Escuela amada, cómo centelleas, como brillas a través de la bruma de la ignorancia. Hermanos muy queridos, estoy con vosotros, y están todos nuestros queridos maestros de la Cosmogonía.
En esta fecha inolvidable estoy aquí con vosotros, y he venido a presentar mis parabienes a los viejos luchadores, estoy aquí con el espíritu inundado con la plenitud del amor que Eloí ha dado a todos sus hijos.
Es para mí grata ocasión para recordaros que estamos en los momentos más difíciles, la Escuela ha sido atacada por los falaces y debéis redoblar vuestros esfuerzos para hacer frente, y triunfar, como vais triunfando.
Yo os he dejado la pauta para que vosotros vayáis desenvolviendo la armonía y llegar al concierto universal.
En este momento grandiosos la Tierra recibe una corriente que dará sus frutos, ya los veréis.
Vosotros seguid, sois intrépidos y nada debe deteneros, estad siempre firmes, y yo estaré como es mi deber, para sostener esta Escuela que yo levanté, que yo fundé con los maestros que a ello vinieron, mandados por los consejos de Sión.
Recibid mi saludo fraternal y que Eloí bendiga nuestras frentes y nos guíe siempre.
Joaquín Trincado.
Y sigue sin perder posesión:
Estoy aquí y estamos todos y sólo lamento que no todos podéis disfrutar de este maravilloso espectáculo que ante los ojos videntes se presenta; dad gracias los que podéis verlo, y los demás trabajad para que podáis llegar a esta ventura que Eloí amadísimo permite a sus hijos.
Teresa.