce, con autonomía, pero bajo una rigurosa federación, pues tenían las doce la misma ley y un solo jefe; hasta que la tribu de Efraim prevaricó del principio de unidad, encandalizó al pueblo con sus libaciones y cayó en la idolatría por lo que se hicieron dos partidos; lucharon largo tiempo entre hermanos y aun se encuentran divididos, representados por el pueblo judío y el israelita: aquél, sufriendo lo que el profeta le anunciara ; e Israel, por causa de la religión cristiana nacida en forma de iglesia después de la muerte de Jesús. Todo lo cual se le mostró a Juan el apóstol, quien lo dejó escrito en el "Apocalipsis" que ahora se cumple.

(1) En la "Filosofía Austera Racional" y en "El Espiritismo estudiado" hemos hecho clara la historia de la causa de retirarse Moisés del pueblo, y la fundación por él de la "Escuela Esénica", con la "Kábala", en la que encerró sus grandes secretos, que no se habían de descubrir hasta que la mayoría de los hombres se conocieran a sí mismos y después de celebrado el juicio de mayoría, la que ha acatado "El Espiritismo Luz y Verdad" y su gobierno.

EL pueblo de Israel siguió derribando ídolos de los antiguos dioses y ensanchándose, hasta que en David y para preparar un solo reinado (porque ya sólo quedaban los filisteos que vencer) se preparaba un solo templo, no porque se quisiera formar iglesia, sino para dar asiento al arca de la alianza donde se guardaban las dos tablas de Moisés que durante siete siglos andaban rodando por las campiñas, y esto indicaba, que ya se asentaba toda aquella gran familia e iba a llegar el tiempo de grandeza y descanso. David lo preparó todo: cantos, ritos y caudales para el templo, pero no le fué permitido levantarlo, porque los misioneros no habíamos venido a levantar templos de piedra, porque eran los que veníamos a derribar.

Como el espíritu sabe todo lo que es de justicia, con tiempo y aunque David tenía una intención saludable y era uno de los 29 y hoy es el asesor vidente del tribunal y uno de los jueces que acompañan al juez, como espíritu, era lo que era: mas como hombre era como todos los demás hombres que viven en un ambiente y aquel en que David vivía, era ya dominado por los sacerdotes que habían mistificado los escritos de Moisés aun antes de la huída del mismo, que se los presentaron y no los quiso firmar, sino que se despidió del pueblo, con estas palabras que revelan toda la amargura de su espíritu, pues pone de testigos a los cielos y dice: "Escuchad cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca” Capítulo XXXII Deuteronomio, donde acaba anunciándoles el juicio y la renovación de la tierra y que los gentiles despertarían a Israel.

Por eso, al intentar David (que había sido Aarón) hacer el templo, se apresuró el que había sido Adán, siendo el primogénito Absalón y así no se haría e1 templo, porque era contrario a los principios que traíamos, que eran, adorar al creador en el gran templo del Universo, sin más altar que el corazón del hombre, ni otro sacerdote que la conciencia.

Pero se entró en la familia de David el espíritu primero que vió la luz del sol en la tierra al salir de las bolsitas y era sabio, aunque en lo material, y no malo tampoco, pero sí supremático y nace de una de las mujeres de David, pero no de la legal, sino de una de las concubinas, la que inducía a David a que diera el cetro a su hijo Salomón, por lo que se rebeló Absalón y fué asesinado.

Este hecho entraña suma gravedad, pues la familia misionera es vencida en lo material, única sabiduría que poseía Salomón aunque ya llevaba la sangre y el alma de la raza adámica; pero la concupiscencia dominaba aún por entero en él y era auxiliado por todo los primitivos espíritus, que aun no renunciaban al predominio brutal de sus pasiones. Por esto, Salomón, inspiró los pedidos de la concubina su madre, quebrando la ley de los primogénitos.

Todo esto lo había previsto Moisés cuando llamó a los cielos que lo oyeran; ya en David, prevarica el partido judío, como había prevaricado Israel en Efraim; pero se da la sentencia de su castigo anunciándose la destrucción del templo cuando no se había levantado y lo dice Isaías que profetizó para entonces y para hasta ahora que todo se cumple. Isaías era el mismo Isaac, (1) que luego lo veremos en Antulio y más tarde en Jesús.

En todo este tiempo, hasta Salomón, se hacían Evangelios y se rendía culto en Egipto a "Cristo", nuevo ídolo creado por la derrota de Faraón, del modo que dejé estudiado en su lugar, donde se ve, que los primitivos, en su concupiscencia y fanatismo religioso, nos disputaban por todas partes el verdadero Dios; y como en Israel, (aunque durmiera un momento bajo la dulzura de los deleites de la concupiscencia) tenía la sentencia de su castigo y no podía morir la raíz sino que en su día daría frutos, nosotros mismos nos adelantábamos a prepararle el camino de su sufrimiento y la vida de una religión que bajo el nombre de judaica, se amparaba en las tablas de Moisés; pero al mismo tiempo teníamos que atajar a los que usaban del santo y seña del pueblo de Israel, "Cristo" porque avanzaban los egipcios hacia la Europa y les pusimos una barrera en la Grecia, donde apareció Antulio que había sido Isaac y estableció una gran escuela filosófico - astronómica; pero a la envidia de los sacerdote del areópago, cayó bebiendo la cicuta; pero dejó muchos discípulos que siguieron sus doctrinas.

(1) Los que tienen la primera edición deben corregir ese punto, que equivocadamente, el dactilógrafo confundió y escribió "Moisés" por Isaías, y esas líneas que eran de otro escrito que sin duda traspapeló.

