5 de Abril de 1956
Médium Margarita - Posesión
Buenos días:
¿Quién se atreve a decir que mi Escuela está decadente?
¿Quién se atreve a decir que es un puñado de hombres miserables los que militan dentro de ella?
¿Quién se atreve a decir que hay política, que hay ambición, que hay obscurantismo dentro de nuestras filas?
No, hermanos míos; la Escuela está triunfante.
La Escuela no es material; ¿que han desaparecido algunas cátedras? si. pero aquella simiente se ha diseminado y en toda la Tierra germina ya, porque la tiene la ciencia, la tiene la industria, la tiene el hogar, la tiene el gobierno, la tienen ya todas las que se llaman filosofías.
Esa simiente no puede acabarla el detractor porque esa simiente ha caído en tierra fértil y está regada con las lágrimas y la sangre de todos mis discípulos, de todos aquellos que siguieron mis pasos, y los siguen todavía.
La Escuela no puede morir y aunque en apariencia juzguen que ha desaparecido, que está decadente, la Escuela está en todo, porque la Escuela es la que está fomentando todos los grandes descubrimientos, todos los inventos que el hombre está haciendo, todas las conquistas que está logrando la humanidad. Todos se deslumbran y se sorprenden ante el progreso irresistible que se nota ya en todo el mundo Tierra. Es la Escuela que trabaja, es la Escuela que va por todas partes, es la Escuela que no pueden ya ocultar, por más esfuerzos que hacen, porque la Escuela está en todo porque la Escuela es el Espiritismo y el Espiritismo es todo en el Universo. Por eso esta Escuela no puede desaparecer y a todos los que conscientemente militan dentro de ella os dejo un saludo amoroso, os dejo un saludo impregnado de luz, de fuerza, de constancia, de deseo de superación a cada momento de vuestra vida para que así, todos unidos, vayamos siempre más allá.
Joaquín Trincado.
19 de Marzo de 1956
Médium Margarita - Posesión
Buenos días:
Amados hermanos: todos habéis expuesto vuestros puntos de vista con sinceridad y valor; pero ninguno ha sentido rencor; ninguno se ha apasionado ni ha habido exaltación, y esto me halaga, como vuestro maestro y Director.
Ya se ha hablado bastante en esta sesión y sólo quiero deciros que cada uno de vosotros tenéis razón; no hay dos de los aquí presentes del mismo progreso espiritual y no hay dos tampoco que puedan pensar de igual manera.
Respecto a esos cargos acerca de los que se ha discutido, yo expreso también mi opinión y creo que para que esos dos hermanos juramentados, que son misioneros y que harán en el futuro una gran labor en pro de la Escuela, se estimulen, se les ofrezca ganar esos puestos, ganarlos con su trabajo, con su asistencia, con su labor en pro de esta amada Escuela. Que se sientan halagados por haber sido escogidos, pero que tengan una meta, en el futuro, que alcanzar por su propio esfuerzo.
La justicia está en acción, esa ley se hace sentir en todas partes y la humanidad tiembla y se asombra y la humanidad se pregunta ¿qué está pasando? porque no sabe que los momentos son llegados en que las tinieblas se rasguen y brille la luz para todos, y aun entre vosotros, espíritus ya preparados, formados dentro de las doctrinas de esta Escuela, os sorprende cómo muchos otros hay que, faltando a todas las leyes, se encumbran y gozan de todos los placeres que puede ofrecer la vida material... pero qué efímeros son sus triunfos, cómo caen y mientras más se levantan, más bajo caen y más dolorosamente agonizan y se van.
La labor de vosotros es dura, muy dura, pero no es superior a vuestras fuerzas. Seguid adelante con valor; seguid adelante con fe: tened confianza unos a otros, amaos todos como hermanos, es el mandato divino, pero lo es especialmente entre vosotros los estudiantes de esta Escuela que formáis una familia, una familia muy amada para mí y para todos vuestros guías y protectores.
Conservad ese fuego sagrado del hogar de todos, que es esta Escuela; no lo dejéis apagar porque todos traéis material, todos traéis una viruta de paja para conservar encendida esa hoguera que da luz y calor para todos. Así iremos Siempre más allá.
Joaquín Trincado.