CAPITULO VI
LOS SERES SOBRE LA TIERRA

75 D.- Me interesa saber ahora las funciones de los seres sobre la tierra, especialmente del hombre; y ahora que ya me ha dicho su aparici�n tan maravillosa y sabia cuanto humilde, �c�mo forma su cuerpo, materialmente, puesto que la funci�n espiritual ya la vimos?

M.- No es menos interesante esta materia que lo referente a la espiritualidad; pero no he de encerrar todo ese proceso en esta respuesta, sino en t�rminos generales en todo el cap�tulo: de un modo definitivo lo dir� en otro cap�tulo en que trataremos s�lo del hombre; por lo que te digo que le es mucho m�s f�cil formar el feto en la matriz de la madre que en el coraz�n de un �rbol; pero en el �rbol, como en las entra�as de la madre, el esp�ritu forma su cuerpo con los materiales que le pertenecen, seg�n la misi�n o trabajo que habr� de desempe�ar, y cuyos trabajos tendr� que exponer antes en un juicio y la ley le prepara todas las cosas en su punto.

76 D.- �De modo que antes de reencarnar el esp�ritu sufre un juicio?

M.- Es un juicio, desde que tiene que exponer al consejo de justicia los fines que se propone, las probabilidades con que cuenta, las afinidades que viene a crear o a afianzar, o las deudas que ha de pagar y el progreso que trae, que es para lo que es obligatoria la reencarnaci�n; tambi�n tiene que decir el sexo en que habr� de aparecer y hasta la belleza que ha de alcanzar; y el consejo le autoriza o le corrige conforme sea en justicia, y entonces la ley de afinidad y la de justicia empiezan su obra preparatoria; pero �l mismo tiene que depositar su microhombre en el que ser� su padre material y estar� presente en el acto de su concepci�n.

77D.- Me resigno a saberlo en su lugar y pregunto: �Tambi�n la belleza consiste y se la da a su cuerpo la sabidur�a del esp�ritu?

M.- Nada m�s justo que el esp�ritu se prepare todas las armas necesarias para triunfar en la lucha; y la belleza no es una peque�a arma, sino una de las mayores, sobre todo en la mujer, en el tiempo en que no ha tenido libertad de elecci�n, ni derechos sociales siquiera y por la belleza ten�a que doblegar al hombre libertino y bruto, bajo las leyes ego�stas, hechas todas a su favor y ego�smo, hasta que hoy se igualan los derechos de los dos sexos y se ama a la mujer por su belleza de alma y como madre rige como el hombre los destinos de la comuna. Por lo que, si uno es feo, suya es la culpa, aunque responda a casos de justicia.

78 D.- Luego los defectos f�sicos, la salud y las enfermedades son tambi�n obra del esp�ritu y responden a la justicia?

M.- En todos los casos son obra del esp�ritu, salvo que, como ocurre muchas veces, sean causados por un esp�ritu enemigo que los inocula; es triste ver la obcecaci�n con que lo hacen esos aberrados, aun en estos d�as, despu�s del juicio: pero ya se acaba esto con la llegada de la luz �Electro magno�, porque ya los esp�ritus detractores (si alguno queda) en la transici�n no pueden salir a la luz como lo hac�an hasta ahora, desdobl�ndose, y tienen que encerrarse en su inmundo cuerpo, hasta su desencarnaci�n, momento en que pasar�n al mundo que les corresponda, como pasaron los esp�ritus que hab�a en el espacio y que no ten�an ra�z en la tierra. Mas hay muchas enfermedades que el esp�ritu trae para expiaci�n, y �stas no hay medicina que las cure; pero en todo caso las enfermedades son un buen depurativo del alma en los seis d�as de error y en la comuna desaparecen, pasadas algunas generaciones.

79 D.- Pero el cuerpo humano, si encierra en s� todas las esencias de los tres reinos de la naturaleza de un mundo, �no deber�a encontrar remedio a todas las enfermedades?