Mas allí no se podría sino por las guerras hacer triunfar la verdad y las guerras se promovieron, siendo la batalla de las Termópilas llevada por el que había sido Aarón. Entretanto, Confucio había vuelto a aparecer en China, bajo el nombre de Chay Chi, para enriquecer sus antiguas doctrinas, porque China adelantaba más, porque reinaba más paz; pero también los sacerdotes allí hacían de las suyas, aunque por diferente camino que en los otros pueblos, pues allí, los sacerdotes, extremaban la contemplación hasta el fanatismo.

Pero aquellos sacerdotes se contentaron con llamarse Bracmanes (o sea santos) que viven en la divinidad. Así, el mundo, estaba de extremo a extremo: unos sólo estimaban la carne y las cosas de la carne y otros sólo se cuidaban de lo que no conocían. Pero ya llegaríamos a que tomara todo el mundo el camino del medio, pues nosotros, entonces, sólo queríamos sembrar toda la tierra de la semilla que traíamos y dábamos leyes graduales en todo tiempo, teniendo que enfangarnos en nuestros cuerpos, en el fango de los hombres a quienes veníamos a redimir en amor.

Pero Grecia, (centro de una cultura exótica) amalgama todas las religiones y vicios de la tierra, porque allí existían los ritos de las primeras tribus y los de Fulo, en intimidad para cuyo culto tenían las vestales; los progresos de Peris y el todo del Krisma y hasta algo del nuevo "Cristo", que dejaron los egipcios a su paso para la Iberia en su fuga de la batalla de Moisés, hacían que en Grecia, a pesar de su pequeñez territorial, tuvieran todos los caracteres de todas las nacientes civilizaciones y hubiera que darles allí los principios mas descubiertos que en otras regiones para poderles hacer conocer la diferencia de las doctrinas adámicas por el decálogo de Moisés, que era sobre todos los principios que tenían.

Con los conocimientos astronómicos que les llevó Antulio, verían que estaban errados; pero como los sacerdotes perdían su potestad y el pueblo ganaba en libertades, dieron la cicuta a Antulio y, Grecia se condenó al no ser. Pero aun queremos probar si Grecia puede regenerarse y un poco más tarde aparece Sócrates que les probará la unidad indivisible de Dios, la vida eterna, el creador único y universal, lo que es el hombre, la inmortalidad del alma, y pondrá de manifiesto la comunicación del espíritu con el hombre, para darles así motivo, a los griegos, de reconocer la superioridad de esta doctrina y del principio espiritismo.

Los sacerdotes (que ya se llamaban divinos, ministros de sus dioses) no lo admitían; y como Sócrates completara su programa enseñando al pueblo la libertad, esto fué aprovechado para juzgarlo a instigación de una princesa viciosa del Epiro que no pudo hacer caer en sus brazos al austero Sócrates. Esta despechada, tuvo hombres que lo acusaron de "corruptor de la juventud". Sócrates se ve ante 505 jueces, todos los cuales le arguyen y él los rebate y reduce al silencio a todos con su sabiduría y en una votación, es sentenciado a beber la cicuta, por tres votos de mayoría.

Acababa de sentenciarse Grecia a su caída y ser esclava, para lo que ya habíamos promovido la vida de Roma por otro de los misioneros y allí acudían ya, como un río al mar, todos los hombres más adelantados de nuestras enseñanzas y encarnaban allí los espíritus más sabios de nuestras ya mayores huestes, porque se preparaba aquel centro para establecer la justicia equitativa, en lo civil al menos, en el derecho de hombres en cuanto lo permitiera el adelanto de las gentes, y de allí saldría luego la ola de reflujo que llegaría a los cuatro confines del mundo por el derecho civil, bien sentado por Servio Tulio, que era y es el maestro superior, Espíritu de Verdad.

Como el misionero que viniera como legislador había dado ya en todas las regiones de la tierra conocida la ley moral y divina, hasta nueve veces, ahora tiene que venir un legislador mayor a Roma, según su promesa a los misioneros; por eso, cuando ya Roma era un estado dispuesto con todos los progresos de China, Persia, Egipto y Grecia, y tenía senado modelo y plebiscito preparado por el investigador y sus compañeros, descendió el maestro del primer plano tomando carne; para dejar las leyes de gentes (que aun se estudian en todas las universidades bajo el nombre de derecho romano) y son las mismas que regían en Neptuno y las sabían aquellos 3.500 millones de espíritus de allí desterrados que ya son la mayoría nuestros; y casi toda la población romana entonces era de ellos, por lo que fueron bien comprendidas las leyes. Este pueblo tenía que llevar esas leyes a todas partes y dominar también por ese derecho de gentes a todos los pueblos y a Israel, que yacía embriagado en el opio del oropel del templo de Salomón, de la vanidad de los levitas, de la hipocresía de los sacerdotes (o escribas y fariseos) y se cumpliría lo que Moisés al despedirse les dijera y más tarde les repitió Isaías que "los gentiles llamarían a Israel al evangelio", es decir, a la verdad.

El maestro (1) descendió hace ahora 23 siglos a dar la ley de gentes; y entretanto, desde que dejamos al pueblo de Israel bajo Salomón, habían descendido a él todos los misioneros, como profetas, para amedrantarlo y castigarlo; y si Isaías dió la profecía general hasta el fin de los días de la tierra, vinieron los otros, cada uno con una particularidad pero todos atacando y destruyendo ídolos y trayéndoles castigos, siendo entre todos el más terrible, Elías, que los tuvo, (después de anunciárselo) tres anos y medio sin llover; y todos, anunciaron a Jesús y al Anticristo.

