Joaquín Trincado

Domingo 20 de Julio de 1952

Médium Margarita - Posesión

Buenos días:

Amados hermanos: la Ley obra al centímetro, al gramo y al segundo, y hoy ha tocado para vosotros un segundo trascendental.

Entre vosotros ha perdurado la llama del amor al ideal que perseguimos, se inflama la fe en vuestra Escuela, tan amada para todos.

Todos y todo está dentro de esa suprema Ley; pero de cuando en cuando esa ley permite que sintáis como que esa llama se acrecienta.

Estáis ahora después de una temporada material, de vuestro tiempo material, en que habéis sufrido, en que se os ha privado del deleite de concurrir a vuestros trabajos; todos los elementos parecía que se confabulaban contra la marcha de esos trabajos tan importantes para todos; pero ha pesado ya en el platillo de la balanza vuestro deseo, vuestro sacrificio, vuestra labor y, más que nada, vuestras lágrimas, porque muchos de vosotros habéis derramado lágrimas al ver que la asistencia de vuestra amada Cátedra decaía, al ver que se os privaba de llegar porque las aguas inundaban vuestra puerta; sin embargo, ese segundo de luz ha brillado y la justicia está en acción.

Os felicito, hermanos. La labor hecha por vosotros es grande; pero aquí podéis hacerla todavía mayor.

Que vuestra fe siga siempre encendida; el ideal que perseguimos es muy noble, es el más noble de la causa en la que estáis empeñados, y estamos empeñados también nosotros.

Satisface a vuestros espíritus y a nosotros, vuestros hermanos mayores, nos satisface ver vuestra constancia, que aunque parecía que estabais alejados, era en apariencia, eran las contrariedades, los obstáculos que os impedían concurrir a vuestros trabajos; pero yo os encarezco, amados hermanos, que de aquí en adelante hagáis mejor ambiente, hagáis mejor trabajo, hagáis mayor esfuerzo.

Ya habéis visto que en este día han ocurrido muchas cosas buenas para vosotros, que significan un paso adelante en vuestra amada Cátedra, pues los trabajos, cuando los hacéis en amor, cuando los hacéis con juicio, cuando los hacéis intensamente, son bien retribuidos.

Nunca estáis solos, hermanos míos y desde este momento en que inauguráis este pequeño, pero querido local, porque así será para todos vuestra casa, vuestro hogar en donde conviváis todos como verdaderos hermanos, tendréis la presencia de nosotros los que os amamos tanto.

Adelante, hermanos.

Que el Padre os bendiga. Eloí sea con vosotros y vayamos, todos unidos, "Siempre más allá".

Joaquín Trincado.

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