M.- Y para todas tiene el hombre remedio en la naturaleza; pero como no es sabio hasta muy tarde, porque una vez que se prejuici� el prejuicio gravita sobre �l, no ha podido ver a su primero, el esp�ritu, que est� encerrado en �l para dominarlo, y tampoco ha querido saber (aunque se le ha dicho) que estaba compuesto el hombre de todas esas esencias, hasta el punto de que ha cre�do ver descender al hombre del vientre de un animal; luego ha achacado a la ley haber cometido la injusticia de relegar ese animal al hombre, su supuesto hijo y esta injusticia no la puede cometer el esp�ritu; por lo que el animal naci� animal y el hombre naci� siendo hombre, encerrando en s� todas las esencias de los animales, sus virtudes, defectos e instintos; el cuerpo del hombre, pues, encierra en s� todos los tres reinos de un mundo.

El esp�ritu es en s� la esencia de todo, y suya es la raz�n por la que el hombre es hombre y domina a los tres reinos; para ello tiene esa arma provechosa de las enfermedades y anula los efectos de la medicina unas veces por aberraci�n y otras por justicia. Los hombres, por el espiritismo, han podido saber a que atenerse; pero no lo quisieron recibir los hombres de las ciencias, para no verse desmentidos en sus equ�vocos.

80 D.- Ha dicho el maestro que al hombre se le ha dicho que encerraba en s� todas las esencias, virtudes, defectos e instintos de los tres reinos. �Cu�ndo y como?

M.- Cuando el hombre debi� empezar su ascensi�n del valle a la monta�a, cuando se le escribi� el s�mbolo del arca de No�; pero no ha querido comprenderlo ni estudiarlo, porque hubiera descubierto todo el error cient�fico, religioso y social; pero llegamos hoy y se os dice: El arca de No� es cada cuerpo del hombre y en �l est�n en realidad de verdad todas las especies de un mundo en su cuerpo y alma, y el gran No� es el esp�ritu, que cuando puede descubrirse a su alma y su cuerpo es porque ha subido la gran pendiente que representan las pasiones, que formaban el diluvio en la conciencia, y al dominarlas var� el arca en la monta�a del amor y pudo soltar todas las especies que encerraba, porque ya no tiene que temer las olas de las pasiones, puesto que reina ya la paz imperturbable. Ya ves c�mo se le hab�a dicho y no lo comprendi�.

81 D.- Seg�n esto deduzco que, aunque existan colores, �stos no indican inferioridad, desde que todas las especies forman parte del cuerpo y alma del hombre. Pero, �y las razas?

M.- Los colores, las razas, los dan el clima, el terreno y sobre todo el bajo grado de progreso general de los mundos que van ascendiendo; pero todo eso no indica inferioridad, siendo m�s bien una armon�a y un est�mulo; sabed que, en los siglos, todos fuimos blancos, negros y cobrizos, y el esp�ritu era el mismo; ten�amos que consumir de todo (la ley es inexorable) para ir fundiendo todos los caracteres en un solo car�cter; pero tambi�n sab�a la ley que llegar�a, en su tiempo, una nueva raza mucho m�s perfecta, unificada y fuerte, que las dominar�a todas, fundi�ndolas en la suya; por lo dem�s, no hay nada que observar en esas razas, como no sea un poco de retraso en la belleza externa, pues en sus organismos y en el esp�ritu son los mismos de las razas que al parecer est�n m�s adelantadas, por lo bellas.

82 D.- �El hombre apareci� a la vez en todo el mundo hoy conocido?

M.- Distingamos aqu� un algo importante. Los hombres aparecieron a la vez (o en el mismo tiempo) en todas las partes habitables del mundo. Pero esto no quiere decir que fueran los continentes que hoy conocemos, porque unos desaparecieron y aparecieron otros; pero los que aparecieron m�s tarde que el hombre, como los que aparecen hoy, son poblados por inmigraciones, porque de la tierra no pueden salir otras bolsitas como las que vimos para aparecer por primera vez los hombres; y estos cataclismos, precisamente, son para mejorar la tierra y los hombres y los opera el esp�ritu por ley y justicia.

Hosted by www.Geocities.ws

1