Llegaba el momento de predicar la ley de libertad y anunciar el amor. Roma seguía el plan que se le trazara de conquista, porque para ella no faltaba nunca alguno de los misioneros; como Cicerón, que fué antes el profeta Daniel; y cuando ya había entrado Roma hasta el templo de Salomón vuelve a tornar carne el maestro del plano y nace en España (país donde Roma encontró y sacó para el gobierno grandes hombres por lo que allí gobernaba y no dominaba) y nace en Callagora (hoy Calahorra), de un procónsul romano y luego sería el niño nombrado fiscal romano en Jerusalén, donde predicaban Juan (antiguo Elías) y Jesús (que fué Isaac y Antulio) y con ellos estaba casi toda la familia encarnada; pues Joaquín y Ana y sus hijos lo eran; José y María eran Adán y Eva; Jesús era Isaac, y su último hijo Jaime, era Moíses. Todos los otros, hasta 12 hijos de José, de Debora y María, todos eran de los 29 y de los allegados.

¿Por qué este lujo de fuerzas? Es que ya habíamos dado la ley en toda la tierra y era hora de sembrar las dos semillas más preciosas: la libertad y el amor, a la vez que condenar las religiones que iban a tomar entonces un gran desarrollo, porque se habían cumplido mil años de encierro del dragón.

(1) Fué Servio Tulio que dio la Constitución Federal y estableció las ferias latinas, en las que los señores servían a sus criados (ved la historia).

Es decir, hacía muchos siglos que no se les permitía encarnar a las bestias mayores de los hombres primitivos, y ahora, que ya estaba sembrada la nueva semilla, se les iba a volver a obligar a encarnar por la justicia y los dejaríamos en libertad de acción para acatar o no las doctrinas adámicas. Sabíamos, que las sacerdotes y los supremáticos, sacrificarían a aquellos dos sembradores y queríamos presenciarlo; por lo que estábamos el Espíritu de Verdad, que defendería la inocencia de Jesús, dentro de la ley de gentes, y el que sería luego el juez de vivos y muertos y juraría en el Calvario "derribar la cruz y enterrar al Cristo" y a los dos los anunció Jesús, como le había sido mandado; lo que ya se ha cumplido, cual también estaba en la profecía. No hablo de este hecho más porque está en el "Buscando a Dios" y en la "Filosofía austera racional" obra esta última que hemos escrito después de este libro y la hemos entregado primero, como preparación para comprender el "Conócete a ti mismo".

Punto sexto
DE JESÚS AL JUICIO DE LA TIERRA Y AL ANTICRISTO

Terribles han sido nuestros trabajos hasta aquí; más ahora van a ser dolorosos los pinchazos para escardar el sembrado.

Repartidos los apóstoles de Jesús por la tierra y los discípulos de Juan se predican las doctrinas según las han aprendido y el mundo las acepta; pero ya he dicho que se iba a dar suelta al dragón y nacerían las bestias que estaban enjauladas hacía muchos siglos, para que los misioneros pudieran sembrar la tierra.

Jaime se fué a España y se llevó a su madre María, es decir, ésta fué a buscarlo allá. Lo encontró en Zaragoza y ya no se separaron hasta que la madre desencarnó en sus brazos y le dió el último beso para la humanidad. Cada uno de los apóstoles, se daba prisa a divulgar las doctrinas de Jesús; pero Jaime fué allí, porque allí estaban la mayoría de los israelitas. Pero he aquí que se vaticinó por Juan apóstol lo que vendría presto y más tarde y se señaló el dragón y la bestia que ascendía, porque Pablo, fundaba una iglesia llamada cristiana, y aunque Juan no sabía de estas cosas, le fué revelado y explicado.

Jaime, rogó a Pablo, que sólo predicara a los gentiles, porque ya llevaba hecha una amalgama de doctrinas que se parecían al evangelio del Cristo y ésta era la bestia que surgía; una iglesia nueva en la que el Cristo se asentaba como dragón, que no en vano, Jacob lo tomó como santo y seña de Israel, porque significa peligro.

Pablo respetó a Santiago, porque sabía que era hermano de Jesús; pero no respetó a Pedro y surgió el primer conflicto y a Roma fueron a dirimirlo; y es entonces, que Juan, en la revelación, habla de la bestia de las "siete cabezas y diez cuernos", porque Roma se asienta sobre siete montes o colinas, y de los 10 cuernos, porque había o habría 10 reyes que juntarían sus coronas en la tiara del pontífice cristiano; y todos sus síbditos, son los que fornicaron con la prostituta ciudad y están representados en las aguas que rodean a la ciudad y su imperio.

En buen término representa a la bestia 666 o iglesia católica que nacería del consorcio de siete religiones, como sucedió el año 325, bajo Constantino y concilios ecuménicos nicenos y constantinopolitanos.

La existencia de los apóstoles pasó rápida, pues la mayoría cayeron sacrificados, porque la doctrina imponía matar a la esclavitud y esto soliviantaba a los señores y reyes; pero como la doctrina era de salud, el que la gustaba, prefería la muerte, a la esclavitud. Así pasaron los dos primeros siglos en los que seguían predicando los discípulos de los apóstoles.

