Lunes 4 de Enero de 1954
Médium Margarita - Posesión
Buenos días:
Que se haga la luz para todos aquellos que vienen a pedírosla; nunca os neguéis a dar luz a un espíritu turbado. Vienen aquellos que la Ley envía, porque aquí hay luz, hay luz clara, hay luz blanca, hay luz que ilumina; es tan grande, que ni siquiera lo podéis comprender. De qué remotos mundos han venido aquí espíritus, siguiendo esta luz que emana de este salón, de este grupo de hermanos valientes que, contra todas las vicisitudes y contrariedades, se reúnen aquí para estudiar; sin provocar un fenómeno, muy depurados ya de las pasiones de la materia, venís aquí convictor en vuestro credo espiritista y esto es un halago muy grande para este hermano que os ama tanto.
En esta humildad habéis logrado mucho y pronto veréis algo grande para todos: se está tratando de unificar a todos aquellos que han roto los prejuicios religiosos y tienen ya el valor de enfrentarse a la vida como libres pensadores. No importa el "ismo" que ellos sigan: trincadismo, espiritismo, kardecismo, espiritualismo, etc., lo que importa es que vengan ya limpios de complejos, libres de prejuicios, limpios de obsesiones, y todos os uniréis.
Así como en cada hogar hay diferente padre, diferente madre, que tienen sus particularidades para educar a sus hijos, así también en cada uno de estos grupos hay un plan de estudios, pero fijaos que todos conducen al mismo fin y para mí este movimiento recientemente iniciado significa gran progreso para nuestra Escuela, porque no comprenderán, de pronto, nuestras doctrinas, pero se les abre la puerta para que vayan penetrando a ella según vayan pudiendo, porque su progreso les irá marcando los pasos que deben dar; pero aquellos que son ya conscientes y que, como digo, vienen ya libres de prejuicios y complejos, como decís ahora, irán comprendiendo la verdad de estas doctrinas que llevan la luz que atrae a los espíritus de mundos muy lejanos, como ya os he dicho.
Llevad vuestra labor serenos, sin apasionamiento, sin fanatismo; que no sea una llamarada fugaz, que vuestra Escuela sea el fuego tranquilo, el fuego que perdura, porque siempre hay quien esté echando combustible, y ese combustible es vuestro trabajo, es vuestro estudio, es vuestro amor a la causa noble que todos perseguimos.
Ved cómo se forman tantos credos de filosofías distintas; crecen y hacen muchos adeptos, construyen sus edificios propios y hacen mucha propaganda; pero a poco, de aquellos credos fugaces no queda nada, pasan pronto ¿por qué? porque no hay base, porque no hay verdad, porque fue sólo un espejismo, una llamarada que entusiasmó a muchos y pasó sin dejar huella.
En cambio la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal forma, como ya dije, el fuego del hogar que no se extingue, la llama del amor que no conoce ya de apasionamientos ni de "ismos" porque es el fuego del amor universal; ya no hay pequeños amores que vayan formando el espíritu sino que todos vosotros estáis inflamados de ese fuego que viene de todo el Universo, porque ya habéis roto la creencia de que el amor se concreta a la familia, a la provincia o a la patria; ya sabéis que hay un amor más grande y ese es el amor que yo quiero que se eleve en todos vosotros, ese es el fuego que todos vosotros debéis alimentar, pues ese calor, esa luz atraerá a todos los demás que andan buscando y van ya por distintos caminos hasta que encuentren esta puerta, que siempre estará abierta.
Vengo a animaros porque sois los representantes que yo tengo en materia para proseguir la obra y para conservar el fuego que yo dejé encendido y después, en el espacio, cuando nos encontremos todos, después de haber cumplido la misión, todavía iremos juntos siempre más allá.
Joaquín Trincado.