Lunes 7 de Enero de 1952
Médium Margarita - Posesión
Buenos días:
Sí, soy yo, hermanos amados, soy yo que viene, como siempre a animaros; soy yo que viene, como siempre, a conduciros en este océano de tinieblas; pero no para vosotros porque vosotros lleváis la luz en vosotros mismos.
Esta es la última lucha que sostiene la Tierra entre las tinieblas y la luz, entre lo negro y lo blanco; pero aquí estamos nosotros-yo con vosotros- siempre adelante, con las lámparas encendidas iluminando todo a nuestro alrededor.
No pueden contra nosotros, hermanos míos. No dudéis, conservad vuestra fe, esa es la luz que os guía, esa es la luz que os anima porque oís, porque palpáis, porque sabéis, porque comprendéis ¿y los demás? los demás son los hermanos retrasados; pero a esos hermanos hay que amarlos, hay que enseñarles, hay que guiarlos, hay que bajarse hasta ellos para levantarlos y que vayan también con nosotros, que vayan todos al camino de la luz, que vayan todos al camino de la conquista, que vayan todos al triunfo, porque la obra es de todos, de nosotros y de vosotros, y la Escuela triunfará y la Escuela llegará a todos los rincones de la Tierra y no habrá un solo hombre que no reciba esa luz que, por medio de ella, de la Escuela, el padre os envía; pero no perdáis la fe, hermanos míos, no perdáis la esperanza del triunfo; hay veces que bajáis la cabeza, que las penas os amilanan, que os acoge el temor, el terror os pesa, os veis solos, desamparados; sois humanos, lleváis una materia y es natural que en esos momentos de decadencia y de duda, os sintáis desalentados; pero no, hermanos míos, como os digo, vamos adelante, vamos por el camino, yo voy con vosotros, y así tened siempre fe por que somos muchos los que ayudamos, somos muchos los que tenemos la misión de dirigir a los hombres y de conducirlos para que la Tierra llegue pronto al momento sublime de su depuración, para que la luz la bañe por entero, para que no queden tinieblas en este amado mundo en que todos hemos militado y en que todos hemos sangrado, porque todos hemos venido a luchar, a sufrir y a hacer obra de amor; pero esa obra es de sacrificio y de dolor y vosotros, que os sentís pequeños, pensad en que tenéis la felicidad de que vosotros sabéis, de que vais con seguridad.
No perdáis la fe y, como siempre, os digo: adelante, hermanos míos, aquí estamos todos nosotros para ir "Siempre más allá".
Joaquín Trincado.