Los Césares de Roma hacían matanzas bárbaras; pero en el primer cuarto del siglo tercero, ya estaban en toda la tierra encarnados, aquellos que habían estado como presos; y como la afinidad rige la reencarnación, los antiguos furibundos sacerdotes, sacerdotes fueron; y en el segundo decenio del siglo tercero, se juntaron los más de las obispos (nombre que se daba a un sacerdote que estuviera a cargo de un pueblo) y se hizo el acto político más rastrero y ruin que hombres puedan soñar; lo encontraréis en la "Filosofía enciclopédica", cuando se pueda imprimir (1), declarado con el mayor descaro por el mismo actor, que se firmó "Manuel Primero Papa", que fué traído por la justicia al tribunal antes del día de la sentencia del juicio final.

Pero diré, substanciando, que en aquellos momentos y porque Roma era ya toda ella una casa de prostitución (y ocasión hubo en que encontraron nombrados hasta seis emperadores a cual más lascivo y liviano) no quedaba ya nada de la grandeza de Roma, por causa de la concupiscencia y eran perseguidos, los que dejando su gentilismo abrazaban las doctrinas de Jesús predicadas por las apóstoles y discípulos de los apóstoles, porque rompíamos su esclavitud; pues enseñábamos que no es más el señor que el esclavo. Señores hubo de razón que elevaron a sus esclavos a hombres libres, que era cuanto se podía pretender, por lo que no bastaban las persecuciones para arredrar a los convertidos, una vez que habían gustado de la libertad y se auxiliaban mutuamente conforme a la doctrina y ley del pueblo de Israel.

Pero ya no existían los apóstoles ni los discípulos de los apóstoles. Por añadidura, Pablo había predicado al Cristo; y como las doctrinas diferían poco (recordad como atrás dejé dicho el modo como se hicieron en Egipto los evangelios y tomaron el santo y seña de los israelitas, "Cristo", como nombre del Dios de Israel, mas la piedra que ungió Jacob pronunciando la palabra Cristo, conociendo las doctrinas que llevaban los israelitas que son las vedas), entre los gentiles eran bien admitidas esas doctrinas y ese dios Cristo; y los judíos, (apoyados en las profecías que hablaban del "Cristo" pero que no lo entendieron por culpa de los sacerdotes) tomaron a Jesús por el Cristo, porque eran contrarios a los israelitas que no aceptaron a Jesús como el salvador, porque sabían que no era tal; pero es seguro que lo habrían tomado como profeta, a no mediar la división de los dos pueblos provocada por Efraim.

(1) Ya está impreso el Tomo 2º de la "Filosofía enciclopédica" en el que se encuentra el gran juicio a la religión católica y confirmado ese punto trascendental, por el mismo Manuel Primero Papa.

Que los israelitas estaban en lo cierto, lo prueba el que aun lo esperan y hoy lo buscan porque saben que está el anunciado en la profecía como regenerador de la humanidad y libertador de Israel, y saben que es el que mistificado, la religión católica lo presenta como temible Anticristo. Pero también están errados en las prácticas y hechos y son dispensados, porque al fin, desde hace diez y ocho siglos no tienen nación y en todas partes se vieron despreciados por causa del Cristo, que saben que es signo de peligro. En esa revuelta tremenda que hay en el siglo tercero por causa de la concupiscencia de Roma, por todas partes surgían los libres a causa de la doctrina esparcida por los apóstoles de Jesús y aun de Pablo, que como judío, creyó de buena fe el evangelio de Cristo: y digo de buena fé, porque se separó de los escribas, fariseos y sacerdotes de quienes era servidor y por ellos perseguidor de los discípulos de Jesús; y tanto es así, que presenció el apedreamiento y muerte de Esteban que era discípulo de Jesús, porque lo había sido de Juan. Pablo, que había sido condiscípulo de éste con el maestro Gamaliel, al oír predicar a Esteban y decir la misma doctrina, mejorada, que Pablo había oído de Gamaliel, sintió resucitar su conciencia y empezó a predicar el evangelio de Cristo. Así renacía la religión cristiana que va a ser confirmada en noviembre del año 25 del siglo tercero de esta era vulgar, cuando ya es vieja de 19 siglos, pues sabéis que nace en la batalla de Moisés.

Reunidos, pues, como dije, muchos de los llamados obispos, que veían que no tenían base política en las doctrinas de pobreza, libertad y amor que se habían predicado y las cuales habían sido aceptadas por la mayoría de los países donde se habían predicado hasta por los magnates, concibieron la idea de que, sería bueno para el dominio del mundo, darle a la doctrina un nombre definitivo y procurar el poder político para tener fuerza, ya que comulgaban de buena fé muchos príncipes y señores.

Fué laboriosa la obra de aquella asamblea; pero la iniciativa no era de hombres; los hombres eran los actores, pero los autores eran los espíritus a los que se les había dado suelta y la justicia los hacía encarnar; y como en aquella obra (que era exclusiva de los espíritus primitivos) estaban representadas todas las religiones que existían en el mundo y las doctrinas predicadas por Juan, Jesús y sus apóstoles, lo mismo que las escrituras de Moisés, lo que podían conocer del testamento de Abraham y las doctrinas de Sócrates, Confucio y Vedantas y sobre todo el decálogo, pidieron la unión (bajo un sólo Dios) de toda la tierra, encontrando buen cimiento para levantar el gran edificio de una iglesia universal; y justamente era esto lo que habíamos perseguido durante 40 siglo los misioneros y este nuestro propósito, lo sellaban Juan y Jesús.

E1 pensamiento, era el resultado de nuestra larga preparación y ya había sido dicho por Moisés y por Isaías, afirmando éste, "que los gentiles despertarían a Israel". En aquel momento, habíamos dejado la balanza en su fiel, igualándola entre 29 seres, en 39 siglos, de un desequilibrio de cerca de 45 millones de siglos y de más de dos billones de seres.

