Francisco Javier

1 de Junio de 1956

Médium Virginia - Escritura

Venid aquí, amados hermanos, venid y confortaos, venid a solazaros en el amor de Eloí, pues aquí es el bastión inexpugnable donde hallaréis siempre un lugar para refugiaros y un remanso de paz a la intensa agitación en que vivís; venid y tomad mi fuerza y demostrad para ejemplo de toda la humanidad que estáis unidos por un ideal mutuo, ser libres en la manifestación de las ideas, demostrad que ya no puede persistir el yugo de los dogmas, porque no hay cadenas para las conciencias emancipadas.

Adelante, hermanos, sois jóvenes, valerosos y estáis en pleno derecho de acción; mas cuidad de que no penetre entre vosotros el odio que busca dividir las filas, abatir los bríos que se levantan potentes, majestuosos, arrostrando todos los sacrificios y ofrendando su sangre en aras de los ideales de la juventud consciente de sus deberes y también de sus derechos.

Demostrad a los hombres que no se puede acallar la voz de la razón con la amenaza de la fuerza bruta, y sólo conseguirán con la violencia, precipitar choques que son el reflejo de las batallas que ya se libran entre los hombres de la supremacía y los sufrientes productores que trabajan para que puedan holgar los zánganos.

Ya se libran batallas: mas aun no están los cuerpos luchando, luchan las mentes y es dura la pelea, mas no estorbará nadie la justicia, y cuanto haga el hombre habrá de servir para su escarmiento y experiencia.

Trabajad, valientes, id unidos y fuertes y aunque sois osados y audaces,, no descuidéis vuestra vanguardia y poned la astucia y quitad la temeridad, pues la buena estrategia os enseñará que no hay enemigo pequeño, y si confiáis en alardes ridículos no lograréis vuestros objetivos.

La juventud del mundo Tierra se apresta a la lucha, tiemblan los tiranos caducos y ruge la fiera sedienta de sangre joven, la supremacía quiere vengar la afrenta de verse retada por jóvenes que en otros tiempos, constituían su almacigo de esclavos, y que ahora se yergue gallarda y altiva sin más armas que la razón de su derecho y su amor por la libertad.

¡Adelante! bravos, unid vuestro clamor y resuene muy alto, para que despierten los que no quieren trabajar, ahora que es el tiempo de actividad; ¡adelante, aguerridas huestes! ¡adelante! y sea vuestra nobleza el pendón de honor que sepáis ostentar. ¡Adelante! y no olvidéis que la razón es el triunfo del progreso.

Eloí os bendiga, hermanos.

Francisco Javier

Goncourt

Viernes 6 de Julio de 1956

Médium Virginia - Escritura

Amor os una, hermanos. La justicia, por la ley de afinidad, reúne en grupos a los hombres, mas no todas estas fusiones son lo que yo os deseo, cierto, la unidad de los semejantes hace fuerzas poderosas, pero estas fuerzas no todas son útiles y benéficas. Lo que yo os deseo en mi salutación es una fusión de voluntades que se manifiesten en una efusión de amor, pues hay otros que vosotros conocéis, que también se han unido para asestar un golpe artero a los misioneros del progreso; y es que la ley superior obra en las humanidades, aprovechando los actos de los hombres para demostrar a la luz de la conciencia interna de cada individuo, el camino hacia la perfección eterna, que cuanto más ascendemos más lejos la vemos, pero más clara y bella y magnífica.

Os deseo pues, que tengáis vuestra fuerza poderosa y brillante para que cubra la humanidad y el hombre encuentre la verdad de su ser.

Tenéis en las manos un depósito de tal importancia y delicadeza suma, que os ruego y exhorto a cuidar y velar por la pureza e integridad de lo que tenéis y debéis conservar para darlo a la humanidad; es muy grave y trascendental vuestra labor.

Si pudierais concentraros profundamente,. habríais de palpar y comprender la magnitud de estos trabajos, al parecer y ante los ojos del vulgo tan insignificantes; mas esto no ha podido pasar desapercibido ante los que están en la sombra, y os advierto que traman vuestra destrucción y exterminio.

Nada temáis, la justicia no lo permitirá, estáis sostenida por la fuerza que os sostiene por la 1ey divina, contra la que nada pueden los usurpadores y detractores.

Mantened vuestra acción constante, que no se mermará ni por un instante ese potente lazo de amor que os une y os fortalece.

Unidad en el amor, es lo que os desea vuestro hermano.

GONCOURT.

Joaquín Trincado

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Buenos días:

Todos vivís dentro de la Ley Universal.

El más pequeño ser viviente de la creación vive dentro de ella porque esa Ley emana del Padre Creador y la Escuela Magnéttico-Espiritual de la Comuna Universal os la ha hecho conocer y vosotros, hombres trinos. hombres conscientes, sabéis que vivís dentro de ella y la acatáis en amor.

Felices vosotros que en este grado de progreso habéis conocido ya la hermosa nueva: "dentro de la Ley".

Esa Ley se emana y, llegado el tiempo, no hay valladares para ella; esa Ley que va arrostrándolo todo, quitando todo lo que estorbe para la implantación de la luz, de la fraternidad y "del amor universal.

Todos estáis empeñados en esa misión, pero, hermanos míos. necesitáis más acción.

Mi tiempo fue breve, yo no podía irme sin dejar la pauta escrita; esa pauta que ya se había dado de muchos siglos atrás. Cuántas veces se ha intentado por diversos misioneros y ahora yo, como Maestro fundador de esta Escuela amada mía, de esta Escuela fundada en esta Tierra de Promisión, la América nueva, os vengo a invitar a que os unáis y forméis un frente, mis soldados valientes y, como siempre, en pie de lucha, y luchéis, luchéis para triunfar.

La Tierra se debate en la obscuridad; todas las pasiones parece que están exacerbadas. Los hombres, como veis, como locos caminan sin encontrar una puerta salvadora. Es un caos vuestro mundo. ¿Por qué? Porque los espíritus no pueden ya resistir la obscuridad que los envuelve; porque los espíritus buscan la luz y van de aquí para allá y locos, engañados, buscan, como ya digo, la puerta salvadora; pues la puerta salvadora, la fuente de aguas cristalinas es la Escuela; llevadla vosotros como divisa, llevadla en vuestro propio ser, en vuestro propio interno. Vivid dentro de ella, porque todos vivís dentro de la Ley universal.

¡Adelante, pues, con valor!

Es cierto que la vida, difícil y dura, os doblega, os aniquila, hace de vosotros guiñapos humanos; pero acordaos que lleváis un espíritu redentor, un espíritu de luz bravo, valiente, que ha reconocido la Ley y que reconoce también la responsabilidad.

¡Adelante, hermanos! Fuera las barreras. Derrumbad vosotros mismos todos los estorbos para que brille ya sobre este mundo Tierra la luz verdadera, infinita del Padre.

Joaquín Trincado.

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