7 de Febrero de 1958
Médium Margarita - Posesión
Buenos días:
Los hombres se preparan para la guerra, para conquistarse unos a otros, para matarse unos; a otros y los grandes cerebros se emplean en los inventos de nuevas armas, más poderosas, para que puedan causar mayores daños.
Todos los gobiernos del mundo Tierra están empeñados en defenderse y en ofenderse y en robarse unos a otros, en engañarse unos a otros.
Los momentos actuales son trascendentales y todos están perplejos, sin saber de que se trata; pero vosotros, estudiantes de esta amada Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal! sabéis por qué; son ellos mismos los que están preparando los grandes momentos en que la ley obre sin que se detenga ni un segundo más.
¡Pobres hombres! Pobres hombres que en lugar de preocuparse por lograr mejores alimentos, por lograr mejores universidades, gastan millones y millones de monedas, de rublos, de dólares, las monedas cotizadas más altas en el mundo. Se preocupan por destruir a toda la humanidad; pero la ley es sabia y de esos grandes descubrimientos, y de esos grandes triunfos que se están anotando, surgirá la nueva vida y se aprovecharán en bien de los mismos hombres que tratan de destruir.
Hermanos míos. Yo pido de ustedes mayor unión que nunca. Yo pido de ustedes que se amen entre sí. Yo pido de ustedes que olviden rencillas y rencores que no deben existir en el corazón de un espiritista. Yo pido de ustedes un frente único, capaz de enfrentarse para triunfar, a esos grandes poderes que sólo se dedican a fabricar nuevas armas destructoras. Vosotros tenéis el arma más poderosa, no para destruir, sino para crear, para conservar, para unir, para beneficiar, para progresar, tenéis el arma del amor, tenéis el arma de vuestra razón. Tenéis el arma de los espíritus que han respondido a la llamada que se ha hecho y saben ya su procedencia y pueden obrar como hombres trinos.
La responsabilidad es vuestra. Sólo os pido amor, sólo os pido unión, sólo os pido justicia también, porque vosotros podéis ejecutarla, y os pido que procuréis depuraros cada día, de vestigios que queden de vuestras vidas anteriores y de las vidas presentes.
Que cada día procuréis elevaros más y que cada día sintáis más profunda la responsabilidad de ser espiritistas racionalistas estudiantes de esta Escuela.
Solo así iremos siempre más allá.
JOAQUÍN TRINCADO.