Pero teníamos que cumplir la justicia; y estando la balanza en su fiel, dimos suelta a los antiguos desequilibradores mostrándoles la labor realizada, la semilla sembrada y las armas de amor, trabajo y sacrificio que nosotros habíamos empleado para igualar la balanza que les entregábamos, a ver cómo podrían ellos descargar los platillos de sus deudas manteniendo el equilibrio con los pagos, por su voluntad. Por lo demás, nosotros seríamos espectadores y mantendríamos latente la semilla hasta su nacimiento la cultivaríamos en la flor y haríamos sazonar los frutos para comerlos en el banquete del Padre. Nosotros hemos cumplido.

Mas aquel pensamiento del dominio del mundo por la religión (palabra no empleada por Juan, Jesús ni sus apóstoles, ni antes por los profetas, ni por Moisés ni por Jacob puesto que vinimos a destruir toda religión) ya era inadecuado; tanto más cuanto, que ni aun Pablo escribió religión, sino iglesia; porque iglesia significa comunión y está probado en el "Apocalipsis" que Juan recibe en la revelación, donde se le manda “avisar a las iglesias”, no a la religión que es partido, camarilla o poder supremático. Así daban su primer paso errado aquellos obispos, equivocados, aunque fuese laudable el pensamiento de unir toda la tierra bajo un imperio por la audacia, que podría ser buena si no estuviera la concupiscencia en los hombres. Pero ésta era precisamente lo que motivaba aquella reunión de obispos que temían a la muerte que los convertidos encontraban en los tiranos supremáticos y así, aquella reunión era de cobardes y políticos rastreros, que con capa de religión buscaban el poder temporal para su concupiscencia, olvidando y despreciando, dos grandes principios que se les habían dicho por Jesús y sus apóstoles y aun por Pablo, que los aprendió de Santiago "el hermano de Jesús", según él mismo confiesa. "No se pueden servir a dos señores a la vez" y "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es Dios".

Hasta este momento, Jesús, estuvo entre los que tenían la representación de los apóstoles y los mismos apóstoles; ya, en esa reunión de obispos, se separaron los apóstoles y Jesús (porque no podían ser sus cómplices) y se les dejó, para que esa religión fuese la responsable de sus actos; nosotros, no predicamos ni enseñamos religión. Desde entonces, cuidamos la semilla y cultivamos la flor hasta sazonarse el fruto que le hemos presentado al Padre, para lo cual hemos encarnado los que teníamos la balanza, muy a menudo y con nosotros, las legiones que para entonces habríamos ganado, que ya eran mayoría; pero que, porque faltaban algunos siglos para el tiempo de la profecía y porque nuestra doctrina de libertad y amor tenía el principio de ganar a todos, en voluntad, para el rebaño del Padre, esperamos el tiempo de descubrir de nuevo el espiritismo, como única iglesia que existe en el infinito y que no es religión. Obra que nosotros preparábamos para hoy que se han cumplido los 36 siglos marcados en el testamento de Abraham.

Separados, pues, de esa amalgama que proyectaban aquellos obispos en su libertad, (pues no debíamos inspirarles porque tenían delante de sí las doctrinas predicadas, sin componendas, ritos sacramentos ni ceremonia alguna si no era el respeto mutuo y sobre todo a los niños, mujeres y viejos) no estuvieron conformes con ser perseguidos, porque como dije. Había entre ellos varios príncipes que temían de otros más fuerte y tiranos y Manuel Primero (que así se firmó), el más atrevido de todos aquellos obispos propuso: "que se pidieran sus doctrinas y ceremoniales a todas las religiones antiguas, prometiéndoles la unificación bajo un solo código, que les sería remitido" Pronto tuvieron los de todas las religiones y así, en 12 años, tomaron nota de todo, para reunir el primer concilio en el año 325, donde empieza el desastre de la humanidad quedando constituída la iglesia católica, apostólica, romana, bajo el nombre de religión cristiana.

Las otras religiones que habían prestado sus teologías y rituales, aun están esperando el código de unificación; pero en cambio, recibieron a los cruzados confirmándoles que, Cristo es peligro.

De esta reunión sale el nombre compuesto de Jesucristo, cuya causa veréis en el "Buscando a Dios", por lo que no hago aquí historia de ese hecho, muy importante; causa que tenía que dar por primer efecto invalidar a Israel, que hubiera aniquilado inmediatamente a los católicos y cristianos. Pero no se podía aniquilar a Israel sin aniquilar el pueblo judío (que es el que consintió al concilio formar el Jesucristo) porque al fin, era hermano de Israel y en cuanto fuesen atacados unos u otros, era atacar el mismo principio, pues todos tenían la ley del Sinaí. Así, decreto el concilio el fin de los dos pueblos; mejor dicho, los dos hogares de una misma familia, lo que hicieron con la rapidez de un relámpago, para lo que bastó aprovechar la superstición con la fuerza bruta y se dio la excomunión a la familia y pueblo de Dios; lo que equivale a excomulgar al mismo Dios en la intención y en los hechos; pero debo decir que, esa fué la intención, pues lo revela claramente el gran Manuel I, diciendo: "después de esto, yo me sé lo que me haré".

Desde esa reunión despótica, ya empezaron a tomar armas defensivas con los príncipes aliados a esos obispos y se unían para combatir a los que no aceptaban la amalgama; y cuando lograron ganar uno más fiero y loco que fué Constantino, el más grande de los mentirosos, ya enseñaron los dientes y los cuernos de la bestia y, “llamaron a los disolutos a fornicar en la prostituta Roma” y caducó el derecho de gentes proclamado siete u ocho siglos antes en aquel foro.

