6 de Enero de 1956
Médium Virginia - Escritura
Os saludo con la paz y el amor que para toda la humanidad deseamos.
Qué labor tan grandiosa... se aprecia en el conjunto de las voluntades unidas con fuertes lazos. Así es como se trabaja, hermanos; así iremos al éxito que esta causa merece.
Vosotros, un humilde pequeño grupo, hacéis vuestra labor sin bombas, pero con tesón, con un. esfuerzo denodado, demostrando la fe con obras; así pondréis el ejemplo y otros os seguirán, mas siempre tendréis ante la justicia el mérito de haber sabido resistir la avalancha que intentaba desbarataros, pero se estrelló en la firmeza de vuestras convicciones.
Así es como se debe responder a los embates de las fuerzas detractoras y así la humanidad encontrará su punto de apoyo para continuar su programa de progreso y regeneración.
Vuestros esfuerzos ahora pasan desapercibidos, pero día llegará en que se pese el valor de las acciones que, por su trascendencia, pertenecen a la humanidad y no tan sólo a individuo. Vayan, pues, mis frases a servir de estímulo a todos y cada uno de los que colaboran, encarnados y desencarnados, y entre esos colaboradores muchos hay que no asisten, como hombres, a las cátedras, pero sí pertenecen a este grupo de valientes, porque son espíritus de lucha y están en el puesto que la Justicia les ha designado; mirad entonces cuanta es la importancia de esta labor y responsabilizaos cada vez más.
No trato de halagar vuestra vanidad, pues conozco que estáis ya en un grado de progrese en el que estáis a salvo de caer en la adulación, que hace tambalear a los necios, mas no al hombre de razón que comprende la gravedad del momento que se vive, en el que no hay tiempo para pensar siquiera en sí mismos, porque la atención esáa concentrada en lo que se realiza en la Tierra. Grandes sucesos se perfilan ya y serán una confirmación a lo que ya os hemos señalado; pero vosotros estáis preparados, vuestras luces están encendidas y serán el faro que guiará a los que están en el instante solemne de pasar a disfrutar de la bella luz que irradia el espíritu en su plenitud.
Seguid pues, hermanos amados, esforzándoos en cumplir íntegramente vuestro trabajo; todos os ayudamos; ademáis, también nosotros luchamos, tenemos nuestra parte y estamos en actividad constante y también tenemos que esforzarnos desarrollando y aplicando el poder de la justicia solidarizada ahí donde el amor del Padre así lo señala.
Adelante, hermanos y unidos trabajemos por la humanidad.
Joaquín Trincado
15 de Enero de 1956
Médium Virginia - Escritura
El amor de Eloí sea con vosotros y envuelva a todo este planeta convulso y revuelto.
Es muy bello mirar el empeño de mis hermanos para limpiar la ignorancia y perversidad que se han acumulado en esta humanidad que debe trabajar a ritmo acelerado para que pueda disfrutar del período que le resta vivir en este planeta dentro de la armonía del amor y fraternidad de la comuna que está decretada.
Pronto se destacará un núcleo de hombres que, preparados convenientemente por la Ley, recibirán de está Escuela la doctrina y aún cuando la mantendrán secreta y oculta a la maldad de los prevaricadores, cumplirán su rol en el plan general que abarca razas de distintos grados, pues no están los hombree en la misma disposición para asimilar la sabiduría.
El etnicismo, las costumbres arraigadas por siglos, son obstáculos que habrá que vencer, y así también el idioma que hace posibles ciertas alteraciones en la interpretación de las doctrinas.
La Ley trabaja por medio de los hombres y la actividad se palpa por esas oleadas de luz que centellean a la distancia.
Trabajad animosos, alegres y felices vosotros, tan insignificantes ante el vulgo, pero qué grata es vuestra satisfacción al mirar el fruto del esfuerzo unido a la solidaridad universal.
Mas no os descuide el goce, manteneos alerta y preved que vuestro ejemplo cundirá, mas no todos los corazones están plenos de amor y habrá ambiciones y envidias prestas a lanzar sus dardos.
Vosotros tenéis la respuesta: amor, amor y amor demostrado en obras.
Marchemos unidos, (sólidamente unidos por el anhelo de cultivar este planeta y sea el Edén donde florezca la bella armonía de Eloi.
Francisco Javier