Con el déspota Constantino, empieza la destrucción de la verdad de la doctrina predicada por los humildes apóstoles de Jesús; destruyen el pueblo de Dios y se ensoñorean de los países gentiles y paganos, la cruz y el cristo; es decir, el peligro y la afrenta que Israel abatió; pero lo más horrible es, que los parangonearon con Jesús, a quien convirtieron en Dios, habiendo sacado de ellos y de su religión al Dios de Israel y aniquilado y destruído su pueblo, quedándose como baluarte las doctrinas, donde se ampararon hipócritamente.

Hasta el siglo IX todo fué hierro y cadenas; había que ser cristiano por el dogma y se había llevado el terror del cristo a todas partes con las cruzadas; no estaba seguro ningún rey en la tierra, que no fuera consagrado por el dragón que se asentaba en la bestia; pero aquí llegaba ya el secreto de: “Después de esto, yo me sé lo que me haré”; y ya que el pontífice de los cristianos era el que daba las coronas y los cetros bajo la invocación de Pedro y Pablo y la divinidad de Jesús, quisieron los pontífices ser emperadores y lo fueron; aumentaron la corrupción a tal punto, que las mismas rameras se avergonzaban entonces y se ruborizan hoy ante las artes enseñadas por los pontífices y sacristanes. Para llegar a esto, mataron sus sentimientos declarándose célibes; lo que implica renegar del derecho de hombres y desmentir a la naturaleza en sus leyes inmutables; y ahí tenéis la religión cristiana negando con artículo de fe al Dios de Israel que es el Creador y a sus leyes, con la agravante de servirse de sus doctrinas y de sus hijos para negar y renegar del Padre Creador. Desde esa fecha del celibato nacen los sacramentos, las reliquias, los santos y los confesionarios para sacar dinero para la continua bacanal, semillero de crímenes los más horrendos, que anublan a los que indujeron a la justicia divina a hundir la Atlántida.

Mas hay algo aún que denigrar y tocan los dos polos más fuertes; los padres de Jesús. Los corrompidos pontífices, en medio de sus interminables orgías y bacanales, declaran, sin empacho, por artículo de fé que: “María concibió por obra y gracia del Espíritu Santo y que José sólo fué padre putativo” ¡Pobres padres míos!... ¡José que fué Adán, Noé y Abraham, siempre patriarca; y María, la más grande de las madres que hubo y habrá en la tierra y que fué, cuando María, madre de siete hijos, con Jesús y Jaime; madre de Sócrates, de Isaías, de Moisés, de Jacob, de Isaac y de Seth, cuando fué Eva, son sacados ahora de la ley que los hizo grandes en su cumplimiento, por encubrirse bajo esa mentira los traidores del Creador que, se hacen célibes por cobardes y libertinos! Yo, padres míos, que tantas veces fuí vuestro hijo y que para desmentirlos con más justicia lo fuí también cuando fuisteis padres de Jesús, protesto de tan grande iniquidad ante el padre Eloí; y mi protesta va acompañada de toda la cosmogonía y pido al Padre la justicia en todo su rigor y les doy la “sentencia de segunda muerte” por esto y porque llevaron su concupiscencia adonde hombre ninguno la llevó en la tierra, ni en otro mundo, porque el pontífice, (que es el dragón asentado en la bestia que es la iglesia católica cristiana) se igualó a Dios llamándose infalible, siendo sólo corrupción y vergüenza de la humanidad.

He aquí el secreto del “Después de esto yo me sé lo que me haré”. Pero, por más que han hecho; por más que no haya un solo pueblo ni un solo hombre que no haya sentido el látigo y la mordedura de ese reptil, “serpiente antigua”, ni han triunfado en ningún país ni allí donde se asienta la bestia porque ¿para qué estábamos nosotros? ¿Para qué habían derramado su sangre los primeros que nos siguieron? Nosotros, en todo momento los desmentíamos y se levantó Arrio, más tarde Mahoma, luego Calvino y Lutero y no dejamos asentar sus plantas al cristiano en Asia ni en Oceanía ni aun en Africa. Europa, estuvo siempre como la veleta que azota el viento, a pesar de haber levantado la terrible Inquisición; que si fué más terrible en España, es porque era más israelita y aborrecía al Cristo y más aún al catolicismo; pero amaba la ley del Sinaí y conocía a Jesús como un misionero del creador y amaba a María, madre fecunda, porque las madres españolas oyeron los consejos de la madre de Jesús y recibieron ellas y sus hijos los besos de María cuando acompañaba a su Jaime amado, que predicaba la doctrina de Jesús, con más la justicia y el amor. Por esto, hasta el siglo XV, no pudo el dragón extender las alas en todo el territorio español, hasta que hubo dos infelices reyes engañados por un fraile astuto que aborrecía a los israelitas que allí vivían, se enamoró de sus riquezas y levantó la Inquisición, bajando la población de España, por emigración forzosa y por las hogueras, de 28 millones de habitantes a 10 millones. Baste este hecho histórico para comprender las entrañas de esa bestia”.

Solo así pudo el dragón triunfar en unos cuantos metros de tierra; pero era su hora; era su milenio, al final del cual, el autor del Cristo aparecería siendo el Anticristo y allí mismo, donde con su madre, siendo Jaime lo conocieron, de donde tendría que salir en cumplimiento de la profecía, para “estas islas apartadas que no oyeron hablar del Padre” y tomadas a su tiempo por el que fué Josué, sucesor de Moisés (Américo Vespucio), y aquí haría el juicio y recibiría el maná justificando a Jesús y sus padres.

He pintado de un brochazo toda la negra historia de 19 siglos, porque hay historia escrita, en lo civil, bastante exacta; pero en lo religioso toda es mentira dogmatizada, y baste saber el error en que se amparó esa falsa religión, vergüenza del planeta.

Pero debo volver un momento al siglo XIX, en que ya las profecías y las promesas del padre hechas en el testamento de Abraham se cumplían.

El antiguo legislador estuvo casi siempre encarnado en esos siglos, palpando todas las amarguras para así mejor hacer justicia en el día que ya llegaba; el Espíritu de Verdad, el día que se declaraba el celibato, era un jurisconsulto entre los alemanes, y en el siglo XV, aparece con el fundador de los jesuítas, los cuales, aunque constituyen un baldón, son un freno del despotismo de los pontífices; les doy esta atenuante, porque están muy agravados con hechos inconfesables, y porque sin que ellos se hayan dado cuenta han sido la nodriza del Anticristo y aun lo fueron a buscar para sacarlo de la tierra cuando niño y se lo llevaron a un colegio para engordarlo y fortalecerlo. ¡Y lo buscaban para aniquilarlo!... ¡Qué cosas tiene el Padre en su sabiduría!... ¡Mete el codiciado cordero entre los lobos hambrientos y aun lo regalan! No les doy las gracias, porque lo que es deber y justicia no hay que agradecerlo; para eso vino la Compañía de Jesús al mundo: para ser el protector del Anticristo, y como ellos no tenían voluntad de cumplir, el Padre les obligó y es la Compañía de Jesús, el verdadero Anticristo.

Sí. Eran los jesuítas los que deberían suplantar a la religión católica y cristiana y por eso se sumó a Loyola, Xavier, que es el Espíritu de Verdad. Pero al ver éste que había aún demasiada fuerza en la iglesia, se marchó a la India, porque no le cuadró caer bajo el dogma. Pero quedaba Teresa, también en España, que escribió la verdad, mas fueron mistificados todos sus papeles y hubo de firmar otros que le dieron, siendo quemados los auténticos y, tal coraje le dió esto a la castellana, que estranguló a la monja cómplice. Esto no lo ha dicho la iglesia católica, pero lo digo yo y lo dice Teresa; pero de lo que no se libró Teresa es, de entrar en los calabozos de la Inquisición, ni de recibir y beber el veneno con su discípula Angélica, de lo que murieron las dos. A Angélica nada le ha hecho la iglesia católica. A Teresa (que por la fuerza hubo de firmar lo que ella no escribió, siéndole quemado lo que escribiera y que de coraje estranguló a una víbora que la vimos caer el día del juicio en el mundo primitivo), a Teresa, repito, la han hecho... santa y... doctora... Pero yo la hago mártir de la causa del Anticristo, del amor de Jesús por el Padre y del veneno de los papas, y Teresa da fe de ello en el “Te perdono”.

Pocos años antes de estos hechos, había sido colgado de una cuerda, por los Borgias, el Anticristo, no importando que esos infalibles pontífices le tuvieran gran veneración en Santiago apóstol y lo reverenciasen en Moisés y Jacob! ¡Qué infalibilidad tan menguada!... Pero estoy seguro de que, si saben que Juanucho es Moisés, por el solo hecho de que habló con Dios (según ellos) no lo ahorcan, (porque en esa muerte se sufre poco) sino que hubieran inventado un martirio, (si estuviera en lo posible) que durase hasta el fin de los siglos; y si en vez de ser Moisés hubiera sido el mismo Dios, lo mismo le martirizarían porque son sacerdotes y éstos jamás perdonan ni se arredran en la venganza; pues sacerdotes fueron los asesinos de Jesús y lo crucificaron porque se decía “hijo de Dios” y les descubría sus errores; si Jesús fuera el mismo Dios, aun lo tendrían colgado en la cruz, gozándose en sus sufrimientos y, a esto obedece la invención de la misa, para renovar en todo instante el martirio infame dado al “hijo de Dios”.

Pues bien; había llegado el cumplimiento de la profecía: tenía que llegar el “hijo del hombre” con la balanza y debía venir sobre “carros y lenguas de fuego”, y así llegó; ahí están los trenes que recién corrían y las lámparas eléctricas substituyendo al recién nacido gas. ¿Queréis más carros y más lenguas de fuego? Porque eran el cumplimiento de la profecía, no lo admitieron hasta hoy en el Vaticano, buzón de crímenes y paraíso de las pasiones más brutales.

Mas ¡ay!, que el detractor vela e inspira a los padres de la iglesia, donde nacerá el que ellos llamaron Anticristo.

Voy a demostrar por los hechos, que el detractor, desde el espacio, dirigía los pasos del pontífice con certidumbre, para oponerse a ese nacimiento que quizá no sea el único caso, pero es demasiado singular y era persiguiendo su fin y con las armas de la comunicación espiritual, que Moisés prohibiera.

Este hecho singularísimo es que los padres del Anticristo ya se habían unido por matrimonio canónico, y cuando ya llevaban diez meses de matrimonio, descubre o inventa alguno, que los cónyuges eran parientes en cuarto grado; no valieron las protestas del padre, pues había cumplido con ese requisito en los libros parroquiales y no apareció emparentado, por lo que, el párroco, celebró el matrimonio.

Hecha la acusación, a viva fuerza fueron separados de su hogar, sin que valiera nada estar la esposa en cinta. No aparecían en ningún registro como parientes en grado consanguíneo y los mantenían separados, hasta que el esposo, opuso la fuerza a la fuerza y se reunieron en su hogar.

Ahora bien; todos, (aunque no sepan meditar, y, sobre todo, aunque no estén en autos) verán en ello porque no podrán menos de verlo una arbitrariedad de la iglesia católica incalificable. Pero ahora que sabéis, que Pío IX, el papa inflado de infabilidad, dió una encíclica al mundo católico de declarando que “el Anticristo había nacido y había que aniquilarlo donde lo encontraran”, ya comprenderán todos que aquella separación injusta de sus padres, era porque el detractor, que comunicaba a sus camaradas los sacerdotes por el pontífice que el Anticristo nacía, también buscaba todas las tretas y dirigía los pasos de los enemigos del Anticristo, para estorbar su nacimiento; por esto fué que separaron a sus padres.

Se vieron derrotados en esa treta; pero estando el feto del que creían el Anticristo en buena gestación, tuve su madre una caída (yo sé que la tiraron los bestias y espíritus supremáticos) y lo hicieron nacer de siete meses menos dos días, ocasionándole una niñez raquítica y deslucida; pero, a pesar de todo, está en autos de juez y mandando a aquellas legiones de foragidos tiznados al mundo primitivo y desgraciadamente, a algunos pocos al de prueba, pues merecieron sentencia de segunda muerte.

Y es que la justicia divina, no se deja burlar por nadie cuando hay decretos que cumplir.

Pero, ¿se darían por vencidos? El Anticristo había nacido en España. Pues era necesario que se hundiese España y aun toda la tierra; así lo quería el infalible Pío No-no, o sea doble impío, pues dejó en su testamento esta caritativa y cristianísima cláusula, dirigida a sus sucesores: “Defender la iglesia aunque sea a costa de la sangre de toda la humanidad” y, los papas agitan a España y le promueven guerras y más guerras civiles y coloniales, llegando a tener en el siglo XIX, esa nación, hasta ochenta años de tremendas guerras y, aun no sucumbió; pero el Anticristo nació en condiciones físicas de ser libre por la ley, de empuñar las armas y, por si acaso, desencarnó el autor de sus días, para que, además de su defecto físico, lo amparase la viudez de la madre. Es anunciado al nacer por una encíclica del pontífice para ser aniquilado y los mismos encargados de sacrificarlo, lo llevan a mantenerlo en sus claustros... ¿Quién burlará a1 Creador?...

Por caminos los más extraños llegó a su puesto, donde ya le esperaban los que serían sus asesores y aun él no sabía su misión; había rodado por el mundo, practicando y aprendiendo los oficios, la mecánica y la electricidad y ningún maestro ha tenido entre los hombre. Subió, bajó, volvió a subir y volvió a caer de los puestos comerciales, sin que él tuviera culpa ni inmoralidad.

Sí veía que eran manos invisibles las que lo perseguían y debían saciarse hasta que llegó el día feliz en que cayera la venda que su mismo espíritu pusiera a la materia, con lo que burló las persecuciones de los hombres y arribó al juicio final, sentenciando a los espíritus y los hombres.

Durante los años de su existencia, hasta hoy, la ciencia adelantó hasta donde puede llegar en lo material sin dar participación al espíritu y se dió ese paso en estos últimos años, porque los espíritus inspiraron y trajimos la perfección de la mecánica, el vapor, el gas y la electricidad negativa, que es del ingenio del hombre, con la inspiración del que no le conceden vida ni acción. Las religiones retroceden, tanto como el progreso avanza. Es que, aquéllas, son casas edificadas en la arena y no resisten al vendaval de las ciencías; y éstas, que se asientan (quieran o no reconocerlo) en la firme roca de la sabiduría del espíritu, pueden resistir el simoún, que ruge ya muy cerca y todo lo que estorba a Jacob caerá estrepitosamente así de hombres como obras de los hombres y el progreso del espíritu seguirá sus eternos e indefinidos grados de progreso, porque ésta es la sentencia eterna.

Hoy, pues, ya queda toda la profecía cumplida. Hemos llegado, (subiendo escalón por escalón) a la montaña de la luz, desde la que encaminamos torrentes de sabiduría a la tierra y ríos de flúidos de vida que sanean los charcos de sangre que la bestia y el dragón encharcaron. Pero, suena la trompeta; la cadena está preparada y, al llegar a la tierra la vibración del padre visible y tangible en el gran electro magno que nos concedió por credencial, dragón y bestia serán encadenados y metidos en el lago de azufre parabólico, dicho a Juan en el Apocalipsis, porque son reos de segunda muerte.

¡Hermanos míos! En esta pincelada del terrible sexto día de la humanidad, os he dicho lo más importante que la historia no os ha dicho, porque la peligrosa iglesia cristiana destruyó los buenos archivos escritos, con el fuego material. Encendamos nosotros, ahora, el fuego del amor y consuma la maldad y la ignorancia. Pero tengamos un recuerdo para los encadenados que tanto nos hicieron sufrir por el fuego de sus pasiones; no nos acordemos de que hemos sido ofendidos; pero recordad que vosotros habéis sido ofensores y que nuestros sacrificios y nuestro amor os salvó.

Estáis inscriptos en el libro de la vida y así, sed sabios para enseñar en vuestros espíritus a vuestros antiguos camaradas que no supieron salir de las garras de la bestia y amaos todos, como el Padre nos ama a todos.

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